50 años del disco debut de Steppenwolf: “…y el rugido del motor engendró a la bestia”

Blog: Mariano Muniesa

29 enero, 2018 12:39 pm Publicado por  Deja tus comentarios

 

Nunca ha sido una banda que hay gozado dentro del Heavy Metal de la misma consideración que unos Led Zeppelin, Black Sabbath o Deep Purple, aun cuando fueron unos precursores absolutos de ese estilo y de esa sonoridad y fueron además los primeros en emplear el término “Heavy Metal” en una canción que al cabo de los años acabaría siendo la quintaesencia del género. Hablamos de Steppenwolf, formación de culto imprescindible si se quiere conocer con un mínimo de profundidad la historia del Heavy Metal, de los que en estos días se cumple el 50 aniversario de la edición de su mítico álbum de debut homónimo, ‘Steppenwolf’.

De Toronto a Los Ángeles

La banda que años más tarde conoceríamos como Steppenwolf inició su andadura en la música a mediados de 1964 con el nombre de Jack London & The Sparrows, haciéndose un nombre más o menos conocido entre las bandas semiprofesionales que solían tocar en los cafés y salas de mediana capacidad de Yorkville, Toronto, quienes llegaron a grabar algunos singles y un Lp a finales de 1965 titulado ‘Presenting Jack London & The Sparrows’. En ese momento los futuros Steppenwolf, como la mayoría de todas aquellas bandas seguían más o menos el patrón de Beatles, Stones, Kinks, Animals y las bandas de rock que llegaban desde Inglaterra tanto a Canadá como a Estados Unidos, con algunas buenas canciones pero sin destacar por nada especial del resto de formaciones que en ese momento trataban de emular a todos esos grupos de la “British Invasion”.  Componían el grupo Jack London como cantante, Michael Monarch en la guitarra, Rushton Moreve al bajo, Jerry Edmonton en la batería y Goldie McJohn en los teclados.

En 1966 Jack London abandona el grupo y entonces Jerry Edmonton propone al resto del grupo que su sustituto sea un músico amigo suyo recién llegado de Estados Unidos que viene de conocer todo lo que está sucediendo en California con la explosión de toda la cultura y el modo de vida hippie, el nuevo rock que se está haciendo allí, y que piensa que puede aportar ideas nuevas y un notable espíritu de renovación al grupo, anclado en unos esquemas musicales con los que no consigue crecer ni obtener más popularidad. Ese cantante y guitarrista con es otro que John Kay, el que será de hecho el líder de los futuros Steppenwolf y que de hecho, es quien como imaginaba Edmonton, renueva por completo ese grupo y quien les da el impulso definitivo para llegar a la fama.

De entrada, John Kay – de nombre real Joachim Fritz Kraudelat, hijo de una familia alemana que emigró desde la Alemania ocupada por el ejército soviético al Canadá al terminar la segunda guerra mundial- convence al grupo de que si realmente quieren ir más allá, hay que estar donde todo se está moviendo, es decir, irse de Toronto y tratar de montárselo en Estados Unidos. En un principio se mudan a Nueva York, pero transcurridos unos meses y por el impacto tan enorme que está teniendo el nuevo rock de la Costa Oeste y de todo lo que está pasando con Big Brother & The Holding Company, The Doors, Grateful Dead, Jefferson Airplane, etc. en la primavera de 1967, en las vísperas del verano hippie, se establecen en la soleada California, donde empiezan a hacer sus primeras actuaciones en pequeños locales de San Francisco, Los Ángeles y diversas ciudades de la zona bajo el nombre primero de John Kay & The Sparrows, para acortarlo después a The Sparrows.

Pero en esas actuaciones, ese grupo ya tiene muy poco que ver con los emuladores de los Stones o los Animals que tocaban en los cafés de Yorkville; no solo por la influencia de John Kay, que introduce a grupos como Cream o la Jimi Hendrix Experience en el bagaje musical del grupo, sino que al vivir totalmente inmersos en la escena musical californiana, al conocer y vivir el ambiente del rock psicodélico, su sonido se va poco a poco convirtiendo en una originalísima amalgama de british-blues (Stones, Yardbirds, Cream) con el rock de la Costa Oeste, en la que por idea de John Kay las guitarras van cogiendo más fuerza, ganando más presencia en el sonido del grupo y toda la propuesta se va haciendo más sólida, más dura, con más contundencia igualmente en la base de ritmo. Quizá inconscientemente, The Sparrows están dando forma a lo que va a ser en gran parte el origen del Heavy Metal en Estados Unidos.

