TURISMO METAL V: Metal, passió y surrealismo

TURISMO METAL V
JOAN CARDONER Y ESPOLLA (GIRONA)
Metal, passió y surrealismo

A la entrada de espolla

Desde que decidí dedicar tiempo a investigar la historia de nuestro metal siempre tuve un interés especial por el rock catalán. A nada que uno se preocupe por leer y conocer enseguida descubre que Cataluña es parte muy importante para el desarrollo del rock y del metal en este país. Todo el mundo cita a Cataluña junto a Sevilla en los orígenes del rock y ya en 1977 Jordi Sierra i Fabra publica “Historia y poder del rock català” donde nos cuenta como rompe la música catalana desde 1969 cuando se la llamó “underground” hasta que en los 70 se la denominó “música progresiva”. Tal vez en este libro encontremos la primera piedra de lo que luego será la música que amamos, nos situamos en agosto del 69 cuando se edita el primer single de Máquina!... o tal vez no… nunca acabo por ver una frontera clara, siempre hay algo anterior, algo que no refleja ningún libro porque es imposible, porque cada uno acaba poniendo una frontera para arrancar pero otros acabamos encontrando otras piezas que consideramos deben ser incluidas. Me explico, no hace mucho llegaban a Madrid a tocar Los Salvajes (tenéis crónica en esta web) y con ellos venía a la guitarra Quique Tudela que fuera guitarrista de Los Gatos Negros que aparecen en el 61 y de los que tengo un single del 67 haciendo “la tierra de las mil danzas” aquel tema que conocimos muchos heavys gracias a Ted Nugent pero que nace en el 62 gracias a Chris Kenner. Al final siempre acabamos llegando a los orígenes del rock y siempre acabo diciendo lo mismo, nuestro rock no tiene ese retraso que muchos se empeñan en asegurar y tenemos grupos haciendo rock desde el origen de éste.

Estudio Cardoner

Es entonces cuando surgen las fronteras por estilos, que no por años, y la gran mayoría sitúa el origen de nuestra música en lo que se llamó rock progresivo y de nuevo volvemos a lo que decíamos al inicio, a Cataluña y a Sevilla. Y centrándonos en Cataluña descubrimos la enorme riqueza musical que atesora, MÁQUINA! ; MÚSICA DISPERSA; AGUA DE REGALIZ; OM; TAPIMAN; ATILA; FUSIOON; ICEBERG; JORDI SOLER; LONE STAR; ORIOL TRAMVIA; VÉRTICE… muchos grupos que deben ser conocidos y escuchados para saber de donde venimos y eso hace que decida profundizar en la historia del rock catalán. Eso y la eterna barrera que ha impedido que la música de allí nunca acabase de romper del todo en el estado español, algo que no entiendo, que no entendí cuando viví la explosión del metal con grupazos como ZEUS, RIGOR MORTIS, TIGRES, 11 BIS SNUFFO, BRUQUE, que tampoco entendía cuando fueron vanguardia en los sonidos más duros con LEGION, FUCK OFF, KTULU, ASPID  y algo que no se entiende cuando descubres grupos como ROCKSON, el primer grupo en este país que se atreve a llamar a un trabajo suyo HEAVY METAL que cantan en castellano y que se anuncian como invitados de SCORPIONS (auque luego no llegaron a tocar, en estos días lo comentábamos en una cena que ya os contaré con los miembros del grupo, “¿qué hubiese pasado con nosotros si hacemos aquella gira en aquella época en la que estábamos nosotros, BARÓN ROJO y poco más?” pero así es la historia….)

Tampoco entiende uno como una explosión genuina de un estilo propio liderados por SANGTRAÏT a los que se unen SOPA DE CABRA, TERRATRÈMOL, SAU y tantos otros no sale nunca de su tierra, se convierten allí en auténticos mitos capaces de llenar el Palau Sant Jordi y a día de hoy aun hay gente fuera de Cataluña que ni sabe quienes fueron. Y siempre quise remediar eso. La música catalana debe ser conocida, ha sido y es una parte muy importante del rock estatal y desconozco por qué se convierte en mito el rock radikal vasco, se ensalza el genuino rock andaluz y se niega el pan y la sal al rock catalán. Es hora de desprenderse de los prejuicios y disfrutar de LA MÚSICA y hermanos, Cataluña atesora mucha y buena música.

