Rock & Tour

12 septiembre, 2012 8:54 pm Publicado por  4 Comentarios

 

AngelinesEn Toledo, Ciudad Imperial, encrucijada ejemplar de cristianos, judíos y musulmanes, Patrimonio de la Humanidad, enigmática y evocadora, sobre su Catedral y esa joya incomparable que es la Custodia, gira la trama de la primera novela de la escritora y seguidora de los mejores y más potentes sonidos rockeros  Angelines Medina.

Con el título de "Un Toledo sin Corpus" y publicado por la editorial Ledoria, nuestra insigne colaboradora ha creado una alucinante historia con fondo musical de lo más heavy. Con prólogo de Mariskal, quien dice de ella: "enlaza los sonidos más auténticos con una literatura fresca y envolvente para oídos y ojos de corazones inquietos".

Angelines nos muestra el Toledo mágico, que visitan millones de turistas, venidos de todo el planeta, atraídos por tantos alicientes, desde la visión que la inspiro ésta muy recomendable novela.

¿Quieres ver el fabuloso decorado dónde se desarrolla la historia con su banda sonora?

¿Quieres ser uno de ellos?

Pues…

 

 ¡VEN!  por Angelines Medina, Escritora


 -¿Te atreves?

- ¿Cuál es el objetivo?

- La Custodia de la Catedral de Toledo. Una de las mayores joyas de orfebrería de toda la cristiandad.

- ¿Ah sí?

- Sí, mírala. No sólo es bonita, sino que está confeccionada con el primer oro traído de las Américas por Cristóbal Colón. La decoran figuritas esmaltadas, torrecillas de filigrana, piedras preciosas, perlas, plata… pesará unos doscientos kilos.

 - ¡Vaya, eso debe costar una dineral!

-Incalculable, en especial por su antigüedad y valor histórico. La ordenó labrar Isabel La Católica y el Arzobispo Cisneros. Si hubiese que ponerla velas en una tarta para celebrar su cumpleaños, la Custodia soplaría más de quinientas.

- Nos conocemos Zero. Tú calculas lo incalculable.

Zero sonrió y escribió la cifra en el plano que extendía sobre la mesa.

- ¡… y tengo comprador! ¡Juega conmigo! (Spiel mit mir) ¡Ayúdame! (Hilf mir)

- Así, de repente…

- ¡No te hagas de rogar! ¿Quieres venir o qué?

- ¡Yo quiero! (Ich Will!)

… y ahora estás aquí. Con ellos y conmigo.

¡Sabes quienes son! ¡Los de esa banda de rock industrial que tanto nos gusta!

Sí, los alemanes. Su música es acojonante, pero además resulta que son lo que parecen: metódicos, feroces, intensos, dinámicos, violentos, sanguinarios, pirómanos y muy-muy explosivos.

 Su verdadero oficio es éste.

 Ahora quieren robar la Custodia. Fíate de ellos. Lo tienen pensado al milímetro.

 ¡Vamos, es muy fácil! ¡Dame la mano! Seremos una auténtica Bestia (Tier)

 Te cuento el plan. La Custodia está expuesta dentro de la Catedral de Toledo.

 Pero una vez al año (antes dos), la sacan en procesión por las calles. ¿No has oído hablar del Corpus?

 En cuanto llegue al Zocodover, que es la  plaza principal, la enganchamos a un helicóptero y nos la llevamos por los aires, dejando tras nosotros… ¡fuego libre! (Feuer Frei!!)

 -Rodearemos el Alcázar girando hacia la Izquierda 2 3 4 (Links 2 3 4)

 Desde lo alto veremos el río Tajo y algún marinero (Seemann)

Disfrutaremos de las vistas desde el Valle, donde se divisa la ciudad construida sobre una montaña, con todas las casas apiñadas, unas sobre otras, y rodeadas por el río asemejándolo a un islote. Nos deslumbraremos con el Sol (Sonne)

 Como un ángel (Engel) sobrevolaremos el barrio de la Judería, donde está la Sinagogas del Tránsito y Santa María La Blanca, la Casa del Greco y el monasterio de San Juan de los Reyes.

 Nos reiremos de la férrea muralla y sus enormes puertas, construidas en el Medievo para proteger a Toledo de los malos.

 ¿Y después?

 Trincamos la pasta y…¡viaje, viaje! (Reise, resise)

 ¡Podemos ir a America (Amerika) o a Moscú (Moskau)!

 ¡Que no te haga sufrir la Nostalgia (Sehnsucht)!

 ¡Ahora toca vivir!

 ¡De gira con ellos!

 

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ROCK Y ALUCINE...También podíamos titular esta colaboración entre el rock

y los viajes de nuestra colaboradora,  médico de familia y escritora ( En El Columpio Hindú su última obra publicada) María José Al

varez Pasquín que uniendo la apasionante vida bohemia del matrimonio formado por  los escritores norteamericanos Jane y Paul Bowles y su vinculación a los Rolling Stones en tierras marroquís ha pergeñado esta inquietante y friki   historia a partir de su visita a la tumba en Málaga de la escritora fallecida en la ciudad andaluza en 1973.

Heavy stone: “Quiero estar sepultada contigo” – dice

Jane Bowles al hermano José en San

Miguel, Málaga.


