35 años de ‘Blackout’, el disco que lanzó a Scorpions al estrellato mundial
Blog: Mariano Muniesa
29 marzo, 2017 10:38 am Deja tus comentariosA base de mucho trabajo, mucho esfuerzo, una indestructible fe en sí mismos y una indiscutible fidelidad a una idea y a un concepto musical, los alemanes Scorpions atravesaron a lo largo de la década de los 70 una travesía del desierto en pos del éxito internacional que parecía que no terminaría nunca… pero por fin, en 1982 llegó su gran oportunidad, y la supieron aprovechar. Merced al magnífico trabajo hecho en este disco, Scorpions dejaron de ser la eterna promesa para convertirse en una de las bandas más grandes del Heavy Metal a nivel mundial y sus canciones hoy son clásicos absolutamente imperecederos. En aquella primavera de 1982, mientras el mundo se estremecía con ”Run To The Hills” de Iron Maiden, “Death Alley Driver” de Rainbow o “Iron Fist” de Motörhead, también estallaban en todo el mundo temazos como “Can´t Live Without You” o “No One Like You”.
El disco que estuvo a punto de no llegar a grabarse nunca
Cuando a comienzos de 1981 se empezó a planear la grabación de lo que sería un año después ‘Blackout’, el grupo ya no era esa banda underground que dormían hacinados en el autobús de gira durante su primera gira inglesa de 1975. Aún estaban lejos, desde luego, de convertirse en las estrellas de éxito masivo y multitudinario que este disco iba a ayudar a lograr para ellos, pero ya eran una de esas bandas que estaban en la lanzadera de llegar a ser muy grandes. En 1979 habían realizado con un gran éxito su primera gira importante por Estados Unidos, su actuación en la primera edición del Festival Monsters Of Rock en el circuito de Donington Park en agosto de 1980 al lado de April Wine, Saxon, Riot, Judas Priest y Rainbow ya les había convertidos en unas verdaderas celebridades en Europa y además en ese momento, el Heavy Metal –denominación que nunca les gustó, pero a la que acabaron inevitablemente asociados- renacía con una fuerza inmensa en todo el mundo.
Ello implicaba que el nuevo disco de estudio de Scorpions debería ser el álbum que significase el salto definitivo a nivel internacional. EMI Music, su compañía de discos también pensaba que este era el momento del “Ahora o nunca” y por tanto, puso toda la carne en el asador para hacer de ese nuevo disco un impacto mundial. Y la banda, descontenta de la precipitación y la prisa con la que se había preparado y grabado el anterior ‘Animal Magnetism’, también preparó el material de este disco a conciencia, a pesar de que desde 1977 llevaban literalmente cuatro años sin parar de girar.
El productor de la banda en esos años, Dieter Dierks, buscó incluso unos estudios mejor equipados para ganar en calidad en esa grabación, y encontró una magnífica casa de campo en la Costa azul francesa, Ville St.Pecare, en donde instaló una unidad móvil de grabación para hacer allí ‘Blackout’. En la primera semana de marzo de 1981 los Scorpions se instalaron en Francia y durante las tres primeras semanas, en un ambiente relajado y bucólico, en pleno campo, la grabación iba estupendamente. Pero…
La voz se quebró
Klaus Meine había hecho en los primeros días unas grabaciones de referencia, y solía ensayar con el grupo aunque como era habitual, sus tomas de voz eran lo último en grabarse. Pero una mañana, al mediodía, durante un ensayo, sintió molestias al cantar y una fuerte irritación en la garganta. Lo atribuyeron en principio a una posible alergia primaveral al polen o a alguna hierba o gramínea del campo, pero las molestias continuaron, y cuatro días después de empezar a notar esas molestias, el dolor en su garganta era tan intenso que no solo no podía cantar sino que apenas podía hablar normalmente, teniendo que comunicarse con sus compañeros por escrito. A la mañana siguiente voló urgentemente hacia Alemania, en donde los médicos le diagnosticaron un grave problema de nódulos en la garganta que le impedían total y absolutamente hacer ningún tipo de esfuerzo con su voz so pena de dañar sus cuerdas vocales de un modo irreversible y perder la voz para siempre. Gonzalo Quintana en su libro ‘Scorpions, La leyenda alemana del rock’, explica que Klaus Meine contó a sus compañeros tiempo después que el médico que le diagnosticó los nódulos llego a sugerirle que pensara en cambiar de profesión, puesto que la gravedad de la situación le hacía pensar que no podría volver a ser cantante profesional.
Ante esta situación y por consejo médico, se decidió practicar una intervención quirúrgica al cantante, que parece ser se saldó con éxito. Tuvo una rápida y prometedora recuperación, a consecuencia de lo cual dos semanas después volvió a Francia para reanudar la grabación, pero… en la segunda sesión de grabación, volvieron los dolores y la incapacidad para poder grabar una sola nota. Tuvo que volver a Alemania, y esta vez se encontró que tenía unos pólipos en formación en su garganta que exigían una nueva operación, porque en opinión de los médicos, la situación era todavía peor y de mayor riesgo que cuando se le diagnosticaron los nódulos.
El resultado de esta segunda operación no mejoró la situación. Se le extrajeron los pólipos, pero se decía que sus cuerdas vocales habían quedado fuertemente dañadas, y el doctor le anunció que primero debería esperar un periodo de larguísima recuperación antes de plantearse volver a cantar, y que aún así, el riesgo de perder la voz era muy alto si forzaba demasiado.
Y lo peor de ello es que aparte del grave problema que suponía perder la voz de Klaus Meine y de tener que suspender indefinidamente la grabación del disco, el cantante cayó en una profunda depresión, que provocó una situación muy tensa y muy difícil con sus managers y con sus propios compañeros de grupo, puesto que en el momento más crítico de su depresión, les dijo al resto del grupo que continuasen sin él, que estaba convencido de que no podría nunca volver a cantar. Se dice que llegó a confesar a alguno de sus más íntimos que si perdía la voz, para él ya no merecería la pena seguir viviendo.
Una voluntad de acero
Todos en el grupo reconocen que si en ese momento Klaus Meine no dejó Scorpions fue por el tesón y la tenacidad de Rudolf Schenker, que se obstinó en convencer tanto al resto del grupo como al propio Klaus de que se recuperaría, de que no pensara en marcharse, que él era el cantante de Scorpions y lo seguiría siendo fuera como fuese. Pero en medio de toda esta convulsa situación, las noticias sobre el estado de salud de Klaus Meine se filtraron a la prensa enrareciendo aún más el ambiente, máxime cuando se supo que Don Dokken había visitado al grupo en el estudio de Dieter Dierks, y que incluso ensayó con ellos. En palabras de Rudolf Schenker, según declaraciones a la revista Kerrang! en 1982: “Sí, es verdad que Don estuvo allí, pero para grabar unas maquetas, no con idea de unirse al grupo. Lo que realmente ocurrió es que necesitábamos para poder avanzar en la grabación unas tomas de voz de referencia, y Dieter, que era buen amigo de Don, se lo propuso y este aceptó para echarnos una mano. De hecho, hay una línea de voz suya en “When The Smoke Is Going Down”. Pero nunca, nunca jamás a nadie se nos pasó por la cabeza que Don Dokken fuera a entrar en Scorpions en lugar de Klaus”.
Rudolf Schenker insistió en decir al cantante no solamente que en ningún caso continuarían sin él, sino que para tratar de sacarle del ensimismamiento y la tristeza en la que se encontraba, insistió en que estuviera con ellos en el estudio comprobando como progresaba la grabación y de paso, dejándose ver con todo el grupo para despejar cualquier rumor o especulación sobre iba o no a dejar Scorpions. Esta terapia, unida a un rápido viaje de vacaciones que Rudolf y él hicieron a Japón a modo de break en el trabajo de la grabación del disco surtió un efecto magnífico en la evolución de su enfermedad. Klaus mejoró mucho anímicamente, salió de la depresión y a la vuelta del viaje a Japón ya hablaba con normalidad, aunque casi siempre en voz baja y no entrando en conversaciones muy largas.
