50 años de ‘Their Satanic Majesties Request’: Cuando los Rolling Stones quisieron ser Pink Floyd

Blog: Mariano Muniesa

11 diciembre, 2017 12:14 pm Publicado por  1 Comentario

Imaginad la escena: primavera-verano de 1967, Londres. En toda la prensa musical no dejan de aparecer reportajes llenos de colorido acerca del Festival de Monterey, la cultura y el modo de vida hippie que llega desde el otro lado del Atlántico revoluciona a toda la gente joven con un mínimo de inquietud y todos en mayor o menor medida, son ya conscientes de que el rock es la banda sonora de una nueva revolución que esta vez no se hace con armas, sino contra las armas en Vietnam, y para la cual los cañones de los fusiles solo sirven para colocar flores.

En Carnaby Street la moda es otra revolución en sí misma, en Caroline Radio suenan discos como 'Absolutely Free' de Frank Zappa & The Mothers Of Invention, 'Sargent Peppers' de The Beatles, 'The Piper At The Gates Of Down' de Pink Floyd, 'Disraeli Gears' de Cream o 'The Who Sell Out' de los Who, mientras que en locales como el Marquee, el Scotch Of Saint James o el Saville Theater la Jimi Hendrix Experience hace literalmente explotar sus amplificadores a base de furioso e incandescente proto-hard rock y en clubes como el UFO una nueva forma de vivir la música a través de los happenings psicodélicos se abre camino en una nueva dimensión del rock. Como creo que acertadamente dijo Mick Jagger, “en medio de ese ambiente, ¿quién podía pretender encerrarse en una burbuja y aislarse de todo lo que estaba ocurriendo? Los Stones, y yo en particular, no podíamos estar en esa escena como meros espectadores. De ahí nació la idea de hacer un disco como 'Their Satanic Majesties Request'”.

Este álbum, del cual en estos días celebramos su 50 Aniversario, se conoce – erróneamente- como el álbum psicodélico de los Rolling Stones, definición muy incompleta en tanto en cuanto si bien es cierto que todo el disco está impregnado de una atmósfera y de algunos temas cuyo tratamiento están claramente en el ámbito de la psicodelia de los años 60, es mucho más que eso. Es con diferencia el álbum más arriesgado y experimental del grupo posiblemente en toda su historia, en el que más se abren a absorber la influencias de los sonidos étnicos, incorporados en gran medida por Brian Jones, cuya participación en este disco, la última realmente activa como miembro del grupo es muy notable y en el que el grupo entra en terrenos musicales fronterizos con el blues progresivo y el rock sinfónico haciendo temas de una calidad extraordinaria.

Es el álbum en el que se plasma una clara ruptura con su pasado y una apuesta por mostrarse como un grupo capaz de crecer y evolucionar en diferentes direcciones y sobre todo, capaz de entender y asumir lo que está pasando en una escena musical que está viviendo una convulsión sin precedentes y que va a abrir al rock a un nuevo horizonte de posibilidades que como se demostrará años más tarde, pueden ser infinitas.

1967: El año que los Stones vivieron peligrosamente...

Para alguien como quien suscribe estas líneas, que ha recopilado y escrito varias biografías, libros y artículos de muy diversa índole acerca de la historia de los Rolling Stones, se hace difícil encontrar un año en el que los acontecimientos se sucedieran a un ritmo tan frenético y en ocasiones tan dramático. Dentro de la historiografía Stone, 1967 fue el año de la censura de “Let´s Spend The Night Together” en el mes de enero en su actuación en el Ed Sullivan Show y el registro de la casa de Keith Richards en West Wittering por la policía, tras el cual Mick y Keith fueron procesados, encarcelados y puestos posteriormente en libertad ante el cúmulo de protestas, movilizaciones y hasta editoriales de prensa como el de The Times que denunció aquel juicio como una caza de brujas.