Fue una mujer inquieta, autora de obras desazonadoras. Siempre se mantuvo en el territorio de la duda y recurrió como arma de salvación a su gran capacidad de sorprender.  Aquella “cabeza de gardenia”, como la describió Capote, hizo de su vida plena literatura, y utilizó la escritura para indagar en los pasajes mas sombríos de su vida. Le persiguió el pecado y la culpa a la vez que fue rompedora en su estilo de vida y en sus conceptos. El alcohol, la magia y la enfermedad acabaron con ella. Los Rolling Stones, a su sombra grabaron años después y con los Jajouka por mediación de Paul, su marido, músico y escritor .



Hay tours que uno no saben donde se inician, porque tienen tantos posibles comienzos como este relato. El viaje podría haber empezado con una llamada telefónica a un destinatario que se encontraba precisamente en Marruecos, y entonces no he llegado a mi destino. O el relato puede iniciarse con una canción, mezcla explosiva, “We love”, Rolling&Beatles, http://www.youtube.com/watch?v=xaU7wvtO_ZI , rememorando esa extraña pareja que fue el matrimonio Bowles, sobre el que va esta historia y observar la influencia de la música oriental en esos ritmos repetitivos e hipnóticos, aunque dicen que es escasa.

O podemos empezar la historia por el final e irnos al 50 aniversario de los Stones http://www.lavanguardia.com/20120413/54284755583/rolling-stones.html , que se celebra en breve https://mariskalrock.com/index.php/tag/keith-richards/ , y ser la excusa para escribir este artículo, pues se desplazaron a Marruecos para investigar sus sonidos ancestrales . O encontrar el motivo para largarme a Tánger en los pocos (y cada vez menos) días de vacaciones. Antes de que al gobierno se le ocurra quitarme todos.

La realidad: con destino Nerja (Málaga) y pertrechada con un par de librotes para la playa, Memorias de un nómada de Paul Bowles, su autobiografía y biblia de su vida, y la biografía de su mujer, Jane, escrita por Millicent Dillon me encaminé hacia una toalla, sin sombrilla – no me gusta cargar- para descubrir que nihabía sitio en la playa, ni podía sufrir tanta familia acumulada y que las medusas invadían la orilla por lo que mi trayectoria tenía que diferir y eludir el tiempo clásico de morenez.

Así, tras una mañana de esas de mercadillo y gitaneo, tras poner tatuaje a la sobrinilla para presumir de tía guay (doble sentido), vestido piel de serpiente x 5 euros (discusión si aspecto de putilla barata o tipazo colegial) y descubrir elefantes en una cacharrería, decidí que leído lo leído debería aprovechar para hacerme con alguna cosa escrita personalmente por Jane Bowles, para formar mi propio criterio. A esas alturas sabía que había fallecido el día de mi cumpleaños, que la definían como sofisticada e infantil (creo que yo tengo algo de eso), que le gustaba formar jaleo(fiestas, mogollones y teatros) y que escribía menos de lo que hubiera deseado (vamos, como yo). Además fue el epicentro de Tánger donde todos los escritores míticos americanos (Tenesse Williams, Truman Capote, Libby Holman y más), los que han conformado la literatura legendaria de esta tierra, pusieron el pie y alguna cosa más, pues la libertad y la curiosidad sexual formaban parte de su espíritu. Y el alma de la casa, la receptora, la creadora de ambiente era Jane. Como decía Paul, hay determinadas zonas de la superficie terrestre que tienen más magia que otras (como Marruecos, sin duda). Y personas también, como Jane. Por eso se casó con ella. A pesar de la ambigüedad sexual de ambos.

Volviendo a la mañana famosa: librería de segunda mano, librero inglés, of course…ningún libro de la Jane…The sheltering sky de Paul, de lectura que todavía no he leído, pero sí visto la peli. Segunda librería …Europa…el nombre de la misma, con periódicos en todos los idiomas…¿Qué si algo de James Bond?-contesta el librero septuagenario e interesante de pelo canoso- Lo último que he sabido es que se tiró en paracaídas con la Reina. –No, de JANE BOWLES-repito. Pues precisamente he leído algo sobre ella aquí, Málaga Misteriosa…donde está encerrada, perdón, enterrada mi ya amiga Jane, que reaparece el día de mi cumpleaños.

Decisión tomada. Resuena el ritmo de Jajouka en mi corazón, se me van las caderas de contento. De cómo comienza un relato o un viaje…en música marroquí de una región que recuerda a la Málaga de mi infancia. http://www.youtube.com/watch?v=44ogXghLSdI De la danza tribal a la que me ha llevado mi amiga Cris o a la que ahora viene con fuerza: Paul Bowles, los Rolling grabando con magnetófono la música de antes de la historia y conjuntamente  http://www.youtube.com/watch?v=vHM37MFniKU . Casualidades. Pues sí, decido tomarme un día de asueto en exclusiva…a conocer ese fantasma que sé que me cae bien…Mi primo me presta un coche, me apoya en mi chaladura y allá que voy, al cementerio de San Miguel, al abrigo del aire acondicionado pues cae una buena, pura semana de alerta. Día mítico.

Allí que aparezco tras un par de vueltas pues el tom-tom de mi móvil no se orienta bien…ni yo tampoco. ¿Tretas de fantasma o fantasma de guerra? Bueno, el caso es que llegué, las 13 horas. No sé si me iría la testa…avancé…me encontré a una vigilante tipo Securitas que me encaminó de vuelta a la calle de las Ánimas, nada rockera ella. Allí, la lápida, mármol negro, brillante, como los ojos de Jane, heavy. Par de fotos, aquí allá, con su biografía, más acá…Un calor…Y bueno, pues ya que estoy allí decido que por supuesto no me puedo ir tal cual, nadie me ha contado nada del fantasma, de esa Jane que se aparece según el Málaga Misteriosa, que los vigilantes la ven, vestida de negro y desaparece antes de que puedan darle alcance.

