Entrevistas |Javier Vargas, John Byron Jagger y Luis Mayol
«Siempre me he tomado la música como un divertimento del que pudiera vivir»
Por: Jorge Bobadilla
‘Move On’ ha sido una de las sorpresas de este año. El disco con el que se ha estrenado la unión protagonizada por la guitarra de Javier Vargas y la voz de John Byron Jagger (sobrino de Mick) ha dado forma a un disco en el que cada canción cambia completamente el paisaje. El bajista Luis Mayol completó la expedición que recibimos en la redacción y que tuvo tiempo de charlar y entrar en detalle con Jorge Bobadilla.
¿Cuándo empezasteis a trabajar en este proyecto de Vargas & Jagger?
(JV) “Hace casi un año y medio. La banda, Vargas Blues Band, ya había hecho algunas cosas con Chris Jagger, padre de John, y me llamó y me dijo que tenía un hijo que tocaba y que iba a ir a Ibiza y que nos podríamos encontrar para presentármelo. Vino con su familia y estuvimos hablando, empezó a venir a casa, empezamos a tocar, primero como un entretenimiento, haciendo un poco de jam, vacilando un rato con la guitarra, hasta que empezamos a tomárnoslo más en serio. Fueron saliendo canciones, temas, y llegó un momento que decidimos ir un paso más allá y meternos a preparar algo para grabar”.
¿Siempre se pensó como un nuevo proyecto, un nuevo nombre, separado de Vargas Blues Band?
(JV) “Empezamos valorando la posibilidad de que fuera un disco en solitario de John, pero al final decidimos hacer un álbum conjunto. Algo diferente. Acababa de sacar ‘King of Latin Blues’ y no pensaba hacer un nuevo disco de Vargas Blues Band, quiero dejar un margen bastante amplio hasta que haga el próximo, a lo mejor para el año que viene, más adelante, decido meterme en estudio, pero quería hacer algo diferente, dar aire nuevo a mi forma de hacer música y experimentar”.
Si hay una palabra que define el disco esa sería ecléctico, porque es increíble la variedad de estilos que encontramos en once canciones. ¿Vienen todas de un mismo proceso de composición o un momento creativo concreto?
(JV) “Sí, todas estas y otras que se han quedado en el tintero, y otras que estamos haciendo ahora para tenerlas preparadas para ir un paso más allá en el futuro, con otro tipo de álbum. No va a quedar aquí la cosa, todavía tengo mucho que contar. La fusión entre John y yo, con Luis al bajo, da mucho juego. Tal vez en el siguiente lo que me gustaría sería grabar parte aquí y rematarlo en Estados Unidos, en Memphis”.
John, ¿cómo veías a Vargas Blues Band antes de pasar a unirte a Javier en este proyecto?
(JBJ) “Antes yo era un fan de Javier. Él ha contado con cantantes alucinantes, por lo que solo soy uno más. Creo que Javier es un músico capaz de tocar cualquier cosa, un maestro de la guitarra. He escuchado sus discos anteriores, disfruto mucho con ellos, y creo que tenemos muchas influencias similares como el blues americano y cosas así. Creo que ha sido una fusión muy natural”.
¿Qué crees que aportas a su música?
(JBJ) “No lo sé (risas). Seguramente sea un nuevo reto para Javier. Realmente no sabría qué decir. Entusiasmo. La energía de quien está todavía aprendiendo, esto es solo el principio. Me siento un poco como un aprendiz, porque acabo de empezar y llevamos solo un año y medio juntos, antes de esto lo que hacía no estaba relacionado con la música. Creo que eso es lo que le aporto, entusiasmo y una nueva energía. Todavía tengo que seguir aprendiendo cómo ser el mejor en el escenario, cómo prepararme y cada concierto te enseña mucho. Este es un gran lugar para aprender a ser músico”.
El primer single, “Chicken Dinner”, ha sido una sorpresa, porque no soy el único al que le ha recordado a Limp Bizkit, una referencia que nadie se espera.
(JV) “Es verdad que alguien me lo ha comentado ya. Yo no he escuchado mucho a Limp Bizkit, lo habré escuchado por encima en la radio, algún fragmento, no es algo de lo que me haya empapado. A John le gusta mucho el rap, el reggae, la música africana, esas son también sus influencias, ahí es él el responsable. En ese tema yo me limité a tocar la guitarra y buscar armonías. En otros he trabajado más las melodías y dándole a John una dirección, después él las ha desarrollado y ha escrito las letras. “Chicken Dinner” es un tema en el que la forma de cantar y todo es muy de John, igual que “Where Do We Go From Here?”, que abre el álbum”.
También nos encontramos “Bleeding Heart”, que sería la más reggae. ¿Cuáles son tus influencias (John) en este campo?