Las manos del Dr.Kursten
A raíz de esta mejora en su estado de ánimo, y después de haber rechazado durante mucho tiempo la posibilidad de una tercera operación, finalmente aceptó ir a visitar la clínica del Doctor Kursten en Viena, un reputado especialista en problemas de garganta que había tratado los problemas de voz de muchos de los mejores cantantes del mundo. El médico, tras operarle con éxito, le aplicó un revolucionario tratamiento de recuperación a través de unos electrodos que le colocó en la garganta junto a un prolongado pero efectivo proceso de reeducación de su voz con la ayuda de una profesora de canto clásico. Seis meses después, a mediados de noviembre de 1981, Klaus Meine estaba totalmente repuesto, había recuperado totalmente la voz y se reanudó la grabación del disco en la Villa St.Pecare, que terminó en las vísperas de navidad de aquel año. De hecho, el Doctor Kursten es mencionado en los créditos del disco por toda la banda, agradeciéndole de corazón el magnífico trabajo que hizo para salvar la voz del legendario frontman.
Desde Hannover al mundo
‘Blackout’, el nuevo y esperadísimo disco de los Scorpions resultaría si no el más determinante, sí uno de los discos más relevantes de su carrera e indudablemente, el que les abrió las puertas del mercado internacional a gran escala. Casi nada más ponerse a la venta, llegó a ser nº1 en Japón, entró directo en Estados Unidos al nº10 de la lista de álbumes de Billboard, en Europa fue nº1 en Francia, nº10 en Alemania, nº5 en Suecia, nº11 en el Reino Unido y nº3 en Holanda.
Musicalmente, una producción impecable, unas composiciones que reflejaban la madurez y la progresión del grupo, unido a un notable endurecimiento de su sonido, acorde con lo que era el momento álgido del éxito del Heavy Metal a nivel internacional convirtieron muy pronto a este álbum en un clásico de clásicos. En plan fuerte, “Blackout”, “Can´t Live Without You, “Now!” y “Dynamite” son ráfagas heavymetaleras sensacionales, 100% Scorpions y de inmediato pasaron a ser imprescindibles, tanto en esa gira como en las siguientes, en el setlist de gira. Combinando la fuerza del Heavy Metal con unas tesituras más melódicas, “No One Like You” se convirtió en un single de un impacto avasallador, llegando a sonar en España hasta en emisoras comerciales y de onda media, y en esa faceta igualmente característica de Scorpions en el plano baladístico, “When The Smoke Is Going Down” es otra pieza maravillosa, posiblemente de las mejores canciones que han hecho Scorpions a ese nivel nunca en su trayectoria.
Entre marzo, abril y mayo de 1982 la banda presentó ‘Blackout’ en directo en la gira europea más larga que habían hecho hasta aquel momento, haciendo sus primeras actuaciones en España en Madrid, Donostia y Barcelona. En junio y julio giraron por Estados Unidos abriendo para Rainbow junto con Iron Maiden, en septiembre y octubre giraron por Japón y en noviembre y diciembre regresaron a Estados Unidos y Canadá para hacer allí su primera gira como cabezas de cartel. Al terminar el año, ‘Blackout’ fue elegido como el álbum del año por los lectores de Kerrang! en Inglaterra y había sido cinco veces disco de platino.
Como sucede con frecuencia en la historia, el álbum que se grabó en el momento más difícil, conflictivo y crucial de su historia, el álbum que estuvo a punto de no grabarse y que pudo significar el final de su historia, fue el que les hizo definitivamente grandes en todo el mundo. Y el que hoy, 35 años después de su edición, sigue marcando un antes y un después en su larga y fascinante trayectoria.
Mariano Muniesa
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