Crónica de Banane Metalik + Pipes & Pints en Madrid y Bilbao
30 octubre, 2015 10:18 am 1 ComentarioSala Caracol, Madrid (+ Carniceros del Norte): Una noche para la diversión y el terror.
Tres grupos muy diferentes entre sí se presentaban pasada la media noche en la sala Caracol para deleitarnos con una sesión de diversión y terror a partes iguales, bajo el nombre de “Sangre Familia European Tour”. Hubiera sido perfecto que este concierto se llevase a cabo una semana más tarde para coincidir con el día de difuntos por su carácter y ambiente.
Con un poco de retraso y la canción de "El último Mohicano", saltaban a escena los primeros en abrir la velada, los checos Pipes and Pints. Son una banda que englobamos dentro de la escena punk folk, con un potente directo y miembros que no paran quietos. Para muestra, su cantante Mike, que dividió a los asistentes en dos partes para que a la orden de "Go!!" se desatase un pogo. También se animó a bajar al foso su gaitero y segundo cantante Vojta, que iba pintado rollo Braveheart. Sin duda,un gran descubrimiento dentro de su género.
Tras caldear a los asistentes con el grupo anterior, vendría el plato fuerte de la noche. Lllegaron los franceses Banane Metalik con su psychobilly acelerado y de temática terrorífica, o como ellos se denominan, Gore'N'Roll. Tras una intro de ambiente de terror, descubríamos un escenario especialmente preparado para la ocasión. Los guitarristas iban vestidos con camisa negra y corbata roja y sus amplificadores estaban metidos en ataúdes abiertos, adornados con calaveras y cruces. De sus pies de micro, colgaban brazos con sangre. Una puesta de escena rematada con el maquillaje de zombies desangrándose por parte de todos los miembros. Por último, en el telón de fondo que llevaban salía su particular “The Gore Father” (el padrino en versión horror y armado con una metralleta).
Cayeron, entre otros, “666% Gore'n'Roll”, “Nice to Meat You”, “Viva Gore'n'Roll” y “Pussycat”, donde el cantante Boris XxX hizo subir al escenario a bailar a las féminas del concierto que estaban por las primeras filas. Sin duda, un gran concierto donde ninguno quedó impasible ante el slap del contrabajo, ese que te hace mover los pies aunque no quieras.
Pasadas ya las tres de la mañana, el último concierto parecía peligrar, debido al horario inicialmente previsto. Contra todo pronóstico, Los Carniceros del Norte tocaron casi el mismo tiempo que sus compañeros de cartel. Fueron el único grupo nacional de la noche, venidos desde Bizkaia para presentarnos su último disco "Coulrofobia”. Con su particular postpunk de carácter macabro, cayeron temas como: "El Gabinete del Doctor Caligari", “Nosferatu vive en Barakaldo” o “Nekromantikos” los cuales hicieron vibrar a sus adeptos. Ya les había visto otras veces, pero no me sabía sus temas. Por lo tanto, fue de agradecer la versión final. “Un día en Texas” de los míticos Parálisis Permanente me hizo cantar y bailar para despedir la noche.
Texto: Álvaro Llorente Ayuso
Sala Stage, Bilbao (+ Rat-Zinger): Gore N' Roll
Eso del espectáculo al servicio de la música es algo casi de la noche de los tiempos. Hay miles de ejemplos, desde el inevitable Alice Cooper hasta el pionero Arthur Brown, que ya a finales de los 60 buscaba epatar al personal con insólitas performances, sin olvidarse de Kiss, sus hijos putativos Lordi o los antaño salvajes W.A.S.P., que hace años en una de sus giras hasta simulaban violar a una monja.
Hoy en día estamos bastantes curados de espanto en ese sentido y para que sorprenda algo tiene que tratarse de una proeza sobrenatural, si uno se descuida, la libertad de expresión en las redes sociales causa más pavor que cualquier otro atrevimiento en escena. Nada de zombies ni criaturas ensangrentadas, diga usted lo que le salga de los mismísimos y verá cómo aquello desencadena furibundas reacciones si lo que afirma va en contra de la aborregada marea.
Toda una oda a lo políticamente incorrecto era esa gira a tres bandas llamada ‘Sangre Familia’, que combinaba la irreverencia y el descaro con el gusto por lo turbio y desagradable encarnados en los franchutes Banane Metalik, con un psychobilly que se acercaba por momentos al horror punk sin descuidar ese poso cinematográfico y fronterizo inherente al género. Una tríada que levantaba orgullosa el estandarte de la cochambre y apelaba a la inmediatez como valor fundamental.
Muy rompedor fue asimismo comprobar que la sala estaba hasta los topes un pleno domingo, algo insólito por estos lares, plagada además de un respetable variopinto de heavies, punkies, rockabillies, féminas vistosas, etc. No querríamos imaginar cómo hubiera estado aquello si hubieran tocado un sábado a un horario razonable y con transporte público de vuelta.
