7/10
Cuarto trabajo del proyecto personal de Joel Grind con su fórmula habitual de mezclar sonido thrash con letras y voces guturales más propias del black. La sombra de Venom sigue siendo visible en la oscuridad de la probeta de Grind, lo cual es bueno, muy bueno. También es apreciable la influencia del speed metal en su sonido.
Desde que trabajan con Relapse Records la producción ha mejorado mucho respecto los dos primeros discos ( "Evil never dies" 2003 y "Hell on earth" 2005) y el sonido es más oscuro y homogéneo.
El disco apenas dura 32 minutos. Es un rodillazo directo al páncreas. Contundente. Sin canciones-paja ni baladitas que rebobinar.
Tus intestinos no dejarán de revolverse con el tercer tema ("Bitch"), que querrás escuchar 666 veces seguidas.
Destacan los inicios de "Nowhere to run", "I am desease" y del ya mencionado "Bitch", al más puro estilo thrash de la vieja y dorada escuela de finales de los 80.
Las letras son las habituales del género (muerte, guerra, anti-cristianismo, satanismo...) y encajarían perfectamente en la B.S.O. de "El libro de la ley" de Aleyster Crowley (Mr. Crowley para Ozzy Osbourne).
Si no conoces la banda no esperes más. Y si te gustó "An a overdose of death" y el cortísimo "Hell and earth" no te defraudará.
¡Satán les maldiga!
Rafa Roca Baulies
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Un comentario
"La sombra de Venom sigue siendo visible en la oscuridad de la probeta de Grind, lo cual es bueno, muy bueno..."
No me extraña que el mundo del metal sea una farsa hoy en día, y un maldito negocio. ¿Cómo va a ser bueno que una banda de 2011 suene como una banda mediocre de los 80? ¿No será mejor que las bandas encuentren su propio camino, en vez de fijarse en los clichés de siempre?
Que va, señores, porque si no no vendería. Poderoso caballero es don dinero, empresarios del rock.