También en 1967 se produjo la detención, proceso y encarcelamiento por posesión de drogas, aunque en una causa judicial diferente de Brian Jones, el año de la ruptura total entre Brian y Keith a consecuencia del affaire de este último en el mítico viaje a Marruecos con la pareja de Brian, Anita Pallenberg, el año en el que empezaron a consumir drogas no precisamente blandas, el año en el que Brian Jones viajó al interior del Atlas marroquí para grabar la música de los Maestros de Jajouka, el año en el que rompieron su asociación profesional con su manager y descubridor, Andrew Loog-Oldham y el de la célebre gira europea en la que tocaron por primera vez en un país del otro lado del telón de acero, Polonia.

En medio de todo este torbellino, ¿hubo tiempo para grabar un disco? Sí, e incluso editar otros dos, pues en enero de 1967 se editó el desafortunado y desinspirado 'Between The Buttons' y en julio el recopilatorio 'Flowers', puesto a la venta al calor de todo el revuelo mediático que se suscitó alrededor del juicio contra Mick y Keith y en el que se incluyeron tanto “We Love You” como su cara B, “Dandelion”, single grabado a modo de agradecimiento a los fans que se solidarizaron activamente con el grupo cuando entraron en prisión.

De hecho, la primera sesión de grabación de 'Their Satanic Majesties Request' tuvo lugar el 14 de febrero de 1967 -una muy primigenia versión de 'In Another Land', que aparece titulada en los discos piratas de outtakes de 'Their Satanic...' como “Acid In The Grass” o “Bill´s Tune”, dado que es una composición de Bill Wyman, cantada por él- mientras que la última data del 23 de octubre. El grueso de la grabación no obstante tuvo lugar durante el verano, más en concreto entre el 7 y el 22 de julio en un primer tramo, y entre el 10 de agosto y el 7 de septiembre el segundo.

“Chicos, me voy. Ya no me queda nada más por hacer aquí”

Andrew Loog-Oldham, el hombre que lanzó a la fama mundial a los Rolling Stones, tenía unas dotes realmente excepcionales como cazatalentos, pero como productor musical nunca pudo entender todo lo que estaba pasando en 1967. Ya en la grabación de 'Between The Buttons' desde la producción hizo un disco que tal y como afirmó Mick Jagger “estaba pasado de moda desde antes de haberse puesto a la venta”. Si a la divergencia de criterios y la imposibilidad de ponerse de acuerdo sobre cómo debía sonar el nuevo disco del grupo le sumamos que la relación personal entre banda y manager se había enfriado mucho tras el asunto de las detenciones y los juicios, que Oldham en 1967 dejase el management de los Stones y por tanto también su labor como productor, era solo cuestión de tiempo.

Así, en julio de 1967, al terminar la última sesión de grabación que estaban haciendo de “Sing This All Together” (See What Happens)”, y viendo que sus diferencias musicales eran ya insalvables, les anunció que se marchaba. De tal suerte que por tanto este será el primer disco producido por Mick y Keith, aunque con una más que notable ayuda de Glyn Johns, el legendario ingeniero de sonido de los Olympic Studios y un joven asistente llamado Eddie Kramer, lo cual se nota en el resultado final.

Tema a tema... o planeta a planeta

Sing This All Together

Es la canción con la que se abre el disco, un medio tiempo que tiene una continuación a modo de “slight return” en otra versión de esta misma canción mucho más larga, compleja y elaborada. Al escucharla ya se intuye que el álbum va a tener un marcado carácter experimental, desde el inicio estilo free jazz con el piano y la sección de vientos, el xilofón y las percusiones incorporadas por Brian Jones, que hacia la parte intermedia de la canción nos introducen en unos pasajes más progresivos, con un tratamiento de las guitarras, también de Brian en este caso, extremadamente originales. Como en la mayoría de temas de 'Their Satanic Mejestic Request', el piano es de Nicky Hopkins. John Lennon y Paul McCartney, que ya grabaron coros en el single “We Love You” también fueron invitados a colaborar en la grabación de este disco y sus voces forman parte de los coros de esta canción. Grabada en las sesiones del 7 al 22 de julio en los Olympic Studios de Londres.

Citadel

Es para muchos de los estudiosos de este álbum, la mejor canción de todo el disco, en parte por la originalidad de su tratamiento; guitarras muy densas, muy recargadas, casi en plan blues progresivo proto-hard rock y una base de ritmo muy densa y muy en primer plano combinadas con unos teclados mucho más suaves, que endulzan mucho las partes más pop de “Citadel”, que en esencia es una canción que está entre el rock duro, el blues progresivo y el pop melódico. En especial en los estribillos y en unas voces en las que se refuerza mucho el papel de los coros se consigue esa musicalidad aunque curiosamente, la voz de Mick Jagger está muy baja, muy por debajo de las demás canciones del disco. Se grabó entre el 2 y el 5 de octubre en los Olympic Studios con Nicky Hopkins al piano y teclados y cabe señalar que su riff de guitarra fue literalmente fusilado por Bryan Ferry en 1973 en su single “Street Life”

In Another Land

El único firmado tema en la historia de los Rolling Stones en el que figura como compositor Bill Wyman y además está cantado por él mismo. Es una canción peculiar en tanto en cuanto además de su aire experimental, con los ecos de la voz de Bill tratados con una originalidad impresionante por Eddie Kramer -Kramer es reconocido en el mundo de la producción como el mejor a la hora de mezclar voces- y por ser, en este caso sí, la que tiene un componente más psicodélico en su sonido.

Existe una anécdota poco conocida acerca de “In Another Land”: el día que se planificó su grabación, Keith llamó al estudio para avisar que no podía ir ese día al encontrarse enferma su pareja Anita, con lo cual Steve Marriott, quien estaba grabando con los Small Faces en otra de las cabinas de los Olympic fue quien grabó las guitarras. Al día siguiente, Keith y Brian grabaron las guitarras de “In Another Land”, pero al escuchar la mezcla, tanto Glyn Johns como Mick Jagger estuvieron de acuerdo en mantener la versión grabada por Steve Marriott, quien además junto a Ronnie Lane y el propio Mick Jagger grabó los coros del estribillo.

En octubre, cuando la canción ya estaba montada, una noche Bill Wyman se quedó dormido en uno de los sofás del estudio y empezó a roncar. Brian Jones fue quien sugirió que se grabasen los ronquidos del bajista, que son los que se pueden escuchar al final de la canción, editada como single en Estados Unidos.

2000 Man

Pieza que comienza con unas acústicas que hacen imaginar que estamos ante un country-rock al uso, aunque su comienzo en plan balada pronto evoluciona hacia un rock más standard, de nuevo como en “Citadel”, tratado con guitarras muy duras, una base de ritmo muy marcada y muy en primer plano, y el apoyo de un hammond de Nicky Hopkins que le proporciona a toda la canción un empaque y una dureza más que considerable, aunque matizada por el tratamiento de la voz y los coros. “2000 Man” es de las canciones que pertenece al segundo bloque de sesiones de grabación, efectuadas entre el 10 de agosto y el 7 de septiembre de 1967, aunque no se dejó terminada hasta octubre de ese año.

Sing This All Together (See What Happens)

Retomando la base y el estribillo de la canción que abre el disco, se toma como punto de partida para grabar una extensa pieza de más de 8 minutos, instrumental en su mayor parte y en la que Brian Jones de nuevo asume un rol relevante en tanto en cuanto introduce las percusiones, la flauta y otros instrumentos sin duda eco de sus primeros viajes a Marruecos para estudiar la música de los Maestros de Jajouka. Ello unido a unos teclados realmente hipnotizantes, unas guitarras que recorren toda la canción como en un carrusel de emociones y un desarrollo del tema propio del rock progresivo de la época, con este corte nos encontramos ante uno de los ejercicios más brillantes de innovación y asimilación de nuevas influencias que los Stones hayan hecho en muchos años, y sobre todo en este periodo de finales de los 60 y primeros 70. Grabada entre el 7 y el 22 de julio de 1967.

She´s A Rainbow

Indudablemente la más famosa de las canciones de 'Their Satanic...' -tanto que todavía la tocan en algún que otro concierto, como sucedió recientemente en el 'No Filter Tour' – el hit single que se editó de este trabajo y con toda certeza, una canción que aman incluso aquellos stonianos que puedan ser más críticos con este trabajo. Es la primera canción que se montó para la grabación del disco, ya que su primera demo data de finales de enero de 1967 y musicalmente, poco o nada hay que decir sobre ella que no se haya dicho ya. Pieza de una maravillosa sensibilidad, destaca por el magnífico piano de Nicky Hopkins y los arreglos orquestales de Brian Jones, en los que participó también John Paul Jones, músico de sesión habitual de los Olympic. Grabada en tomas preliminares en julio de 1967, su versión definitiva quedó terminada entre el 5 y el 7 de septiembre.

