Sweden Rock 2017: crónica de la tercera jornada
13 junio, 2017 12:38 pm Deja tus comentariosSölvesvorg, Suecia.
Tras la fina pero ininterrumpida lluvia que nos visitó durante el concierto de Edguy, la previsión del tiempo para esta tercera jornada de festival era buena: alternancia de sol y nubes, clima que propuso un bochornoso e intenso calor que incrementó aún más la necesidad de estar en compañía de elementos líquidos con los que poder seguir teniendo fuerzas para disfrutar al máximo de otro gran y apasionante día en la pradera del SRF.
Aún con las buenas sensaciones que me dejaron, sobre todo, Aerosmith e Iced Earth, inicio el día frente al 4 Sound Stage, lugar en el que The Unguided estaban desplegando un potente metalcore melódico a doble voz que me recordó a lo expuesto por Sonic Syndicate, aunque menos decantados al death. De hecho, los cantantes Roland Johansson, Richard Sjunesson y su hermano, el guitarra rítmica y teclista Roger Sjunesson, eran miembros de Sonic Syndicate. The Unguided se tomaron muy en serio la oportunidad de actuar en el Sweden Rock, como debe ser, y aprovecharon bien su timing sobre las tablas sudando la camiseta a pesar de la hora y el aún escaso público que frente al escenario nos encontrábamos. Con su pasión y buen hacer musical en “King Of Clubs”, “Judgement”, “Nighttaker” y “Betrayer Of The Gods”, en mí ya tienen a un nuevo adepto.
Este año ha sido el año que personalmente más me ha costado decidir en qué escenario posicionarme. La duplicidad de estilos ha sido mucha, y decidir a veces no es fácil, pero a veces hay que hacerle caso al cuerpo y cuando te pide caña hay que dársela, estamos en tierras vikingas y eso hay que explotarlo. Es ello que aunque en el Sweden Stage estaban los siempre atractivos Wishbone Ash, no sin dudas pero con todas las ganas me posicioné ante el Rock Stage para desbarrar con el heavy metal siempre directo y efectivo de los germanos Primal Fear, a los que ya hace bastante que no veo en directo. Con un nuevo doble Live a las puertas, ‘Angels Of Mercy’, y unos conciertos que nunca me han defraudado, puse a prueba mis cuerdas vocales frente al carisma de un Ralph Scheepers que sigue conservando su actitud y potencial laríngeo, algo mostrado sobradamente en himnos como “In Metal We Trust”, “Rulebreaker”, “Nuclear Fire”, “Chainbreaker” y el imponente “Metal Is Forever”. Tras la reincorporación hace unos años de Tom Naumann y las virtuosidades, a veces algo exageradas, de Alex Beyrodt, Matt Sinner ha conseguido hacer un bloque metálico de una banda a la que ya debemos considerar de culto en la historia del heavy metal.
Y los conciertos de ámbitos similares seguían solapándose; poco se les puede reprochar a la organización de un festival que sabe cuidar y mimar los detalles. Sin embargo, resulta extraño que suceda en el Sweden y es algo que la organización debe intentar solventar en próximas ediciones, ya que la oferta en estilos y los horarios son tan extensos y variados que cuesta creer que es imposible adecuarlos al mejor disfrute de un público que sin duda agradeceríamos mucho se recondujera ese aspecto y con el que de bien seguro volverían a ganar en audiencia y mejorarían las críticas. En ese sentido, la coincidencia de dos bandas difíciles de poder disfrutar en directo, como son Kix y King’s X, hizo difícil la elección, pero la oportunidad, quizá única de poder ver en acción a Kix con una formación de lujo, decantó mi balanza.
