LAMB OF GOD: RESOLUTION

14 febrero, 2012 2:24 pm Publicado por  1 Comentario

Roadrunner

8/10

La banda oriunda de Richmond, Virginia, ha conseguido hacerse su propio hueco en el metal moderno a base de editar discos tan potentes como ‘As the Palaces Burn’ (2003), ‘Sacrament’ (2006) o ‘Wrath’ (2009), donde su groove/thrash metal compacto y sin piedad como el puño de Mike Tyson, dejaba claro que ellos deberían ocupar el lugar dejado por Pantera. Si no lo han conseguido todavía se debe a razones totalmente ajenos a su calidad como banda, pero esa es otra historia, así que nos centremos mejor en los temas que componen su séptimo disco de estudio ya que al fin y al cabo, la música es lo que más importa… ¿o no?

El disco arranca con “Straight for the Sun”, una pieza corta con ciertos aires de sludge que más bien sirve como introducción de “Desolation”, un tema marca de la casa donde las guitarras de Mark Morton y Willie Adler nos ofrecen un festín de acordes y riffs destinados a provocar pogos a lo largo y ancho del planeta, usando como colchón la impresionante base rítmica del bajista Willie Adler y de esta bestia parda detrás del kit que se llama Chris Adler. ¿Qué se puede decir de la voz de Randy Blythe? Requiere cierta pericia escupir sus letras (como siempre críticas con el sistema aunque esta vez con un cariz más apocalíptico) con esa voz infernal y hacerse entender. “Ghost Walking”, “Guilty”, “Cheated” son otros temas que deberían acabar siendo clásicos de su repertorio por las mismas razones mencionadas antes. Aunque la valía técnica de la banda queda de sobra demostrada una vez, hay temas como “Invictus” o “Terminally Unique” que contienen paisajes más elaborados, con cambios de tiempo o ritmos complicados sin llegar a meterse en terrenos del math metal, claro está. En el tema “The Number Six”, Randy se mete en terrenos del spoken word, en lugar de cantar recita de manera amenazante su letra con influencias bíblicas. Sin embargo la mayor novedad viene en el último corte del disco, “King Me”, donde están acompañados por arreglos orquestales y una voz femenina mezzo soprano. Un tema sorprendente, oscuro y atmosférico sin dejar de ser muy potente, con unos acordes más afilados que las espadas de los “300”. Hay catorce temas en total y en mi opinión hay alguno que sobra, ya que no creo que añada nada nuevo en lo ya oído, como “Visitation”, “The Undertow” o “Insurrection”, pero en su conjunto es un disco para escuchar con el volumen a tope y que os hará hacer air guitar y headbanging de manera incesante.

En verano colmarán los mosh pits europeos también y nosotros estaremos allí. ¿Quién puede decir no a la oferta de los Lamb of God?

Yorgos Goumas

Redacción
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