Quien al verles una noche en un club se dio cuenta del enorme potencial que ese grupo podía tener fue Gabriel Mekler, un pianista de conservatorio de origen palestino que había llegado a Los Ángeles en 1965 y que encontró trabajo como músico de sesión y arreglista en los Dunhill Studios de la ciudad californiana. Al ampliar los estudios su actividad y constituirse también como sello discográfico, Mekler pasó a ser también productor y A&R de la nueva compañía, y tras haber debutado en ambas facetas con una banda llamada The Lamp Of Childhood, literalmente se prendó de los Sparrows cuando les vio y les ofreció de inmediato empezar a trabajar con ellos. Su aparición no pudo resultar más providencial, porque en ese momento, otoño de 1967, sin acabar de arrancar, a pesar de haber compartido cartel con bandas de la categoría de Country Joe & The Fish o The Doors, sin posibilidades de grabar para ninguna compañía y sin un centavo en el bolsillo, estaban a punto de tirar la toalla.

Gabriel Mekler fue quien les convenció de cambiar el nombre del grupo y llamarse Steppenwolf, tomando su nombre de la célebre novela ‘El Lobo Estepario’ de Hermann Hesse, un autor extremadamente popular en la América de los 60 y de apostar por continuar con ese endurecimiento progresivo de su sonido, por hacer auténtico rock duro. Tras la firma del contrato con la recién creada compañía ABC Dunhill, el grupo entra en los American Recordings Studios de Los Ángeles el 16 de noviembre de 1967 para grabar su mítico álbum debut. La grabación del disco terminó el 11 de diciembre.

El trueno del Heavy Metal

Aunque la primera canción de la historia del rock en la que aparece el término “Heavy Metal” es el “Born To Be Wild” de Steppenwolf incluido en este su disco debut, esta forma de definir después toda una forma de entender el rock ya se había usado con anterioridad, aunque nunca ha dejado de existir controversia acerca de su origen y su significado más primigenio en relación con la música, que en un primer momento, referido al rock, significaba más algo denso, profundo, complejo, que un sonido duro o de alto volumen. Es un dato confirmado que la primera vez que el término “Heavy Metal” aparece en la literatura es en la novela de William Burroughs ‘The Soft Machine’ – nombre que adoptará otra legendaria formación del rock sinfónico y progresivo de los 70- más concretamente en el capítulo de este libro titulado “La Treta Maya”, donde en boca de uno de los personajes se dice textualmente: “Me había recomendado a un médico adicto al metal pesado”. Aparece igualmente en 'The Soft Machine' un personaje de nombre Willy Urano al que se conoce como el “Heavy Metal Kid”, y en otro pasaje de esta surrealista historia, William Burroughs escribe: “El plan requería exposición total - Entender todos los signos en todas partes - Mostrarles la rueda manipulada, asaltar el conocimiento de la realidad y volver a filmar el universo- (…) la filmación de la realidad cediendo y curvándose como un tabique bajo presión - olor a metal pesado y quemado de guerra interplanetaria en las crudas calles de mediodía barridas por esquirlas de vidrio chirriante de la metralla enemiga.” En este contexto, el metal pesado, el “Heavy Metal” sería en la interpretación de Burroughs, una suerte de metáfora que describe la artillería de guerra, pesada, difícil de movilizar y obviamente, hecha de metal y acero.

