Rock & Tour
12 septiembre, 2012 8:54 pm 4 ComentariosCRÓNICA DE MEXICO-GUATEMALA
1 - INTRODUCCION ACERCA DE MI VIDA DE VIAJERO
2 - ENCUENTRO MUNDIAL RAINBOW GATHERING - PALENQUE,CHIAPAS (MEXICO) DICIEMBRE DE 2012.
3 - MÉXICO Y SU CULTURA ANCESTRAL
4- DESIERTO DE SAN LUIS DE POTOSÍ (REAL DE CATORCE - WADLEY)
5 - GUATEMALA
6 - AGRADECIMIENTOS, COLABORADORES Y CONTACTO.
1.-EL VIAJERO.
Soy MARCELO DURAN BUSTOS (Pichihuentru) y nací en la ciudad de Valparaíso, Chile. Mi vida ha transcurrido en las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, donde estudie hasta el año 1993. Siempre me sentí atraído por viajar, miraba los barcos y pensaba que se iban abajo directo a un vacio sin fin después de llegar a la línea del horizonte. Eso fue lo que me inspiro a viajar desde pequeño. El primer viaje fue a mis 15 años, cuando en una semana santa tome mi mochila, algo de dinero que tenía (ya que ayudaba a mi padre cartero trabajando algunos meses al año) y junto a mi hermano Carlos, 1 año menor, y 2 amigos, partimos de viaje por nuestra región, haciendo algún tramo en autobús y el resto caminando y a dedo(autostop).Desde ese primer viaje, comprendí que mi destino y mi camino eran viajar, conocer el mundo, sus diferentes culturas milenarias y ancestrales, y aprender de esas culturas. Después de ese viaje, volví a mi rutina de estudios y 3 años más tarde, al terminar el colegio, trabaje en diferentes lugares. No me importaba en qué, con tal de sacar algo de dinero para viajar primero por mi región y después por el resto de Chile. Así fue como trabajé de jardinero, cartero, ayudante de cocina, pintor de casas, cuidando casas, de albañil u obrero, limpiando, etc. Uno de mis grandes motivos de viaje al principio fue por mi amado equipo de futbol, el popular Colo-Colo de la primera división de chile, con el que viajé de norte a sur de Chile y también por Peru.
En el año 1995 decido estudiar por mi cuenta para hacerme marinero mercante de barcos de contenedores y carga general. Después de obtener mi título y varios cursos de salvamiento, primeros auxilios, etc (en los que me sacaron mucho dinero por cursos cortos), tocando muchísimas puertas, logre tomar mi primer barco, la motonave Longavi. Empecé trabajando de camarero y con ese barco conocí Perú, Ecuador, Colombia, Panamá y Venezuela, para luego cruzar por primera vez el océano Atlántico y llegar a España e Italia. Después volví a Sudamérica, a los 70 días. Así me pase de marinero casi 4 años, cruzando varias veces los océanos Atlántico y Pacífico, y conociendo America, Europa y Asia.
En mis vacaciones estudiaba percusión latina en mi ciudad, Valparaíso, y me interese por la cultura indígena de su pueblo ancestral mapuche. Entonces viajé a hacerme participe en la protesta pacífica contra Endesa España en la octava región de chile, en la montaña. Me fui a vivir con indios, ocupando el espacio en forma de protesta junto a ciudadanos de Chile, Uruguay, Perú, Argentina, Brasil y países europeos, y aprendí lo básico de la lengua indígena mapuche (mapudungun) de los indios, su música, a bailar bailar purrum o la danza mapuche y a tocar instrumentos como la trutruca (cuerno de vaca con caña que tiene sonido fuerte parecido a una trompeta), el arpa de boca o trompe, y la pifilca, que es de madera y tiene 2 agujeros para sacar sonido. Desde esos momentos vividos con indios, comprendí que debía viajar por el mundo difundiendo mi cultura ancestral que tan maltratada estaba por la gente de mi propio país y el de Argentina, que marginaban a sus indios y quemaban máquinas para echarles la culpa y meterlos presos como terroristas.
Después de vivir con indios y participar activamente del centro cultural de playa ancha reivindicando el arte y la cultura para y por el pueblo en su ciudad, fui invitado por la mujer (ñaña) mapuche Juana Huenchumil de oyente a las clases en la universidad de Playa Ancha, donde junto a la indígena bailaba, practicaba la lengua (mapudungun) y tocaba instrumentos. Fui bautizado en nombre indígena como Pichihuentru (hombre pequeño) y llevo a cada país que visito mi cinta indígena puesta en el pelo o trarilonco en lengua india.