Porque a Jane le gustaba todo lo extraño, le fascinaba la cultura marroquí, se enamoró de una mora, Cherifa, de la que dicen que la envenenó. Paul estaba convencido de ello. Y cada uno estaba celoso del amante homosexual del otro, no lo podían soportar. Aprendió a hablar su idioma, trapicheaba en el mercado, se fundía en los centros de mujeres, se deleitaba con su ropa y su comida que aprendió a cocinar. Jane tanto se inmiscuía en la cultura occidental de forma exquisita, jamás una palabra malsonante, como caminaba descalza y creía en esos espíritus que la poseían…sexo y espíritu eran los temas de sus escritos…y la música, la grabada por Paul, la creada por Paul, compositor y músico, alumno de Aaron Copland, con el que viajó por primera vez a Marruecos, flotaba por ahí…hasta que predominó su carácter de escritor.

Y el alcohol, sobre todo el alcohol, junto con un poco de pastel de hachís y/o marihuana en otra de sus formas, alicientes para ir a más…finalmente causa de su deterioro que la llevó a infartos cerebrales, a psicosis maniaco-depresiva…eso son los diagnósticos oficiales…Otra  versión no contrastada es que Jane sufrió en el contexto de su alcoholismo y su personalidad lo que se llama el síndrome de de Wernicke y la psicosis de Korsakoff, que suena muy soviético, pero que no es otra cosa que la falta de vitamina B1 extinguida del cuerpo por la bebida. Produce alteraciones de la vista, infartos cerebrales y brotes de locura, como le pasó a ella.

Volviendo a mi paseo por el cementerio, torrada cual sardina (¿seré yo la loca?), me encontré una figura que me resultaba familiar (llegué a la conclusión que por recordarme a uno de los personajes de El nombre de la Rosa http://www.elespectadorimaginario.com/pages/mayo-2011/criticas/el-nombre-de-la-rosa.php ). El mismo aire, la misma voz, algo meliflua, un toque, el hábito…Preguntado su nombre, me informó que se trataba del Hermano Fernández ¡el mismo que relataba la visión de mi amiga Jane! Y no una, sino varias veces, en numerosas ocasiones. ¡Que buena fortuna la mía! Conocer de verdad a alguien que ha visto a un fantasma de carne y hueso. Y además que se aparece el día de mi cumplemás, y eso que no lo celebro. Pues eso, que Jane, cuando sus huesos fueron trasladados de lugar en vez de ir a parar a la fosa común le dijo: Quiero sepultarme contigo, hermano José. Vete a tu celda, coge tu hábito, tu cordón y tus sandalias y ponlas conmigo. Y el hermano José fue a su celda, cogió su hábito, su cordón y sus sandalias y las enterró debajo de Jane. Y él me jura que esto es así y que si levantáramos la lápida podríamos verlo. Y yo le creo. Una duda. Si él está sepultado con ella, ¿no soy yo la que ve  fantasmas?

Y además el hermano José me juró que Jane es muy milagrera, que por eso tiene guardado un mechón de ese cabello moreno que todavía le quedaba, que lo tiene guardado en una urna de esas, tipo Tánger, marroquí. Que ha convertido en fértil a alguna mujer que no podía tener hijos, ella que nunca los quiso…a la vejez viruelas. Y que salvó de la ruina a más de uno, ella a la que le horrorizaba quedarse sin pelas, pero que en sus brotes de locura regalaba los cheques y dispendiaba lo imposible, además de ser robada a conciencia por moros y cristianos.

En fin, que de vuelta a casa, proseguí en mi locura bowliana y aquí ando programando la segunda parte de esta historia que no tiene otro final posible que el desembarco en Tánger 2012, año del 50 aniversario de los Rolling Stones, a 24 años de su histórica grabación tras una primera fallida...Así que sugiero un evento al que me pueda apuntar…estoy segura de que el espíritu de Jane sigue por allí y de que Cherifa la persigue…y yo también.

Como colofón, el video dedicado por la ciudad de Málaga a J. Bowles en 2010

http://www.youtube.com/watch?v=Bo8h5EMdnns

Y un deleite, Dancing in the Dark, con música de los Jajouka

http://www.youtube.com/watch?v=xjKOUK6G000

Otros recursos utilizados:

Paul Bowles y los Rolling Stones, un viaje por los sueños. En el blog Exploraciones introversas http://nemogc.blogspot.fr/2011/01/paul-bowles-y-los-rolling-stones-un.html

Paul Bowles.org: web oficial del autor. http://www.paulbowles.org/janebowles.html

Déjala que caiga. Documental sobre Jane y Paul Bowles de Óscar Martín Centeno, utilizando fotografías inéditas, animación tipográfica y grabaciones actuales http://www.youtube.com/watch?v=ymhVmSEiFMI

El cielo protector. Película dirigida por Bertolucci donde se refleja tanto en la historia como en los personajes la vida e imagen del matrimonio Bowles, así como los interrogantes de su vida.  http://www.youtube.com/watch?v=5bn0ItxB8sY

Málaga misteriosa de  José Manuel Frías. Ed. Almuzara 2009 http://www.editorialalmuzara.com/editorial.php?idioma=1&libro=576

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Crónica exclusiva del Mariskal Romero tras su viaje en moto recorriendo Marruecos y visitando algunos de los lugares tan emblemáticos como desconocidos que el rock situó en el continente africano.

