Crónica + entrevista de Pain: Peter Tägtgren, un antisistema loco de atar

15 noviembre, 2016 6:53 pm Publicado por  Deja tus comentarios

Sala Santana 27, Bilbao

 Pocas veces tenemos la oportunidad por estos lares de disfrutar de una de estas giras de hasta tres o cuatro grupos como sucede en los países de la civilizada Europa. Lo de menos era esa ausencia de uniformidad estilística que siempre agradecemos los abiertos de mente. Era empero una apuesta muy arriesgada conformar un cartel que fluctuaba desde el glam metal al doom con ínfulas black metaleras al metal industrial. Una combinación que podría provocar un cortocircuito en una mollera encasillada en los nombres de siempre.

Ante un panorama desolador que apenas superaba las veinte personas, los suecos Billion Dollar Babies desgranaron un hard rock con toques modernos que ellos definen a caballo entre Ozzy Osbourne y Rob Zombie. El cantante era decente, sí, aunque el resto del grupo nos pareció que se dedicaban al mero postureo, otro de esos combos que quieren ligar con chatis pese a que de talento musical anden cortitos. Ni siquiera sus arengas a los fans del heavy metal surgieron efecto. Pero alma cándida, ¡si los aguerridos metaleros al veros las pintas de guapitos huirían escopetados!

dinaztyUn poco más de fuste, pero no demasiado, gastaban sus compatriotas Dynazty, que suponemos se apuntaron al sarao porque Peter Tägtgren produce su último esfuerzo discográfico, ‘Titanic Mass’, del que dieron buena cuenta con su tema homónimo. En su tiempo limitado, aunque lograron cuadrar al final un recital decente no hay que emocionarse, tampoco nos cambiaron la vida.

La mezcla de géneros de The Vision Bleak era por lo menos curiosa al incorporar elementos de horror punk, metal sinfónico, gothic metal y hasta aceleradas en plan black metal. Su puesta en escena era asimismo impactante, con su vocalista de cara espectral, que consiguió que los congregados gritaran “¡Cthulhu!” con una devoción asombrosa. Quizás su único problema fuera que intentaran abarcar demasiado, aunque, como se suele decir, hay gente para todo. Como esa parejita ochentera de la primera fila que agitaba la cabeza lo mismo sonara hard rock que industrial.

Lo malo de que el personal no respalde espectáculos sin parangón como el que aquella noche montaron Pain es que luego no les vuelves a ver por estos lares ni de casualidad. La promesa de que la sala se llenaría para los cabezas de cartel se tornó tan falsa como esa supuesta masa que votaría por el cambio en las últimas elecciones generales. Y así nos va, encima todavía habrá que aguantar a los que se quejan de que para algunos Europa termine en Francia.

Con la intención de dar envidia a los culo gordo que no se movieron del sillón, decir que Peter Tägtgren y compañía ofrecieron un show antológico, con una puesta en escena de caerse para atrás, con la batería elevada en una plataforma y rodeada por pantallas, láseres y demás efectos visuales. Un lujazo exclusivo para cuatro gatos.

Pese a que recortaron un poco el repertorio empleado en la gira, por lo menos tuvieron la decencia de seguir adelante con el show y nos hicieron gozar desde bien temprano con cañonazos tipo “Designed To Piss You Off” o “The Great Pretender”. Con camisa de fuerza, Peter se reveló como un frontman inconmensurable y capaz de conectar con la peña, aunque las multitudes no florecieran por el recinto. Quizás aquello se asemejara más a una reunión de amigos, pero los ánimos andaban por las nubes.

Basaron todo su potencial en una trayectoria con la suficiente solidez para mantener el interés durante un tiempo considerable, prueba de ello eran “Zombie Slam” o “Monkey Business”, con el título de la canción iluminado en las pantallas. Mención especial merece asimismo el juego de luces, con flashes y formas geométricas que cambiaban de color con una frecuencia no apta para epilépticos.

painHubo también hasta algunas performances cuando en “It’s Only Them” apareció sobre las tablas un tipo con máscara de alienígena al que se llevaron por el cuello o en “Call Me” un muñeco emuló al vocalista de Sabaton que colabora en el tema. Y en “Pain In The Ass” recordaron cómo era aquel mundo que conocimos previo a las redes sociales con una tele gigante de las antiguas, sí, de esas que cada familia tenía en su respectivo pueblo.

La acústica en la homónima y soberbia “Coming Home” rompió la dinámica de un recital que no se hizo cansino en ningún momento, a la par que las tonalidades rojas inundaban el fondo. Y en “Black Knight Satellite” uno de los Dynazty hizo un “calvo” desde el piso superior y así demostró el colegueo que impera entre los participantes de esta gira. Que no decaiga el fiestón.