Tengamos en cuenta que esta novela data de 1961 y que además, es un relato escrito en lo que comúnmente se llama dentro de las vanguardias estilo Cut-Up, una técnica literaria que se caracteriza por recortar al azar párrafos o fragmentos enteros de un relato, o artículos de periódicos o poemas y reinsertarlos en otras partes de la narración con idea de romper la linealidad de la estructura argumental y dotar de nuevos significados a la historia que se cuenta no previstos inicialmente por el autor. Fue una técnica experimentada en los años 20 por los surrealistas, en especial por los más vinculados al dadaísmo y Burroughs la aprendió de Brion Gysin. Es decir, probablemente dentro del mundo onírico y surrealista de ‘The Soft Machine’, escrita con un lenguaje muy críptico y llena de metáforas en ocasiones difíciles de interpretar en su significado real, tampoco tuviera un significado relevante más allá de la descripción de la maquinaria de guerra.

En febrero de 1967 un crítico de rock inglés escribió en una crónica de una de las legendarias actuaciones de Jimi Hendrix en el Saville Theater que su música era “como metal pesado cayendo desde el cielo”. En esas mismas semanas, se pone a la venta el primer y único trabajo de una formación llamada The Human Host & The Heavy Metal Kids, ‘Hapshash And The Coloured Coat’ de rock experimental y psicodélico que cambiará después su nombre a Art y finalmente, al nombre con el que llegarán a ser más conocidos, Spooky Tooth, banda de blues progresivo donde se dieron a conocer entre otros, músicos del renombre de Mike Patto o Greg Ridley, fundador junto a Steve Marriott de Humble Pie. El álbum debut de Iron Butterfly, otra de las bandas de rock psicodélico-progresivo tan características de este periodo de la historia del rock, editado exactamente una semana antes que el de Steppenwolf, el 22 de enero de 1968 llevará por título ‘Heavy’ y para acabar de rematar la jugada, una de las bandas más revolucionarias del rock americano de los 60, precursores del Avant Rock y conocidos por su beligerancia antiimperialista y contra la guerra de Vietnam, los Fugs de Ed Sanders llamarán a su editorial musical Heavy Metal Music.

Si a todos estos precedentes le sumamos que a su vez el famoso crítico de la revista Creem Lester Bangs se refirió a los conciertos de MC5 como “demoledoras explosiones de metal pesado sobre los atormentados cerebros de sus seguidores”, tenemos ya algunas ideas que con toda seguridad estaban en la cabeza de Mars Bonfire - pseudónimo de Dennis Edmonton, hermano del batería de la banda- cuando compuso “Born To Be Wild”, que curiosamente, se la ofreció primero a otras bandas que la rechazaron antes que a Steppenwolf. Concebida inicialmente como una balada fue idea de John Kay añadirle un ritmo más rápido, que pensaba encajaba mejor con la idea de la letra, una oda a la vida en la carretera de las bandas de motociclistas. Y de nuevo, esas dos palabras mágicas aparecen referidas al ruido del motor de las motocicletas: “Get your motor running / Head out on the highway / Looking for adventure /and whatever comes our way / Darling you could make it happen / Take the world in a loving embrace / Fire all of your guns at once / And explode into space / I like smoke and lightning / Heavy metal thunder / Racing with the wind / and the feeling that I'm under” - “Pon tu motor en marcha / métete por la autopista / buscando aventuras / y todo aquello que se cruce en nuestro camino / Cariño, puedes hacerlo realidad / coge el mundo en un abrazo amoroso / /dispara toda tus armas a la vez / y hazlas explotar en el espacio/ Me gusta el humo y los relámpagos /el trueno del heavy metal / echando una carrera con el viento / y sintiendo que lo tengo bajo control”.

En muy pocos años, Heavy Metal sería la forma de definir el sonido duro, denso, voluminoso que ya en los años 70, los grupos que por un lado venían del blues progresivo inglés, (Jeff Beck, Led Zeppelin, Black Sabbath, Free, Deep Purple, etc) y de la evolución del blues rock americano (Grand Funk Railroad) establecen como un nuevo lenguaje musical, caracterizado por su enorme intensidad y su capacidad de transmitir sentimiento a través de un sonido duro y envolvente, generando una atmósfera en la que la música no solo se escucha, sino que se experimenta y se vive a un nivel totalmente distinto a como se hacía anteriormente. Su uso no se popularizará en los medios y entre los fans de este género hasta finales de los 70, pero tanto el mencionado Lester Bangs, David Fricke de Circus Magazine el británico John Peel en la BBC Radio 1 se refirieron a bandas como Grand Funk o Humble Pie en 1970 como “puro Heavy Metal”.

‘Steppenwolf’ tema a tema

Sookie, Sookie

Se abría el álbum con una canción con un estribillo muy pegadizo y un aire más pop que rock, cabe imaginar que pensada desde el primer momento para lanzarla como single, pero que sin embargo ya tiene muchas de las señas de identidad más características de estos Steppenwolf más primigenios: guitarras fuertes, marcando mucho el riff, una base de ritmo muy densa, con el bajo muy en primer plano y un sonido muy crudo, duro y contundente. Co-escrita entre Don Covay y Steve Cropper, guitarrista de Booker T & The Memphis Group, se editó como segundo single, pero comercialmente no tuvo éxito.

Everybody´s Next One

Es también una canción de pop-rock, muy influida por el estilo de los Who –guarda cierta similitud con temas de la banda de Pete Townshend como “Pictures Of Lily”- con una sugerente intro de piano que pronto da paso a un tema en el que de nuevo guitarras a gran volumen y una base de ritmo sólida y pétrea le dan una gran fuerza a un tema cuya estructura como composición quizá en origen tuvo un tratamiento menos guitarrero.

Berry Rides Again

El título lo dice todo: un formidable rock´n´roll clásico homenajeando la figura y el legado de Chuck Berry, en el que destaca especialmente el tratamiento de la voz de John Kay, más endurecido, más propio del hard rock y un piano fabuloso, que junto a las potentes guitarras que imprimen una dureza muy notable a todo el tema hacen de este corte uno de los más fuertes, potentes y brillantes de este disco. El más claro precedente al “Rock´n’Roll” de Led Zeppelin.

Hoochie Coochie Man

La devoción que Steppenwolf sentían por el blues como la madre de todas las músicas y la profunda huella que había dejado en su formación como artistas les llevó a hacer esta magnífica versión del clásico de Willie Dixon grabado en 1954 por Muddy Waters para la Chess Records. Blues ejecutado con un sentimiento y una carga emotiva impresionante, con un John Kay cantando magistralmente y el grupo llevando el tema a un punto de dureza tremendo, de nuevo con unas guitarras demoledoras, como habían hecho previamente Cream y posteriormente harían de igual modo Led Zeppelin o The Jeff Beck Group.

Born To Be Wild

El primer gran himno del Heavy Metal. Poco más se puede añadir a todo lo  que se ha dicho ya sobre esta histórica canción cuyo riff de guitarra está marcado a fuego en el corazón de todo aquel músico de rock que haya cogido alguna vez una guitarra y a haya puesto el volumen de su amplificador a tope. Guitarras muy recargadas, un apoyo de órgano hammond perfectamente ensamblado en todo el armazón del tema y una letra que será la más rotunda declaración de principios de todo aquel que se sienta un espíritu libre.

Your Wall’s Too High

Rock a medio tiempo que aunque baje un poco el pie del acelerador en cuanto a dureza en tanto que las guitarras, más cálidas y no tan recargadas en esta ocasión ceden protagonismo en este tema a los teclados, no deja de ser un hard rock con un excelente solo de guitarra a mitad de la canción y un piano que le da un aire sureño muy original y atractivo. Otra canción en la que merece la pena detenerse a resaltar a John Kay como cantante, que en este “Your Wall´s Too High” se muestra como un excelente vocalista con un estilo perfectamente equiparable a las futuras estrellas del rock duro.

Desperation

Es probablemente la canción más cercana por un lado al rock progresivo de la época por su desarrollo instrumental –desde la intro de órgano al solo de guitarra pasando por el ritmo, lento pero denso de toda la canción- y al rock sureño, tanto por la melodía como por el in crescendo que años más tarde será tan característico de temas como “Tuesday´s Gone” de Lynyrd Skynyrd. Rock fuerte, con guitarras recargadas, una batería muy presente y en definitiva, todos los elementos que serán seña de identidad musical del Hard Rock ya entrados en la década de los 70.