The Lantern

Evocadora, tierna y excelente pieza que combinaba a la perfección guitarras acústicas con eléctricas y un piano fabuloso dentro de una canción llena de maravillosos matices y detalles propios de lo que son los Stones. A mi juicio es en la que está mejor tratada la voz de Mick. Un medio tiempo sugerente e intenso que opino puede ser la mejor canción de 'Their Satanic Majesties Request' y en la que quiero destacar la letra. Una letra poco conocida y poco valorada y que sin embargo pienso que es una de las más hermosas escritas nunca por Mick Jagger, una poética, emotiva y hasta cierto punto melancólica metáfora acerca de la pérdida del ser amado. “Nosotros, en este momento presente / sabíamos que las estrellas estaban en lo cierto / y que si eras el primero en partir / Dejarías allí una señal para mi / dímelo ahora / mantén encendido el faro / Cruzaste el océano de la noche / libre del hechizo del miedo / tu capa es el sudario de un espíritu /me despertarás en mis horas de sueño / como una nube / así que mantén encendido el faro”.

Grabada entre el 7 y el 22 de julio en los Olympic Studios de Londres.

Gomper

Con toda probabilidad este nuevo ejercicio de fusión de sonidos étnicos y folk rock, en el que de nuevo se hace muy presente la flauta y los instrumentos de percusión de Brian Jones y que bien podría ser el eslabón perdido entre los Stones más experimentales y los Maestros de Jajouka. En su mayor parte instrumental, es otro de los temas en los que el grupo se muestra más libre de prejuicios de cualquier tipo y deja fluir toda su inspiración y toda su creatividad. Grabada en los Olympic Studios entre el 10 de agosto y el 7 de septiembre de 1967.

2000 Light Years From Home

Conocida durante muchos años como la Cara B del single de “She´s A Rainbow” es la más decididamente psicodélica de 'Their Satanic Majesties Request'. Medio tiempo en el que su parte intermedia juega con los cambios de ritmo, efectos de sonido, ecos doblados... de nuevo los Stones descubriendo todo lo que es posible hacer en un estudio de grabación en 1967. A lo largo de toda la canción juega un papel fundamental el mellotron introducido por Brian Jones, que se mezcló aparte, ya terminada la grabación del disco, en los Bell Sound Studios de Nueva York en el mes de octubre. El resto de la canción se grabó entre el 10 de agosto y el 7 de septiembre en los Olympic Studios.

On With The Show

La extravaganza de los Stones por definición. Un raro divertimento, un experimento en el que hay una evidente influencia de los ritmos latinos, de hecho incluyen un fragmento de una canción popular paraguaya, “Pájaro Campana” que los Stones aún no conocían bien -sus primeros viajes a Perú y a Brasil datan de 1968- pero con los que jugaron en este curioso tema, muy alejado de toda la tradición stoniana e incluso del espíritu más transgresor y experimental de 'Their Satanic...'. Grabada entre el 7 y el 22 de julio de 1967 en los Olympic studios.

El Legado

“Creo que el valor fundamental de ese disco está más en el sonido, en la forma en la que lo hicimos y como nos pusimos a prueba a la hora de tratar con otras realidades a nivel de sonido. Pero reconozco que algunas canciones no son realmente muy buenas” - declaró sobre este album Keith Richards en los años 80.

No le falta razón. No había detrás de 'Their Satanic Majesties Request' ningún cambio de modelo, ni el inicio de una evolución musical en otra dirección ni nada similar. Es fundamentalmente un ejercicio de adaptación, como bien explica Keith, a las nuevas posibilidades que la tecnología aporta a las técnicas de grabación en el estudio, y un reto que se pusieron a sí mismos, el de demostrar que eran permeables a esos cambios tan profundos que el rock había empezado a experimentar en 1967.