Monasterio de San Quirze

En estas andaba cuando se cruza en mi camino JOAN CARDONER. Joan militó en ROCKSON, aquellos míticos ROCKSON que llamaron a su debut “Heavy Metal” (amb dos collons), que después montó TERRATRÈMOL, que estuvo en la vuelta de los grandísimos ATILA de Girona (no me cansaré de recomendar este grupo) y que últimamente mantiene su carrera en solitario con tres trabajos publicados y uno en proceso de grabación.

Tratando de conocer su historia tengo la suerte de conocer LA PERSONA y nace una gran amistad, no sólo no lo voy a negar, es que estoy orgulloso de ello, y surgen algunas colaboraciones, JOAN se desplaza a Zaragoza a un concierto de LUJURIA para tocar un tema con nosotros “Las tablas de Moi-Sex” y ahí me invita a subir a su pueblo, Espolla, a colaborar en el disco que anda grabando, “Made in Catalonia” se va a llamar, cantando en castellano y en català y acepto encantado. Pasaremos los días de Semana Santa en su compañía, la de su compañera Marta, la de sus innumerables gatos y disfrutaremos de lo que vengo a contaros, METAL, PASSIÓ Y SURREALISMO.

El jueves santo, 9 de abril del 2009, salimos hacia Espolla, localidad gerundense situada en el Alt Empordà muy cerca de Figueres y Cadaqués, de hecho está en lo que Joan me explicó llaman el triángulo daliniano formado por las poblaciones de Cadaqués, Figueres y Púbol y, desde luego, llevábamos la idea de ver el museo Dalí y empaparnos de surrealismo, como no de metal y, sin saberlo, de passió porque ese mismo jueves por la noche estábamos viendo en un lugar increíble la representación de la pasión que se hace en un pueblo cercano a Espolla, San Climent Sescebes. Pero vayamos poco a poco.

Durante el viaje bromeábamos con el nombre del pueblo, deben estar acostumbrados al chiste fácil, más cuando un pueblo cercano, que por cierto es el pueblo natal de Joan, se llama Rabós, allá iba un Lujuria a pasar la semana santa entre rabos y pollas ja ja ja pero rápidamente olvidamos la broma que todo el mundo debe hacer y a la que están acostumbrados para enamoraros de la zona, zona de viñedos y de olivares, de buen vino y buen aceite, de gente amable, mucho más de lo que nos contaba Joan y su humor catalán, él nos decía, Espolla es un pueblo de unos 400 habitantes, unas mil vacas y un metalero, pero que va, Espolla, y en general esa zona del Alt Empordà, es zona de gente amable, de tranquilidad, de gente emprendedora dispuestas a hacer un restaurante, una casa rural, a dar vida al pueblo y a saber disfrutar de la vida como en pocos sitios hemos podido ver. Como ya habréis deducido vinimos enamorados de todo aquello y deseando volver.

Cena Metal

Lo primero que nos recibe es la gastronomía, el mismo jueves ya descubrimos el placer de comer una butifarra acompañada de mongetas, (unas judías blancas que cuecen, dejan secar y deben pasar a la plancha, están muy ricas, hacen el acompañamiento que por aquí hacen las patatas fritas) regarlo todo con vino de la zona y rematarlo con un licor típico de allí, la ratafía, un licor de hierbas del que tenemos la suerte de probar una receta casera, que elaboran con más de 40 hierbas ideal para la digestión. Esa será la constante de estos días, la rica gastronomía de la zona, sus embutidos como la llonganissa, el fuet, la butifarra blanca y la negra… y como no el pa amb tomata al que acompañan de pernil (jamón) o de queso. Y los ricos postres como la crema catalana (que también la hay en licor, parecido al baylis pero más rico) o los taps de Cadaqués, los tapones de Cadaqués, unos bizcochos emborrachados en ron riquísimos. No voy a extenderme mucho en las comidas pero deciros que fue un punto fuerte de la visita, que aquella zona está llena de masias que han convertido en bellos restaurantes donde se comen unos platos exquisitos pero íbamos a hacer metal, así que paso página no sin antes recomendaros que si vais por la zona, apuntéis el restaurante Mas Renart (que rico el helado de pétalos de rosa) o el Corral Sant Quirze como sitios de visita obligada.

