Crítica de Guadalupe Plata: Guadalupe Plata 2017 : MariskalRock.com

Guadalupe Plata

Guadalupe Plata 2017

Everlasting Records (2017)

Por: Manu Gamarra

Guadalupe Plata vuelve a la primera plana de la música en nuestro país con la salida de su cuarto disco, que, al igual que los anteriores, lleva como título el nombre del grupo y el año de su publicación. Desde el lanzamiento de su primer LP en 2011, el trío de blues de Úbeda ha mostrado una gran regularidad sacando disco cada dos años (‘Guadalupe Plata 2011, 2013, 2015 y 2017’).

Guadalupe Plata es posiblemente uno de los grupos con estilo más propio de todo el panorama nacional, muy cercano al blues pero sin poder encasillarlo por completo en él, y con una regularidad que también mantienen dentro de sus discos, lo que hace muy difícil destacar una canción por encima de otra a excepción, quizás, de los singles. En este caso se trata de una fabulosa versión de “Qué he sacado con quererte” de la cantautora chilena Violeta Parra, en la que cobra protagonismo la flauta y a la que dan ese toque personal de oscuridad que reina en la mayor parte del álbum, como en “Tan solo” o en la instrumental “Navajazo”. “Música perfecta para sesiones de espiritismo y exorcismos”: así define su sonido la propia discográfica.

Una vez más, consiguen hacer llegar a los instrumentos los paisajes mentales de su compositor y guitarrista, Pedro, que no siempre son fáciles de comprender a la primera. En la entrevista que podrás encontrar en el número 393 de La Heavy, me comentaba que, por ejemplo, “Almería”, tema que cierra el disco, evoca a las sensaciones de estar bajo la presión del calor que produce el desierto de Tabernas. A simple vista puede costar pillarlo, pero si lo escuchas bajo esta premisa, comprendes que dan en el clavo. “Miedo” transmite precisamente eso, a través de un sonido de batería muy rápido y constante. Es decir, que no vas a llegar a captar del todo la esencia de la música de Guadalupe Plata si solo te pones sus discos de fondo mientras cocinas o vas en el coche.

Si están llevando su música, y una especie de contrabajo casero compuesto por un barreño y un palo de fregona con una cuerda, a medio mundo, incluidos países que no son de habla hispana, tiene que ser por algo. Guadalupe Plata crece como la espuma y este es simplemente otro pasito más.