LORCA
31 mayo, 2011 4:53 pm Deja tus comentariosCuando escribimos esta sentida carta mensual en forma de Editorial que abre cada edición de nuestra revista, aún son muchos los miles de lorquinos que duermen a la intemperie mientras la tierra sigue temblando en la querida Lorca, allá donde al cabo de los años se fraguó uno de los grandes semilleros de nuestro rock. Marcos Rubio, desde su primera atalaya como fan y músico (Sufriendo y Gozando), y a posteriori como promotor, vislumbró que la región de Murcia, desde su base en Lorca, tenía que estar entre los puntos geográficos del mapa rokero patrio destinados a hacer historia.
Así nació el Lorca Rock (1998-2009), que nos trajo a los mejores nombres de cada temporada tanto locales como foráneos y puso a la ciudad ahora castigada por el fuerte terremoto en el mapa de los mejores festivales europeos. No es hora de cuestionar por qué el festival terminó cumplida su duodécima edición, sino de evocar lo maravillosos que fueron esos años con el pueblo ahora arrasado volcado y entregado al grandioso ritual del rock, acogiendo con la mejor disposición a las multitudes que peregrinaban cada año desde todo el Estado y muchos países del Continente a estos parajes. La vanguardia musical germinó gracias a un puñado de fieles seguidores con el mentado Marcos a la cabeza, que desde su pueblo alumbró también otras citas como Aupa Lumbreiras! y Leyendas del Rock. ¡Cómo no vamos a estar endeudados con Lorca!
Aquel final se nos antojó siempre un paréntesis en espera de tiempos mejores para retomarlo cuando las circunstancias lo requirieran; esas circunstancias están aquí de forma dramática y exigen ya un Lorca Rock solidario donde todos arrimemos el hombro para devolverle a esa ciudad y sus queridas gentes en forma económica y espiritual tanto como nos dieron. Todo nuestro apoyo y solidaridad, así como el lamento profundo hacia los muertos que este azote de la naturaleza provocó y que nos desnuda para sentir lo vulnerables que somos ante las fuerzas desatadas de la Madre Tierra.