EN MARRUECOS TRAS LAS HUELLAS DE BRIAN JONES, HENDRIX, PAGE Y PLANT, PAUL BOWLES…

Essaouira

De espectador a protagonista. Tanto hablar y ponderar las aventuras de nuestro patrocinado motero solitario Javier Pérez, que me fue imposible negarme a su invitación de que “por primera vez haría una excepción llevando compañero de viaje en el asiento trasero”, en esta ocasión por tierras marroquíes, a sabiendas de mi interés en buscar las huellas que en el país vecino dejaron entre otros el fallecido guitarra de los Stones, Hendrix y más reciente Page y Plant entre muchos otros atraídos por las “historias del desierto” del gran escritor americano, ya fallecido, Paul Bowles autor afincado desde los años cuarenta en Tanger (Bertoluchi llevó al cine su libro “El Cielo Protector”) desde donde atrajo la atención de parte de la generación de autores beat como William Burroughs (su visita a la aldea de Jajouka en las montañas del Riff le inspiró su libro “The tiket that Exploded”) Allen Ginsberg entre otros y músicos como Brian Jones que en el verano del 68, un año antes de su muerte, subió aconsejado por su amigo el pintor Brion Gysin para registrar en un viejo magnetofón aquellos ancestrales sonidos y danzas de las gaitas, flautas, tambores y voces con una tradición musical de 800 años de los llamados Masters Musician of Jajouka en el Rif que en aquel entonces dirigía Hadj Abdesalam Attar, padre de Bachir Attar, que los lidera tras la muerte de su progenitor y que mantiene vivo el legado tocando por todo el mundo y colaborando con muchos artistas gracias a aquella histórica grabación que se sigue reeditando de forma constante tanto en original como pirata con variantes tan peculiares como una edición que le mostré al propio Bachir de Hendrix poniendo su guitarra a alguna de las grabaciones. Pero vamos a la carretera.

 

Las montañas del Rif

EN LA FRONTERA
El encuentro es en la estación de Algeciras, a donde llego en tren desde Madrid y donde ya me esperan en sus respectivas motos desde tierras toledanas donde tienen su base (Sonseca) nuestro trotamundos (www.javierperezenmoto.com) junto a su íntimo amigo, y también motero rebelde, el argentino (Córdoba) Jorge Hanssen con sus dos flamantes BMW R 1200 Trail-Adventura. Enfilamos la costa gaditana y los escasos quince kilómetros hasta Tarifa donde a la mañana siguiente partiremos en barco para Tanger. Dormimos en el familiar y céntrico Hostal Alborada, lugar habitual de los muchos surfistas que vienen a enfrentar las enormes olas del Estrecho (aparcamiento para las motos en la puerta con vigilancia) y el propio dueño Fali nos acerca al Restaurante-Bar “El Ancla” en el puerto pesquero donde entre delicias culinarias locales a buen precio damos los últimos retoques a la aventura de una semana que nos llevará a recorrer Marruecos de noroeste a noreste en diagonal, bajar al Sur y cruzar el Atlas de vuelta al oeste para volver al punto de partida con un primer objetivo de encontrar la aldea de Jajouka para revivir la magia de aquella aventura del guitarra de los Stones.

 

 

Fes

RUMBO A JAJOUKA
Estos modernos Ferrys te dejan en 45 minutos en África, y Tanger es la puerta de principio y final con todo su bullicio y comienzo del ritual de poco alcohol y mucho y estimulante té con menta. Para los que piensan que Marruecos es todo desierto y aridez y desconocen estas tierras y culturas les sorprenderá la gran autopista de peaje que cubre casi todo el oeste. Nosotros también nos sorprendemos de la explosión de agua y verde que nos deslumbra en este norte que es más Asturias que Andalucía. Bordeando la costa a la altura de Larache se acaba lo bueno, salimos del peaje y enfilamos carretera de doble mano hacia el este cruzando las montañas del Rif. El GPS no nos localiza Ksar-el-Kebir, que es la ciudad de referencia y menos la aldea de Jajouka. A base de preguntar entre inglés, francés (lo hablan por su pasado de protectorado franchute) y español, que también dominan muchos, conseguimos salir del laberinto que significan poca y mala señalización muchas veces sólo en árabe. Ya sabemos que la aldea está a unos cincuenta kilómetros por la R410 que cruza parte del Rif hasta Chefchaouen. Pero nos volvemos locos. Pequeños pueblos y aldeas jalonan el camino sin señales que te orienten. Casas de adobe y barro encaramadas en esta montañas están por todas partes y casi al tuntún después de andar y desandar varias veces la carretera tomamos a la izquierda un camino infernal de tierra roja y guijarros que por intuición suponemos que es el lugar. Acertamos. Salen niños de todos lados hacia una plaza cuadrada que rodea no más de una decena de casas y un pozo. Los esfuerzos que nos ha costado llegar se ven compensados porque nos indican una gran puerta de hierro verde alejada donde vive nuestro hombre, el líder de los Maestros, Bachir Attar. Estamos de suerte. Él mismo nos abre las puertas y se sorprende que hayamos podido localizarle aquí. Los recelos se convierten en generosa cordialidad cuando me presento y le enseño mi foto con Keith Richards. Nos adentra en su cueva-museo donde hay muchas fotos con los Stones, Steve Tayler de Aerosmith, Bowles y muchos de los que admiran el legado de estos sonidos milenario. De forma discreta como corresponde al papel de la mujer en este país su esposa nos sirve té y cafés y al cabo de una hora hemos pergeñado una larga e ilustrativa charla.