Llegamos a Espolla, a la casa de Joan donde tiene un estudio montado que le permite grabar cuanto quiera con todas las garantías y decidimos ponernos a trabajar. Sus numerosos gatos nos acompañan, especialmente tres cachorros, dos negros preciosos y uno atigrado que, la Modesta, su madre, cuida en el estudio de grabación. Nos planteamos una toma de contacto con el tema pero la cosa está funcionando muy bien y grabamos la versión en castellano en relativo poco tiempo. Joan y yo estamos contentos y eufóricos y decidimos no esperar más y empezar el reto, cantar en català pero además hacerlo lo mejor posible, por un lado valoramos que se tiene que notar el acento castellano en mi voz ya que no soy catalán pero por otro tanto él como yo queremos que la pronunciación sea la más correcta posible, que cualquier catalán tiene que entender bien lo que digo y empieza el trabajo duro, frase a frase, palabra a palabra. Joan derrocha una paciencia infinita y me corrige cada sonido, palabras, silabas, lo que haga falta. El trabajo ha sido duro pero lo hemos conseguido, el tema queda listo en las dos lenguas. Aun no sabe Joan que hará, si su disco saldrá en catalán o en castellano, de cualquier manera al dejar las dos versiones ambas serán válidas ya que la que no vaya en el disco irá como extra, es decir si el disco sale al final en castellano el tema en catalán será un extra y si sale en catalán el extra será en castellano.

El Gelis firmando el disco mítico de Rockson

Y surge una de las eternas conversaciones que tengo con Joan, la de en qué idioma cantar. Por que sí, él es catalán, y está orgulloso de ello, faltaría más, y ama su tierra y su lengua, pero él también es heavy metal, y quiere tocar para todo el mundo y además está algo quemado de todo lo que rodeó aquello del rock catalán, quemado de que la Generalitat diera subvenciones a los grupos si cantaban en catalán pero no si lo hacían en castellano y como él dice, ¿acaso no soy un músico catalán? Pues que apoyen mi música, la haga en el idioma que la haga. Y descubrimos una de las razones de por qué la música catalana no ha llegado a todo el estado español y esa razón no es sólo que el resto del estado la cerrase sus puertas, hay que decirlo todo, otra de las razones es que desde Cataluña también cerraban puertas de salida, nunca se apoyó a Sangtraït para que saliera de Cataluña, ni a Terratrèmol (Joan recuerda haber ido a tocar a Madrid y tener un buen recibimiento, dice que no entendía el miedo a salir) Yo también creo que ese fue un error, deben estar orgullosos de su cultura y de su lengua y, por lo tanto, mostrarla al mundo ¿por qué encerrarla? ¿No oímos discos en inglés? ¿En francés? ¿En alemán? ¿En gallego? ¿En euskera? ¿Qué miedo tenía Cataluña? Ojala empiece a cambiar, ojala estemos poniendo nuestro granito de arena a que se considere a la música por encima de la lengua en que se canta sin perder el orgullo de hacerlo en la lengua natal de cada uno, ojala…

Y así, charlando de música, de lo que la rodea, contentos por el trabajo hecho llega la noche y decidimos ir a un pueblo cercano, San Climent Sescebes, donde se representa la Passió en un paraje increíble, l’Horta d’en Cusí, que la hace única en Cataluña.

Antes de todo ello hablamos de lo curioso de los nombres de los pueblos catalanes, ya sabéis el cachondeo que llevábamos con ir a Espolla, al lado de Rabós pero es que eso no es nada, San Climent Sescebes, es, traducido, San Clemente y sus cebollas y en Lérida hay un pueblo llamado Tremp que significa, literalmente “empalme”, y Joan me habla de Massanet de Cabrenys que significa “Demasiado limpio de cabritos” así como suena, bromeamos diciendo que será un pueblo donde no habrá políticos ja ja ja pero es que si investigas encuentras más, Cardona, que significa “folladora” y coño acabo de caer Cardoner, el apellido de mi amigo, igual viene de ahí, se lo tengo que preguntar, anda que si significa follador empiezo a explicarme la amistad q

