AMON AMARTH + SEPTIC FLESH: LA ESTIRPE DE SURTUR
1 noviembre, 2011 12:09 pm Deja tus comentarios¡Atención!
El concierto de Madrid está sold out, con lo que si aún están indeciso, Santiago de Compostela el día 3 y Barcelona el 5 son tus últimas opciones.
Sala Rock Star Live, Barakaldo
El periodista y escritor estadounidense Mark Kurlansky decía en su libro “The Basque History Of The World” que los marineros vascos ya pugnaban con los vikingos por las costas de Norteamérica siglos antes de la llegada de Colón. Quizás de sus ancestros le venga al coloso vocalista de Amon Amarth, Johan Hegg, cierta empatía por esta tierra, donde ya había descargado teloneando a Dimmu Borgir en Bergara y en la presentación de “Twilight Of The Thunder God”, como cabezas de cartel en la capital vizcaína a comienzos de 2009.
En aquella ocasión comenzaban gira en Bilbao y tuvieron tiempo de conocer la ciudad e incluso estuvieron en San Mamés viendo un partido de Copa del Athletic. Por todo ello Johan en esta nueva visita sembró el concierto de guiños en euskera con un ‘gabon’ (buenas noches) inicial, ‘on egin’ (que aproveche) cada vez que bebía de su cuerno y un ‘eskerrik asko’ (gracias) con cierto acento sueco cada vez que terminaba una canción.
La banda de Tumba es un claro ejemplo de ascenso continuado desde finales de los noventa, cuando estabilizaron su formación y comenzaron a editar discos de gran valía como “The Avenger” o “The Crusher”. Fue ya en 2002 y con “Versus The World”, su cuarto disco, cuando dieron un salto cuantitativo situándose en la primera división del death metal. A partir de ahí los vikingos han combatido la crisis de la industria discográfica y todas las recesiones económicas que se les han interpuesto. Siempre dan un paso más y así lo están haciendo en 2011 con su flamante disco, “Surtur Rising” y con la nueva gira, como se pudo ver por el ambientazo que presentaba la Rock Star Live de Barakaldo, con varios cientos más de espectadores que en su anterior visita a Bilbao.
Teloneros de enjundia en esta ocasión para los suecos. A las ocho en punto de la tarde salían a escena los helenos Septic Flesh, una banda coetánea a Amon Amarth y que han editado uno de los discos más valorados del año en lo que a metal extremo se refiere: “The Great Mass”. Encabezados por Spiros (Seth Siro Anton), bajista, cantante y reputado portadista para bandas como Paradise Lost, Moonspell, Exodus, Soilwork…
Arrancaron precisamente con el tema que abre su nueva obra, “The Vampire From Nazareth” alumbrando de entrada un sonido envolvente a base de melodías grabadas que recubrían todos los instrumentos. Volvieron al anterior álbum, “Communion”, para desgañitarse con “We, The Gods”.
Seth Siro Anton fue el protagonista total en los tres cuartos de hora de actuación, en los que desplegaron un death metal ambiental, atmosférico y muy intenso. “Venimos de Atenas”, proclamó el vocalista. Se volcaron totalmente en el nuevo álbum interpretando hasta cinco canciones: “Pyramid God”, “A Great Mass Of Death”, “Oceans Of Grey” y “Five-Pointed Stars”, además de la inicial.
Fue con “Anubis” con la que se llevaron una mayor ovación. Sólo miraron al pasado hacia el disco “Communion” olvidándose de todo el catálogo anterior. “Persepolis” fue uno de los últimos temas que interpretaron dejando buenas sensaciones.
AMON AMARTH, EMBATE VIKINGO
Surtur, el gigante de la mitología nórdica al que Amon Amarth han dedicado el nuevo disco, presidía el escenario con su espada en llamas desde el telón trasero. Y allí salieron los cinco suecos bramando “War Of The Gods”. Uno de los secretos de la banda es la indisoluble unión de una formación que no se ha alterado desde 1998. Trece años juntos les convierten en una maquinaria perfecta sobre el escenario y eso se adivina en muchos de sus movimientos compenetrados.
El coloso Johan Hegg miraba desafiante a los fans aunque también traslucía en su rostro un aparente carácter de gigante bonachón. De su cinturón pendía el sempiterno cuerno vikingo que de vez en cuando brindaba al público. Recordaron el disco “With Oden On Our Side” con “Runes To My Memory”, pero volvieron rápidamente a la nueva entrega, “Surtur Rising”, del que interpretaron hasta seis canciones. “Destroyer Of The Universe” y “Live Without Regrets” fueron dos ejemplos a las primeras de cambio.
Con “Live For The Kill” recuperaron el anterior y esencial trabajo “Twilight Of The Thunder God”, del que tocaron el mismo número de temas que del último. Los guitarristas Olavi Mikkonen y Johan Söderberg se acercaron al filo del escenario y sólo con un pequeño riff los fans reconocieron “The Pursuit Of Vikings”, uno de los mayores clásicos de los de Tumba. Fue un punto de inflexión claro en lo que se refiere al apoyo de los fans. Amon Amarth no consiguieron librarse de un sonido deficiente, que apenas mejoró en algunas fases del concierto.
Las luces rojizas dominaban la escena, el color del fuego protagonista de la última entrega y mayoritario en todas las portadas y merchandise de la banda vikinga. “For Victory Or Death” dio paso a “Varyags Of Miklagaard”, “dedicada a nuestros ancestros”, bramó el vocalista. Tras “Slaves Of Fear” se retrotrajeron hasta el primer disco “Once Sent From The Golden Hall” con el tema que precisamente lo abría: “Ride For Vengeance”.
Amon Amarth es una banda muy visual en directo, los cinco componentes tienen melena y suelen compaginar molinos con el pelo contagiando la entrega al público. La infinidad de conciertos que han dado durante la pasada década les convierten en un motor muy engrasado. Otro corte nuevo, “A Beast Am I” precedió a “Embrace The Endless Ocean” “dedicada a los que están lejos de sus casas”, gritó Hegg.
La recta final se puso seria con un “Free Will Sacrifice” certero y un “Asator” convertido en otro clásico incuestionable. No hubo introducción para la que es sin duda una de las tarjetas de presentación más importante de Amon Amarth: “Death In Fire”.
Los bises llegaron con “Twilight Of The Thunder God” y todos los fans coreando “¡Thor! Hijo de Odín, protector de la humanidad” jaleados por el cantante. “Da igual que no sepáis la letra, esto es metal”, respondía el vikingo. “Y como todo lo bueno siempre hay un fin”, espetó Hegg para despedirse con “Guardians Of Asgaard”, tras noventa minutos de actuación.
Que no pare la proyección de esta banda vikinga que ha sabido hacer accesible el death metal a seguidores de muy distinto pelaje, gracias a discos de notable calidad y a directos en los que se dejan la piel. Amon Amarth son todo un ejemplo en los duros tiempos que corren. La estirpe de Surtur salió victoriosa de su nuevo paso por tierras vascas.
Texto: Pedro Alonso
Fotos: Alfredo Villaescusa
SET LIST SEPTIC FLESH
“The Vampire From Nazareth”
“We, The Gods”
“Pyramid God”
“A Great Mass Of Death”
“Anubis”
“Oceans Of Grey”
“Persepolis”
“Five-Pointed Stars”
SET LIST AMON AMARTH
“War Of The Gods”
“Runes To My Memory”
“Destroyer Of The Universe”
“Live Without Regrets”
“Live For The Kill”
“The Pursuit Of Vikings”
“For Victory Or Death”
“Varyags Of Miklagaard”
“Slaves Of Fear”
“Ride For Vengeance”
“A Beast Am I”
“Embrace The Endless Ocean”
“Free Will Sacrifice”
“Asator”
“Death In Fire”
“Twilight Of The Thunder God”
“Guardians Of Asgaard”
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