Kix se presentaban en el Rock Stage con un concierto que redondeó lo vivido hasta el momento en el ámbito del hard rock, el glam y una de las cunas del sleazy. Kix actuaba por primera vez en Suecia y segunda en Europa con su cantante original, Steve Whiteman, como conductor de una formación que en los ochenta se supo proponer como una banda destacada en el ámbito, hasta que la ebullición del estilo del grunge hizo mella en muchas bandas como ellos. La siempre peculiar voz de Steve supo convencernos ante las dinámicas interpretaciones de unos himnos que, a pesar del calor, disfruté hasta la deshidratación, siendo los momentos propuestos por “Midnite Dynamite”, “Cold Shower”, “Cold Blood”, “Bang Bang (Balls Of Fire)”, pieza que en su día compuso Kip Winger, y la power ballad “Don’t Close Your Eyes” los que más responsabilidad tuvieron a la hora de hacerme correr a la barra para recuperar el líquido perdido. Que vuelvan, ¡y pronto!
Seguían los solapes de buenas bandas y estilos paralelos. En este caso tuve que decidirme entre Gotthard y The Dead Daisies; fue el concierto que el pasado diciembre dieron The Dead Daisies en Barcelona y la potencia con la que suena su nuevo doble en directo, ‘Live And Louder’, lo que me hizo decidir a plantarme ante el 4 Sound Stage para disfrutar nuevamente de un directo y una banda convincentes al 100 x 100. Sabido es que cuando el buen rollo y la calidad se unen es difícil que algo se tuerza. Si el pasado año el concierto de Barcelona fue muy bueno en todos los sentidos, aquí, en un Open Air, con buen sonido, un escenario más amplio y más público de apoyo, la cosa rozó el sobresaliente. Nada vamos a descubrir de John Corabi, Dough Aldrich, Marco Mendoza y Brian Tichy, pero sí de David Lowy, a quién no tuvimos la suerte de poder ver en los conciertos de Barcelona y Madrid. ¿Qué decir de él? A parte de su parecido físico con K.K. Downing, que da totalmente la talla ante unas estrellas tan granadas como el resto de la formación. Con muchas ganas, gran comunicación, temas hímnicos, estribillos pegadizos y divirtiéndose en cada parte del concierto temas como “Long Way To Go”, “México”, “Make Some Noise”, o “Mainline”, y las versiones “Fortunate Son”, “Helter Skelter”, un “Highway Star” que seguro ahora mismo firmarían interpretarlo así los propios Purple y “Midnight Moses” supusieron una fiesta grande que desgraciadamente no van a poder repetir en el Azkena. Si The Dead Daisies siguen en esta tónica, en breve les veremos en el escenario grande del Sweden. Tiempo al tiempo…
Tras el final de The Dead Daisies aún quedaba algo más de quince minutos para poder disfrutar de unos Gotthard que volvían a cubrir el escenario grande del festival. El divertido “Lift ‘U Up”, la emotiva “Anytime Anywhere” que tantos recuerdos me trae de Steve Lee, una nueva versión del “Come Together” de los Beatles, quizá la versión menos efectiva de las tres que escuché en el festival, y un interesante “All We Are” fueron la parte final que disfruté de un concierto, que según me contaron estuvo más que correcto. Nos vemos en el Rock Fest...
Tras las buenas dosis del hard rock expuesto por The Dead Daisies y la pequeña parte del concierto de Gotthard, tenía ganas de no bajar el subidón, y de nuevo las dudas, en este caso personales ya que los estilos eran muy diferentes entre sí... ¿Metal Church o Clutch? La decisión no fue fácil, pero el no haber podido ver nunca a Clutch decantó mi balanza para posicionarme ante el Rock Stage, escenario sobre el que una banda en la que los parámetros del rock denso con ánimos sureños y visos stoner fueron volcados sin descanso a través de la energía de su frontman y cantante Neil Fallon. “Crucial Velocity”, “Gravel Road”, “Mice And Gods”, “Profits Of Doom”, “Burning Beard”, “The Face”, “Noble Savage”, “Electric Worry” o “Firebirds!” fueron muestras de entrega vocal, mientras el resto del cuarteto prácticamente se dedicaban a tocar casi estáticamente. Pero, sinceramente, eso poco me importó ya que Fallon se valió él solito para llenar totalmente un show que estoy deseando volver a repetir.
