Crítica de El Drogas: Un día nada más
24 noviembre, 2016 10:24 am 1 Comentario
Warner Music Spain
9/10
Hablar de El Drogas, tanto en su extensa etapa en Barricada como con Txarrena o últimamente con su cada vez más ascendente y consolidado proyecto en solitario, es hablar de un pedazo de la historia del rock en nuestro país. Querido, admirado y respetado no sólo por sus numerosos seguidores, sino también por muchísimos músicos de diversa índole que han querido rendirle tributo en este primer álbum en vivo publicado bajo su pseudónimo. Lo cierto es que muchas de estas nuevas versiones de su dilatada trayectoria, y las bandas mencionadas, no tienen nada que envidiar a las originales, incluso se reinventan con gran sonido gracias a la impresionante lista de invitados.
Así destacan temas como “Con tu presencia”, con el cada vez más asentado Rulo, o la colaboración con artistas más versátiles respecto al estilo tan definido de nuestro Enrique Villareal como pueden ser “En punto muerto” con Iván Ferreiro o “Collar abandonado” con Quique González, cuyo contraste musical supone todavía mayor atractivo. En “No sé qué hacer contigo” tenemos al omnipresente Leiva, si bien para un servidor una de las joyas de la corona es la novedosa adaptación del exitoso “Frío” de los Alarma del malogrado Manolo Tena (que también hiciese Jose Andrëa hace poco) con nada más y nada menos que Carlos Tarque de M-Clan, Fito Cabrales y Rosendo (con un emotivo final donde gritan “Siempre Alarma, siempre Manolo…”). Individualmente, estos grandes vuelven a dejar su sello inconfundible en temas como “Empujo pa ki”, hecha como anillo al dedo para Rosendo, el reivindicativo y conocidísimo “Oveja negra” donde luce con su galillo el murciano Tarque o un emotivo “Nada sin ti” con el llena-estadios Fito.
“Que no me silbes” recupera la faceta de Luz Casal rockera que hace tanto no vemos desde que fue abducida por los boleros “almodovarianos”. Entre otras canciones del trabajo sin duetos pero no por ello menos meritorias, destacan la de lírica durísima y satírica “Están para violarlas” o el “Azulejo frio” que titulara el segundo y tardío álbum de Txarrena. Igual de impactante que siempre es la bestial “La silla eléctrica”, en este caso con un invitado de lujo como es Carlos Escobedo de Sôber, o un “Tentado a la suerte” increíble con el lisiado e imprevisible Yosi.
Prácticamente no falta ninguno de los artistas cortados musicalmente por el mismo patrón; viejas y nuevas generaciones están representados como los mencionados o su paisano Kutxi Romero de Marea con el clasicazo barricadero “Barrio conflictivo”, o la polémica y censurada en su momento “Bahia de Pasaia” con Gorka Urbizo de Berri Txarrak, que hace doblete en la no menos controvertida “No hay tregua”.
Cierra este larguísimo recorrido sonoro y audiovisual (en el que también están Los Zigarros, Ana Malikia o Vito de Sinkope), el hímnico “En blanco y negro” con todos los invitados, viniendo a certificar que, al contrario de otros ex líderes que han abandonado el barco de sus bandas madres, El Drogas no hace más que crearnos más y más adicción. ¡Por muchos años!
Andrés Brotons
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