Tras 4 años dejé el mar y los barcos mercantes de carga, y los cambié por viajes por tierra o aire, cansado de tanta monotonía navegando en el mar y tanto trabajo que bajo mi punto de vista, está mal pagados. En 2004 dejo mi tierra definitivamente y me radico en España. Contra viento y marea, con la ayuda de amigos, logro la tan ansiada tarjeta de residencia y en el año 2005 conozco los estudios de la radio y la revista Heavy Rock, que compraba con retrasos en Chile y siendo marinero al venir a España. También conozco a Vicente Mariskal Romero, a través del guitarrista Juan Álvarez, del grupo de rock Panzer de Chile (al que a su vez conocía a través de los diferentes conciertos en los que acompañé a la banda chilena por el centro del país).
Con el tiempo, consigo mi residencia permanente en España. Al comienzo, trabajo en lo que podía, pintando, montando armarios empotrados, de albañil, haciendo encuestas, de extra o figurante para una productora, por lo aparecía frecuentemente en televisión o películas de cine. El año 2005 empiezo a hacer artesanías, motivado por mis propios conocimientos y los que iba adquiriendo a través de mis viajes y de las personas que conocía. Así empiezo a viajar por España a fiestas, conciertos, festivales, etc., con mis artesanías de semillas o piedras. De ese modo, logré muchísimas veces colarme a los más grandes festivales de rock en España, mientras vendía mis artesanías y repartía de forma gratuita ejemplares de la Heavy Rock a los lectores y fans rocker@s que se cruzaban en mi camino.
Decidí desde el 2006 no quedarme más en Europa durante el invierno por tanto frío que pasé en mi primer invierno viviendo en el continente, de manera que desde entonces vivo en él generalmente siempre en verano. Después de visitar Tailandia en 2010 y hacer 2 giras por Sudamérica durante casi 2 años, en 2012 decido viajar a México motivado por el encuentro mundial de la Comunidad Arcoíris, llamado Rainbow Gathering que se realizaba a fines de ese año. Al llegar a México, me quede viviendo casi 2 años en ese país y algún mes en Guatemala, alternándolo con el verano europeo.
Con 30 países a mis espaldas, recorridos de todas formas (barcos, aviones, autobuses, bicicletas, trenes, caminando, o de autostop, a dedo o raite ) redacto una crónica de mi vida y aventura en casi 2 años en México y, en menor medida, en Guatemala, países con una cultura indígena milenaria y ancestral.
2 - ENCUENTRO MUNDIAL RAINBOW GATHERING - PALENQUE, CHIAPAS (MEXICO). DICIEMBRE DEL 2012
Ansioso, en octubre del 2012 volé a Mexico. Mi destino principal era el encuentro mundial de la Comunidad Arcoíris o Rainbow en inglés. Sabía poco de esa comunidad mundial de guerreros del arcoíris o de la luz. Después de aterrizar en Cancún y de varias horas en autobús, a comienzos de diciembre llego a Palenque. Al llegar, me reciben varias personas de diferentes países explicándome que es el Rainbow y la Comunidad Mundial del Arcoíris, personas que luchan por la igualdad en el mundo y porque todas las personas tengan los mismos derechos, alimentándose de comida estrictamente vegetariana, frutas, verduras, legumbres, etc.
Alrededor de 10 hectáreas cubrían la zona llena de palmeras, y una flora y fauna densamente poblada por monos que en las noches gritaban fuertemente, dándole más vida a las frías noches selváticas donde muchas leyendas se podían hacer realidad con algunas medicinas naturales y también con la magia de la imaginación entre tanta belleza natural, grillos, búhos, monos, mariposas de todo tipo, serpientes que casi no se dejaban ver y un gran fuego que, junto a algunas grandes estrellas fugaces. iluminaban parte de la oscura noche.
Había gente de más de 60 países diferentes. Dos comidas diarias (a la mañana y tarde), eran el alimento de toda la familia arcoíris. Ahí no se usaba el dinero, aunque pasaba gente haciendo música, cantando en la comida con un sombrero mágico, donde el que tenía dinero ponía y el que no tenía no ponía nada. Con este dinero, se sustentaban las necesidades básicas de frutas y verduras, legumbres, etc. Durante el día había diferentes talleres gratis de música, malabares, acroyoga o pintura. También había un área de niños, y el paisaje daba para un encuentro mundial de culturas del mundo, rodeado de belleza natural, un rio hermoso y la tranquilidad de la selva. Los baños eran secos, se hacía todo al natural y se tapaba con tierra para evitar moscas, haciéndose la famosa composta en la tierra con la basura orgánica.
