VINILA VON BISMARK: “ME ENCANTARÍA QUE ME ENTERRARAN CON TACONES”

Catapultada a la fama por el musical The Hole, Irene dice que es un poco tímida, lleva brackets y se le nota al hablar ese gracejo propio del sur. Pero al subirse a un escenario se transforma por completo en el apabullante personaje de VINILA VON BISMARK para desafiar a cualquiera y cumplir todos los sueños vetados a una agradable chica que no supera la treintena. ALFREDO VILLAESCUSA, con la inestimable ayuda de la fotógrafa MARINA ROUAN, se desliza hasta el camerino de la diva en plena metamorfosis y tardará un tiempo considerable en recuperarse de semejante emoción.

Has militado en bandas que no tienen nada que ver entre sí como Krakovia, The Lucky Dados y ahora tu propio proyecto, ¿el título del álbum ‘A Place With No Name’ trataría de reivindicar tu trayectoria?

“Bueno, más bien habla sobre un estado mental al que llego al que no sé ni siquiera cómo llamarlo, un lugar difícil de nombrar porque, de hecho, más que un lugar, es un estado mental que alcanzo para la creación”.

Hay en el disco cierto ambiente canalla, ¿te gusta el mundo de la noche?

“Lo cierto es que no soy muy nocturna, creo que es algo más vinculado al cabaret y al personaje de Vinila, dicen por ahí que soy la reina del burlesque, y es verdad, hago burlesque, trabajo en un teatro haciendo cabaret, pero todo ello está unido al papel que interpreto en escena, que todo el mundo lo ve así como muy diva, aunque en realidad hay una persona detrás que es de Granada”.

¿Y qué diferencias existen entre Vinila e Irene?

“Pues tampoco hay tantas, la verdad. Vinila es la que se encarga de cumplir los sueños de Irene, la que da la cara, la que sube al escenario…Pero luego Irene es la que trabaja día a día, se informa, sigue estudiando y aprendiendo… A veces se odian mucho la una a la otra (risas), pero se llevan bien porque una aparece en un lado, otra en otro...”.

Lo de Vinila te viene porque solías pinchar música, ¿verdad?

“Sí, pincho desde los 14 años, mis tíos eran DJs y he heredado muchos vinilos de ellos. Actualmente suelo pinchar más para marcas, eventos…salas hago poquitas, igual alguna cosa después de los conciertos, o en Madrid, que tengo bastantes amigos en salas”.

La estética del vídeo de “Snake” es tarantiana total…

“Me encanta Tarantino, pero eso ya viene desde Krakovia, que era un rollo fronterizo, de road movie. Luego The Lucky Dados tenían quizás toques más circenses, es algo que me ha acompañado desde siempre, me gusta esa estética, también la música en esa onda…”.

Hay una escena, por cierto, en la que te entierran con tacones, ¿llegarías a ese extremo?

“¡Me encantaría! (risas). ¡Ojalá yo muriera con los tacones puestos, claro que sí! ¡Y de sopetón, no quiero sufrimientos! (más risas)”.

También te dio por aprender trapecio, ¿cómo así?

“El burlesque está muy vinculado a ese tipo de espectáculos circenses, a lo que se llamaba antes los “sideshows”, el circo freak. Y luego además yo vengo del mundo del deporte desde pequeñita, mi padre era culturista, mi madre profesora de aerobic y he sido campeona de fitness de España y Andalucía. Cuando dejé de competir, seguí haciendo otras cosas, pero más vinculadas al espectáculo circense, como la zancuda, malabares…Y con el tiempo me apunté a algo que exigiera más ejercicio físico y el trapecio era una disciplina bastante guay para fortalecer todo y poder utilizarlo en alguna de mis facetas”.

¿Y tu pose de mujer fatal? ¿Hasta qué punto es cierta?

“Pues no sé hasta qué punto, la verdad (risas), porque la que da esa impresión es Vinila, es ella la que tiene esa cara y estilo de mujer fatal. Es cierto que soy amante de las mujeres fatales antiguas, como Marlene Dietrich, o incluso Marilyn Monroe, que también un puntito tiene... Me gustan tanto esos personajes de la edad de oro del cine que quizás por eso Vinila ha sido creada a imagen y semejanza de una mujer fatal, aunque en realidad Irene no lo sea tanto…”.

Dicen que Irene es un poco tímida…

“Sí, totalmente”.

¿Y cómo se conjuga eso con posar desnuda en una revista?

“¿Verdad que es bastante raro? (risas). Pero bueno, ahí daba la cara Vinila, además eso lo hice hace unos siete años, más o menos cuando empezaba en el mundillo de la farándula…Hay que tener cara para todo, no te digo que Vinila no sea tímida, pero sí que le echa mucha cara”.

He leído que en el colegio las niñas te tenían bastante envidia, ¿sientes todavía esa sensación?

“¿Dónde has leído eso? (risas). No sé, la verdad es que tampoco estoy muy pendiente de eso, igual existirá, pero creo que he dejado atrás esa etapa de mi vida de preocuparse por esas cosas, ¿sabes? Soy una persona que valoro mucho el arte de todo el mundo, sea chica o chico, nunca he visto a nadie como un rival, aprecio mucho el arte y lo que esa persona desprende, así que no me fijo mucho en ese tipo de rivalidades o envidias, eso era cuando tenía 6 años o así y algunas decían “hay que ver esta, que se junta con los mayores y no con los de su clase”, era un poco ese rollo”.

Eso de aparentar más años de los que tienes imagino que sería una ventaja impresionante…

“De pequeña podía entrar a discotecas, comprar tabaco… (risas). Ahora ya no mola tanto, pero bueno, creo que estoy ya como al nivel y últimamente la gente me suele echar los años que tengo, eso sí, cuando tenga un poquito más, espero que me echen un poquito menos (más risas).”

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