AZKENA ROCK: SEGUNDA JORNADA
18 junio, 2012 12:36 pm 6 Comentarios
Éxtasis espiritual
A veces es necesario alcanzar un cierto estado mental para disfrutar de determinadas propuestas. Si te pillan con el pie cambiado puedes ir olvidándote. Con esa actitud era necesario afrontar otra jornada en torno a las 12.000 personas, pese a que en nuestra opinión se tratará del día a priori más atractivo del festi.
La cosa fue cogiendo vuelo con los escoceses Gun de nuevo en ruta tras la espantada de su vocalista Toby Jepson a su banda de origen Little Angels. Y el miembro fundador de Black Crowes Rich Robinson durmió hasta las piedras con sus improvisaciones a lo Allman Brothers. Quizás en otro contexto habría gozado de mayor aceptación, pero en la tarde noche de un viernes como que no apetecía su palo demasiado sosegado. Con maneras de hippie elegante ofició cual puesto de LSD carente de sentido del espectáculo, él a su rollo y ahí os las den todas. Por lo menos condescendió con una versión del “Cinnamon Girl” de Neil Young, sin duda el único punto medianamente álgido de un bolo que merecía contemplarse tumbado en la campa fumando hierba.
Saltando por encima de los indies australianos The Screaming Tribesmen nos dimos de bruces con el muro de sonido estridente y hasta molesto al oído de Black Label Society comandados por un Zakk Wilde ataviado con un penacho de plumas. Tal vez sea que al hombre le ponen a tope las reverberaciones y demás, aunque uno no llegó a comprender esa obsesión por las guarrerías sónicas como tampoco que nos cascara un interminable solo de guitarra de unos 15 minutos capaz de amuermar al más aguerrido. Si exceptuamos ese par de detalles, era posible incluso disfrutar con cañonazos del estilo de “Suicide Messiah” o “Concrete Jungle”, pero el aplatanamiento post solo ombliguista no nos lo quitaba ni dios. Definitivamente, debería plantearse cambiar su concepción del directo.
Con la vista puesta en Ozzy Osbourne & Friends nos dirigimos a tomar posiciones perdiéndonos por desgracia a los jarcoretas Gallows, que ponían la nota discordante del cartel. Ya nos habían advertido de las gracietas del abuelo Ozzy, que no respeta ni siquiera a los fotógrafos, y desafortunadamente nos tocó la china, sin llevar chubasquero ni otra prenda protectora por motivos de dignidad. Fue aparecer por el foso y ¡zas! Enseguida nos puso al día con esa manguera que no le vimos coger rociándonos de espuma hasta dejarnos con las mismas pintas que un oso polar. Maldita sea su estampa.
En lo musical, por el contrario, nos sorprendió gratamente. Lo bueno de ir con las expectativas muy bajas es que es casi imposible que te defrauden, ya lo dice la sabiduría popular con eso de no esperar nada de nadie para no salir trasquilado. Y aunque en el inicio con “Bark at the Moon” y “Mr. Crowley” algunos gallos presagiaban un desastre similar al del año pasado, cuando tuvo que pedir perdón por el estado de su voz, a medida que avanzaba el recital se fue creciendo cual ave fénix hasta alcanzar un nivel bastante decente dadas sus circunstancias.
Su banda de acompañamiento le echó también un buen capote, hay que decirlo, con esos interludios instrumentales que permitían al ‘madman’ recuperarse un poco. No llegaron a los extremos de aburrimiento de su colega Wilde horas antes, el solo de Gus, por ejemplo, para nada se hizo cansino. El griego cumplió ejecutando el legado de forma fidedigna, salvo algún arrebato power metalero, y se le vio más centrado en su labor a las seis cuerdas que en atusarse la melena, a diferencia de la ocasión precedente.
En cuanto a la cacareada presencia de los invitados tampoco fue para tanto la cosa, se limitó a su viejo camarada Geezer Butler al bajo en los clásicos de Sabbath “Iron Man” o “War Pigs” y más adelante se unió el barbudo Wilde para “Fairies Wear Boots” y “Crazy Train”. El broche llegó con un “Paranoid” con todos en el escenario y finiquitada con las palabras ‘god blessed you all’ (dios os bendiga) y una traca de fuegos artificiales.
Tal y como decía el gran Pedro Alonso, redactor de esta casa y uno de los mayores fanáticos de Ozzy que existen sobre la faz de la tierra, a Ozzy nunca se le ha pedido que sea el mejor, sino simplemente que sea Ozzy, con su carisma desbordante, sus travesuras más propias de parvulario y esos característicos movimientos que casi parece que le tienen que sujetar con pinzas. Esa noche volvió a recuperar la ilusión de muchos.