Duró un mes el encuentro, donde me reuní con muchísimos músicos del mundo. Yo andaba con todo mi set completo de percusiones (35 instrumentos, entre arpas de bocas, bongos, diferentes flautas, etc.), el cual compartí con mucha gente. También realicé algún taller para amigos que querían aprender más sobre la percusión.
2.1 - AGRADECIMIENTO A LAS ALDEAS DE PALENQUE POR RECIBIRNOS EN SU TIERRA
Una de las cosas más hermosas que he vivido en mi vida, entre tantos viajes, países, ciudades etc., fue el ir a visitar dos aldeas cercanas con los herman@s de la Comunidad Arcoíris para regalarles un espectáculo por habernos permitido realizar el encuentro en su tierra. Después de caminar media hora, llegamos a una pequeña escuelita donde había muchos niños y familias esperándonos. Se realizó un espectáculo de malabares, payasos, acroyoga, percusión africana, marionetas, etc., y yo toqué música en cada uno de los espectáculos junto a grandes músicos. La alegría que desprendía esa gente contagió aún mas mi corazón feliz. Nunca había sentido tanta felicidad de cerca por parte de gente indígena que, seguramente, jamás habían visto en vivo este tipo de arte. No querían que nos fuéramos, pero el camino debía seguir y a dos kilómetros nos esperaba otra aldea y más familias y niños. Partimos rápidamente, caminando de nuevo para que no hiciera tarde y al llegar nos instalamos afuera de un centro social de la aldea, recibidos por niños entusiastas y alegres como pocos había visto en mi camino. Se realizaron los mismos espectáculos de antes y se nos hizo de noche. Con una luz remota, los vecinos nos invitaron al centro social donde nos recibieron agradecidos con arroz, frejoles y café caliente, algo que nos vino muy bien. El agradecimiento de esas familias y niñ@s era tan grande que no puedo describirlo en palabras. Las lágrimas se nos cayeron de emoción a varios de los guerreros del arcoíris que estuvimos allí. Al volver caminando a la aldea hablé con los hermanos y les decía: ¨qué fácil es hacer feliz a tantos niños y familias indígenas¨. ¿Cuánto nos había costado esto? Caminar unos cuantos kilómetros. Fue un día que sin duda jamás olvidare y seguro que el resto de la caravana que iba conmigo, aproximadamente 100 personas, tampoco.
3- MÉXICO Y SU CULTURA ANCESTRAL
Sin duda, México es un país grande y que a mucha gente llama la atención por el narcotráfico, la violencia y las mafias, principalmente por lo que ven en televisión, leen en los periódicos o escuchan en radio. Pero a esa gente, le digo que no conocen físicamente que México es más lindo que todo eso y lo que pasa allí también pasa en otros países. Nada nuevo, la corrupción está en la esquina de casa. Al terminar el encuentro arcoíris, me quedé junto a un grupo de gente limpiando el lugar, recolectando y ordenando la basura, tanto orgánica como la composta. Entre los que allí trabajamos, más los indígenas de esa tierra, dejamos el lugar tal y como se recibió un par de meses atrás. Fue una semana intensa de limpieza para después volver a la ciudad de Palenque a realizar una ceremonia de agradecimiento a la ciudad por recibirnos más de 1 mes allí. Se repitieron los mismos espectáculos antes mencionados y cada cual siguió su camino. Yo fui rumbo al Caribe con un artesano y una doctora, ambos Mexicanos. Ellos nunca habían viajado haciendo autostop.
Después de dos días de carretera en camiones y coches, llegamos a Tulum. Para mí fue retroceder casi 20 años en el tiempo, volver a la carretera, a la aventura, sin saber donde llegaría, donde iba a dormir, ni nada. Fue genial. Al llegar a la Riviera Maya, y tras visitar esos templos sagrados y pirámides milenarias, logro entender el porqué la llamada de México, porque generalmente, cuando viajo siempre intento que el lugar me llame a mí y no ir por moda a visitar lugar alguno. Transcurrieron dos meses en el Caribe, entre playas de azul turquesa, cocos a diario, pescado, mariscos, y ceviche fresco, así como frutas; que hicieron de la estancia una parada en el tiempo. Además, la compartí con gente autóctona del lugar, rodeado de arquitectura maya mística, de leyenda, y con una energía bastante diferente y poderosa, que se sentía en cada paso que daba al interior de la selva.