Lástima que recortaran su actuación y tras unos letreros luminosos en “Dirty Woman” se piraran para regresar unos minutos después con un “Shut Your Mouth”, más para cumplir que otra cosa, que contó con el vídeo original proyectado por la pantalla gigante y de nuevo dos invitados con máscaras de gas en el piso superior de la sala. En ambientes tan selectos lo suyo suele ser pegarse un garbeo entre los fieles y Peter no se olvidó de esta milenaria tradición mientras daba manos y sonaba por los altavoces el “My Way” de Sinatra. “Traed más amigos la próxima vez”, recomendó con la pena de aquel que monta una fiesta de cumpleaños con un despliegue impresionante y le vienen solo cuatro y el del tambor.

Por este tipo de chaladuras Tägtgren sigue siendo un antisistema loco de atar, un tipo que desde el punto de vista estilístico siempre ha hecho lo que le ha dado la gana. Quién sabe si esta indefinición congénita ha propiciado que cada vez se encuentren más en tierra de nadie y eso tenga sus consecuencias en términos de asistencia. Ojalá vuelvan.

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa


victor-vallespir

 “A veces pienso en dejar la música”

Peter Tägtgren es uno de esos culos inquietos en el mundo del metal: cuando no está repartiendo cera con los death-melódicos Hypocrisy, profundiza en los géneros industriales de Pain mientras compone nuevas melodías junto a su buen amigo Till Lindemann. A todo ello, y en sus ratos libres, es el productor de un sinfín de bandas que van, desde Sabaton hasta Amorphis, pasando por Children Of Bodom y Septicflesh. Víctor Vallespir tuvo la oportunidad de citarse con esta mente pensante. 

‘Coming Home’ me ha parecido un álbum diferente a lo que ya habías hecho con Pain en anteriores lanzamientos. Para empezar, ¿cómo definirías tú mismo este nuevo disco?

“Es más amplio en todos los sentidos. Tienes los elementos industriales, los matices electrónicos, la orquesta de fondo. Es un trabajo más diverso y que ha profundizado en muchos elementos a la vez. Comparándolo con los otros lanzamientos, que eran mucho más metálicos y pesados, ‘Coming Home’ tiene muchísimas cosas más en su interior, es el álbum que yo mismo querría escuchar”.

Cuéntame un poco sobre el proceso de composición. ¿Cuándo empezó todo?

“Empecé en septiembre del año pasado. Para esa época queríamos girar un poco con Lindemann, pero, como Rammstein decidieron tocar en festivales, decidí centrarme en mis asuntos. Siempre tengo ideas en mi cabeza y quiero hacer cosas nuevas que me motiven, que sean diferentes. Para nada quería que el nuevo álbum sonara como el anterior”.

¿Ayudó de algún modo a la composición de ‘Coming Home’ la experiencia de escribir música de forma conjunta con Lindemann?

"Cuando hicimos el disco de Lindemann, simplemente juntamos la experiencia de dos hombres que llevan 25 años componiendo canciones. Así surgieron los temas. Lindemann es solo eso: dos idiotas pasándolo bien".

Son ya cinco años los que han pasado desde vuestro anterior lanzamiento, ‘You Only Live Twice’. ¿Qué ha estado pasando en tu vida que haya podido ayudarte a crear este nuevo trabajo?

"No he podido sentarme durante cinco años a pensar sobre el nuevo disco de Pain; estuve haciendo el último disco de Hypocrisy, ‘End Of Disclosure’, y después pude hacer finalmente algo con Lindemann en ‘Skills In Pills’. El tiempo vuela. Hicimos como 100 conciertos para promocionar el último disco de Pain, luego hice unos 150 con Hypocrisy y el trabajo con Till me llevó medio año hacerlo y otro medio año promocionarlo. De golpe me encontré con esos 5 años de por medio".

¿Crees que has cambiado como compositor durante estos 5 años sin nuevo trabajo de Pain?

"¡Eso espero! Siempre me veo evolucionando como compositor, pero eso es algo muy subjetivo. Es algo que finalmente deben decir nuestros seguidores".

En los días previos a la composición de un nuevo trabajo, ¿piensas en cómo debe sonar o en cómo quieres que suene?

"Sí, a veces. Cuando escribo para Pain lo hago primero en mi cabeza, sea una melodía o simplemente una sensación. Entonces es cuando entro en el estudio e intento desarrollarlo. Añado el bajo, las baterías y el teclado en una pieza musical que puede ser de solamente 15 segundos, así que lleva un buen tiempo a completar todo el proceso, pues tienes que estar cambiando cosas de forma constante. Normalmente sí que sé cómo terminará una canción cuando empiezo con el primer riff, pero esta vez quise relajarme para no caer en la rutina".

Siendo un compositor que se encarga de la mayor parte de sus canciones, ¿echas de menos alguna vez algún tipo de opinión externa que te pueda ayudar?

"Tengo a mi mánager, que es a quien le hablo durante el proceso para que me dé consejos sobre cómo deberían ir las canciones, así como mi hermano y mi hijo. También hablo bastante con Jonas Kjellgren, quien era el guitarra de Scar Symmetry. ¡Él también tiene su estudio donde tengo el mío! Siempre intento hacerlo todo por mí mismo para luego ver qué opinan los demás y tener una segunda perspectiva de cada cosa".

