¿Qué te ha motivado para hacer este disco ahora?

“La verdad es que cuando Paco Ventura sacó su proyecto, Blackmoon, quiso hacer una gira que al final no realizó. Mucha gente dijo y pensó que era por mi culpa, pero tengo que decir que en Medina todo se hace en democracia; todos tenemos un voto para decidir qué se hace. Este año Ventura vuelve a sacar otro nuevo disco, ‘Madre tierra’, y aprovechando la gira de Medina del aniversario de los 40 años, viendo que el año pasado sacamos ‘Trece rosas’, no íbamos a sacar otro disco de estudio, eso me dejaba tiempo libre para poder sacar un CD mío en solitario. La verdad es que lo primero que me vino a la cabeza era hacer una gira en acústico acompañado solo por Ibáñez al teclado, pero después de darle mil vueltas decidí sacar este trabajo llamado ‘Las hojas de otoño’”.

En este trabajo desnudas más que nunca tu alma. ¿Qué significa para ti?

“A veces la mente está preparada para escribir unas canciones u otras. Hay canciones en ‘Las hojas de otoño’ en las cuales es verdad que me desnudo al completo, son mis sentimientos que salen a la luz como antes no lo habían hecho. Son momentos a los que cuesta dar forma dentro de ti, porque es como si se te cayese el mundo encima, momentos que no se los deseo a nadie, pero que por desgracia pasan, y muy a menudo. Pensé que este era el momento, porque las letras así me lo pedían”.

Manuel Ibáñez creo que ha tenido mucha importancia en ‘Las hojas de otoño’. ¿Qué ha aportado?

“Manuel Ibáñez ya forma parte de mi familia, sin él no había sido posible este trabajo. Me pidió que le diera carta blanca para hacer y deshacer y yo se la di. Ha compuesto la mitad de las canciones musicalmente hablando, ha grabado junto a Nacho Santiago, batería también de Medina, ha dirigido todo, incluso a buscado a los dos miembros que faltaban para formar una banda y poder llevar el disco a un directo, así que este es un proyecto prácticamente de los dos. Significa muchísimo en este trabajo, y además a él le ha ayudado para sacar fuera toda su parte creativa”.

Manuel Ibáñez y Manuel Martínez

Imagino que no queríais sonar igual que Medina Azahara. ¿Cómo lo habéis hecho para alejaros de ese sonido?

“Lo más difícil de este trabajo era hacer algo diferente y que no se pareciese a nadie, y menos a Medina, pero indiscutiblemente yo llevo en Medina cuarenta años. De hecho, soy el único miembro fundador de la banda, y mi voz es demasiado identificable con el grupo. Cualquier canción que tenga el más mínimo destello arábigo o andaluz va a sonar a Medina. Esto Ibáñez lo define muy bien, cuando dice, los músicos de Medina pueden tocar una jota y en cuanto suena la voz de Manuel ya es Medina Azahara quien suena. Con esto está bastante claro, pero bueno, hemos dado pinceladas en temas como “Aún queda tiempo”, “Así es mi vida”, o las baladas que nada tienen que ver con Medina. Sin embargo, hay temas como “Andaluza arabusa” que podían entrar en cualquier álbum del grupo. Hemos hecho todo por quitarnos el parecido, unas veces lo hemos conseguido y otras nos hemos quedado a medio camino”.

“Campos de refugiados” es una canción llena de crudeza. ¿Cómo surgió hacer este tema?

“Cuando escribí la letra resulta que al presentarme Ibáñez la música yo estaba viendo por internet un reportaje sobre los campos de refugiados, y vi que claramente necesitaba escribir sobre lo que estaba leyendo. Me puse a investigar y aprender un poco más sobre las personas que están en esos campos, y la verdad es que ahora pienso que me quedé corto. Tenía que haber profundizado mucho más, escribir más crudamente las cosas que por desgracia en este siglo siguen pasando. Los campos de refugiados son una forma de tapar las miserias que hacen que unos gobiernos se enriquezcan y otros sean la basura del mundo”.

Aunque en “Madre” hablas en primera persona, cualquiera puede identificarse con ella. ¿Cómo logras transmitir toda la carga emocional?

“Es una canción que está escrita pensando en la madre que se fue y a la que no fui capaz de decir esas cosas tan importantes que siempre te da vergüenza decir. Me pasó a mí y le pasa a casi todas las personas. Creo que es una buena reflexión para que todo el que escuche esta canción y tenga a su madre le exprese sus sentimientos, porque después es demasiado tarde. Es lo que intento contar, cuando me pongo ante el micrófono para grabar, intento a cada canción darle el sentimiento que tuve al escribirlas, solo así puedes darle credibilidad a lo que cantas”.

En “Queda tiempo” nos toca reflexionar sobre todo lo que aún nos queda por delante. ¿Para qué le queda tiempo a Manuel Martínez?

“Ya me va quedando menos tiempo, siento eso, y más ahora, que cada vez que miro a mis hijas pequeñas siento que me va a faltar tiempo para verlas mayores. Pero “Aún queda tiempo” es para conseguir esas metas que piensas que son tan difíciles de alcanzar, aquella cosa que crees que es inalcanzable y, de verdad, todo es más sencillo de lo que parece. Mientras el tiempo esté ahí, nosotros podemos cambiarlo todo, solo hace falta querer hacerlo. Podemos cambiar todo, incluido el planeta tierra”.

Detrás de “Vencer tu miedo” hay una historia bastante dura y musicalmente es un tema muy metalero. ¿Qué puedes contarnos de ella?

“Vencer tu miedo es una historia real como la vida misma, historia que se repite demasiado a menudo en nuestras vidas. En esta canción intento reflejar la cruda realidad de una persona muy cercana a nosotros mismos. Cuando te pasa esto no sabes a quién acudir, porque muchas veces en vez de ayuda, son reproches lo que oyes. A una mujer que se siente maltratada y humillada le da miedo abrir los ojos, salir a la calle, incluso ponerse guapa. Musicalmente es un tema muy metalero, está muy acorde a lo que quería decir en la canción, se nota que la música es de Adrián”.

¿Tenéis intención de llevar el proyecto al directo? ¿Qué banda te acompañará?

“Sí claro, es un proyecto creado para tener un largo recorrido. De hecho, ya hemos tocado en directo presentando este trabajo, y la verdad nos sorprendió que tanta gente conociera las canciones y las cantase, además de llenar el teatro Martínez Montañés de Alcalá La Real. Me acompañarán en directo Manuel Ibáñez en los teclados, Adrián Phoenix en las guitarras, Álvaro Coronado al bajo y Nacho Santiago a la batería. Además, todos ellos hacen coros, son extraordinarios músicos con una capacidad increíble. Músicos, como me gusta decirles, de un nivel superior”.

Este disco coincide con un nuevo trabajo en solitario de Paco Ventura. ¿Cómo creéis que ayudan estos proyectos a Medina Azahara?

“Es el segundo disco en solitario que hago con un paréntesis de 21 años desde que hice el primero. Ventura lleva, creo, que cuatro o cinco y nunca existió el mínimo problema con la banda. El problema es cuando el cantante saca un disco, que ya empieza más de uno a decir que Medina se va a separar. Son habladurías que más de uno se inventa, pero Medina seguirá, porque es la madre de todos los proyectos que pueda hacer cualquier miembro de la banda. Sin Medina seríamos unos auténticos desconocidos sin posibilidad de ser ni siquiera escuchados, así que viva y larga vida a Medina Azahara”.

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