Download Festival Madrid 2017: crónica de la tercera jornada

Jon Schaffer, guitarrista de Iced Earth

Iced Earth fueron uno de los primeros grupos de la tarde, tocando en el Main Stage 1. Comenzaron su show con bastante energía, la cual se la debieron robar al público, ya que apenas se movía. Se notaba que el cansancio después de tantos conciertos había hecho mella en la gente. No empezaron a dar palmas y cantar hasta “Pure Evil”, la tercera canción, iniciativa que la banda agradeció ya que estaban notando la desazón y eso nunca gusta. Destacó por encima de todo los impresionantes solos de guitarra de Jake Dreyer; solo tiene 25 años y demostró una habilidad digna de admirar. Jon Schaffer, el único miembro original que queda en la banda, no se quedó atrás, dando una lección de clase y saber estar en un escenario. El vocalista, Stu Block, interpretó muy bien todos los temas que se tocaron, especialmente en canciones como “Vengance is Mine” o “Seven Headed Whore”. Otros cortes que no podían faltar en su directo fueron “The Hunter”, “Cthulhu” o “Dystopia”, momentos en los que se movía de un lado al otro de las tablas para tratar de animar al respetable. No pudo haber mejor final que “Watching Over Me”, ya que gran parte de los presentes se la sabían y la cantaron al unísono, cerrando con mucha potencia un gran concierto de puro metal.

Apenas 5 minutos después comenzaban sin demora los noruegos Kvelertak en el Main Stage 2. Su cantante, Erlend Hjelvik, salió a escena a pecho descubierto y con un casco postapocalíptico que le cubría media cara, hecho que sin necesidad de abrir la boca ya animó al público. En los primeros compases hubo problemas con el sonido y con la batería; incluso Hjelvik, tras el primer tema, se marchó unos segundos para volver sin la máscara. El noruego se pasó la mayor parte del espectáculo lanzando botellas de agua al público y bajándose al foso para “encararse” (en el buen sentido) con los asistentes. Esta iniciativa revolucionó el panorama y la peña se volvió loca; saltando, gritando, lanzando minis al aire… Pura magia marca Download. En “Blodtorst” se vivió un momentazo cuando Maciek Ofstad lanzó su guitarra al cielo, elevándola unos cuantos metros, para conseguir atraparla y terminar la canción con un instrumental espectacular. En “Ondskapens Galakse” el cantante bajó al foso y agarró la manguera para tratar de regar al personal. Una lástima que no estuviera abierta y tuviera que abandonar rápidamente la idea, pero la organización se portó y rápidamente comenzaron a ducharnos. El momento de la apoteosis máxima fue cuando en la última canción, “Kvelertak”, Hjelvik se recorrió la pasarela central entera con una bandera gigantesca con una ilustración de la banda. En definitiva todo un espectáculo que animó enormemente a los visitantes de la Caja Mágica y que calentó motores para lo mucho que todavía quedaba por ver.

Erlend Hjelvik, vocalista de Kvelertak

A las 21:20 horas llegaba el turno de In Flames. Los suecos arrasan con su death metal melódico por cada escenario que pisan y esta ocasión el resultado no sería diferente. Elaboraron un setlist hecho a medida para todo el mundo, incluyendo clásicos como "Only for the Weak" o "Awake", que fueron coreados a todo pulmón y durante los cuales se formaron más de un circle pit.

Pero In flames ha tomado un rumbo musical nuevo incluyendo en sus últimos trabajos toques de música electrónica para acompañar su metal melódico que, como era de esperar, no dejo satisfechos a todos sus fans. El propio frontman dijo ser consciente de ello durante el concierto. Con electrónica o sin ella, lo que está claro es que los suecos saben hacerse con el respetable y no han perdido fuelle con el paso del tiempo.

