Entrevistas |Falk Maria Schlegel (Powerwolf)

«Si solo tocáramos para ser exitosos, fracasaríamos»

Por: Jason Cenador

Foto: Matteo Fabbiani VD Pictures

Los más poderosos lobos del power metal europeo regresan a la palestra con ‘Call of the Wild’, un nuevo álbum con el que seguir escalando posiciones rumbo a la cúspide del género en el video continente, la cual tienen a un paso dado su imparable crecimiento y su rotundo éxito, sobre todo entre las generaciones más jóvenes de amantes de los ritmos trepidantes, la épica y la grandiosidad. Jason Cenador conversa con Falk Maria Schlegel, su teclista, para analizar su nuevo trabajo y recordar, de paso, que la provocación y la guasa de alguna de sus letras están en el ADN de la banda que estará en Barcelona y Madrid los días 4 y 5 de octubre, respectivamente.

¿Os habéis sentido particularmente inspirados a la hora de dar forma a las canciones que componen ‘Call of the Wild’?

“Supongo que en nuestro cosmos, en nuestro universo, Powerwolf está siempre formulando nuevas ideas, nuevas partes de canciones y nuevos elementos. Pero siempre tenemos un punto de partida tras el que realmente nos metemos de lleno en ello, y el punto de partida para este disco fue la gira por Sudamérica de marzo de 2020, de la que tuvimos que volver antes de lo previsto debido al Covid y tuvimos que cancelar tres conciertos. Ese fue el punto de partida para centrarnos en componer nuevas canciones para el nuevo álbum, y verdaderamente lo necesitábamos, necesitábamos ese refugio en el que idear nuevos elementos. El resultado es ‘Call of the Wild’”.

Si no habéis parado de hacer nuevas canciones cuando no había pandemia, en este último año desde luego no ibais a parar de hacerlo teniendo mucho más tiempo para ello.

“Eso es cierto, pero la cuestión es que ya teníamos planeado componer nuevas canciones en este periodo de tiempo, pero nunca esperamos que hubiera una pandemia ni nada parecido, claro. Somos una banda de directo y nos encanta entretener sobre el escenario. Normalmente, hay una pausa entre la composición y la grabación para tocar en festivales como, por ejemplo, el Leyendas del Rock. Solemos necesitar esa pausa para respirar y experimentar la atmósfera del directo. Esta vez no la hemos tenido, y eso ha significado más tiempo en el local de ensayo y en el estudio, lo cual a veces es bueno y otras veces, no (risas). Al final no es una cuestión de tiempo, sino de lo contentos y satisfechos que estemos con el resultado. Eso es lo más importante”.

¿Se os hace difícil evolucionar y cambiar de un disco a otro?

“Lo es. Por ejemplo, el último disco de estudio, ‘The Sacrament of Sin’, lo compusimos hace dos años, y el último lanzamiento fue un ‘Best of’ para el que grabamos nuevas versiones de los temas pero que no implicó composición. Y hemos girado mucho. Tras ‘The Sacrament of Sin’ giramos dos años seguidos, por Sudamérica, Rusia, toda Europa… Más que nunca. Nosotros, además, nunca componemos música cuando estamos en el autobús de gira, yo lo odio. Cuando estamos de gira, vivimos la experiencia de encontrarnos con los fans cada noche, y eso nos lleva al punto de hacer nueva música, porque la gente se merece nueva música de Powerwolf todo el tiempo y nos da la fuerza para componer nueva música, buena música. En esta situación de pandemia fue para nosotros como una misión escribir nuevas canciones para dar fuerza a la gente. Nadie sabe cuánto tiempo va a continuar esta jodida situación y la gente quizá necesitaba nueva música de Powerwolf para pasar mejor este tiempo”.

¿Cómo dirías que ha evolucionado Powerwolf en los últimos años y qué diferencia al sonido actual de la banda del que tenía en discos como ‘Bible of the Beast’?

“Has mencionado ‘Bible of the Beast, que es como la piedra angular a partir de la cual desarrollamos más nuestro propio estilo, empleando más órganos de iglesia en vez de sonidos de hammond, y usando elementos corales aunque tampoco en exceso, porque no somos Nightwish. Me encanta Nightwish, no me entiendas mal, pero no somos un grupo sinfónico, sino una banda de power metal. Aquellos álbumes fueron muy importantes para nuestra evolución. Nunca hubiéramos compuesto un disco como ‘Sacrament of Sin’ o ‘Call of the Wild’ sin haber dado esos pasos. Podemos componer canciones rápidas, canciones poderosas, canciones agresivas como “Raise Your Fist, Evangelist’… Reconocemos que siempre ponemos la canción más agresiva del disco en primer lugar del álbum, como ocurre en este nuevo disco con “Faster than the Flame” o como pasó con “Raise Your Fist, Evangelist”, “Santified With Dinamite” o “Fire & Forgive”. Canciones así han sido muy importantes para crear nuestro estilo único durante todo este tiempo y para componer con un enfoque de seguridad en nosotros mismos. Nos atrevemos a componer canciones como las componemos, nos atrevemos a hacer canciones como “Dacing with the Death” o “Demons Are a Girl’s Best Friend” porque confiamos en nuestro propio sello distintivo. Solo hay un Attila”.

