Crónica de Chris Cornell: El caballero oscuro

25 abril, 2016 1:55 pm Publicado por Redacción – Deja tus comentarios

Gran Teatre del Liceu, Barcelona (Suite Festival).

Todavía sigo conmocionado por lo que ocurrió hace unos días en la catedral de la opera catalana. Gracias al savoir faire y la valentía del festival Suite tuvimos el privilegio de poder estar a apenas unos metros del que fuera líder de Audioslave y, cómo no, la banda seminal del Seattle más explosivo, Soundgarden. Fue una velada mágica y un evento irrepetible. Sin duda, presenciamos algo histórico.

En el actual Acoustic Higher Truth World Tour, Cornell interpreta el ‘Nothing Compares 2 U’ de Prince que hizo famosa Sinéad O'Connor a principios de los noventa. Ayer el otrora artista conocido como Symbol traspasó y Chris aprovechó la triste circunstancia para dedicar sus dos horas y media de repertorio al genio de Minneapolis, colocando en primera posición susodicha canción en el repertorio.

Así pues, desde el minuto uno, elevó el listón al máximo nivel y empezó su andadura hacia melodías de sobra conocidas por los asistentes. La noche del jueves Cornell radiografió su legado pieza por pieza, ovación tras ovación; las lágrimas saltaron en más de una ocasión y junto a peticiones de todo tipo y a grito pelado, fuimos testigos de un set lleno de momentos con la gallina de piel y el corazón en un puño con su correspondiente opresión torácica emocional.

Christopher John Boyle avanzó a paso firme alimentando el mito sin apenas mostrar fisuras y con un estado vocal inmejorable. Presenciar un set sin debilidad fue un auténtico ejercicio de maestría y melancolía. Pocas cosas pueden equipararse a tener a Chris Cornell ante tu retina, al héroe y superviviente del grunge ya instalado en nuestro software. La experiencia y la voz de alguien que ha formado parte de nuestra vida desde hace más de veinte años y de la banda sonora vital de los asistentes ante nuestros ojos. Dos décadas de quién ha vivido la muerte de cerca y ha intuido las orejas al lobo en diversas ocasiones. Ahora era el momento idóneo y el lugar perfecto para emanar ante el público entregado la satisfacción del trabajo bien hecho y de aquel que sabe que está recogiendo los frutos de todas las semillas plantadas a lo largo de los años, eso sí, menos en solitario que acompañado.

Se atrevió a versionar a Bob Dylan, cuál Springsteen de nuestra generación, hizo un lavado facial del "One" de U2 -la melodía (acordes)- y el "One" de Metallica -que utilizó como letra-, nos hizo recordar a sus amigos Andrew Wood; echamos de menos a Eddie Vedder en ‘Hunger Strike’. Nos habló cuál storyteller de algunas piezas que interpretó. Recuperó su vertiente cinematográfica con "Sunshower" de la película ‘Grandes Esperanzas’, su primera composición como solista tras la disolución de Soundgarden. También nos llevó a la época de "Sslteros" con "Seasons" ya en los bises, y desempolvó la canción para el James Bond de Casino Royale. Hablando de versiones, yo hubiera obviado la del desaparecido Michael Jackson, aunque supo equilibrar el tono del concierto con mucho Temple Of The Dog, más Soundgarden; sus temas propios of course, y dos horas y media de banda sonora irrevocable, muy bien acompañado por su celista Bryan Gibson, al que Cornell alabó en repetidas ocasiones e incluso lo tildó de genio.

Una velada sin apenas utilizar el móvil, conectado a la excelencia, la música, las letras y los movimientos de Chris,…la mente y mis pensamientos me trasladaron a su actuación en el Casino de la Aliança del Poblenou (25 octubre de 1999) que tuvo lugar hace 17 años con motivo de su debut ‘Euphoria Morning’ haciéndome recordar el evento que supuso que Soundgarden anunciaran su final (y se despidieran) del público barcelonés un sábado por la noche en el Pabellón de la Vall d’Hebrón (21 de septiembre de 1996). Si en esa despedida se atrevió a rescatar "Helter Skelter" de The Beatles, aquí nos obsequió con "A Day In The Life" para cerrar el cuerpo principal de su show.

El jueves en el Liceo, dentro del marco del Suite Festival, presenciamos la maestría de un ejercicio de nostalgia y un emotivo paseo por canciones que forman parte de mi vida, un guiño a una época oscura de heroína y suicidios; un recuerdo a la angustia colectiva adolescente y un traslado casi cósmico; un viaje en el tiempo muy emocional, y un recorrido musical a una década (los años noventa) y una ciudad (Seattle) que a los hijos del 90 nos tiene todavía consternados y abatidos.

Esta parada acústica de su actual gira y cita ineludible en la Ciudad Condal que registró un merecido sold out es algo que quizás no se vuelva a repetir, pero que encarecidamente espero que sea la semilla certera que haga volver a Soundgarden por estos lares. Me saco el sombrero ante el maestro de las melenas. Acabo mi humilde reseña escuchando una pieza que quedó fuera de su repertorio y que es cara B del single ‘Arms Around Your Love’: una versión de Led Zeppelin, un corte que, junto al "Imagine" de John Lennon, resume el sentimiento con el que abandoné el edificio y que sigue latente en mi ADN. Ante semejante experiencia, con su extrema solemnidad y transcendencia, solo puedo expresar mi actual consternación con dos palabras: ‘Thank You’.

Texto: Pau Peñalver
Fotos: Irene Serrano

Setlist: Nothing Compares 2 U / Before We Disappear / Can't Change Me / The Times They Are A-Changin' / Nearly Forgot My Broken Heart / Like a Stone / Fell on Black Days / One / Doesn't Remind Me / Getaway Car / Say Hello 2 Heaven / Blow Up the Outside World / Let Your Eyes Wander / You Know My Name / Billie Jean / Black Hole Sun / Rusty Cage / When I'm Down / I Am the Highway / Sunshower / Hunger Strike / A Day in the Life. Bises: Wooden Jesus / Seasons / Josephine / Higher Truth