Una cita ineludible para los amantes de Metallica se dio lugar en el escenario 3 con Apocalyptica. Los finlandeses se encuentran en su gira de aniversario celebrando los 20 años de ‘Plays Metallica by Four Cellos’. A pesar de que los dos primeros temas que tocaron fueron “Enter Sandman” y “Master of Puppets”, la sensación era que la gente se encontraba más en un momento de relax disfrutando de los violonchelos que en un concierto de metal. Eicca Toppinen trató en repetidas ocasiones de animar al personal, que de vez en cuando cantaba alguna estrofa. Fue Paavo Lötjönen y Perttu Kivilaakso quien realmente consiguieron levantar el espectáculo, sobre todo el segundo, que se marcó unos solos de chelo brutales en los que se ponía a tocar en posiciones cada cual más impresionante. En “Sad But True" salió el batería y tocó una versión de su instrumento, que parecía salido de Mad Max; esto gustó mucho. “Nothing Else Matters”, “Fight Fire With Fire” y “For Whom the Bell Tolls” sonaron también sobre el escenario 3, pero sin duda los temas que más gustaron y que hicieron del tramo final del concierto la mejor parte sin duda fueron “Orion”, “Battery”, “Seek & Destroy” y el brutal final cantado a capela por el público, “One”. Aunque fueron de menos a más, estos chicos y sus covers de Metallica son algo digno de ir a ver al menos una vez en la vida, seas o no fan de los estadounidenses.

Al Jourgensen, vocalista de Ministry

Alrededor de las 21:25 la gente se encontraba dividida en dos escenarios. Por un lado Ministry se preparaban para arrancar su show en el Main Stage 2; por otro, los míticos Apocalyptica acababan de empezar en el escenario 3. Pese a esto, los estadounidenses reunieron a un considerable número de gente en su concierto, los cuales no se arrepentirían de su decisión. La banda ha vuelto pisando fuerte tras 3 años separados y, desde entonces, se respira una nueva confianza entre los miembros sobre las tablas.

La gran cita de la noche y que la mayoría estábamos esperando con muchísimas ganas, Prophets of Rage. Hubo problemas con la batería que retrasaron 15 minutos el inicio del concierto y la gente empezaba a silbar y a impacientarse. Una sirena de bombardeo anunciaba el inicio del show. Los integrantes de la banda salieron al escenario puños en alto, acción que replicaron todos los presentes. Sonaron los primeros acordes y el respetable enloqueció totalmente. Ya desde el principio la gran masa humana que ocupaba las zonas centrales y más próximas a las tablas inició un pogo que no cesó ni un solo momento durante todos los cortes. ¡Una auténtica locura!

Los solos de guitarra de Tom Morello fueron, sin duda, lo más increíble que se  vivió esa noche. La habilidad demostrada por ese hombre provocaba que los miles de móviles que grababan se dirigiesen a él en la mayor parte del tiempo. Un ejemplo de esto fue cuando en el séptimo tema que tocaron, “Fight the Power”, Morello se marcó un solo con los dientes. Además se pudo ver por parte del músico un mensaje en la parte posterior de su instrumento que rezaba: “FUCK TRUMP”; una práctica que tanto él como muchos otros músicos practican desde que el magnate llegase al poder.

El vocalista B-Real, que llevaba su característico atuendo con gafas y ghutra (pañuelo en la cabeza), habló la mayor parte del tiempo en castellano, ya que es de ascendencia latina. Presentó el inminente primer álbum de la banda, ‘Unfuck the World’ (15 de septiembre), y vivimos gracias a él momentos épicos, ya que bajó un par de veces a la pasarela central para cantar con la gente. En una de esas ocasiones, vivida en el increíble y apoteósico último tema, “Killing in the Name”, le quitó el micro uno de los asistentes. Menos mal que los miembros de seguridad estaban atentos y lo recuperaron rápidamente. También destacó gratamente el otro vocalista, Chuck D, ya que durante varios momentos del concierto sacó un megáfono con el que cantó sus potentes letras de crítica social.

Tocaron otros clásicos de Rage Against the Machine y de Cypress Hill como “Bulls on Parade”, “How I Could Just Kill a Man”, “Bullet in the Head”, “Know Your Enemy” o “Bombtrack”, además del primer tema que interpretaron (que da nombre a la banda), "Prophets of Rage" de Public Enemy. Aun así, el momento más emotivo de la noche fue cuando homenajearon a Chris Cornell con “Like a Stone”. El respetable reaccionó de forma increíble cantando a capela la canción y coreando el nombre del malogrado vocalista de Soundgarden, Temple of the Dog... y Audioslave. Tom Morello, completamente emocionado.