¿Cuál es la mayor señal de evolución que se puede encontrar en ‘Call of the Wild’?

““Blood for Blood (Faoladh)” es una canción muy atípica para Powerwolf porque en ella utilizamos esos elementos irlandeses y esas gaitas. No estoy seguro de cuando sacamos ‘Bible of the Beast’, hubiera sido el momento adecuado para componer esa canción. Ha surgido después de mucho tocar en directo y reconocer que este tipo de temas le encantan a la gente para saltar con ellos. Es fruto de una evolución  natural y no de haber decidido deliberadamente escribir una canción así”.

Hay momentos de este disco en el que sobresale el aspecto sinfónico, como en la hímnica “Varcolac”. Os sentís muy cómodos con esos pasajes tan bombásticos y majestuosos.

“Absolutamente. “Varcolac” sigue la tradición de temas como “Wolves of Armenia”, por ejemplo, con esos riffs de guitarra, esas voces poderosas y agresivas, y esas orquestaciones grandilocuentes. Es una de las canciones más malévolas de Powerwolf y su temática, sobre un hombre lobo, procede de la mitología rumana.  Con esa historia detrás, no puedes componer para ella un tema como “Undress to Confess” (risas). Una de las señas de identidad de Powerwolf son esas guitarra que se pueden corear igual que las partes cantadas”.

Los estribillos de este disco son muy épicos, como es costumbre en Powerwolf, y algo me dice que se ha pensado en el directo a la hora de abordarlos.

“Así es. Y te diré una cosa: me viene a la cabeza una situación en el Rock Fest Barcelona. Estábamos tocando una canción (tararea la melodía de “Armata Strigoi”) y el público estaba coreando el riff sin parar, incluso cuando la canción había terminado. ¡Solo cantaban el riff de guitarra! Nosotros alucinamos, porque estamos acostumbrados a que la gente cante más las voces de Attila, pero fue genial ver cómo en Barcelona cantaban esa parte de guitarra. Eso nos ha influenciado para hacer más riffs así, como hemos hecho en “Varcolac””.

¿Qué me puedes comentar acerca de esa balada pausada pero intensa llamada “Alive of Undead”? ¿Por qué te decantarías tú, por estar vivo o por estar no-muerto?

“Es una pregunta perfecta (risas). Después de un concierto me siento completamente vivo y… un poco muerto (risas). Así que es como una mezcla entre ambas. En cuanto a la canción, es nuestra segunda balada. Nunca pensamos que íbamos a componer dos baladas en dos discos seguidos. Es producto de dejarse llevar. La gente seguro que se preguntará si estar vivo y estar no-muerto no es la misma cosa, y cuál es la diferente. Cada cual podrá hacer su elección de acuerdo a su propia manera de pensar, pero para resumir, es una canción sobre la lealtad, el amor y esas fuerzas invisibles  que nos hacen seguir adelante a todos. Hay algo más grande que la vida detrás de ellas. Cada vez que escucho la canción, descubro nuevos elementos en ella. En Wacken de 2019 tocamos “Where the Wild Wolves Have Gone” y nunca pensamos que tocaríamos una balada en directo, mucho menos en un festival. Y la gente se acercó entre sí, alzó los mecheros y los teléfonos… Fue una sensación genial. Me imagino tocado “Alive or Undead” en vivo y la gente uniéndose, y se me pone la piel de gallina”.

El sonido de “Beast of Gévaduan” y “Dancing with the Dead” se me antoja próximo al de Sabaton. ¿Os influencian de algún modo u os sentís parte de la misma ola que es referencia del power metal europeo actual?

“Lo primero de todo, Sabaton y Powerwolf somos amigos muy cercanos porque hemos girado juntos y nos hemos juntado muy a menudo, como cuando ellos nos visitaron en Múnich y nosotros los visitamos en Frankfurt. Eso es lo más importante. Para ser honesto, cuando componemos nuevas canciones no nos fijamos en la música Sabaton, pero está claro que toda la música que escuchas de influencia. Para ser sincero, no reconozco similitudes entre estas canciones y canciones de Sabaton, pero claro, comparten el enfoque de los teclados, los pasajes coreables… Lo resumiría en que las dos somos bandas de power metal, con diferentes enfoques. Tal vez si escuchas la música de Sabaton también puedes percibir algunas influencias de Powerwolf, no sé, aunque nunca lo he pensado. No es un proceso planeado, pero escuchamos mucha música y eso puede provocar que en la nuestra haya cosas inspiradas en ella”.