Los checos Pipes & Pints no era la primera vez que visitaban la península, por lo que ya tenían de sobra sembrado el terreno. No tardaron en recoger los frutos entre su voceras tatuado hasta la médula y su carismático gaitero con pluma de iroqués. Pensábamos que lo suyo estaría más orientado al street punk, pero nos agradó comprobar que se asemejaban a una versión ligeramente hardcoreta de los punkis celtas Dropkick Murphys, los temas tampoco eran gran cosa, pero bien valían para pasar el rato.
Estos colgados con intención de tocar “hasta morir” se curraron mucho su tiempo en escena y fue digno de recordar cuando su cantante se subió a la barra para bramar y chocar cervezas mientras las timoratas camareras del garito se atusaban la melena. Superaron lo esperado, no tan calvos.
Los locales Rat-Zinger ya habían anunciado que se retirarían durante una temporada de los escenarios para preparar su próximo disco, pero en su último aliento legaron uno de los mejores bolos que les hemos visto. Con un sonido apabullante y sin apenas rastro de cansancio por la excursión que se habían pegado el día anterior a tierras catalanas, demostraron su plena vigencia como eslabón perdido entre el metal y el punk a base de himnos impepinables del calibre de “Apártate”, “No habrá piedad para nadie” o “L.E.Y.”.
Podri se enredaba el cable de micro en la jeta como si fuera Txarly Usher mientras desgranaban un repertorio que finiquitaba el ciclo vital de su álbum ‘Rock N’ Roll para hijos de perra’ e introducían novedades del estilo de “En su trozo de tierra”, flamante adelanto de su reciente recopilatorio. Y el grito de guerra “¿Tenéis Speed?” echó carbón suficiente para que la locomotora enfilara el tramo restante a piñón fijo antes de derramar bilis en “Odio tu puta nación” y “9 mm”. Apoteósico, que vuelvan pronto de vacaciones.
Y si tuvimos actitud para regalar en el bolo anterior, los gabachos Banane Metalik nos parecieron más espectáculo que otra cosa, muy cuidado, eso sí, con bafles enclaustrados en ataúdes, extremidades colgando de los micros y unos tipos vestidos como zombies ensangrentados de los años 20. Dados tales mimbres, hubiera resultado complicado no impresionar al respetable, y más si tenemos a un cantante que se bajó ya en los primeros temas a desparramar con la peña.
El contrabajo tampoco es que se escuchara demasiado, lo cual no impidió que engatusaran piezas frenéticas tipo “Les Enfants Des Ténèbres” o “Maniac”, dedicada a la sangría, cerveza y demás bebidas alcohólicas. Molaba su rollo de vodevil, con abundantes referencias cinematográficas, caso de su peculiar interpretación a toda pastilla del vals de ‘El Padrino’ de Nino Rota, el himno de la gente con clase.
Pero su momentazo estuvo sin duda cuando el cantante punki desfigurado se tomó al pie de la letra el estribillo de “Pussycat” y comenzó a perseguir pibas por la sala para danzar y retozar con ellas, ni siquiera se libraron las recatadas camareras, que huyeron despavoridas en cuanto se acercó a la barra el ente sanguinolento. Todo muy interactivo, sí señor.
Su aire circense entretenía de veras en “Poupée de Sang” o la marcha fúnebre que incluyen en su último EP ‘The Gorefather (A Gore N’ Roll Soundtrack)’. Y en su clásico “Nice To Meat You” pidieron un “wall of death”, ignorantes de que esa costumbre no goza de demasiada tradición por estos lares, por lo que se transformó en un leve pogo antes de devenir en la reivindicativa “Viva Gore N’ Roll”.
No se esperaban bises, puesto que aquello comenzó a un horario excesivamente canalla para un domingo, así que recogieron bártulos al ritmo de “Zombie”, en la que su voceras lanzó un bate al suelo para protestar contra la autoridad. La extravagancia también puede ser combativa.
En resumen, esto del ‘Gore N’ Roll’ nos resultó muy vistoso, decente como show de variedades, aunque su poso verdaderamente musical tampoco sea para lanzar cohetes, son como una versión psychobilly de Lordi, anda que no hay infinidad de grupos más competentes en su palo. Su gusto por la carne y la casquería podría resultar cancerígeno según la OMS.
Texto: Alfredo Villaescusa
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1 comentario
Buenisimas ambas crónicas tanto por parte de ÁLVARO como del VILLAESCUSA hacia estas bandas en sus respectivos bolos en Madrid y Bilbao con el denominador común del punk.Todas dieron el callo y la verdad que los RAT-ZINGER me atraen más con su buen punk rock de estilo canalla.Habrá que pillarse algo de los bilbaínos en el futuro!!!