Cardoner, su hijo de romano y un servidor

ue ha surgido con un Lujuria ja ja ja  Bueno dejemos de preguntarnos de donde vienen los nombres de los pueblos catalanes y volvamos a la Passió. Como os he dicho el paraje es increíble, lo cierto es que al sitio la gente del lugar lo conoce como “la casita de Blancanieves” y en verdad que es de una gran belleza. Esa casita tiene un jardín de piedra, como la misma casa, a diferentes niveles a lo largo de la ladera que hace un escenario natural realmente único. Los actores y las actrices son las gentes del pueblo, también de Espolla y no se si de algún pueblo más, de hecho el hijo de Joan hace de romano. Independientemente de las fechas que son y de si vas por fe o por puro acto cultural, es un espectáculo digno de verse. 33 años de historia, más de 100 actores y 60 técnicos, los juegos de luces, el paraje único, la ambientación musical y el esfuerzo de varios pueblos (ya os digo, que yo sepa San Climent y Espolla y si hay algún pueblo más que me disculpen por no mencionarlos) se ve recompensado por una magnífica representación de la que deben sentirse orgullosos. La novedad este año era la escena en que se ahorca Judas… y os lo aseguro, pone los pelos de punta. Enhorabuena a todas y todos los que hacen posible esa representación. El esfuerzo se ve recompensado. La representación pone fin al primer día de estancia de metal y passió, aun nos queda un nuevo día lleno de metal y la despedida de la zona llena de surrealismo, seguid leyendo si estáis interesados y no os ha cansado llegar hasta aquí.

El viernes era un día muy especial, Joan había preparado una cena donde acudirían Joan Gelis, el bajista que grabó el “Heavy Metal” de Rockson y Martín Rodríguez “El barbes” como me firmó en los vinilos, batería de aquellos ROCKSON y de SANGTRAÏT, todo un personaje, absolutamente mítico en Cataluña (y eso que él es de Huelva) que derrocha metal por cada pelo de su barba y os aseguro que su barba deja en ridículo a ZZ Top. Era un día cumbre, la historia del rock catalán al amor de una cena, al calor de unas copas, al amparo de la noche. La verdad desnuda, la historia de lo sucedido y allí estábamos, de testigos mudos, aprendiendo, escuchando…Para describir a Martín basta unas palabras de Joan, “¿Tu te acuerdas de lo que me dijo Julito en Zaragoza?” Julito, el guitarra de Lujuria, le había dicho a Joan cuando le preguntó si era heavy, “Yo no soy

la fotografa Thais y yo entre rabos y coleras

heavy, yo nací heavy, hay quien nace rubio, moreno… pues yo nací heavy” Pues Martín, me asegura Joan, nació heavy. Y esa noche comprobamos que así era. Joan Gelis, el Gelis como le llaman todos y como le llamaremos a partir de ahora para no equivocarnos con Joan Cardoner, es otro enamorado de la música, en su casa tiene acondicionado un local para ensayar (aquí cada músico que conozco tiene acondicionado un estudio, un local, algo para hacer música lo que demuestra su amor por esta forma de vida) No ha parado de tocar el bajo tras ROCKSON en orquestas y tiene la ilusión intacta, está loco por volver a un escenario y tocar con sus compañeros de siempre, quien sabe, igual en aquella cena también asistimos a la vuelta de estos míticos músicos al escenario, el tiempo dirá pero emocionaba verlos al final de la noche, tras la cena y los licores, caminar juntos hablando todos a la vez del futuro, despedirse con abrazos y quedar en llamarse para tocar y a “ver que pasa”. La noche catalana fue testigo de un pacto, si sale algo de aquello habrá que compartir un escenario con Lujuria ¿eh? La verdad, sería todo un honor para nosotros.