Pasado ese tiempo, me cambio de océano y me voy al pacifico, interactuando entre autobuses, camiones, etc. Recalo en la ciudad de Oaxaca, y después en Puerto Escondido, después de día en una camioneta con una chava (mujer) que me llevó en un 4x4 y que además era guapa (risas), algo que no imagine que me pasaría en la vida. Me dejó en la puerta del hotel.
La ciudad de Puerto Escondido es una ciudad de surfistas, mucho turismo y también pandillas. Pasé un mes allí, trabajando con mis artesanías y tocando un poco de música con bandas de reggae. En esa misma ciudad me tocó algo muy malo como es ver morir a alguien por la ineficiencia y la tardanza de la ambulancia. Frente a mí había un adolescente ensangrentado, producto de unos cortes propinados por otros tipos. Estaba rodeado de gente borracha tratando de ayudar y un par de amigos realizándole reanimación. Después de casi media hora, apreció la ambulancia. Al llegar, un borracho se acercó increpando al conductor y abriendo su puerta, tras lo que este se fue del lugar rápidamente con la ambulancia ante el asombro de todos los presentes. Al final, terminó llevándoselo su propia madre ya muerto al hospital. Fue realmente triste ese momento y de mucha impotencia. Después de esto, decidí salir de la ciudad y seguir rumbo al norte, donde mi destino fue Toluca después de 20 horas de autostop en una camioneta del año de la pera.
Jamás imaginé que llegaría a una ciudad tan aburrida como Toluca, creo que fueron los días más largos y aburridos que pase en México. No me motivaba ni para fabricar mis artesanías ni para hacer música, así que escapé al D.F., la capital, la ciudad más contaminada del mundo, donde un mes me bastó para vivir en el mismísimo caos pero también para conocer el autentico México de pueblo, ese México único, donde el metro aparte de estar lleno de gente, parece un mercado donde en cada parada el vagón cuenta con cinco personas o más que venden todo lo te puedas imaginar, desde caramelos hasta herramientas o cedés piratas, con unos altavoces que se confunden con el sonido del metro. Ese México auténtico, donde sus plazas centrales se llenan de gente haciendo danzas pre-hispánicas llenándolas de incienso natural del árbol del copal (árbol de México que encienden en cada ceremonia). Ese México donde por fumar un porro de maría natural en una plaza, un policía me quiere detener 36 horas, y yo le digo que mi autobús parte en 20 minutos. Me hizo la pregunta clásica de un policía mexicano hacia un ciudadano (que según la ley es un delincuente por la infracción): “¿entonces que hacemos?”. Yo le enseñé 200 pesos mexicanos que tenía (11€) y le dije que eso era para comer y para el hotel, y que tenía solo 50 pesos (3€) para darle. Los tomó, me dio mi documentación, y se fue.
3.1 - RUINAS Y TEMPLOS Y LUGARES SAGRADOS DE MEXICO
Faltan palabras para describir la belleza y energía que derrochan los templos y ruinas sagradas de México. Visité varias en el sur y centro del país, que siempre se tornan pocas. En el sur visite la Riviera Maya y sus pirámides y templos en la ciudad de Tulum, siendo realmente energético para mí ese paradisiaco y a la vez ancestral lugar. Salí recargado de energía de ahí rumbo a las siguientes pirámides de Exbalam y sus templos, en el estado de Campeche. Muy cerca de allí está la famosa pirámide de Chichen Itza, que tan vista está en fotos y videos, y que visite poco más tarde.
Turno siguiente para la selva de Palenque y sus pirámides y templos sagrados en medio de la densa vegetación. La fuerte energía de ese lugar la he sentido solo en pocos otros sitios de América, como Tiwanaku (Bolivia) o Machu Pichu (Perú). Fue impresionante transportarme a un pasado remoto y ver esas divinas obras de arte en el corazón de la selva chiapaneca.
Al norte de la capital, D.F., se encuentran las grandes pirámides de Tehotihuacan. Las del sol y la luna es tremendo subirlas con calor hasta la cima. Llegué deshidratado. Muchos kilómetros caminando al sol valieron la pena por contemplar el paisaje desde la cima de tan impresionantes pirámides.