Esta ha sido la primera vez que han tocado en España y no será la última, ya que se vio lo cómodos que se sentían con el público hispano y lo entregados que estuvieron en el festival. La gente, a pesar de estar realmente agotada, disfrutó sin igual este espectáculo de música y protesta que dejó un sabor de boca impresionante, además de muchas ganas de más, y eso que tocaron su buena hora y media.

Chuck D (vocalista), B-Real (vocalista) y Tom Morello (guitarrista) de Prophets of Rage

Suicidal Tendencies tocaban a las 23:50h en el escenario 3 y aparentemente poca gente iba a estar presente por el gran solape del festival. Sin embargo, una importante cantidad de gente se acercó en torno a las 12 preparados para darlo todo con la que probablemente fue la banda mas enérgica de todo el festival.

ST destacaron por varios motivos: el primero, su cercanía con la gente, sin duda digno de mencionar ya que no pararon de interactuar con su público. Un ejemplo de ello fue cuando su bajista habló en castellano y animaba a todos a saltar y bailar. Tanto es así, que al final del concierto decidieron subir al menos a 20 personas al escenario para cantar con ellos. Cabe también mencionar la increible actuación de su bajista, que nos deleitó con más de un solo alucinante. Con temas como "You Can't Bring Me Down" se montó el mayor circle pit del festival, que permanecería inamovible durante el resto del concierto.

También destacaron cortes como "Possesed to Skate", que denota su background californiano y fue dedicada especialmente a todos los skaters presentes. "I Saw Your Mommy" fue tema con el que cerraron un show en el que todos lo pasamos en grande.

A la 1:00h en el Main tage 2 teníamos a NOFX para darle el toque de buen rollo y punk-rock que le faltaba a la noche. Los americanos subieron al escenario con "Time Warp", canción de la banda sonora de la mítica película The Rocky Horror Picture Show. Escenario en el que, por cierto, también debemos mencionar la presencia de una bandera LGTB+.

El combo pone su toque de humor a todo lo que hace: un ejemplo  fue cuando su frontman empezó a disculparse por ser americano, entre risas, pero con un mensaje claro de denuncia de fondo, ya que la banda se postuló en contra de Donald Trump, afirmando que querían su cabeza en una estaca. La afirmación desató una gran ovación por parte del público.

Cayeron "72 Hookers" y se dejaron para el final del show dos temazos como son "Bob" y "Don't Call Me White". La banda que era consciente de que el respetable se iría a casa después de su show por lo que lo dio todo sobre el escenario, logrando así que el público disfrutara enormemente del concierto de una de las bandas que se ganó un hueco en la adolescencia de muchos de los presentes y que continúa a día de hoy triunfando con su fórmula de buena música y mejor humor.

Cerrando el festival paralelamente, Avatar, una mezcla entre death metal melódico y un show de terror circense dirigido por Tim Burton. Su lider y vocalista, Johannes Eckerström, destacó por su potentísima voz, mezclando gritos agonizantes con tonos más melódicos; gran combinacón. El aspecto general de la banda era cuanto menos estrafalario, ya que iban vestidos con ropajes similares a los de un domador de leones. Potentes letras, largas melenas girando en circulo al son de la música y unas largas pero divertidas charlas para presentar las canciones (esto no gustó a todo el mundo), son un fiel reflejo de lo que se vivió. Tocaron temas como "Paint Me Red", "The Eagle Has Landed", "Let it Burn" y "Smell Like a Freakshow", canción que cerró la velada y que describe perfectamente lo vivido. Una elección muy buena por parte de la organización colocar a los suecos cerrando, ya que fueron muchos los que aún quedaban por el recinto con ganas de más.

El año que viene, más. ¡Estamos deseando vivir el Download 2018!

Texto: Gonzalo Domínguez e Isabel García
Fotos: Alfonso Dávila

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