(JBJ) “En este estilo mis influencias vienen de cantantes como Gregory Isaacs, Dennis Brown y muchos, muchos más. Escucho mucho reggae, me gustan los artistas del reggae más oscuro. Diría que este disco es una búsqueda de mi camino de alguna manera. Lo hemos probado todo para ver cuál será el siguiente paso. Estamos trabajando en material que es más blues, blues rock”.
¿Dirías que este disco, con canciones tan diferentes entre sí y de estilos que van más allá de lo habitual para la Vargas Blues Band, también puede ser para los fans de siempre de Vargas?
(JV) “Yo creo que sí. El feedback que estamos viendo de los seguidores… por ejemplo, solo en YouTube en los primeros días ya teníamos casi cinco mil reproducciones, y otros tantos streamings en Spotify en dos días. John no tenía Spotify, su padre lo tiene hace diez años, con más de diez discos y tiene cuatrocientas escuchas mensuales, John ha tenido en un día dos mil cuatrocientas (risas)”.
“A veces, estar debajo de una marca no te permite mostrar otro lado de la música que te gusta”
¿Cómo ha visto todo el proceso el resto de la banda?
(LM) “Yo colaboro con Javier desde hace muchos años y también he estado ahí participando ahora, me ha tocado hacer todos los bajos. Creo que para Javier es una apertura y una opción para poder mostrar otro lado de la música que le gusta hacer o componer. A veces, estar debajo de una marca no te permite mostrarlo y, en este caso, al poner un elemento nuevo, abres un lado que te permite mostrar otras cosas que en lo que estás trabajando todo el tiempo no lo tienes. Y yo me divierto mucho”.
Como bajista ha tenido que ser divertido porque te han dado todas las posibilidades rítmicas imaginables.
(LM) “Claro, he tenido las maquetas en casa y prácticamente los he hecho de cero. Me he divertido mucho con este disco, y de hecho, es un disco que me gusta”.
(JV) “Mick Jagger escuchó el primer tema, y su primer comentario y el primer piropo se lo tiró a Luis”.
¿Qué tal la experiencia enfocándote en este disco como productor?
(JV) “Me ha llevado tiempo grabarlo bien, pensarlo, analizarlo… Es un disco que, antes de meternos a grabarlo, lo he pensado. He pensado cada sonido, cada forma, la forma de atacar las guitarras… sobre todo con los ingredientes. La batería la ha tocado David Varona, que vive en Ibiza, y tiene una forma de tocar muy alternativa, toca blues y rock and roll, pero es un tipo que tiene su forma de tocar muy actual. Cuando le explicaba los temas también trataba de indicarle la dirección que quería con la batería. Tampoco he buscado una batería tipo John Bonham, espectacular, he buscado algo más de garage, de alguna manera. El disco suena muy grande, pero si le pongo demasiada adrenalina, micros, compresores, una sala gigante para grabar la batería… Al final es un sonido paquidérmico. Yo quería un sonido más pequeño e intimista”.
¿De quién fue la idea de mezclar “Sympathy for the Devil” con “Muévete”?
(JV) “Estuvimos haciendo “Sympathy for the Devil” en algunas jam en Ibiza, que estuvimos en el Heart, el club de El Circo del Sol, y de repente Luis se puso a cantar “Muévete”, la de Rubén Blades. La idea fue suya, me pareció una gran idea, me pasó la letra y el problema que tenía era que la letra es larguísima, tiene muchísimo mensaje. La idea era que el tema durara lo menos posible, porque si mezclas “Sympathy for the Devil” entera y la otra, te vas a los quince minutos, entonces tuve claro que quería unos fragmentos que son los que me daban el flash y de “Sympathy…” igual. La idea era crear una catarsis entre el bien y el mal, porque el mensaje de Rubén Blades es positivo, hay que unirse, darse la mano, acabar con la maldad, y el otro es la maldad pura hablando desde el trono, dirigiéndose a sus súbditos. Era jugar con el ying y el yang y crear una catarsis en la que convivieran las dos caras de la misma moneda. Temas tenemos para haber metido veinte nuestros, pero me parecía curioso el reto de este experimento. En el estudio he buscado el arreglo perfecto para que encajaran todas las piezas en la estructura y desarrollarlo de forma que fuera un tema garage… No intentábamos hacer un cover, lo hemos tocado de diferente manera, hemos metido un poco de jazz latino, un poco de rock and roll, unos metales… Para dar con este tipo de sonido, y hace unos días el propio Rubén Blades nos retuiteó el tema, lo puso en su muro y lo recomendó. Yo ya le conocía porque estuvo a punto de cantar en el ‘Gypsy Boogie’, iba a cantar “Sácalo (Chill Out)”, fue el primero en el que pensé ya que no conocía a David Montes. El contacto con él fue increíble, es súper cercano. Para mí es uno de los grandes de la música latina y con mensaje, para mí significa algo muy grande Rubén Blades. Si tengo que decir veinte artistas y bandas que me molan de todos los tiempos Rubén Blades estaría entre ellos”.