Muy pocas oportunidades hay de ver al guitarra de la E. Street Band de Bruce Springsteen, Steve Van Zandt, “Little Steven”, en directo, y el Sweden Rock ha hecho un gran esfuerzo al incorporarlo al cartel, pero sinceramente el inicio del concierto me sacó de él. Sí, los fans del boss podéis decir que soy un tipo cerrado de miras, que no se valorar la calidad de un músico de su talla, en fin que con gusto os contestaré uno a uno si así lo queréis, pero un buen sonido y un buen músico no lo es todo en un concierto, y la verdad, para nada me apetecía estar escuchando soul cuando en el 4 Sound Stage están actuando uno de mis cantantes favoritos, John Lawton. Las fotos, escuchar los tres temas de rigor desde el photopit durante el difícil ejercicio de buscar un buen encuadre, enfocar, buscar la pose y luz ideales ante un escenario de casi tres metros de altura, y a correr como un kilómetro para perderme lo menos posible del buen concierto que en el mismo lugar que hace dos años volvieron a ofrecer unos rejuvenecidos Lucifer’s Friend que sí me sedujeron por completo.
Lucifer’s Friend ya habían tocado en el Sweden, exactamente en el mismo escenario, el 4 Sound Stage, y también lo hicieron coincidiendo con otros grandes, en aquella ocasión con Möttley Crüe. El quinteto originario de Alemania se empleó a fondo en unos temas de cabecera en el hard rock progresivo de un setlist que se me hizo excesivamente corto. Lo cierto es que no sé cuántos temas me perdí antes de llegar al frontspace, pero sí pude disfrutar de la amplitud y técnica elevada a la majestuosidad por el apoyo en la voz de John Lawton de “Keep Goin'”, “Hey Driver”, “Riding High”, “Moonshine Rider”, “Demolition Man”, “Burning Ships”, “Ride In The Sky” y la cortísima balada que Lawton interpretó mirando el reloj, “When You’re Gone”. ¡Qué grandes!
Con el espíritu bien alto y a punto de volver a ver a una de mis bandas favoritas sobre el Rock Stage, en su única actuación en Europa, Ratt se nos presentaban con una formación de auténtico lujo: Stephen Pearcy –voz-, Warren DeMartini –Guitarra-, Carlos Cavazo –Guitarra-, Juan Croucier –Bajo- y con Jimmy DeGrasso supliendo a Bobby Blotzer. Ratt mostraron su espíritu más intenso y apasionado, aunque es cierto que Stephen estuvo menos expeditivo que las dos anteriores veces que he podido verle en directo; eso no quitó peso a una actuación que en los momentos más álgidos provocó dosis de slam en un frontspace que excepcionalmente las ha vivido ante él. La fuerza de la banda se propuso aposentada en un setlist repleto de himnos que nos hicieron saltar, cantar y perder la voz, sobre todo en su parte final. “Wanted Man”, “I’m Insane”, “Dangerous But Worth The Risk”, la version ya clásica de “Walkin' The Dog”, “Way Cool Jr”, “You Think You’re Though”, “In Your Direction”, “Loving You Is A Dirty Job”, “Slip Of The Lip”, “Nobody Rides for Free” y “Lack Of Communication” fueron los previos antes de que se desatara la locura total ante “Lay It Down”, “You’re In Love”, “Body Talk”, “Back For More” y el explosivo extra que propuso un incendiario “Round And Round”. Aunque dos de mis clásicos favoritos se quedaron en el tintero (“Slip Of The Lip” y “Shame Shame Shame”), creo que el setlist lo dice todo. ¡Apabullantes!
