IN FLAMES: LA LLAMA DE HOY

Sala La Riviera, Madrid

Volvió la carga la que otrora fue una de las puntas de lanza del death metal melódico con el inconfundible sello de la ciudad sueca de Gotemburgo y que en nuestros días prosigue una evolución musical natural y sólida que despierta tantas pasiones como recelos, estos últimos entre los más acérrimos del estilo esgrimido en unas cinco primeras obras que ya quedan lejos y cuyas canciones apenas salpicaron un repertorio que vino a ratificar la confianza y la seguridad en lo presente de una banda acostumbrada a mirar hacia adelante. 'Siren Charms', La última referencia de In Flames, ha cosechado respuestas muy positivas entre los que persiguen con entusiasmo su llameante estela en el presente siglo, y buena prueba fue el magnífico aspecto que la sala La Riviera, a la que las autoridades de Madrid han vuelto a recortar arbitrariamente el aforo en 600 personas, presentaba en la que, de otro modo, hubiera sido una noche de martes cualquiera.

Abrió la lata While She Sleeps, erigiendo una muralla sonora infranqueable y metiéndose al grueso del respetable en el bolsillo con toda una deflagración sonora de comienzo a fin. La robustez de su metalcore solo era comparable a su enorme efectividad y a la intachable entrega de unos músicos que, con el vocalista Lawrence “Loz” Taylor al frente, sudaron la camiseta de lo lindo. Hicieron más deporte sobre el escenario que si hubieran echado una pachanguita en algún polideportivo cercano, y metieron por la escuadra cada una de las poderosas canciones que pudimos escuchar de su debut ‘This Is the Six’. También hubo tiempo para el atletismo cuando el propio cantante bajo del escenario y empezó a correr por toda la sala, siendo seguido a la carrera por algunos asistentes.

A muchos les sorprendió la formación con la que se presentaron los segundos de la noche, que con el nombre de Wovenwar están integrados nada menos que por todos los integrantes de la última formación de As I Lay Dying a excepción, claro está del vocalista Tim Lambesis, el cual, recordamos, fue condenado a seis años de prisión por conspirar para asesinar a su mujer, Meggan Lambesis. Tras este inaudito y bochornoso episodio, el resto de músicos se pusieron en marcha a trabajar con el vocalista de un grupo llamado Oh,Sleeper y dieron a luz a este proyecto que debutó el pasado mes de agosto con un álbum homónimo y que tiene en la presente gira con In Flames una oportunidad de oro para ganar adeptos a patadas. Lo cierto es que lo están aprovechando y en la capital del Estado ofrecieron un show consistente y a la altura de unos músicos de su envergadura, en el que la crudeza en torno a la cuál orbitaba el sonido de sus predecesores se cambió por la melodía de un metal alternativo con mucho hincapié en los estribillos y en la profundidad de unas voces mucho más lisas y melosas. Les faltó interacción con el público, de la cual estuvieron sobrados los anteriores, pero aún así se ganaron los respetos de la audiencia con temas como “All Rise”, “The Mason”, “Profane” o “Identity”.

Tras una espera algo mayor que sirvió para poner a punto todos los detalles sobre el escenario de un grupo que tiene tanta confianza en sus técnicos que ni siquiera probó sonido, el ambiente entró en ebullición en una intro que desencadenó la descarga huracanada e inapelable de “In Plane View” y “Everything Is Gone”, los dos mismos cortes que inauguran el último trabajo de In Flames. En una onda más cercana a las sonoridades del death metal melódico y con una importante presencia de teclado, instrumento que se echa de menos en vivo, la sensacional “Fear Is the Weakness”, que precedió a la primera de las veces que el simpático Anders Fridén, cuya garganta fue un derroche de poderío, eficacia y equilibrio de funambulista entre desgarro y melodía; se dirigió largo y tendido al público, haciéndole gritar e instando a la gente a que dejase de mirar a las pantallas de sus móviles porque se trataba de un show en vivo. Uno de los asistentes no le hizo caso y el vocalista lo subió al escenario con afabilidad infinita (invitándole a una cerveza y todo) para que grabase con su dispositivo la demoledora “Tigger”, a la que el espectacular juego de luces que acompañó todo el concierto le sentó fenomenal. Sin decaer en ningún momento, la dinámica del concierto se mantuvo álgida con “Resin”, “Where the Dead Ships Dwell”, “With Eyes Wide Open”, “Paralyzed”, “Through Oblivion”, “Ropes” y “Delight and Angers”, en la que los más enérgicos satisficieron el deseo del grupo de que se formase un buen circle-pit.

De las recibidas con mayor entusiasmo fue “Cloud Connected”, que sonó justo antes de que Anders Fridén confesase que desde que llegó a Madrid no había hecho otra cosa que comer y beber, para después comparar su pierna con un jamón. Subió a otro espectador al escenario y este resulta que tocaba el bajo, así que Peter Iwers le cedió unos instantes su instrumento antes de retomar el show con la apoteósica “Only For he Weak”, grabada también por el fan sobre las tablas. Bajaron después las revoluciones con la comedida y densa “The Chosen Pesimist”, que precedió a una recta final de infarto con temas como “Rusted Nail”, tras las que Anders aplaudió al público con sinceridad, “The Mirror’s Truth”, “Deliver Us” y la definitiva e incendiaria “Take This Life”. Quienes se quedaran en los primeros discos no salió demasiado contento, pero aquellos cuya pasión se pose sobre los últimos trabajos, vivieron el mejor martes del año.

Texto: Jason Cenador
Foto: Daniel Claudín

• Acerca de
• Últimas entradas

Redacción

El equipo de redactores de MariskalRock te trae toda la información del mundo del rock y del metal, en todas sus vertientes.

¡Síguenos!

       

Últimas entradas de Redacción (ver todo)

• El célebre disco de Megadeth con el que Dave Mustaine estaba descontento: "La mayoría de las canciones son realmente lentas" - 19 abril 2024
• Rock in Rio Lisboa anuncia el escenario Tejo que encabeza Rival Sons - 19 abril 2024
• Bolsa de noticias: Barcelona Rock Fest - Jinjer - L7 - Rabia Pérez - NueveConDiez - Eskóbula (A Mi Bola Rockfest) - 19 abril 2024