En Jalisco, Guadalajara, visité minas de ópalos bellísimas. Se trata de una piedra multicolor y muy preciada en el mundo. También vi minas de cuarzo. Allá, en la carretera se puede encontrar todo el suelo lleno de piedras de obsidianas de muchos tipos, así como piedras volcánicas. También estuve en el sitio arqueológico de Guachimontones, en las que parecen ser las pirámides más raras del mundo, con un camino en forma de círculo que llega hacia la cima. Sin duda, el mundo de los templos y lo que queda de grandes ciudades ancestrales milenarias son cosas que siempre han llamado mi atención. Siempre que viajo, en el lugar en el que esté, suelo visitar estas majestuosas construcciones, y mi mente se abre y trata de ver ese pasado en que centenares o miles de personas construyeron a base de un esfuerzo sobrehumano divinas pirámides.
3.2 - SAN CRISTOBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS
He querido dedicar un párrafo aparte a esta ciudad mágica, tierra zapatista que de no ser por el frio, tal vez aún estaría en ella. Pues sí, San Cristóbal embruja a cualquiera con sus calles de adoquines y piedras juntas, que te transportan a las calles de la ciudad de Cuzco en Perú o Valparaíso en mi Chile querido. Es una ciudad que lo tiene todo prácticamente. Es muy barato para alquilar y vivir allí, la comida es barata y también lo es el transporte, aunque puedes caminártela toda o ir en bicicleta, como hacía yo generalmente.
En la ciudad predominan los indígenas chamulas, que son los descendientes de los antiguos mayas y que venden su artesanías en el mercado o en la calle, donde se podía ver a la familia completa trabajando, incluso niños, hasta altas horas de la noche, ya que la ciudad es muy turística porque es un cruce directo para ir al norte o sur de América. Viví en esta ciudad prácticamente cinco meses en mis dos etapas en México (2 y 3 meses respectivamente).
La música y la artesanía estaban ahí mismo, frente a mí. Conocí a David ‘El Pacha’, un gran percusionista que tiene la escuela callejera de Cuba y que con sus manos rompe los cueros. Terminó convirtiéndose en en mi profesor y amigo, dándome clases de bongos por 3€ más de 2 horas, increíble precio. Acabé tocando con él en sus diferentes bandas la percusión, pues viajo con todo mi set completo de bongos, campanas, calabazas, flautas, etc., y compartí con él los escenarios más famosos de tan hermosa ciudad. A la vez, fabricaba mi artesanía en el lugar donde dormía, para después venderla en el mercado varios días a la semana y sacar dinero para los gastos diarios. La magia y encanto de esta ciudad, su cultura y su energía, hacen merecedora una visita segura, así como el desierto, lugares que sí o sí no se pueden pasar por alto si vienes a conocer este país.
Dentro de Chiapas, aparte de los indígenas chamulas, están los zapatistas, que ocupan la mayoría de territorio chiapaneco en unas comunidades bastante organizadas. Hay pueblos en los que no entra cualquiera, porque están ellos mismos cuidando su territorio. Te piden documentación y te hacen todo tipo de preguntas. Generalmente, si no eres latino es casi seguro que no entraras a territorio zapatista, y si lo logras pues estas bastante vigilado, ya que los indios son bastantes desconfiados al comienzo de conocerte, aunque una vez te conocen un poco toman más confianza y seguridad en ti. Eso suele pasar con tribus de indios de casi todo el planeta.
Párrafo aparte merecen la familia de Mundo y Mireya, que en su casa de la ciudad de Palenque reciben viajeros sin cobrarles un peso. Pasé un par de semanas allí en varios tiempos diferentes. A veces llegaba a tener la casa como 20 viajeros más los dueños de casa. Compartir estancia con ellos es sin duda un gran placer, es encontrarse con gente que abre su corazón a los viajeros.
4- DESIERTO DE SAN LUIS DE POTOSI (REAL DE CATORCE - WADLEY)
Como decía anteriormente, siempre que escucho dentro de mí un llamado de un país, ciudad o lugar sagrado, intento seguirlo, y varias semanas anteriores a mi visita, el desierto estuvo llamándome a través de sueños, fotos etc. Eso sí, antes compartí cerca de la ciudad de Puerto Vallarta dos meses con diferentes indígenas. Aparte de los descendientes de los ya conocidos imperios mayas y aztecas, existen muchas tribus de diferentes indios dentro de este multicultural país, entre ellos indios como los Chamulas, de la región selvática de Palenque y los Huicholes, conocidos también como los reyes del peyote. Viven en cuatro regiones de México y una de ellas es San Luis de Potosí.
