Lanzasteis 'The Wake' en 2018, en un mundo muy distinto al actual. ¿Cómo os sentís al echar la vista atrás a esa etapa?

"Parece que han pasado siglos. Es cierto que estamos en un mundo bastante distinto actualmente. Lo gracioso es que en 'The Wake', no diría que tuviera una premonición, pero estaba hablando de algo parecido a un virus extendiéndose por las redes sociales y explotando en… me disculpo por eso (risas), por escribir aquellas letras, que parece que es todo lo que ha pasado. Aquel fue un gran disco, tuvimos mucho tiempo para hacerlo correctamente, que es lo que queríamos hacer, tomarnos nuestro tiempo para hacer las cosas perfectamente. Cuando miro atrás, creo que fue una maravillosa experiencia aquella creación… Pero estamos en un mundo diferente ahora, un mundo completamente diferente, y para este nuevo disco nos las arreglamos para hacerlo en cuatro meses, nunca he estado trabajando con tanta presión en mi vida (risas)".

"Queríamos tener algo nuevo para esta primavera, así que nos reunimos para este nuevo disco alrededor de junio o julio y nos metimos en el estudio, empezamos a componer canciones, y terminamos en septiembre. No teníamos mucho tiempo para pensar en ello, para sentarnos y buscar una segunda opinión, fue una sesión realmente dura, pero de alguna forma eso creó algo verdaderamente especial. Se puede apreciar la sensación de emergencia, el lado oscuro que tiene, su resiliencia, y también su lado positivo. No hubo tiempo para pensar demasiado las cosas, pero creo que se creó algo especial. Igualmente en el sonido. Durante el pasado año estuvimos haciendo algunos streamings en directo, y nuestro productor Francis (Perron) hizo un trabajo realmente bueno con aquellos streamings, solo con nosotros cuatro: bajo, batería, guitarra y voz, y cuando lo veíamos decíamos: "Wow", sonamos bien sin tener todos los efectos de guitarra y en las voces, la banda suena bien tal como es, y eso es lo que hicimos en esta grabación. No pusimos un montón de capas y cosas así, simplemente queríamos soltar algo directo a la cara, y eso le ha dado al disco un rollo realmente bueno".

Como decías, puede que Voivod fuera la banda que nos avisó de que venía un "monstruo" que iba a suponer todo un reto para los humanos. ¿Cómo ha sido para vosotros este tiempo de pandemia y cómo ha influido en este nuevo trabajo?

"Personalmente, me he pasado un año viviendo solo, ni gato ni perro ni nada. Estuve a punto de volverme loco. Te dabas cuenta de que los días pasaban a ser semanas, y las semanas pasaban a ser meses, el tiempo empezaba a ser como una goma elástica, y eso es algo que está en el nuevo disco, 'Synchro Anarchy', porque podemos perder el marco temporal, puedes estar trabajando en casa, o no haciendo nada, y parece que pierdes la noción del tiempo, lo rutinario de las cosas, no tienes una rutina, simplemente vives como puedes. En ese sentido, cuando hicimos el disco en cuatro meses el tiempo se comprimió al máximo, era todo lo contrario a ese primer año de pandemia. Lo que yo he aprendido realmente tiene que ver con cómo nos relacionamos con los demás, porque mi realidad no tiene nada que ver con la de otra gente. Creo que, como humanos, tenemos que entender que mucha gente ha pasado por un montón de cosas malas en esta pandemia, y hay que intentar ser agradable con la gente".

Creo que esta es la primera vez que repetís formación de un disco a otro desde 2009.

"Sí, con esta formación hicimos el EP 'Post Society', que es cuando se unió Rocky (Dominic Laroche), y luego hicimos 'The Wake' y ahora este disco. De momento estamos muy bien, creo que esta formación es demoledora. Chewy (Daniel Mongrain) y Rocky se conocen desde que eran adolescentes, han hecho música juntos cuando eran más jóvenes y hay mucha complicidad entre ellos. Eran fans de Voivod desde que tenían trece años, así que supongo que para ellos ser parte de la banda es lo máximo. De alguna manera aportan eso que un fan querría escuchar, y creo que eso es realmente bueno. Michel (Away) y yo somos los veteranos, nosotros solo los miramos y decimos: "¡Dios mío, están locos!" (Risas) Han traído algo muy especial a esta banda".

Dentro del mundo de Voivod, tengo la sensación de que este es un disco muy directo y al grano. ¿Dirías que es así comparándolo con otros discos más recientes?

"Siempre que nos reunimos nos planteamos el reto a nosotros mismos de hacer algo único, de romper los cimientos y las ataduras musicales, y tratamos de hacer algo inteligente, que no tiene que ser necesariamente metal, que tenga todo tipo de influencias, mezclando progresivo, rock, actitud punk... Tratamos de lanzar algo único, porque la música es algo realmente extraño. La música está ahí fuera, está flotando en el aire, eres tú el que tiene que atraparla y adaptarla tú mismo. Eso es lo que me gusta de la creación. Alguien pone algo sobre la mesa y tú lo coges y se lo pasas a otra persona y mientras va dando vueltas por la mesa se va creando algo, como una especie de escultura. Es algo único. Cuanto más creamos los cuatro creo que maduramos más en la manera en que hacemos las cosas, y ese es el motivo de que hayamos podido hacer un disco entero en cuatro meses".

Canciones como "Mind Clock" o "Quest for Nothing" tienen un carácter muy agresivo y a veces sorprende el contraste que creas con las voces, ¿cómo has enfocado tu parte vocal en esta ocasión?

"Mis partes se basan en la música, a mí me inspira la música. Cierro los ojos y es casi como un video que se reproduce en mi cabeza, y es cuando empiezo a escribir cosas. La sensación que transmite esta canción, "Mind Clock", en particular, que tiene una introducción suave y va pasando a un lado más psicótico, es algo muy inspirador. Para mí, la música de Voivod siempre ha sido como una especie de video, y simplemente dejo que mi alma sea libre. Unas veces puede ser un tipo de ritmo diferente, como si fuera una marcha militar, y me vienen a la cabeza soldados marchando… dejo que la música hable por sí misma y dejo que mi alma se libere".

En 1987 nos hablabais de "tecnología asesina" y ahora venís con esta "anarquía sincronizada". ¿Crees que el mundo llegará a vivir esta anarquía o terminaremos de explotar La Tierra y buscaremos otro planeta que devorar (por la canción "Planet Eaters")?

"'Killing Technology' trataba de algo que nos atemorizaba, la situación en los ochenta nos tenía preocupados con la guerra nuclear, la guerra fría y todo eso. Estuvimos grabando en Berlín, con el muro y todo aquello. Lo que se vivía en aquellos días daba mucho miedo. Lo de hoy es otro asunto. La tecnología y la evolución nos ha llevado a cosas más relacionadas con la robótica, y la diferencia con lo anterior es que internet ha cambiado muchas cosas de una manera positiva, pero también otras de una manera negativa. En los ochenta, un viernes por la noche no teníamos internet ni Facebook ni nada, así que lo único que podíamos hacer era salir ahí fuera, ponerte la chupa e ir a un concierto a pasarlo bien con los colegas. Hoy eso casi ha desaparecido. Requiere un gran gasto de energía lograr convencer a la gente para que vaya a un concierto, incluso para que salga de su casa. ¡Vístete y vete a un bar o a un concierto! Deja ese teléfono y diviértete por ti mismo, disfruta el momento y disfruta el ahora. Eso es lo que realmente ha cambiado en los últimos cuarenta años. La tecnología tiene un lado bueno y un lado malo, creo que deberíamos quedarnos con lo mejor de ambos mundos".

En tu caso, ¿eres un orgulloso devorador de planetas o eres de los que odian a los devoradores de planetas?

(Risas) "¡Todos somos devoradores de planetas! Todo lo que hacemos, respirar el aire, comer… Esa canción viene a decir que el planeta es algo finito, los recursos no son ilimitados, y es posible que tengamos que irnos a algún otro sitio y probablemente hacer lo mismo que hemos hecho en este planeta. Es algo humano. No tenemos un depredador, la población no hace más que crecer y el planeta no va a hacerse más grande (risas), así que puede que tengamos que encontrar la manera de ir a algún otro lugar y construir lo necesario en Marte o lo que sea. Pero es el factor humano, no formamos parte de la integridad de la naturaleza, tenemos que visualizarnos como algo distinto a todo lo relacionado con la naturaleza. Hay que hacer algo, no sabemos lo que nos deparará el futuro".

¿Crees que hay sitio para la esperanza entre tanto caos tecnológico mezclándose con enfermedades metales, una pandemia y todo lo que tenemos alrededor actualmente?

"Es una mezcla de todo. En el caso de este disco, la forma en que se hizo, tuvimos la influencia de la pandemia y de todo tipo de aspectos diferentes de la sociedad, las restricciones, todo nos tenía en un estado de emergencia en el que queríamos hacer lo mejor que pudiéramos con lo que teníamos. Había que plasmar el lado positivo y el negativo, porque de alguna forma era la resiliencia. ¿Qué podías hacer? Había una pandemia y era global. Solo podías confiar en ti mismo y seguir adelante, hacer lo mejor que pudieras con lo que tenías, y esperar que esto pase en algún momento y las cosas vuelvan a algún tipo de normalidad un día, eso es lo que esperamos".

Escuchando "Holographic Thinking" se me ocurría si ves posible que haya un holograma de Voivod que siga girando por el mundo en 2070, 2080 o algo así.

(Risas) "Sí que me lo imagino, muchas cosas podrían ocurrir. Es holográfico. Es una manera de imaginarse las cosas. Es una cuestión de perspectiva, de distintos ángulos. Todo está conectado. Desde el hecho de que hay una realidad que me pertenece a mí y otra que te pertenece a ti, y de alguna manera podemos estar en la misma realidad. Eso es lo que me gusta de escribir letras, que con algunas palabras o frases podemos conectar en la misma realidad. El oyente puede interpretar lo que dices con su punto de vista, y es lo que me gusta de la creación. Para mí son solo un montón de palabras colocadas en una determinada estructura, y lo que me gusta es la interpretación que la gente le da. Esa es la verdadera imagen que deberíamos mirar".

Creo que estáis trabajando en un documental y un libro, ¿todo relacionado con el 40º aniversario?

"Sí. No tenemos fechas, pero probablemente sea todo para principios del año próximo, con el 40º aniversario. La pandemia a ralentizado todo el proceso. No se han podido recopilar todas las entrevistas que se quería, ni hacer viajes ni entrevistas, todas esas cosas. Pero está en camino".

Este nuevo disco llega acompañado de 'Return to Morgoth', el directo con el que celebrasteis el 35º aniversario. ¿Una forma de mirar a las raíces para seguir adelante?

"Bueno, te diría que siempre que tocamos en directo estamos volviendo a las raíces, y más cuando tocamos estas viejas canciones. Siempre es bueno contar con un disco en directo y revisitar estas canciones más antiguas, por eso queremos compartir de vez en cuando en nuestra carrera ese buen directo, o aquella buena sesión. Siempre es bueno revisitar el material antiguo y mezclarlo con el nuevo, eso te da una gran perspectiva de lo que es Voivod".

¿Cuáles son los planes para girar con este disco? Si es que con la pandemia se han podido hacer planes.

"Teníamos una gira en Europa que tenía que llegar en primavera, pero me parece que se pospondrá hasta otoño. Se están cambiando un montón de cosas, llevamos dos años intentando organizar las cosas. No hay certeza con las posibilidades para viajar, cada país tiene distintas restricciones, así que es bastante complicado planear una gira en Europa, viajar con seguridad y eficiencia. Pero espero que en otoño podamos volver a viajar".

Escucha 'Synchro Anarchy' en Spotify:

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