1ª Entrega

16 abril, 2009 4:30 pm Publicado por  – Deja tus comentarios

Soy Ashmedi, vocalista, guitarrista y compositor de la banda Melechesh. Este artículo supone la primera entrega de una serie de artículos donde voy a escribir sobre mi vida personal y otras cosas de diversa índole. Creo que esta columna va a resultar ...

1ª ENTREGA

Soy Ashmedi, vocalista, guitarrista y compositor de la banda Melechesh. Este artículo supone la primera entrega de una serie de artículos donde voy a escribir sobre mi vida personal y otras cosas de diversa índole. Creo que esta columna va a resultar interesante por varias razones. Para empezar, sé que por medio de organizar mis propios pensamientos podría poner algo de orden en el caos imperante en mi cabeza. Por otra parte, tanto yo como el resto de la banda nos hemos dado cuenta de que hay muchos malentendidos sobre nosotros y nuestra historia, así que decidimos daros toda la información directamente desde la mismísima fuente.

Intentaré ser lo más directo posible aunque no voy a revelar algunos asuntos los cuales considero demasiado personales como para ser expuestos en público.

Nací en la “ciudad santa” de Jerusalén. Mis padres son de origen armenio/asirio y de religión cristiana y emigraron allí hace muchos años así que contrariamente a lo que se suele decir, mi familia no es ni israelí, ni judía, ni palestina ni musulmana.

Mi padre trabajaba como diseñador de ropa y mis padres montaron un pequeño negocio de moda donde las cosas nos iban bien económicamente hablando. Fui bautizado bajo el rito asirio en una iglesia en el centro de la vieja Jerusalén pero obviamente nadie me preguntó si quería ser bautizado, ya que solo tenía unos meses de vida. Sin embargo, el lugar en sí tiene aparentemente una cierta importancia ya que supuestamente fue el mismo lugar donde tuvo lugar La Última Cena y bla, bla.

Como decía antes, las cosas nos iban bien cuando de repente un día mi padre murió en un accidente de tráfico. De hecho fue la abuela de nuestro guitarrista la cual vino y llevó a mi madre al hospital diciéndole que mi padre se había quedado malherido ya que no sabía como darle las malas noticias. Yo entonces tenía 5 meses y mi hermano 7 años así que a nuestra madre le quedaba por delante la difícil tarea de dirigir un negocio y criar dos hijos en un país que no era el suyo. Aquí hay que decir que mi propia madre había perdido a ambos de sus padres cuando tenía 11 años y había estado trabajando sin parar desde que tuvo 9 años.

El negocio estaba ubicado en la parte este de Jerusalén (de mayoría árabe) donde la sociedad es algo machista y para más inri mi madre tenía a varios hombres como subordinados, pero aún así fue una mujer respetada y admirada por aquella sociedad. Nuestras finanzas empezaron a empeorar pero mi familia monoparental prosiguió la lucha en un país volátil.

Tenía una tía que vivía en Dakar, la capital de Senegal, por razones laborables, así que nos invitó a vivir con ella ya que tenía una casa grande con sirvientes, jardinero, cocinero, etc. La casa fue propiedad del hermano del Primer Ministro senegalés, que se lo arrendaba a mi tía.

Mi madre delegó el negocio en un manager y nos fuimos a Senegal. Por entonces yo tenía 2 años y empezaba a hablar. Irónicamente tenía una niñera que me hablaba en francés así que pronto empecé a contestar a todos en francés.

A lo largo de 2 años estuvimos en Senegal 3 veces así que desde pequeño estuve metido en ambientes cosmopolitas donde varias culturas, idiomas y gente de toda índole (desde inmigrantes hasta diplomáticos) se entrelazaban en un mosaico único.

Categorizado en:

Esta entrada fue escrita por

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *