Entrevistas |Josh Landau (The Shrine)

«Nuestros conciertos se han convertido en algo muy emocionante, incluso peligroso»

Por: Alfredo Villaescusa

Con la incorporación de la bajista original de Nashville Pussy, Corey Parks, este trío de Venice Beach, The Shrine, ha subido en proyección internacional, algo a lo que también contribuirá el hecho de editar recientemente el EP, ‘Cruel World’, o de que toquen alguna fecha europea junto a los también psicodélicos californianos Earthless. A pocos días de que recalen en la península (9 de mayo, Kafe Antzokia, Bilbao; 11 de mayo, Barcelona, Rocksound), el peculiar líder Josh Landau departe con Alfredo Villaescusa.

¿Por qué el título de ‘Cruel World’? ¿Tanto sufrimiento veis por ahí?

“Hay días en los que te levantas, miras a tu alrededor y no ves más que tragedias miserables ocurriendo en el mundo y eso sucede porque unas pocas personas con mucho dinero toman decisiones equivocadas que nos afectan a todos. Y es entonces cuando dices: “¡Oh, qué mundo tan cruel!”. Es muy sencillo de entender”.

¿Qué os llevó a editar un EP en vez de un álbum al uso?

“Son cuatro temas que poseen un estilo similar, y aparte de eso, también queríamos sacar algo para esta gira, no existe ningún otro motivo más. Estamos trabajando en un disco completo que saldrá en el otoño y que mezclará cosas de punk, hard rock, guitarras de los setenta, algo de psicodelia… Cuando tocamos en directo y se combinan todos estos elementos, surge una determinada energía, pero antes no puedo predecir cuál de estas vertientes tendrá mayor peso en el resultado final”.

¿De qué trata “Dance On a Razor’s Edge”?

“Es una reflexión personal acerca de las drogas, las adicciones, el dinero, el poder, las adicciones otra vez… (risas) No son experiencias personales, no creo incluso que ayude en algo saber si lo son o no, pero cualquiera puede extraer lo que quiera de ahí”.

¿Habláis de alguien en particular en “She Is Never Satisfied”?

“Quizás tenga en mente algunos comportamientos femeninos, pero no daré nombres” (risas).

“Hoy en día es toda una prueba de resistencia ver las noticias”

¿Y a qué se refiere en concreto “The Taste of Blood”?

“A lo que se experimenta al ver las noticias y ver a gente sufriendo en América, España o donde sea, en todos sitios es lo mismo. Los medios de comunicación se aprovechan de ello y tratan de subir audiencia mostrando las miserias de la gente y asustando a todo el mundo. Hoy en día es toda una prueba de resistencia ver las noticias”.

Volviendo a lo musical, os consideran una mezcla entre Thin Lizzy y Black Flag, ¿te agrada tal definición?

“Claro, son dos de mis bandas favoritas, pero la gente nos puede definir como le dé la gana. Alguien me dijo una vez que en los setenta y ochenta los heavies y los punkies se peleaban en los institutos. Si por ejemplo llevabas el pelo largo y te gustaba Metallica era muy difícil que te llevaras bien con alguien con el pelo corto y que le gustaran Bad Brains o Black Flag. Nuestra banda es como si esos dos enemigos acérrimos estuvieran juntos”.

La cultura del monopatín también jugó un papel importante en vuestra formación, ¿no?

“Sí, era nuestra puerta al mundo cuando éramos unos chavales, a partir de las camisetas que se llevaban podríamos hacernos una idea de lo que debíamos escuchar. La emoción y adrenalina que se siente al montar en un monopatín es algo que he buscado durante toda mi vida”.

Pero el monopatín quizás esté más vinculado con el punk californiano…

“No, para nada. Es algo que está presente en todos los géneros musicales”.

¿Y qué te dolería más, perder una guitarra o un patín?

(Risas) “Bueno, lo cierto es que llevo la guitarra a todas partes, cuando estoy de gira y tengo mono de patín, suelo alquilar uno, así como unas zapatillas apropiadas, ya que normalmente solo suelo llevar botas. Supongo que lo de perder la guitarra sería más irremediable, sí (risas).

Buena parte de vuestra inspiración procede de la década de los 70. ¿Os consideráis un grupo retro?

“Tampoco es que me emocione demasiado esa definición, encima teniendo en cuenta que en las letras solemos hablar de los problemas de hoy en día, pero las influencias son las que son, cogemos bastantes cosas de los setenta y no nos preocupa mucho lo que digan sobre nosotros. Es parte de nuestra identidad mezclar Black Sabbath o Thin Lizzy con Sex Pistols, Black Flag y lo que se nos ocurra”.

¿Qué expectativas tenéis respecto a vuestra gira peninsular?

“Nos encantan los conciertos en España porque la gente está más suelta que en otros sitios, según vas más hacia el sur, la gente está menos con los brazos cruzados mirando el reloj y se emociona más con las canciones, eso es lo que nos gusta”.

Imagino que sería importante tocar en el Resurrection Fest de 2016.

“Sí, fue genial. Era un sitio muy chulo, cerca de la costa y encima compartimos cartel con Iron Maiden, nuestros amigos de Graveyard… Esperemos que haya ocasión de volver a repetir”.

La ex-Nashville Pussy, Corey Parks, se ha incorporado a la banda. ¿Qué ha aportado exactamente?

“Corey ha añadido no solo un toque femenino a nuestra música, sino también una desbordante actitud de rock n’ roll, sobre todo en directo, creo que nuestros conciertos ahora son mejores, se han convertido en algo muy emocionante, incluso peligroso”.

¿Peligroso en qué sentido?

“Corey literalmente echa fuego al público en los conciertos, no se trata de algo espectacular en plan Kiss, con un técnico detrás, sino que aparca el bajo por un momento y expulsa fuego por la boca, es genial”.

¿De dónde procede, por cierto, el nombre The Shrine? (ndr: el santuario)

“Mi padre tenía un póster de los 60 de The Who y otros grupos en el Shrine Auditorium, un lugar de referencia de grandes conciertos en Los Ángeles, pero en vez de poner el nombre completo del sitio, decía únicamente “The Shrine” y eso siempre me gustó por su connotación religiosa, una palabra sencilla pero muy poderosa”.

Coincidisteis también hace un tiempo con Happy Tom de Turbonegro. ¿Trabajasteis en algo serio?

“Sí, estuvo en Los Ángeles, me preguntó si andaba liado con algo y luego se presentó en mi casa con un puñado de cervezas para tocar algunas versiones en acústico. Es un tío muy especial, todo un freak (risas). Me encantaría trabajar de nuevo con él, no solo en un proyecto musical, sino quizás también en un proyecto político, podríamos independizarnos de América y él sería nuestro presidente” (más risas)”.

Creo que tu primer disco fue uno de The Misfits.

“Exacto, me lo prestó en el instituto una chica a la que me daba vergüenza hablar. Me impresionó lo cortas, potentes y hermosas que eran esas canciones, la energía que desprendían me hizo olvidar todo lo que había escuchado antes, ese fue mi comienzo”.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Interesante banda como el estilo musical que practican. Las mejores de las suertes en esas dos fechas en nuestro país y buena pinta su nueva placa de estudio.

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