Crónica de FM + Romeo's Daughter: Ambrosía melódica

16 noviembre, 2016 5:08 pm Publicado por  Deja tus comentarios

Sala Changó, Madrid

Un cartel como el del pasado sábado era impensable tenerlo por nuestros lares en los ochenta o noventa y, a pesar de que el rock melódico/AOR nunca ha sido un movimiento de masas en nuestro país, últimamente estamos pudiendo disfrutar de auténticas delicatessen sonoras con algunos referentes del género.

Sin lugar a dudas para el que subscribe, FM es la banda de hard rock melódico/AOR más importante que ha surgido en las islas británicas. Evolucionan y maduran como los grandes vinos, y llegando en la actualidad a unos increíbles niveles de excelencia. Nos visitaban por cuarta vez, y venían con unos invitados muy atractivos, Romeo's Daughter, de los que solo habíamos escuchado sus discos, y visionado los videoclips que emitían las cadenas internaciones de la época.

La voz cantante, y nunca mejor dicho, de Romeo's Daughter, la lleva la vocalista Leigh Matty, que mantiene un precioso tono de voz, una entrega plena, y un derroche de simpatía por los cuatro costados. El comienzo fue arrollador, con un temazo como "Heaven In The Back Seat", que abría su álbum debut de título homónimo en 1988, y que produjo en gran parte el aclamado Robert John "Mutt" Lange (AC/DC, Def Leppard, Bryan Adams,etc.). El repertorio que nos tenían guardado Romeo's Daughter no tenía desperdicio. Desde una pegadiza "Attracted To The Animal", pasando por "Bittersweet", o la magnífica "Alive", se fueron sucediendo grandes canciones melódicas, que sonaron francamente bien.

Leigh se dirigió en varias fases al público, para decirnos que estaba encantada de actuar por primera vez en España, y dar las gracias por el recibimiento, sin perder la sonrisa en ningún momento. Su guitarrista Craig Joiner hizo un buen trabajo, aunque pecó quizás de inmovilismo, y tanto él como el bajista, Ed Poole, y el batería Andy Wells, arroparon muy bien a Leigh con sus coros. La única pega que les podemos poner es que los teclados estaban disparados, y eso les restó un poco de frescura.

Su último trabajo 'Spin', que data del 2015, también estuvo muy bien representado, con canciones como "Touch" o "Radio". Cuarenta y cinco maravillosos minutos duró su emotiva actuación, que culminó con "Inside Out", "I Cry Myself to Sleep at Night" y el rotundo "Wild Child", que engalanó una brillante despedida.

Y llegó el gran momento que todos esperábamos, porque el 30 aniversario de toda una joya del hard rock melódico como lo es 'Indriscreet', bien se merecía una noche como esta, donde iba a ser ejecutado de forma íntegra por FM, ¡y de qué manera!

fmDesde que Steve Overland pisó el escenario, un áurea de distinción y elegancia impregnó toda la sala,  deseosa y expectante de imbuirse en sus adictivas  composiciones. Una sonrisa, un saludo, y junto al resto de la banda se puso manos a la obra con "Digging Up the Dirt", canción de su álbum 'Heroes and Villains', el primer disco que grabaron para el sello Frontiers en 2015.

Los coros iniciales y el sonido del teclado nos adentraban en los terrenos de 'Indiscreet' con la coreadísima "I Belong To The Night", en la que Overland tuvo unos problemillas con los cables del micro, pero que solventó enseguida.

Algunas formaciones que rememoran y tocan sus emblemáticos álbumes de forma íntegra, deciden hacerlo en el mismo orden del disco, pero otras no. FM fueron de los segundos, ya que saltarían de nuevo al presente con "Life Is A Highway". A estas alturas del concierto ya podíamos decir de forma categórica que el sonido de la banda era espectacular; cada instrumento sonaba con una exquisita nitidez, y los coros daban brillo a unos temas que eran una auténtica delicia. La majestuosa voz de Overland hacía el resto, y lo envolvía todo.

Cuando oyes unos teclados como los de Jem Davis en el inicio de la grandiosa "Let Love Be the Leader", eres consciente de la importancia que tienen dentro de una banda de rock melódico en directo, en una época en la que por comodidad y economía, se suele prescindir de este instrumento llevándolo grabado.

Jim Kirpatrick, que fue el último miembro de la formación actual en incorporarse, se mostró ya con galones, y mucho más suelto que cuando le vimos en la sala Arena hace cinco años. Respecto a la base rítmica, el sonriente y dinámico Merv Goldsworthy, junto al eficiente y solvente batería Pete Jupp, ponía el justo equilibrio a una banda muy profesional y veterana, que sonaba de forma maravillosa.

Tras otra pieza brillante como "Frozen Heart", "Someday" nos recordaba también que su segundo disco "Tough It Out", gozaba de canciones inolvidables. El grupo sentía el calor del público, que cantaba cada canción, conforme se iba sucediendo hit tras hit, como "Face to Face", "Love Lies Dying", "Heart of the Matter", o "Hot Wired".

La estructura del setlist estuvo excelentemente planificada, y a medida que nos acercábamos a la parte final, el crescendo era mayor con un final de ensueño, donde cada pieza eran joyas del hard rock melódico como "Bad Luck", "Tough It Out", la electrizante "That Girl", o "Burning My Heart Down".

Un pequeño respiro y volvió Overland a cantar a capella, incorporándose enseguida el teclista Davis para afrontar la preciosa balada "Story Of My Life", que a pesar de ser del reciente 'Rockville', respira aromas de clásico desde su creación. Después de esta emotiva canción, se incorporó el resto de la banda para completar el disco 'Indiscreet', con los dos temas que faltaban: "Other Side Of  Midnight" y "American Girl".

A la salida de algunos conciertos a veces hay discrepancias sobre lo que cada uno ha percibido y de las sensaciones que una banda le ha transmitido. En esta ocasión había unanimidad al afirmar que habíamos asistido a un espectáculo grandioso y memorable, con un grupo como FM, que pone al hard rock melódico en valor, sin necesidad de fuegos de artificio, y que se encuentra en estado de gracia. Una hora y media sin apenas interrupciones, ni aburridos y prescindibles solos de cualquier instrumento,  donde el protagonismo lo llevan las melodías y unas canciones magistrales,  que fueron perfectamente interpretadas.

Capítulo aparte merece el señor Steve Overland, al que en Inglaterra deberían elevar a la figura de Sir y que con su timbre de voz, su carisma, su dominio de la escena, y su simpatía nos cautivó a todos.

Texto y foto: José Luis Martín

Etiquetas: , , ,

Categorizado en: ,

Esta entrada fue escrita por Redacción

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *