Crítica de Amon Amarth: Jomsviking

5 abril, 2016 12:34 pm Publicado por  1 Comentario

Portada del nuevo lanzamiento de Amon Amarth 'Jomsviking'Metal Blade Records
8,5/10


Amon Amarth es, desde hace tiempo, un referente en lo que a death metal melódico se refiere. Tanto su enérgico directo como su increíble desempeño en estudio (este es su décimo lanzamiento en menos de veinte años) hacen que sean justos merecedores de ese estatus. Pero este conlleva unas expectativas a la par y, con ellas, el riesgo de decepcionar a sus acérrimos seguidores. Si a eso le sumas que este es su primer disco conceptual, nadie negará que las apuestas están muy altas. Es hora de ver sus cartas.

Con el apropiado nombre de “First Kill” empieza la escucha. Solo tardas dos versos casi narrados en darte cuenta de que los suecos no se van a andar con tonterías. Ahí están los magníficos riffs que les caracterizan, los estribillos pegadizos, la voz inconfundible de Johan Hegg... y la temática vikinga, esta vez centrada en un personaje que, tras asesinar a un hombre que iba a llevarse a la mujer que ama, se tiene que dar a la fuga. “Wanderer” sigue la historia sin rebajar el nivel compositivo. Hay que decir que las letras no están nada mal, pero no las voy a relatar para no lanzar spoilers. En “On A Sea of Blood” me va quedando claro que el nuevo baterista de la banda, Tobias “Tobben” Gustafsson, no tiene nada que envidiar a su predecesor. “One Against All” continúa con ese punto épico al que nos tienen acostumbrados para dar paso a un dilema que otros grupos ya se han encontrado antes: ¿se puede encajar un tema destinado al directo sin menoscabar la línea argumental? “Raise Your Horns” es la respuesta, presentándose como ideal para corear en los conciertos.

La letra de “The Way of Vikings” servirá para entender un poco mejor el título del disco, pues los jomsvikings son un tipo de mercenarios vikingos con características propias.“At Dawns First Light” y “One Thousand Burning Arrows” son dos temazos que combinan partes más calmadas con otras más duras, preparando el terreno para el corte más agresivo: “Vengeance is My Name”. En “A Dream that Cannot Be” podremos disfrutar de un dueto gracias a la colaboración de la mítica Doro Pesch. Y para terminar, como suele ser habitual en estas obras, “Back On Northern Shores” se presenta como el tema más largo, el más elaborado, y el que sirve como clímax, tanto narrativo como musical.

Si bien con este trabajo han hecho algo para disfrutar un poco más con el libreto en las manos, todavía van a hacer que quieras agitar la cabeza al escucharlo. Y aunque su logo haya pasado del naranja fuego al azul celeste, siguen siendo Amon Amarth.

Krovikhan Fahrenheit

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