“Tengo que sentir que disfruto y me lo paso bien con lo que hago, si no sería un coñazo”
No tardará en llegar algún comentario de que era un recurso fácil tirar de los Stones teniendo a un Jagger en la banda.
(JV) “Lo que pasa es que “Muévete” y “Sympathy…” tienen los mismos acordes, eso es lo que pasó. Son Mi-Re-La, lo único que el otro cierra en Si, pero es un turn around idéntico, esa es la gracia que tiene. Si fuera por eso hubiéramos hecho un disco de covers con John, porque puede cantar a veces como Mick, pero no se trata de eso, aunque en directo hacemos un par de covers de los Stones. ¿A quién no le gusta tocar canciones de los Stones? Igual que me gusta tocar temas de Robert Johnson, de Howlin’ Wolf o Muddy Waters… Aparte de considerarme compositor, hay canciones que me gusta tocarlas por placer, como cuando hice el disco con Carmine Appice, Paul Shortino y Tim Bogert, era una gozada tocar “Black Night” de Deep Purple, por ejemplo. Siempre me he tomado la música como un divertimento del que pudiera vivir, no como un trabajo. Tengo que sentir que disfruto y me lo paso bien con lo que hago, si no sería un coñazo. Entre otras cosas, soy muy vago, no me gusta trabajar (risas) me gusta pasármelo bien, porque hemos venido a esta tierra a disfrutar, no a sufrir. Venimos a hacer disfrutar a los demás y que los demás disfruten contigo, esa es mi filosofía y en la música es lo que yo hago”.
Creo que ya habéis estado en Alemania y Austria tocando estas canciones, ¿qué tal ha ido?
(JV) “Alucinante. Un éxito bestial. Para marzo del año que viene tenemos veintiocho conciertos en una gira más grande por Escandinavia, Holanda, Bélgica, Suiza… estamos montando una gira potente. Ahora nos vamos a Francia, Rusia, esperemos regresar a Canadá… En Estados Unidos está la opción de llegar como mejor álbum de Rithm & Blues con ‘King of Latin Blues’ en un premio de Los Ángeles, y me estaban diciendo de ir allí a recogerlo, pero no pienso ir para eso, si me pego veinticuatro horas de avión es para tocar, no para posar en un photocall”.
En España ya hay unas cuantas fechas anunciadas, ¿se irán sumando más?
(JV) “Hay bastantes fechas, la verdad, y va a haber más, por supuesto. Vamos a hacer todas las que podamos. Espero que de aquí a final de año hagamos unas veinticinco o treinta fechas, queremos tener unas sesenta hasta que empecemos la gira en Europa, que no está mal”.
Para terminar, hace unos años me comentabas que las Les Paul estaban bien, que las Strato eran guitarras de batalla y ahora te veo mucho con Telecasters, ¿cuestión de comodidad, de sonido…?
(JV) “Me gusta la Strato y la Telecaster. La que me ves ahora es una hecha por un lutier finlandés que se llama Ruokangas, que le ha hecho alguna guitarra a Sonny Landreth, y esa guitarra la descubrí por casualidad en una tienda de San Sebastián. Empecé a tocar con ella, tenía la mañana libre, estaba probando guitarras, y flipé, era alucinante. Mi number one en la gira es una Jeff Beck Custom Shop que suena muy bien, lleva conmigo desde hace veinte años, pero esta es increíble, tiene una mezcla entre Les Paul, Telecaster y Strato. Es un caballo de batalla. Las Les Paul, aunque fuera una increíble, no la llevaría, porque siempre tiene el riesgo de partirse el mástil y no quiero estar de gira pensando cuándo se va a hacer pedazos en un viaje. Las Strato que tengo se han caído, las tiro, las he facturado en funda blanda… y no pasa nada (risas). Acuérdate de Jimi Hendrix intentando romper la guitarra en Monterrey, al final ese mástil lo tiene el hijo de Frank Zappa, no consiguió partir el mástil. Lo único que está es el cuerpo quemado. Hay que echarle cojones para partir un mástil de Fender”.
Jorge Bobadilla
@jorgebobadilla
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1 comentario
Extensa entrevista hacia lo nuevo de nuestro histórico JAVIER VARGAS junto al sobrino de Mick Jagger junto otras anécdotas. A ver si algún promotor nos lo trae por la provincia de JAÉN para disfrutar de su potente directo.