EL SONIDO DEL ROCK (Homenaje a Jim Marshall)

11 abril, 2012 10:04 am Publicado por  1 Comentario

Si alguien, en el mundo de la música, del rock y de las guitarras eléctricas, ha conseguido elevar su apellido a lo más alto, ese es, señoras y señores, el señor Jim Marshall. Esta semana pasada recibíamos la noticia de su fallecimiento a la edad de 89.

Pocos saben que este londinense de nacimiento comenzó su andadura en la música ejerciendo de baterista a finales de los años 50 y que además fue profesor de algunos baterías celebres como es el caso de Mitch Mitchell de la banda de Hendrix. Por cierto… ¿cómo hubieran sonado las guitarras del gran Jimi de no ser por los bafles de Marshall?

Jim, además de lo anteriormente citado, era poseedor de una pequeña tienda de instrumentos en su ciudad natal, Londres. Allí comenzó a tomar contacto con muchos de los músicos que más tarde se convertirían en grandes celebridades a nivel mundial con lo que aquella pequeña tienda se convertiría, sin duda alguna, en el escenario perfecto en el que interactuar con aquellos instrumentistas y escuchar los requerimientos de éstos. Os hablo de figuras del nivel de Ritchie Blackmore o Pete Townshend de los Who. No olvidemos que por aquellos años, finales del 50 y principios de los 60, comenzarían a aparecer todas aquellas bandas que poco después eclosionarían en todo el planeta con su rock duro y potente (en Inglaterra comenzó todo)…y es aquí donde entra la figura del Sr. Marshall. Tras atender a las peticiones y requerimientos de estos artistas, Jim Marshall junto a sus ayudantes y a un ingeniero que contrató para la ocasión, diseñaron y fabricaron los primeros modelos de lo que más tarde se convertiría en un icono del rock a nivel mundial. Estos primeros modelos eran de 45 vatios. Tras varios intentos, pruebas y modelos llegaron al que de verdad necesitaban los músicos que practicaban rock. Se trataba de “amplis” de 100 vatios con controles de “ecu” (ecualización) para que cada guitarrista pudiera encontrar su sonido, su saturación, sus niveles de graves, agudos, medios, etc…Todos los guitarristas que se lo podían permitir ya tenían lo que tanto habían buscado y deseado para derrochar acordes potentes y duros en sus canciones. Digamos que el Rock and Roll ya tenía bafles! Ahora solo hacía falta un buen puñado de buenos guitarristas que los hicieran “reventar” y vaya si los había.

Son muchos los músicos que al menos, alguna vez en su carrera musical han usado un Marshall (me atrevería a decir que TODOS han usado alguno en alguna ocasión). Desde el mismísimo Hendrix a Eric Clapton, pasando por Jimmy Page, Malmsteen y un larguísimo etcétera.

De manera que, como podréis imaginar y como a mí me gusta pensar, hemos tenido con nosotros, hasta hace poco días, a uno de los creadores del sonido del rock que, sin ser guitarrista, supo entender y anticiparse a lo que necesitábamos. Sin duda, su figura siempre va a estar patente con nosotros a través de la música y de los guitarristas que confían en Marshall. Si os paráis a pensar, ¿Cuántos discos clásicos se habrán grabado con los amplificadores que una vez un señor, cargado de ilusión, diseñó en su pequeño local de Londres? Por la misma razón digo que siempre estará con nosotros a través de la música.

Yo, como guitarrista, músico, espectador, oyente y melómano tan solo puedo agradecer su atrevimiento a la hora de crear algo que para siempre sería histórico y trascendental para la historia de rock, una historia que él también ha escrito.

Gracias Jim! Hasta siempre.

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