Antes, la mañana del viernes, vamos a conocer el Monasterio Sant Quirze de Colera, si si, sin acento, no es cólera, es Colera, y claro de nuevo las bromas, tras Espolla y rabós, ahora colera, vamos que le van las colas… si es que nos persigue la Lujuria donde vayamos ja ja ja  Es una abadía benedictina del siglo XI en un paraje increíblemente bello, el parque natural de La Albera. Joan está feliz mostrándonos la belleza de su tierra, con su todoterreno recorremos caminos a los que no llegan los pixapins (ya os contaré ya… curioso término este ja ja ja ja ) y vemos las vacas salvajes que hay en la zona, la belleza del paisaje. La naturaleza es de una belleza increíble y los paisajes son únicos, el propio Dalí habla de los paisajes de la zona con una frase que no recuerdo de manera exacta pero que es algo así, “de la misma manera que la cara es redonda pero sólo hay una nariz en ella, los paisajes de esta zona son únicos, son la nariz en la cara, destacando de todo lo demás”

Cada fin de semana la gente de la ciudad llega a la zona, allí los lugareños los llaman los apaches porque v

Martin firmando

ienen con sus coches en fila india, los “camacus” porque a cada instante están diciendo:”ca macu” “que bonito” o “los pixapins” (los meapinos ja ja ja ) parece que disfrutan meando en el campo y lo cierto es que vimos a más de uno haciendo eso a menos de 200 metros del restaurante donde, por supuesto, hay servicios públicos. Nos hizo gracia el término y fue una constante durante estos días “eh pixapins ¿donde vamos? “ ja ja ja

Nos retiramos a descansar a la casa rural donde estábamos alojados, por cierto recomendable al 100%, Can Salas se llama, fue parte del castillo de Espolla del siglo XIII y la verdad, descansamos como reyes, gracias por el trato. Y de ahí a casa de Joan a esperar al Gelis y al Martín. Todo el mundo pone nombre a su casa, pasamos por Can Rosendo e hicimos foto claro, pero no, no es la de nuestro Rosen aunque nos llamó la atención la curiosidad. La casa de Joan es Can Tolin, por su padre, músico también, ya fallecido. Su padre fue un gran trompetista que llegó a recorrer el mundo con su música y a tocar en las fiestas de Dalí, Joan conserva las trompetas de su padre con cariño, de ahí le viene a Joan su amor a esta vida, es músico de segunda generación y me apetecía tener un recuerdo a su padre. Joan sabe música, dirige el coro del pueblo y ha producido la grabación del himno de su pueblo “Espolla aimada” añadiendo arreglos, coros, guitarras y laúd. Y también ha escrito el himno del equipo de futbol, es muy querido en su pueblo y respetado como músico, acuden a él para cosas tan bonitas como estas.

La charla con Joan se interrumpe por unas voces en el exterior pidiendo cerveza, es la llegada triunfal del Gelis y su compañera, Sandra, una gran cantante que también va a colaborar en el nuevo disco de Cardoner, empieza la noche del rock catalán.  Tras él llega Martín. Que sí, que es heavy, que no hay duda, ha venido hasta Espolla en una cabeza de trailer, ¿es o no es heavy? Lo cierto es que Martín tiene una empresa de camiones y le encanta viajar en la tractora, planea incluso irse de vacaciones en ella, que tiene litera, nevera, tengo de todo aquí, así que lo mismo Teresina (su simpática pareja) y yo nos vamos de vacaciones en la tractora.

En el estudio de Joan me firman los vinilos de ROCKSON y SANGTRAÏT y nos vamos a cenar y a hablar de rock, me encantan estas cenas, anécdotas, historias, recuerdos, rock and roll amenizan la cena. Martín cuenta como el solo de batería del mítico directo de Sangtraït “Al Palau Sant Jordi” nace porque se rompe una guitarra, “hazte un solo Martín que se ha roto una guitarra y necesitamos tiempo” y ahí estaba yo, haciendo un ritmo y pensando el siguiente, pura improvisación, y ahí se ha quedado en el disco” dice orgulloso. Hablamos mucho y de muchas cosas y siempre la misma conclusión, ningún músico se quema de la música, ningún grupo desaparece porque la música te acabe quemando, siempre son otras cosas, cosas que se quedan para cada grupo, las que acaban con la banda, cosas así acabaron con la banda más grande que ha dado Cataluña, SANGTRAIT. Pero Martín sigue amando la música, como no, es su vida. De hecho su hijo

La Passio

sigue sus pasos, Martinito (acabo de caer, Martín utiliza mucho los diminutivos con la gente que ama, su compañera, su hijo…) es batería y toca en una banda que hace versiones, esa noche tocaba en Figueres.