El transporte oficial en las Medinas

EL SUR
Primer objetivo cumplido. A partir de ahora muchas horas de moto y mi trasero de exmotero como mono de zoológico en el papel de “paquete” observador mientras Javier devora kilómetros como el Correcaminos; eso sí, sin prisa pero con poca pausa. Poco tráfico hasta llegar al cruce de Chefchaouen que no pisamos (esta es la ruta para los que entran por Tetuán) porque queremos hacer noche en Fes, donde llegamos atardeciendo y buscando un Riad (típica casa árabe-andaluza con patio central y pocas habitaciones) donde tengamos las motos a la vista. Estamos rotos y nos resucita el excelente cuscús que tomamos en el Restaurant Zagora. Por la mañana la inevitable vista de la ciudad amurallada desde lo alto de la colina y la locura de la Medina y sus Mezquitas patrimonio de la Humanidad. Otra ventaja de la moto: no comprar todas las gilipolleces con que nos cargamos en estos viajes y los interminables regateos con estos maestros del “prisa-mata”.

Comida frugal y a mediodía, con la pena de no poder acercarnos a Meknes y sus ruinas romanas de Volúbilis, vuelta a la ruta que según se baja al Sur va cambiando su paisaje de explosivo verde a parajes inhóspitos y lugares perdidos donde los burros son estandartes del transporte, y la mujeres y niños mano de obra habitual en los manejos de huertos, cabras y corderos. Inolvidables las sonrisas espontáneas y encantadoras de los niños al borde del camino cuando los saludo con la mano. Nos adentramos en la pobreza más extrema de este país inmerso en una modernización acelerada en las grandes capitales pero con mucho por hacer todavía en lo rural. Este sur es como nuestra Andalucía hace cincuenta años. Me pregunto si somos más felices nosotros con todo nuestro progreso.

Crossroad

Noche en Midelt a los pies del gran Atlas en el Hotel-Posada El Ayachi (lo ponen a parir en las guías, pero con el cansancio con el que llegas y las ganas de recuperarte por cuarenta euros con cena y desayuno y encima bar para tomarte una deseada cerveza -la Casablanca es la mejor- parece la gloria) al que nos conduce ese personaje que aparece casual pero que parece estar esperándonos allá donde paramos para aconsejarnos y sacarnos una propina ofreciéndonos desde el espectáculo de una boda marroquí, hachís, majoun (dulce elaborado con hachís) o fósiles únicos de cuando estos parajes fueron Océano.

Salimos temprano. El ambiente se calienta y la experiencia de Javier marca una disciplina casi militar para cumplir los objetivos de horarios a pesar de nuestras quejas de parar más, verlo todo o perdernos por algunos misteriosos caminos. Vislumbramos y subimos enormes macizos de este alto Atlas que se asemejan al Gran Cañón del Colorado y que también nos sorprende con interminables rectas desérticas y valles-oasis con mucha palmera y frutales camino de Ar-Rachidia, donde paramos porque en la carretera hay una manifestación pro-palestina por el follón con los judíos y aprovecho para comprar música local y de los vecinos argelinos, y darle otra tregua a mi trasero. Después Erfou, y en Rissani, a cincuenta kilómetros de las puertas del desierto, contratamos los camellos y jaimas para pasar la noche en el Sahara partiendo desde Merzouga donde llegamos con cuarenta y cinco grados sobre las cinco de la tarde. Nos dejan un cuarto para refrescarnos y dejar nuestras cosas en uno de los tantos hoteles-fortaleza que te adentran al desierto. Sobre las seis y media nos urgen para subir a los camellos y bordeamos enormes dunas de arena roja evocando tantos documentales y películas con el desierto de protagonista. Estamos a pocos kilómetros de la frontera con Argelia (en esta zona hay muchos puestos militares por el eterno conflicto con los argelinos) y el sol se esconde tras la dunas cuando arribamos al campamento donde cenaremos y pasaremos la noche no sin el sobresalto de una tormenta de arena desatada en cinco minutos y que me pilla en lo alto de una duna viendo la puesta de sol. Bajo a toda leche con arena hasta las orejas. Inolvidable; como inolvidable la noche -jamás pensé que podrían haber tantas estrellas en el firmamento- y sobre todo el silencio. Evoco al gran Bowles, que en uno de sus cuentos venía a decir que quien no ha sentido el silencio del desierto no sabe lo que es. El guía saca instrumentos autóctonos y me animo a cantar en un onírico mestizaje entre el rock, el tango y flamenco previo a un excelente tajín de cordero que nos reconfortará para una noche de perros con el viento pegando fuerte y cubriendo todo de arena.

El Sahara

DE ESTE A OESTE
Otra experiencia única: Amanecer entre dunas con los camellos impacientes con la vuelta. A las seis estamos arriba y a las ocho de vuelta a recoger los equipajes y ponernos en marcha. La jornada será la más dura. Hay que recular a Erfou y tomar la R12. En principio la etapa acabaría en Ouarzazate con sus imponentes Casbas y sus decorados de cine (aquí está el camino de partida hacía el Gran Sur por Zagora y hay unos famosos estudios donde se ruedan muchas de las superproducciones tipo Lawrence de Arabia, Astérix, Gladiator, El Cielo Protector, Babel…). Pero el tirón nos llevaría en una sola jornada a Marrakech. No sin antes desviarnos en Tinerhir a una veintena de kilómetros de la ruta principal a las Gargantas del Todra, un desfiladero espectacular donde vienen frikis de todo el mundo a practicar la escalada deportiva por sus empinadas paredes. La parte final se torna heavy de verdad a partir de Ouarzazate entre valles muy verdes de gran actividad frutícola mientras vamos ascendiendo al corazón del Atlas Central hacia el pico más alto del país, el mítico Tizi-n-Tichka (2.200 metros) en tierras bereberes. Algo así como nuestro Despeñaperros, que separa Castilla-La Mancha de Andalucía, pero a lo bestia con unos ochenta kilómetros de curvas en doble dirección donde los camiones son un calvario y la conducción requiere de gran tensión y concentración. Al final la recompensa está en desembocar en Marrakesh cuando cae la noche.