Sabaton ya ha venido encabezando grandes festivales en los últimos años y creo que Powerwolf está siguiendo su camino, creciendo cada vez más. ¿Tenéis la expectativa de ocupar la cúspide de la escena europea del heavy metal en los años venideros?

“Ha habido muy buenos avances para las dos bandas, y supongo que para las dos lo más importante ha sido y es tener una visión fuerte de lo que como bandas queremos tener.  Eso no significa que haya que planearlo todo, porque dejarse llevar es importante, pero sí tener una visión fuerte de nuestra música y de nuestro concepto, aunque ya lo conozcamos. Para nosotros, una de las cosas más importantes es que queremos entretener a la gente, hacerles disfrutar y darles fuerza. Hemos desarrollado los elementos de escenario, toda la producción del show, y toda esa visión estética, incluido el maquillaje, la tenemos desde el principio. Creemos en nuestra música, y creo que la gente reconoce eso si estás implicado al 150% en lo que haces”.

La banda está creciendo cada vez más y parece que no tiene techo. ¿Os sentís con la energía y la capacidad llegar a encabezar los principales festivales del continente?

“Por supuesto, estamos haciéndolo todo para que así sea. Tenemos muchos fans, estamos repletos de pasión y nos lo pasamos muy bien, lo cual es muy importante. Si solo tocáramos para ser exitosos, fracasaríamos, pero si lo hacemos con pasión, con todo lo que tenemos, podremos tener la oportunidad de recorrer ese camino. Al final, la decisión no es nuestra, sino de los fans”.

En vuestras letras hay mucho cachondeo con la religión, y de hecho, en este álbum hay un tema titulado “Undress to Confess” (desnúdate para confesar). Desafortunadamente, hay países como Polonia o incluso España en los que se persigue la supuesta ofensa a los sentimientos religiosos. ¿Qué piensas sobre ello?

“Siempre hemos echado mano de este humor resbaladizo y lo hacemos de una manera muy obvia. En los últimos años nunca hemos tenido problemas con ello. “Resurrection by Erection” (resurrección por erección) era otro título bastante socarrón. Para nosotros es muy importante tener este contrapunto. Por ejemplo, “Glaubenskraft” es un tema cuya letra habla con más seriedad acerca de la iglesia en Alemania, y queríamos un contrapeso con “Undress to Confess”. En nuestras letras se puede reconocer ese humor, pero quiero reiterar, una y otra vez, que no queremos herir ningún sentimiento religioso. Quien nos vea en directo se dará cuenta de que nunca hacemos nada malo. Si alguien quiere ofenderse, al final se ofender. Por ejemplo, en el vídeo de “Demons Are a Girl’s Best Friend” aparecen mujeres, pero no están desnudas; aun así, había gente que decía que en el vídeo aparecían mujeres desnudas en una iglesia, aunque no las hubiera. Si la gente se lo quiere tomar a mal, no podemos hacer nada, solo decir que no queremos herir sus sentimientos. Pero sí, hay un punto de provocación. En algunos países, la situación está empeorando y no se le permite a la gente ejercer esa libertad de expresión, de decir lo que quiera decir desde una perspectiva artística. Incluso se puede percibir eso en las redes sociales. Uno lee que eso no está permitido. ¿Y qué está pasando, hombre? ¡Podemos hablar sobre ello! También está pasando con la situación de la pandemia, solo hay una opinión. Es tiempo de utilizar estos elementos provocativos para convencer a la gente que se pueden emplear y no hay que tomárselos tan en serio. No son tan serios como para herir los sentimientos de alguien”.

Powerwolf también han sido unos de los grandes protagonistas del número 433 de La Heavy, el especial de este verano que llegó con Mägo de Oz en portada y un espectacular reportaje sobre el nuevo disco de la banda madrileña. Junto a ellos también te esperan Volbeat, Metallica, Bon Jovi, Avantasia, Sodom, Destruction y muchos más. Corre a tu kiosco o visita nuestra tienda online para no perderte nada.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Potentes estos tres temas como sus correspondientes videoclips para el nuevo álbum de los cañeros POWERWOLF. Me encanta la portada de su nueva obra de estudio. Además es un honor tenerles este año por fechas otoñales en esos dos conciertos hispanos.

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