Entrevistas |Laurent Lacrouts y Mathieu Jourdain

«Improvisamos el orden de las canciones en función del público»

Por: Alfredo Villaescusa


Con una amplia experiencia tanto en festivales como delante de ingentes marabuntas, este dúo francés lleva al extremo la filosofía de buscarse la vida y no duda en identificarse con la gente del terruño. Así precisamente se titula su último disco ‘We The People Of The Soil’, un flamante álbum que presentarán en breve por la península en el que reivindican con orgullo su condición de granjeros. El vocalista y guitarra Laurent Lacrouts y el batería Mathieu Jourdain comparten su peculiar ideología antisistema con Alfredo Villaescusa.

 Vais a girar en pocos días por España, ¿qué podemos esperar de vuestros shows?

(Laurent) “Tenemos muchas ganas, porque hace tiempo que no tocamos por allí. Es curioso porque vivimos muy cerca de España, en concreto en Landas, Gascuña, por lo que nos sentimos muy cercanos a vosotros a nivel cultural, pero no solemos tocar con tanta frecuencia por la península, menos que por Japón incluso (risas). Contamos ahora con un lanzamiento muy bueno, ya que somos una banda que hace todo por sí misma, por lo que siempre es complicado conseguir editar en todo el mundo, pero en esta ocasión lo hemos logrado. Nuestros conciertos siempre son diferentes porque no utilizamos setlists, improvisamos el orden de las canciones en función del público, como un grupo de rhythm & blues, eso es muy importante para que cada show sea único”.

¿Qué recuerdos atesoras de las veces que habéis pasado por la piel del toro?

(L) “La primera vez que estuvimos allí fue en el festival Azkena y rompimos todo al final de la actuación, fue una experiencia divertida, nos encantó estar en un festival con una filosofía muy cercana a la nuestra. Hemos estado asimismo en el Mundaka Festival, que está presidido por un espíritu ecologista muy similar al nuestro, y en el BBK Live, una gran maquinaria en la que conseguimos facturar un gran show”.

¿No crees que vuestra música quizás encaje más en recintos reducidos?

(Mathieu) “No, simplemente se trata de algo diferente, porque no tocamos siempre de la misma manera, en Francia, por ejemplo, podemos encabezar un festival con 10.000 o 20.000 personas, y eso no supone ningún problema. También tocaremos el próximo marzo en el Lollapalozza Chile y ya hemos estado anteriormente en el Fuji Rock de Japón un par de veces ante miles de personas, incluso hemos llegado a tocar en Corea para 25.000 personas, una locura… En un festival no vienen a verte solo los fans, así que tienes que tocar rápido y con saña, directo al grano, mientras que en un concierto de garito podemos hacer más jams, alargar un tema si nos apetece e interactuar más con el público, hacer bromas… Para nosotros, un concierto de rock es como una fiesta; puede ser serio, de alto nivel, pero sin tomarte nunca demasiado en serio, es solo rock n’ roll”.

He coincidido dos o tres veces con vosotros en directo y creo que la locura florece por doquier…

(M) (Risas) “Gracias, eso es precisamente lo que pretendemos, intentamos que todo sea lo más orgánico posible, no utilizamos ordenadores ni pistas pregrabadas, por lo que tratamos de sonar como si fuéramos cinco, y no hablo solo de ruido, sino de armonías, melodías, etc. La voz de Laurent puede alcanzar tres o cuatro octavas y eso nos permite emplear diferentes perspectivas en cada canción. Sacamos asimismo mucha furia cuando estamos sobre las tablas. Ese es el motor del rock n’ roll; cuando eso desaparece, no tiene sentido hacer música. De momento seguimos en la brecha”.

¿Y rescataréis en directo muchos temas de ‘We The People From The Soil’?

(L) “Sí, estamos tocando muchos porque han sido grabados en su mayoría en directo según el método analógico. Se han compuesto además con guitarra acústica, así que podrían interpretarse también así. ¡Nos encanta tocar en directo!”.

Grabasteis en Nashville, ¿erais fans del country?