Tanto en lo que se refiere a impacto de ventas como en lo relativo a las reseñas de prensa, 'Their Satanic Majesties Request' fue un intento fallido. No gustó a la gran mayoría de los fans, la crítica en su mayor parte lo consideró un álbum pretencioso, poco trabajado a pesar de todo el esfuerzo por incluir sonidos nuevos y las comparaciones con el 'Sargent Peppers' de los Beatles no jugaron en modo alguno a su favor. En la primera semana de su puesta a la venta llegó al nº3 de las listas oficiales en Inglaterra y al nº2 en Estados Unidos, pero antes de Navidad ya habían descendido varias posiciones en los rankings.

Como suele suceder, fue un álbum más valorado con el paso de los años que en el momento de su edición. De hecho, es quizá el único trabajo de estudio de los Rolling Stones que personalmente siempre recomiendo escuchar sin intentar compararlo con 'Beggars Banquet', 'Let It Bleed' o 'Aftermath'. Son los Stones en otro contexto, experimentando con otros sonidos, saliéndose deliberada y conscientemente de su zona de confort, de su hábitat natural y su personalidad para tratar de desenvolverse en otros terrenos musicales. En ese aspecto, creo honestamente que el disco fue un acierto aún cuando a mí debo reconocer que tardó en gustarme y estuve muchos años sin apenas prestarle atención. Ahora bien, es válido simplemente como tal experimento, la esencia stoniana obviamente está sobre todo en los discos que editaron posteriormente, en especial los que van del periodo de 1968 a 1972.

'Their Satanic...' iba a llamarse en principio según la idea que había propuesto Decca 'Cosmic Christmas', pero al grupo no le gustó en absoluto la idea y Decca finalmente optó por aceptar el título de 'Their Satanic Mejesties Request' aunque en algunos países, como Filipinas, por ejemplo, tuvo que editarse bajo el nombre de 'The Stones Are Rolling' al no aceptar la compañía local distribuir discos que llevasen la palabra “satanic” en su portada.

Para el lanzamiento de este disco se pensó en que el conocido fotógrafo Michael Cooper hiciera un trabajo especial para darle un relieve especial y en las primeras ediciones del disco la portada contenía una imagen lenticular en la cual las caras de los miembros del grupo, que aparecían en la portada mirando al objetivo, cambiaban su posición según se moviera la portada en una u otra posición, mientras que también, dependiendo desde donde se mirase la portada, se podían ver las caras de los 4 Beatles. No obstante y dado que el disco no tuvo una gran respuesta comercial y este diseño de portada encarecía en exceso el precio final del producto, en las siguientes ediciones excepto en Japón, la fotografía en tres dimensiones fue sustituida por una fotografía convencional.

Con motivo del 50 aniversario que se celebra en estos primeros días de diciembre, recientemente se ha puesto a la venta una nueva edición de la obra, en este caso una edición limitada deluxe formada por un doble vinilo y doble CD, remasterizados ambos por Bob Ludwig y recuperando de nuevo la famosa fotografía en 3-D de Michael Cooper. Por desgracia, y contrariamente a como se hizo por ejemplo con la reedición de 'Some Girls', no se ha incluido material extra, en especial outtakes o temas no editados que consta que se grabaron para este disco, caso por ejemplo de la primera versión instrumental de “Child Of The Moon” - que sería la cara B de “Jumpin´Jack Flash”- las versiones alternativas de “Citadel” o “2000 Man” o “Shades Of Orange”, tema inédito que estaba compuesto también por Bill Wyman y que al ser desechado por los Stones, Wyman se lo cedió al grupo The End, del que fue productor de su disco 'Introspection' en 1968.

50 años de historia de un disco que con independencia de que guste más o menos, o sea más o menos representativo de lo que los Stones han aportado al rock, tiene el atractivo de ser un retrato muy certero acerca de ese clima de libertad creativa, de ruptura de moldes y de evolución que no se ha vuelto nunca a vivir en el rock, o cuando menos, nunca un cambio como el que se vivió en 1967 fue tan profundo como para atraer a un grupo como los Rolling Stones a entrar de lleno en esos nuevos sonidos.

Mariano Muniesa
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