Lo siguiente interesante estaba en The Mars Volta, otra banda que no pegaba demasiado con la tónica del festival y de la que la mayoría acabó abominando. Está claro que para disfrutarlos plenamente uno necesita poseer una sensibilidad especial y habérselos comido de antemano en casa unas cuantas veces, en definitiva, venir un poco con los deberes hechos, porque si no resulta casi imposible encontrarles el sentido, por mucho que a veces te suenen a King Crimson, Faith No More o Rage Against The Machine, entre el amplio abanico de influencias que destilan.
Con esa manía habitual de colocar bafles y todos los artilugios igual que si estuvieran tocando en el salón de su casa, dieron cancha de entrada a su genial ‘Noctourniquet’ con “Aegis” y “The Whip Hand”, cuya atmósfera de sintetizadores desaforados trasladaron con total maestría antes de dejar levitando a los entendidos en la materia con “The Widow”. La gente dirá que fue una brasa tremenda, pero para un servidor se asemejó a uno de esos éxtasis espirituales que experimentaban los poetas místicos del estilo de San Juan de la Cruz o Santa Teresa de Jesús, una absoluta revelación de talento en vena.
Tras la espesura entraba como agua la inmediatez de Danko Jones apostando fuerte con trallazos como “Sticky Situation” o “First Date”, suficientes credenciales para mantener en vilo a la numerosa concurrencia que aguantó hasta el final, a eso de las tres de la madrugada. No era para menos, el señor ‘Dan Horchata’, según nos permitió llamarle, pasó de las chácharas habituales en sus últimos recitales y nos ofreció motivos para elevarle a los altares en forma de “Had Enough”, “Invincible” o “Cadillac”. Nos dio tal subidón su descarga de adrenalina que aguantamos hasta las 7 de la mañana en la fiesta posterior de la carpa y acabamos bebiendo chupitos con un conocido músico navarro. Casi nada.
Texto: Alfredo Villaescusa
Fotos: Juanlu Herranz / Alfredo Villaescusa
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6 comentarios
Os mojo con la manguera y no le visteis venir? En serio? Pero si he visto caracoles moverse mas rapido que Ozzy ... A que andavais jaja me ha hecho mucha gracia el comentario. En cuanto a lo de los invitados entiendo al solo mencionar a geezer y zack wilde es que no aparecio slash ni ninguno de los otros anunciado a bombo y platillo con lo cual me parece una autentica estafa, compras la entrada porque va Black Sabbath , despues no van pero anuncian que tica Ozzy y sus amigos y resulta que sus amigos son dos ... He visto colaboraciones en conciertos sin anunciar mucho mas interesantes. Sharon osbourne es una tia muy lista y muy estafadora
Estimado Alfredo, parece que estás de vuelta de todo... Creo que te has pasado un poco con Rich Robinson, con Zakk Wylde y hasta con Ozzy.
Rich siempre ha sido así, parece un poco estirado pero dió un concierto más que aceptable en mi opinión.
Zakk Wylde es cierto que se pasó con el sólo interminable de 10minutos en un concierto que no podía sobrepasar los 80 minutos. Pero vaya concierto que dió! Fue una descarga en toda regla, las cosas como son.
Y en cuanto a Ozzy, macho, parece que ves a Ozzy con Geezer Butler todas las semanas! La banda tocó muy bien, Ozzy cantó bastante bien y personalmente me emocioné como un crío al escuchar todos esos temas de Black Sabbath
se me a acabado el trabajo ,que suerte tuvisteis los metalheads ozzy es ozzy puto dinero lo ultimo que me gaste fue 1000e en leganes i barna para mis judas priest ala hell bent for leather
Me llegan informaciones del penoso estado en la voz de Ozzy, no entiendo muy bien los elogios en la cronica, a no ser que se vean dos conciertos distintos. O se canta bien o se canta de culo, no hay termino medio en este caso.
Pues yo estuve alli, Si es cierto que el volumen de los black label era atronador, y que el solo se alargó demasiado, pero disffruté como un enano. Quizas debería haber tocado en el escenario principal, ya que cuando Zakk toco con ozzy sono mucho mejor. En cuanto a ozzy, para mi fue un conciertazo, claro que le falla la voz, claro ue está torpe, pero como bien dice el articulo Ozzy es Ozzy y eso es suficiente. Tiene 63 años 10 mas que yo, ha llevado una vida que todos conocemos, pero es una leyenda y el puto amo.
El secreto de Ozzy está en la masa. Lease "el armonizador" cuando escribo "la masa". Yo por mi parte no pude dejar de pensar que no estaba Tommy Iommi.
Al respecto de Mars Volta imposible no darte la razón. A mí me pasó parecido con La Carretera de Julio Iglesias. Cuando lo escuchas 20 veces en el autobús...
Lo mejor del día los "rockabillys" alemanes que no sé ni como se llaman... Esta claro que molaron en parte por dar algo fácil de digerir en contraposición del lío de Mars Volta.