Para que conozcan mejor este gran país, todo es posible en México lindo y querido. Puedes hacer el mismo trayecto de autobús a diferentes precios (según dinero y tiempo de presupuesto), 1ra, 2da o 3ra categoría respectivamente, con un ahorro bastante grande entre 1ra y 2da. La diferencia era de 400 pesos mexicanos (17€), que en México es una cantidad suficiente para comer una semana. Despues de 15 horas, aterrizo en el pueblo Real de Catorce, una pequeña villa minera incrustada en el corazón de la región potosina. Ahí me quede un fin de semana vendiendo mis artesanías, en la casa de Doña Cata, que recibe viajeros hace muchísimos años en su casa, y el día lunes muy temprano salí caminando hacia el pueblo de Wadley, pasando por el cerro el quemado, una montaña sagrada para los indios Huicholes.
4.1 RUMBO A WADLEY:CAMINANDO LA RUTA DE LOS INDIOS HUICHOLES
El Cerro Quemado es, según la cultura local, donde nace el sol y se ubica en Wirikuta. En este cerro es donde terminan las peregrinaciones de los centros ceremoniales de todas las comunidades indígenas de la zona cuando viajan a Wirikuta a comunicarse con los ancestros y a recolectar jikuri (peyote). Aquí es donde encuentran sus fundamentos como pueblo y las esencias divinas conviven y recrean la leyenda. Reunar es uno de los altares en Wirikuta. En todo Wirikuta (sierra y planicie) lo que habita es sagrado para el pueblo huichol. Wirikuta es uno de los territorios sagrados naturales más importantes del pueblo indígena huichol , y del mundo. Se trata de un territorio indivisible. Allí todo es sagrado: cada planta, cada animal, cada manantial, cada cerro, dentro de las 140.000 hectáreas que conforman la reserva. Wirikuta posee uno de los paisajes más bellos y diferentes del mundo, constituido por un jardín, casi una jungla, de cactáceas frágiles y bellas que no existen en otra parte. Muchas de sus especies, incluido el jikuri (peyote), están en peligro de extinción.
A las 9 de la mañana sali caminando y tome rumbo a Wadley, para evitar tanto sol en mi camino. Después de casi dos horas de trayecto, llegaba a la cumbre del cerro El Quemado, sagrado para este pueblo. Nunca voy a olvidar ese día. Estuve relajado, observando el lugar y respirando la magia de ese sagrada cumbre en donde me encontraba. Visite las tres zonas más sagradas de ese cerro, dos a los costados y una principal en el centro, dejando inciensos en ofrenda y agradecimiento por tan hermosa oportunidad de estar allí.
Estaba tocando la quena (flauta andina de madera) durante casi media hora cuando un guía y un grupo de turistas llegó al lugar. Nos saludamos y el guía me pregunta dónde voy, y le respondo que a Wadley, que se veía a lo lejos desde la cumbre. Él me responde, seguro de sí mismo: "no vas a llegar, es lejos y fácil perder el rumbo". Ante la sorpresa de tal respuesta, lo mire fijamente y le respondí : "Si no estuviera seguro de mí mismo que llegare a Wadley, tomaría una camioneta (furgón), pagaría 50 pesos (3€) y llegaría en una hora". Me he perdido en selvas del sur de Chile o Venezuela, ¿cómo no iba a llegar?
Tomé mis cosas y partí ante el silencio del guía. Había dos caminos para bajar, uno por la cañada y otro, un sendero. Como yo no conocía, tomé un sendero que había en el centro, donde solo bajan los caballos. Tratando de no pisar ningún cactus o planta a mi alrededor comencé a bajar, con las típicas sandalias artesanas hechas por indios de llanta o neumático de automóviles y piel, que son muy resistentes. Las piedras del cerro estaban sueltas, y yo como podía bajaba sin pensar. En un momento resbalé y mi instinto me salvo de caer, agarrándome de una rama y quedando colgado evitando una caída pequeña pero mortal al ser todo piedra. Seguía bajando y cuando pensaba que ya llegaba, el cerro se hacía más largo ante mi incertidumbre y a la vez respeto a ese camino tan peligroso que mis pies habían elegido. Debo decir que el miedo rondó mi bajada del cerro unas cuantas veces, aunque tenía la certeza y seguridad de mí mismo de que llegaría al final del camino. Y así fue, después de 3 horas aproximadamente logré bajar, con la adrenalina al máximo nivel, que solo alguna gran tormenta en los océanos había logrado sacar de adentro mí. Creo que no repetiría bajar por ese mismo camino.