The Pusher

Imagino que le sucederá lo mismo que a mí a todo aquel que haya visto alguna vez la película ‘Easy Rider’; cerrar los ojos, escuchar “The Pusher” y ver, una vez más, cabalgando sobre sus Harleys a Peter Fonda y Dennis Hopper, o si lo prefieres, al Capitán América y a Billy en ese alucinante viaje por la América profunda que se cuenta en la legendaria cinta. Blues muy psicodélico, muy del rollo West Coast Rock cuya letra no puede ser más explícita ya desde los primeros versos -“He fumado un montón de hierba / ¡Oh señor! / y me he metido un montón de pastillas”- y que adquirió una notable popularidad al ser incluida en la banda sonora de la película ya mencionada.

A Girl I Knew

Volvemos al pop psicodélico, con un aire experimental y unas melodías y líneas de voz que denotan una clara influencia de los primeros tiempos de The Sparrows y de The Byrds. Fue el primer sencillo extraído del álbum, pero como ocurrió con “Sookie, Sookie”, pasó totalmente desapercibido en los charts.

Take What You Need

Encaramos ahora un rock con una base de ritmo muy densa y unas guitarras potentes al servicio de una canción con un estribillo pegadizo que la hace muy atractiva. No hubiera sido en modo alguno una mala opción como single.

The Ostrich                                                                                                                       

Tema con una clara influencia de los Rolling Stones de la época –es una canción que lo hereda todo de “Not Fade Away” – pero que evoluciona hacia un rock fuerte, duro, en el que la banda se entrega a tope para cerrar el álbum con rock enérgico y guitarrero, incluyendo una coda final de auténtico rock experimental.

El legado

‘Steppenwolf’ fue un álbum muy bien valorado en la prensa musical y obtuvo críticas en general elogiosas, pero tardó en funcionar a nivel charts, básicamente por la mala elección de los dos primeros singles. Sin embargo, cuando para tratar de remontar un poco las ventas en mayo de 1968 se lanzó como tercer single “Born To Be Wild” la situación cambió radicalmente en cuestión de muy pocas semanas. Este single sí fue un verdadero impacto comercial, arrasó en la radio americana aquel verano del 68 y llegó en la primera semana de junio al nº2 de la lista de singles de Billboard, arrastrando en su subida al álbum, que subió del puesto nº65 al nº6. La banda, que había hecho ya alrededor de 30 conciertos desde la salida del disco en locales de mediano aforo, pasó pronto a tocar en anfiteatros y en recintos como el Hollywood Bowl de Los Ángeles, en donde dieron uno de los conciertos más recordados de su historia el 5 de julio de 1968 junto a The Doors.

Steppenwolf editaron a finales de octubre de 1968 un segundo álbum que tuvo una muy buena respuesta merced a otro single de éxito como fue “Magic Carpet Ride” y sus siguientes trabajos, como ‘At Your Birthday Party’ (1969) o sobre todo el magnífico álbum en directo ‘Steppenwolf Live’ (1970), ambos trabajos de enorme calidad, pero a partir de ese momento, las cosas empezaron a torcerse. Tras la marcha de Rushton Moreve, los cambios de formación empezaron a ser demasiado habituales y el grupo perdió garra, dio un bajón de calidad en sus siguientes discos y en 1972 anunciaron su separación, aunque dos años después la banda se reformaría y desde entonces, con algunos prolongados periodos de parón, han estado activos, aunque ya casi de manera testimonial y actualmente tan solo con John Kay como miembro de la formación original.

En cualquier caso, transcurrido medio siglo de vida, ‘Steppenwolf’ es un álbum al que aún debe mucho el Heavy Metal como estilo musical y que cuando se escucha a día de hoy, conserva esa magia, esa fuerza y esa frescura de una banda que en ese momento tuvo la inspiración necesaria como para hacer una obra que iba a trascender su tiempo, la colaboración de un productor sin el cual –Gabriel Mekler- con toda seguridad no hubieran logrado llegar donde llegaron y sobre todo, encontrar la canción que iba a definir todo un estilo de rock, todo un lenguaje y toda una forma de vida.

Mariano Muniesa

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