Durante la cena recordamos a Marc, el primer cantante de Sangtraït que pasó por Áspid y que ahora está en Rockzilla, al que pude conocer en Castellón cuando éstos abrían para Deep Purple, grupazo que recomiendo ya que sale el tema, apuntaros el nombre ROCKZILLA, si os gusta el hard del bueno. Martín me cuenta que casi consigue que Quim Mandado nos hubiese acompañado en la cena pero que vive lejos, creo que me dijo en La Jonquera y le fue imposible, me hubiese gustado conocerle, otra vez será. Recordamos a los compañeros de grupo, y una vez más lamentamos que se acabase tan pronto, el grupo tenía que haber salido de Cataluña y haber sido grande, muy grande, en el país pero la historia es la que es. Y Martín no es nostálgico, está orgulloso de su paso por el grupo y sueña con desempolvar la batería, los licores hacen el resto, en la noche, ya os lo dije, se abrieron esperanzas, que sea lo que el dios del rock quiera pero los nombres de Cardoner, Martín y Gelis pueden volver a caminar juntos…. Sería muy grande…

Museo Dalí

Contento, emocionado, feliz volvemos a Can Salas a descansar, el día siguiente sería el día del surrealismo, Cadaqués y el museo Dalí esperan.

La mañana amanece lluviosa y decidimos descansar y no ver Cadaqués para dedicar la tarde a Dalí, al surrealismo, al arte. No voy a extenderme mucho pero si a recomendar encarecidamente la visita al museo Dalí si vas por la zona, realmente fue un genio, realmente tenía razón cuando dijo” la diferencia entre un loco y yo, es que yo no estoy loco” Sus cuadros, el museo, sus joyas y Figueres que rezuma Dalí por todos los lados merecen tu tiempo. Y si tienes suerte puedes ver a Juanjo Boch, que fue el cantante de ASPID tras Marc en el SOUL CAFÉ, nosotros no la tuvimos, entramos por la noche a saludarle pero no estaba en su bar, otra visita pendiente pero desde aquí un saludo Juanjo, nos hubiese gustado verte.

Amanece el domingo de nuestra vuelta, la Tramuntana ha decidido despedirnos y ha soplado toda la noche, no podía faltar. Hacemos las maletas para dejar Espolla, el último café en el club social, la despedida a sus gentes, a la tierra que hemos podido conocer un poco y entender, a estos catalanes amables, emprendedores, felices, que ya lo dice su himno:

“És el treball nostre blasó
I no temem el cansament,
Sempre tenim el cor content
I a flor del llavi una cançó”

Nos vamos “con el cor content”, felices de haber pasado unos días con un hermano, gracias Joan, y su compañera, gracias Marta, de haber conocido una tierra y una cultura y de haber disfrutado del METAL CON TODA NUESTRA PASSIÓ, del SURREALISMO de la zona y de haber conocido un poco más de la historia del rock catalán que esperamos sea un poco más conocida ahora por todos vosotros y todas vosotras que

Cena Metal

habéis llegado hasta aquí, hasta el final de este reportaje, quinta parte de lo que iniciamos en su día y llamamos “Turismo metal” para daros a conocer la música de los sitios que visitamos, y la tierra que la acuño, otra manera de hacer turismo que esperemos os guste.

Una última sorpresa en la despedida, Joan me regala un vinilo bastante raro para mi colección, se llama “El gran masturbador” patrocinado por el Ayuntamiento de Figueres que el propio Joan co-produce junto a Frank Vila (otro ROCKSON) y Carles García, un trabajo del año 89 que es un recopilatorio de grupos de la zona con el famoso cuadro de Dalí que da título al disco en la portada.

Atrás queda Espolla, el metal, la passió y el surrealismo, por delante un futuro inmediato con ese nuevo disco de Joan Cardoner “Made in Catalonia” y tal vez alguna sorpresa muy agradable por parte de Cardoner, Gelis y Martín, y, como no, otro rinconcito en nuestro corazón rockero para Girona, Cataluña, y su rock.

fins ben aviat amics