Después de 7 horas de camino y agotado, llego a Wadley, y encuentro a un niño en bicicleta, al que le hago un trueque a cambio de una pulsera mía para que vaya a buscar a Don Tomás, el dueño de varias casas que recibe viajeros hace muchísimos años, para alquilarme una habitación, porque no podía caminar mas. Al llegar Don Tomás a recibirme, me dice: "Te quedas solo en esta casa, la gente andan todos de viaje en el interior del desierto". Al entrar en la morada, ya en mi habitación, los dibujos me transportaron a otras dimensiones. Bellísimos grafitis del universo, estrellas y seres humanos como venidos de otros lugares me dieron la bienvenida a un día de luna llena… Ese mismo día conocí a una chica italiana y otra de Bélgica, con las que me fui al día siguiente a internarme al desierto, en plena luna llena a buscar el peyote, y hacer una pequeña ceremonia de luna llena en agradecimiento principalmente por estar vivos, y en ese lugar mágico y sagrado. Caminando encontré varias plantas de peyote, aunque solo corté las que me iba a comer, siempre tomando conciencia de los muchos años en que tarda en crecer un peyote y el peligro de extinción en el que se encuentra. Encontré por lo menos doce y corte solo tres, que tome con azúcar de caña natural y como té o infusión. Juntamos mucha leña para la noche fría que se aproximaba y la dosificamos para aguantar toda la noche nuestro viaje, fue realmente maravilloso. Escuchábamos ruidos como de un gran concierto de rock o partido de fútbol a lo lejos, pero en realidad eran los coyotes en grupo disfrutando la hermosa luna llena. Mi viaje de peyote duró casi 48 horas. Un gran viaje, mágico sin duda, que te transporta a otras dimensiones y del que la única explicación que puedo dar en concreto es que debería ser un viaje cotidiano para cada persona existente en el mundo probar un poco de jikuri o peyote, para que tomen conciencia de donde vivimos, quienes somos y donde vamos en este mágico y hermoso pero maltratado planeta tierra.
Al volver a casa de Don Tomás, conocí a un mexicano, una española y un portugués, con los que compartimos hermosas experiencias derivadas de nuestro viaje de peyote. También fue mágico conocernos, porque se formó una linda amistad. De hecho, después volví con Édgar y Paloma, que me llevaron en su jeep directamente desde Wadley hasta el corazón del D.F. Excelente viaje, les agradezco tal detalle.
5- GUATEMALA: SAN PEDRO LA LAGUNA y LAGO ATITLÁN
Fue una aventura intensa y larga en furgoneta digna de una película de ciencia ficción, de 12 horas desde San Cristóbal hasta el lago Atitlán en Guatemala. Lo digo porque llegar a salvo fue un alivio, ya que no respetan nada los conductores. Por eso hay tantos accidentes. Creo que no sentía tanto miedo desde que crucé completa en 2010 la carretera de la muerte en Bolivia. Finalmente, logre llegar sano y salvo hasta Panajachel, donde rápidamente tome una lancha que me cruzó el lago hasta el pueblo de San Pedro.
Casi un mes estuve en este hermoso lago de Atitlan, rodeado de volcanes en el pueblito de San Pedro. Me hospedada en casa Emmanuel, donde tenía mi habitación por 20 quetzales (2e) y vendía afuera mis artesanías, mientras las fabricaba también. Tenía una hermosa vista al lago y la compañía de mi música y mis cigarritos naturales. No había necesidad de moverme de ese lugar, lo tenía todo allí, parecía que el tiempo se había detenido para mí. Me conmovía la humildad y sencillez de los indígenas del lugar, descendientes autóctonos mayas. Disfrutaba al máximo comiendo esos huevos del campo de los indios tan difíciles de encontrar y sus frutas y verduras frescas hacían recordar el Caribe. Fue un mes maravilloso y de autoconocimiento personal. También rodeado de música, porque estuve tocando en algún bar del lugar.
5.2- LA CIUDAD DE ANTIGUA.