La garganta de Todra

Desde mediados de los setenta que estuve haciendo “Ciudades del Mundo” para Radio Nacional no había vuelto, y nada más dejar las motos en un parking al aire libre cerca de la muralla y a escasos minutos del Riad de turno donde dormimos a espaldas de la famosa plaza Djemaa el Fna nos vamos a adentrarnos en su locura y colorido, y a cenar en uno de los numerosos puestos de comida que la invaden por la noche. Evoco a Page y Plant en las imágenes rodadas aquí para el que para mí fue uno de los mejores discos de los 90, aquel “No Quarter” genial, y por la mañana volvemos para hacernos fotos con las motos en plena plaza (por el día los puestos de comida desaparecen y dejan todo el espacio a los encantadores de serpientes, videntes, echadores de cartas, aguadores, acróbatas, músicos…) y contrastar que aquel viejo encanto de lugar sacado de las historias de las “Mil y una Noches” se ha convertido en un escenario para turistas fáciles de impresionar y tan falso como un decorado de cartón. Aquella plaza que yo “retraté” radiofónicamente nada tiene que ver con este decorado para visitantes de fin de semana. Lo mismo el Zoco. Antes parte de esa idosincracia tan mora y auténtica y ahora invadida por mercaderes del todo a 100 con las camisetas de los clubs de futbol como principal reclamo. No nos da tiempo para más.

La plaza de Djemaa el Fna en Marrakesh

A mediodía rodamos para el oeste. Queremos llegar a comer a Essaouira, la antigua colonia portuguesa como Mogador con todo su glamour hippi, que atrajo a gente como el ya mencionado Hendrix, Cat Stevens, Zappa u Orson Wells entre muchos otros, y la huella del escritor-aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, que hacía la ruta Toulouse-Dakkar y relató estos parajes tan luminosos en la costa Atlántica. Están haciendo una gran autopista entre Marrakesh y la costa, y hay muchos tramos en obras. Llegamos directamente a la muralla pegada al puerto pesquero que es el más importante del país. La actividad es frenética y la cantidad de barcos y pescados desbordante. Los mismos pescadores venden. Nos vamos a la cercana Playa Central, plagada de lugares para comer buen pescado, y encontramos un lugar (Restaurant Mogador) lleno de parroquianos locales absortos con el Costa de Marfil–Portugal de este primer Mundial en África donde reponemos fuerzas, y certifico que Hendrix estuvo aquí de paso en el 69 y a partir de ahí los intereses turísticos para visitantes de vuelos baratos han montado leyendas tan delirantes como que vivió aquí cinco años ajenos a que murió a los 27 y que su vida está biografiada prácticamente día a día hasta su muerte. Me prometo volver para seguir hasta las míticas Agadir y Sidi Ifni tan unidas al pasado colonial nuestro aquí. El lugar es apacible y económico con muchos jubilados europeos afincados huidos de la carestía de España y Portugal.

Los estudios de cine de Ouarzazate

No hay tregua. Salimos a media tarde por una aceptable carretera de doble mano bordeada en muchos tramos por gigantescos eucaliptos que perfuman el ambiente y con la costa a la vista en algunos tramos hasta llegar a El Jadida, donde arranca el peaje que nos llevará a Casablanca. Atentos al repostaje porque Jorge por poco no se queda sin “gasofa”. Las gasolineras no son tantas como es habitual en nuestros peajes. Llegamos de noche y sin hotel. Nos vamos hacia el puerto con la gran mezquita de Mohamed V de referencia y acabamos en uno de franquicia internacional con puti-club debajo, y rodeado de altos edificios de multinacionales, lo que nos da la dimensión de modernidad y cambio del país en contraste con el sur profundo de donde venimos. Lo mismo que ví en el 2006 cuando estuve aquí en aquel sorprendente festival de rock con los portugueses de Monnspell como estrellas.

Última etapa. De un tirón Rabat, Kenitra, Larache, Asilah, y Tanger bordeando la costa y por autopista de pago a la europea pasando campos y humedales que tiñen todo de color verde y de mucha actividad campestre. La aventura toca a su fin. Me apena no perderme una vez más en Tánger e impregnarme de la hermosa y aventurera literatura de aquel americano errante que me enseño a amar estos paisajes a través de sus libros.

En la cresta del Atlas

OBSERVACIONES
Confieso que antes de salir tenía cierto ”canguis” por Marruecos en moto y el pánico del motero convertido en “paquete”. Bien es verdad que el conductor ha sido un lujo, lo mismo que el acompañante. Los tres hemos hecho un buen equipo para disfrutar del viaje, la charla y la amistad en lugares lejanos. Viaje muy recomendable con más tiempo para poder ver más cosas y contrastar un país y una cultura tan rica y tan cercana. En coche lo mismo o más. Ningún peligro, gente amable y si mantienes una actitud firme ante los agobiantes plastas que te ofrecen de todo, sin problemas.