‘Coming Home’ está repleto, como has dicho anteriormente, de elementos electrónicos y orquestales. ¿Cómo fueron incluidos en tus composiciones? ¿Cuánta experimentación hay en todo el proceso?

"Es como poner sal y pimienta en tu comida; es cuestión de ir añadiéndole cosas a la música para que sea más sabrosa. Todo el tiempo se compone de forma experimental. Hay partes en el disco que salieron por error como, por ejemplo, usar el sonido de teclado que no era. Hay partes que así terminan sonando mejor de lo previsto y que consecuentemente ayudan a escribir las siguientes partes de la canción".

¿Cómo es trabajar con tu hijo, que se encarga de las baterías en Pain?

"Es genial. Él es un batería fantástico. Pese a no haber tocado durante tanto tiempo ha aprendido y desarrollado su estilo de forma rapidísima. Él está metido más en el rollo de Meshuggah o Decapitated, cosas más complejas, y eso es algo complicado de compaginar con el groove que necesitan las composiciones más sencillas. Creo que ha hecho un gran trabajo".

laheavy389pain2016b-promo¿Por qué titular este nuevo trabajo ‘Coming Home’? ¿Es la canción que da título al disco la más seria del álbum?

"“Coming Home” fue la última canción que compuse. Para entonces estaba realmente cansado de escribir música y ser creativo: la energía escaseaba. Cuando pasas casi un año componiendo, necesitas un tiempo para descansar y ser creativo una vez más. Cuando escribí esa canción quería irme a casa, enterrarme entre mis sábanas de una vez por todas y dormir durante un año (risas)".

Joakim Brodén, vocalista de Sabaton, canta contigo en “Call Me”, una canción que trata sobre un gigoló. ¿Era esa la intención, que quedara algo sumamente raro?

"¡Claro! No quería una canción seria para él. Se pasa el día cantando sobre guerras, así que quise que el público le viera cantando algo totalmente diferente".

Cuéntame alguna historia, detrás de alguna letra en este disco, que te parezca especialmente remarcable o divertida…

“Absinthe Phoenix Rising” nació cuando un amigo mío me dijo que escribiera una canción sobre la absenta. Yo le comenté que solamente había vivido malas experiencias con ella. Él exclamo: ¡Eso es! (risas)".

Es de sobras conocido el tono humorístico de las canciones de Pain. Supongo que es imposible escribir sobre un gigoló en un álbum de Hypocrisy…

"Claro, en Hypocrisy quiero mantener las letras dentro de los parámetros del death metal, pero en la actualidad me apetece también escribir de manera algo más positiva y añadirle humor a las letras. Pain me da mucha más libertad en ese sentido".

¿Tiene eso algo que ver con la fanbase de Hypocrisy, que para nada se esperarían letras así?

"Bueno, no quiero cabrear a la gente haciendo un álbum raro. Con Pain hago siempre lo que me apetece, pues ese siempre fue el objetivo de la banda. Creo que los fans esperan exactamente eso de cada uno de los grupos. De hecho, antes percibía las letras como un mero instrumento más en el compendio musical; pero cada vez les doy más y más importancia".

Se te ve mucho más liberado en Pain. ¿Lo pasas mejor en esta banda que en Hypocrisy?

"Bueno, la gente de Pain está muy loca, siempre está pasando algo a tu alrededor, mientras que en Hypocrisy los chicos son mucho más calmados (risas)".

Eres del tipo de personajes en el mundo del metal que no para quieto un segundo. ¿Cómo planificas tu agenda de lanzamientos? ¿Tienes en la mente todos los proyectos que vas a llevar a cabo año tras año?

"¡Qué va, para nada! Nunca he tenido una especie de masterplan en mi vida; quiero tener la libertad para hacer lo que me apetezca. Ahora mismo tengo en mente el año de gira con Pain, y quizás entre giras estaré componiendo algo en mi casa, pero no tengo la más remota idea de para qué proyecto".

Siempre ajetreado en un proyecto u otro. ¿No hay ningún momento en el que quieras tomarte un descanso?

"A veces pienso en dejar la música para siempre y ser una persona normal con un horario de trabajo normal. Entonces pasan un par de semanas y vuelvo a sentirme con la energía de antes (risas)".

Con tantos proyectos y tanto trabajo que se acumula, ¿tienes tiempo para escuchar nueva música? ¿Algún artista o trabajo que hayas descubierto recientemente?

"Compré el ‘Ziggy Stardust’ de David Bowie y me pasé dos años seguidos escuchándolo casi cada día. Me quedé completamente enganchado a ese disco. Me gusta recuperar joyas antiguas, da igual de qué género sean mientras estén bien hechas. ¡Es mi hijo quien está al tanto de los nuevos proyectos que surgen ahora!".

Ya para ir terminando, ¿algún plan a la vista para Hypocrisy?

"No hay nada planeado por el momento. Estaremos liados con Pain hasta navidades, así que de momento me centro en ello".

Texto y foto: Víctor Vallespir

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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