Un fin de semana estuve en esta hermosa y tradicional ciudad de Antigua, que está al norte de la ciudad de Guatemala, capital del país de mismo nombre. Bastante turismo acá, aunque mi visita se debía principalmente a buscar a la señora Delia y familia, que son artesanos que toda su vida han trabajado la piedra de jade, la cual necesitaba para hacer mis artesanías así como para el trueque. Después de una lluvia torrencial y llegar todo mojado, encontré a la señora Delia y familia, que me sorprendieron en su casa con sus maravillosos tallados en piedra. Compré varias piezas y aprovechamos para hacer trueque de ópalo y ágatas de fuego en bruto por jade. Sin duda, muy buen cambio.
La ciudad en sí es bastante fría, pero acogedora, aunque cara.
6- AGRADECIMIENTOS, COLABORADORES y CONTACTO
Es difícil dar nombres y agradecimientos a tantas personas que me han ayudado en mis viajes por el mundo. Aunque no los nombre a todos ellos, saben que están ahí. La misma gente que compra mis artesanías hace mis viajes posibles.
Agradezco principalmente a mis padres por enseñarme a respetar y valorar la amistad por encima de todas las cosas y a los amig@s que he hecho en cada país, ciudad, aldea o pueblo que visité. También a aquellos que me dieron un lugar para dormir, ya sea cama, sofá o para armar mi carpa o tienda de campaña.
En estas crónica, deseo principalmente agradecer:
A Juan Álvarez (Juanzer), guitarrista de Panzer Chile, por luchar siempre por un ideal en mi país, donde tan difícil es abrirse un espacio en el rock and roll, y por ponerme en contacto con Vicente Mariskal Romero en España.
A Vicente Mariskal Romero, por haberme pedido que redactara esta crónica y darme la oportunidad de compartir mis experiencias con muchas personas del mundo. Y por entrevistarme con tanta efusión cada año en sus programas antes de continuar mi camino viajero.
A Juan Destroyer, que siempre está predispuesto a ayudarme en lo que necesite.
A Ana Morga Bernet, mi amiga y hermana., que me brinda un espacio en su hogar cada vez que visito Madrid y hace que me sienta como en mi casa. También por su tiempo y amor.
A Nicolás Tapia, viajero chileno y cronista radicado por ahora en México, por sus aportes y recomendaciones para que esta crónica fuera posible, además de las buenas comidas preparadas en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
A Alejandro Banda, porteño, chileno, profesor de lengua y literatura, poeta, escritor y actor; con el que compartí escenario haciéndole la música para sus poemas, viajes, conciertos, fútbol y buenos momentos; por tener la paciencia de revisar y corregir mi crónica al completo.
6.1 CONTACTO
- Para cualquier consulta de viajeros, datos de autobuses, vuelos, hoteles baratos, lugares o ciudades para visitar, consejos de viaje, clases de percusiones básicas e instrumentos del mundo.
- Si quieren ver las artesanías que hago con piedras: pendientes (aretes), colgantes o collares, anillos, pulseras, objetos con vertebras de serpiente (que son recicladas, ya que la gente se las come en Asia y otras personas reciclan y me venden el material con que hago anillos, collares, pulseras, brazaletes, etc).
Pueden mandar un email a: Ciudadanodelmundo2@gmail.com
PD: Si nunca has viajado y quieres viajar, tienes que tener convicción y creer en ti mismo. Fluir es la palabra que necesitaras siempre en tu camino, recuerda que lo que siembras, lo cosechas.
Marcelo Durán Bustos(pichihuentru).
TEXTO, FOTO Y EXPERIENCIAS: MARCELO DURÁN
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4 comentarios
Genial genial tus experiencias de viajero y enriquece el conocimiento indígena . Un saludo y q sigas contando tu experiencias genial
Me ha encantado cómo describes ese placer de viajar, esa necesidad que algunos sentimos de conocer. Me has hecho viajar otra vez a la bellísima comunidad de Rainbow, a Chiapas, y a todo México en general.
Ahora tengo la curiosidad de conocer Guatemala!
Excelente el articulo de este amigo viajero.No conozco México,pero la descripcion de sus pueblos indigenas es tan precisa y llena de detalles que me transportó como si lo viera,ademas de las estupendas fotos.Como no todos podemos tener este modo de vida tan viajero,fue un agrado conocer sus aventuras que estoy segura continuarán.Siga viajando,fluyendo y escribiendo no mas.