DEDICATORIA
Mientras encarábamos el viaje murió Dennis Hooper, el actor y director de Easy Rider, la película del 69 que marcó a muchos de los de mi generación bajo el signo de cambio, velocidad, rock, democracia y tantas otras utopías por un país y mundo mejor. Como seguimos en esas, le dedico el texto que he escrito mientras escuchaba la maravillosa banda sonora de su película que él mismo recopiló así como el disco “Brian Jones Presents The Pipes Of Pan At Jajouka” que el propio Bachir me regaló en su casa, y el “No Quarter” de Page y Plant.
A María Arenas por su apoyo satelital y moral que nos reconfortó y animó durante la aventura que ella alumbró. ¡Por siempre Stones!

BACHIR ATTAR: “NO TENGO NADA CONTRA LOS ESPAÑOLES, QUIERO COLABORAR CON MÚSICOS DE ALLÍ”
En el sorpresivo encuentro con el líder y continuador de la leyenda Brian Jones-Jajouka en su casa de la misma aldea, mientras nos mostraba su galería de recuerdos y fotos con muchos músicos e intelectuales, quise plantearle una vieja cuestión sobre unas declaraciones suyas por un antiguo problema en el Consulado de Tetuán con motivo de una gira por España en el 99 en las que dijo que “jamás volvería a pisar el país”. Firme y serio Attar aclara:

Con Bachir Attar en su casa de Jajouka

“Nos maltrataron y despreciaron durante los trámites para ingresar y mostré mi cabreo momentáneo en caliente en el concierto que dimos en Granada con los Sonic Youth. Nunca dije nada contra los seguidores españoles sino contra las autoridades que no nos dieron el trato que merecemos como seres humanos y como artistas.”

El músico prepara los conciertos de verano con cita especial en la ciudad holandesa de Rotterdam donde volverán a tocar con otro de sus grandes mentores internacionales, el jazzista negro americano Ornette Coleman. Le cuento que la leyenda de su música se la he contado y contagiado a músicos como Javier Vargas, Jorge Salán y Raimundo Amador con el afán de buscar en algún momento un punto de encuentro y me dice:
“Me encantaría. Nuestra música es muy bien acogida en América , Canadá y otros países europeos y muchos instrumentistas han colaborado con nosotros. Somos hermanos con un pasado común en muchas facetas de la cultura. Así que cualquiera que tenga algo que ofrecer será bienvenido.”

 

 

Mariscal Romero, con la colaboración inestimable de mis compañeros de aventura Javier Pérez y Jorge Hanssen y la asistencia técnica del concesionario BMW-España, Motos Hernando (Madrid)

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ROCK&TOUR

JAVIER PÉREZ, MÁS DE UN MILLÓN DE KILÓMETROS SOBRE DOS RUEDAS

Enero 21, 2012 por: Redacción
Archivado en la sección: General

El sonsecano Javier Pérez nació sobre dos ruedas. A muy corta edad, descubrió que su auténtica pasión eran las motos. Esta afición y su ansia irrefrenable de aventura le han llevado a recorrer lugares fascinantes, algunos tan recónditos y australes, tan alejados de la mano de Dios, que resultan desconocidos para la mayoría de los mortales.

Javier Pérez relata a EL DIA sus aventuras y desventuras sobre sus dos ruedas.

Su cuentakilómetros personal refleja más de un millón de kilómetros y de momento sigue girando a mil revoluciones. En los últimos siete años, acompañado de su infatigable “Margarita” -nombre cariñoso con el que ha bautizado a sus cabalgaduras- se ha pateado el cono sur de América. Argentina, Chile, Perú, Brasil y Bolivia figuran en su diario de a bordo, pero sus retos no encallan de momento. Ya tiene en su mente el próximo viaje, un asombroso recorrido que le llevará desde Argentina, pasando por Panamá, con la vista puesta en el gélido país de Alaska.

Un sueño
Su sueño comenzó en el sofá de casa. Lo cuenta Pérez en su página web (www.javierperezen moto.com), en la que cuenta todas y cada una de sus andanzas de trotamundos. “Mientras veía la película “Diarios de motocicleta”, en la que se evocan las aventuras (y desventuras) que en 1952 emprendían dos jóvenes argentinos a los mandos de una Norton de 500 cc, me quedé petrificado”. Uno de estos jóvenes era Ernesto Ché Guevara. Fue tan grande el impulso de rodar algún día por aquellos caminos del cono sur, que sin prisas pero sin pausas comencé a preparar mi viaje a Argentina. El filme representaba justo la aventura que yo había buscado desde pequeño”.

Las aventuras son arriesgadas, unas aventuras que, por lo general y salvo raras excepciones, prefiere afrontar en solitario, desafiando al destino, por zonas inhóspitas y en la mayoría de casos intransitables.  Lugares casi despoblados, enormes distancias entre pequeñas aldeas, pocas gasolineras, contrastes infernales de temperaturas, viento lateral, lluvia torrencial y granizo y trayectos de ripio y barro. En su itinerario no existen las carreteras convencionales de asfalto. Es necesario ir bien preparado: un buen equipo térmico, escaso equipaje y tanques adicionales de gasolina, que en más de una ocasión le han salvado el pellejo en la soledad del viaje. Por descontado,es imprescindible un buena preparación física y una gran fortaleza mental para superar las hazañas por indómitas tierras.

Es todo un reto personal. “Puedes quedarte sin combustible en mitad de la nada, quedar aislado por una fuerte nevada y sin alimentos, romper la transmisión sin tener recambios, pasar varios días sin cruzarte con nadie ni ver un teléfono”, señala. Es lo apasionante de la aventura, apunta Pérez, que, afortunadamente ha tenido la suerte de encontrarse con “gente maravillosa” en su camino, a lo largo del que ha hecho muy buenos amigos. El sonsecano ha comprobado que la gente, cuanto más sencilla, cuanto más humilde es, por norma general es mucho más acogedora y hospitalaria.