Me extenderé poco, de hecho no hay mucho que contar si estuvisteis en el Rock Fest del pasado año, y es que Scorpions realizaron prácticamente el mismo show que en Barcelona, un show que agradó a unos y que aburrió a la mayoría. Scorpions se encuentran en un momento bajo de su carrera, pero aun así siguen atrayendo a un público que le es fiel en las buenas y las malas, en las duras y las maduras, y siguiendo los fáciles y mediocres parámetros, como el concierto, hubo una de cal y otra(s) de arena. Dejaré a parte si Scorpions deberían haberse despedido hace tiempo, y desde luego que respeto totalmente a aquellos que se lo pasan bien ante sus hits, sus puestas en escena y su espectacular show visual, pero la verdad es que sólo Mikkey Dee dio la talla ante un show previsible, un sonido muy bajo y un Klaus Meine casi inaudible.
Si bien Rudolf Schenker y Mattias Jabs estuvieron más activos que en Santako, la expresión total de la banda fue la de cumplir y poco más. Los momentos más destacables del concierto se dieron ante “Bad Boys Running Wild”, “The Zoo”, “Coast To Coast”, “Blackout”, “Big City Nights” y los bises propuestos por “Coming Home”, “Still Loving You” y “Rock You Like A Hurricane”. Ni el set setentero conformado por, a mi gusto, fragmentos demasiado cortos de “Top Of The Bill", "Steamrock Fever", "Speedy’s Coming” y “Catch Your Train”, una insulsa y también corta versión del mítico “Overkill”, durante el que se reprodujeron imágenes de Lemmy en blanco y negro (si Lemmy levantase la cabeza…); pieza que se fundió por un solo de batería por parte del mejor de la actuación, Mikkey Dee. Como decía, ni esa parte del set pudo dar una talla que personalmente dudo que vuelvan a recuperar. Aunque seguro ayudaron a vender bastantes tickets, ante esta actuación no merecieron cerrar uno de los días del Sweden Rock. Creo que la primera parte de la letra de “Top Of The Bill” perfectamente podría definir el actual estado de Scorpions. Quizá en otra…
Con la sensación de vacío, y para qué negarlo, algo de tristeza por lo de Scorpions, aún quedaba tiempo para cerrar el día con buenas sensaciones. La propuesta de los piratas del heavy/speed metal Running Wild iban a ser los que arreglasen la noche. Es una de esas formaciones que se prodigan demasiado poco por los escenarios, pero son un valor seguro en sus shows. Con efectos pirotécnicos, aunque no tantos como los del día anterior con Edguy, un sonido sólido y una entrega que sólo se rompió en los lapsus excesivos que Rock ‘n’ Rolf proponía entre tema y tema, por lo demás, una gran actuación merecedora de la entrega con la que se recibieron piezas angulares de la historia de los de Hamburgo como “Bad To The Bone”, “Soulless”, “Riding The Storm”, “Lead Or Gold”, “By The Blood In Your Heart”, “Running Blood”, “Under Jolly Roger” y el bis final que supuso “Conquistadores”. Quizás me esperaba un set con bastantes más clásicos con los que despuntar este buen concierto pupilado por Rolf Kasparek, pero la entrega del cuarteto y las ganas de seguir pasándolo bien hicieron bueno como cierre el concierto de unos Running Wild que seguro volverán a brillar en el Rock Fest, aunque espero que desenterrando más clásicos que los expuestos en el Rock Stage.
Con la pesadumbre de que esto está llegando a su fin, pero contento por lo vivido en otro intenso día en el que la mayoría de las bandas cumplieron con creces, me dirigí a mi tienda de campaña para recuperar unas fuerzas que deberían permitirme seguir disfrutando con pasión lo que aún quedaba por disfrutar en el Sweden Rock.
Texto y fotos: Josep Fleitas
- Leyendas del Rock lanza un nuevo avance de 16 bandas para su cartel de 2025 liderado por Fear Factory, Lord of the Lost y el supergrupo Cemetery Skyline - 21 noviembre 2024
- Bolsa de noticias: Cradle of Filth (horarios de los conciertos) - Ancient Settlers - Serafín Mendoza - Rockbender - Sexitanian MetalRock Fest - 21 noviembre 2024
- Crónica de Nurcry + Judas Resurrection en Madrid: Reyes del heavy metal - 21 noviembre 2024