(L) “Fue una experiencia increíble, esos tipos grababan música de la misma manera en que nosotros llevábamos una granja, es decir, todo orgánico, analógico… Nos sentimos muy unidos a esas ideas. Somos muy fans de la música americana ya que es la base de todo: el jazz, el blues, el funk, el soul o el rock. De eso nos dimos cuenta cuando éramos jóvenes. Nosotros sabemos cómo hacer buen queso y vino, ellos saben cómo hacer música auténtica, por eso la crean, es parte de la historia. Nashville ya no es la capital del country, sino de la música auténtica, la que se toca de verdad, sin ordenadores. Jack White se mudó de Detroit a Nashville, lo mismo hicieron The Black Keys, Black Crowes, y tantos otros. Hay una escena interesante por ahí que no tiene nada que ver con la música country, es un lugar muy creativo ahora mismo”.

Cumplís una década con este disco, ¿qué habéis aprendido en este tiempo?

(L) “No se trata de una cosa de marketing, simplemente un 8 de abril de 2008 tocamos nuestro primer concierto en Glasgow y nos dimos cuenta de que habíamos hecho unos 1.000 conciertos en 52 países, entre ellos en Madagascar, en la naturaleza australiana o sudafricana, en Uruguay, Perú… Si pudiéramos tocar en Groenlandia, también lo haríamos (risas). Aunque nuestro pasaporte es francés, en realidad nuestra cultura es gascona, hemos nacido en la tierra de nuestros abuelos y nos aferramos a ella con las boinas gasconas, pese a pertenecer al mundo. La diversidad de la humanidad es su mayor riqueza”.

Os llaman “granjeros del rock”, ¿os enorgullece ese término?

(L) “Tampoco podemos decir tanto (risas), a los franceses les resulta muy curioso y exótico que hagamos blues rock americano y al mismo tiempo seamos granjeros profesionales, pero no es nada nuevo, muchas bandas del otro lado del charco tienen otros trabajos al margen de la música. Lo cierto es que la mayoría de los granjeros gascones de por aquí se han dedicado a la música anteriormente, pero tocaban vientos en las bandas de feria para poder beber gratis (risas). Eso es algo diferente a lo nuestro, que es más americano” (más risas).

En el tema “Ideologies” dices que no te gusta “lo que está pasando”, ¿a qué te refieres?

(L) “Creo que ya lo sabes, pero ya que nos preguntas algo de forma inocente para que digamos lo que tenemos que decir, pues lo diremos (risas). Hay muchos dogmas e ideologías que se asumen por completo hoy en día sin cuestionar lo más mínimo, especialmente en las redes sociales. Da mucho miedo. Cuando te crees a ciegas una ideología al 100%, te estás convirtiendo en un fascista y provoca verdadero pavor ver la diferente propaganda al respecto, ya sea de cualquiera de las religiones dominantes, la cultura o la política, el capitalismo, el comunismo, e incluso el ecologismo o el veganismo. Lo cierto es que hay ventajas y desventajas en cada opción, y eso es lo que nos convierte en hombres y mujeres libres para tomar distancia y declararnos ciudadanos del mundo, no consumidores de dogmas o ideologías. “Quédate con lo mejor, tira el resto” es lo que venimos a decir en la canción”.

¿Vivir en una granja no implica cierta filosofía de vida?

(L) “Es un acto ciudadano, nuestra manera de decir cómo se salva el planeta, es decir, alimentando a las personas que componen la familia, utilizando los recursos locales disponibles y dejando de destruir los países del otro lado de la tierra. No es algo fácil y para nada realista, pero es una manera de pensar y una doctrina filosófica, por eso siempre que tocamos en Francia elegimos como teloneros a grupos chilenos o malgaches (ndr: lengua malayo-polinesia hablada en Magadascar). El futuro está en esos países, necesitamos ayudarles, pero sin quitarles su riqueza cultural”.


Recordamos las fechas de la gira:

 21 de noviembre, Madrid, Wurlitzer Ballroom

22 de noviembre, Zaragoza, Sala López

23 de noviembre, Bilbao, Satélite T

24 de noviembre, Barcelona, Sala Vol

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

1 comentario

  • Juandie dice:

    Muy buen entrevista hacia el nuevo álbum de este duo francés como de otras anécdotas. Pues por fin tocaran en España y encima en 4 fechas que no esta nada mal con las ganas que tenían los galos.

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