Pero por si las moscas, y cómo nunca sabe con quién te puedes encontrar, añade que siempre hay que recurrir a la picaresca, una picaresca que sólo proporcionan los kilómetros de experiencia, y que consiste en no dar pistas sobre el recorrido que vas a trazar. Así, nos cuenta que si paras en la carretera, lo haces poniendo las motos en la dirección contraria a la que uno se dirige, pero también tiene por norma no pararse más de diez minutos en el mismo sitio.

No sólo moto
Pérez nos cuenta que la aventura no se limita exclusivamente a la moto. Hay sendas intransitables, como la ruta transamazónica con más de 5.500 kilómetros de distancia, que no se pueden realizar sobre dos ruedas como el viaje en el que se embarcó navegando en canoas, en balsas o en barquitos en el Amazonas, cruzando el río Negro o  el Madeira
.Lo inhóspito de su recorrido le han llevado a encontrar a otros motoristas en apuros. En el sur de Chile se topó a un motero alemán perdido en un camino, con síntomas de congelación.
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Desde los Andes  hasta la selva amazónica
“¡ Vamos Margarita, que tenemos mucho que recorrer…!!!”. Estas son las palabras que, junto una caricia, suele pronunciar Javier Pérez a su compañera de viaje nada más partir.

Su aventura por el cono sur de América comenzó en el 2005, cuando inició el recorrido por Argentina en moto y en solitario. Con suficiente antelación, contactó con una empresa en Buenos Aires, que le preparó la moto  para un viaje de esa envergadura. En 35 días recorrió 15.000 Kilómetros,  bajando toda la cordillera de los Andes hasta Ushuaia, ciudad más austral del mundo, desde donde subió bordeando el Atlántico, llegando a Buenos Aires sin ningún incidente importante.

En 2006, pone rumbo a Chile, una aventura en solitario de 18.000 kilómetros por el país sudamericano, abordado en 31 días. En su inmenso trayecto, Pérez miró a los ojos de las nevadas cumbres del Aconcagua (6.959 metros de altitud) al pico más alto de América, cuyo macizo es atravesado por el largísimo túnel del Cristo Redentor, paso fronterizo entre Argentina y Chile; pasó por Talca, región inundada de lagos y frondosos bosques; la isla de Chiloé, a la que llegaría días más tarde fascinado por los lugares que jalonan esta bajada absolutamente increíble: el Salto de Laja, Los Ángeles, Temuco, Villarrica, Los Lagos, Río Bueno, Osorno, Llanquihue y Puerto Varas; el desierto de Atacama o los espectaculares géiseres del Tatio.

En su viaje a Bolivia (2007), después de su paso por Potosí y Sucre, “Margarita” le llevó por escarpadas montañas, en su destino a Thoco Pampa,hasta recónditos lugares habitados por indígenas. Posteriormente, en medio de la dureza de un camino de angostas veredas, su destino llegaba hasta “La Higuera”,pequeña aldea donde murió asesinado el “Ché”. Las Misiones Jesuíticas, zona declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO o la selva boliviana formaban parte del sorprendente itinerario de este intrépido motorista. En su trayecto desde Trinidad a San Borja, propios y extraños se asombran de que hubiese podido culminar el recorrido, un auténtico barrizal, intransitable para cualquier osado motorista. Finalmente, los Andes bolivianos.

En 2008, recorre Perú, con la intención de cruzar a Chile por el paso fronterizo de San Francisco, provincia de Catamarca (Norte de Argentina) y pasar al desierto de Atacama, alcanzar Arica e ingresar en Perú por la ciudad de Tacna. Su moto para esta ocasión, una Honda Transalp 650.

Su primer salto a Brasil llegaría un año más tarde en el 2009, trazando una línea recta hasta Sao Luis, en la costa Norte del país, para visitar el paradisíaco P. N. Lencóis, desde donde se encaminaría hacia el sur, hacia Mato Grosso, atravesando la selva.En 2010, repetiría experiencia por tierras brasileñas, en una recta de sur a norte, que le llevarían hasta Sao Louis y Belem, donde pondría rumbo al corazón de la selva amazónica, con temperaturas asfixiantes y caimanes en su recorrido.

Hace varias semanas ha regresado de su viaje por la Patagonia Argentina.

Fotos: J. Pozo

EXTRAIDO DEL PERIÓDICO “EL DÍA” DE TOLEDO

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Esta entrada fue escrita por Redacción

4 comentarios

  • Rodrigo dice:

    Genial genial tus experiencias de viajero y enriquece el conocimiento indígena . Un saludo y q sigas contando tu experiencias genial

  • Laura dice:

    Me ha encantado cómo describes ese placer de viajar, esa necesidad que algunos sentimos de conocer. Me has hecho viajar otra vez a la bellísima comunidad de Rainbow, a Chiapas, y a todo México en general.
    Ahora tengo la curiosidad de conocer Guatemala!

  • Susana Silva S. dice:

    Excelente el articulo de este amigo viajero.No conozco México,pero la descripcion de sus pueblos indigenas es tan precisa y llena de detalles que me transportó como si lo viera,ademas de las estupendas fotos.Como no todos podemos tener este modo de vida tan viajero,fue un agrado conocer sus aventuras que estoy segura continuarán.Siga viajando,fluyendo y escribiendo no mas.

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