Entrevistas |Anatoly “Shaman” Pakhalenko (Nytt Land)

«El Ragnarök empezó hace cien o doscientos años y terminó con la Segunda Guerra Mundial»

Por: Jason Cenador

Foto: Ronny Zeisberg

Su dark folk emana directamente de la tradición chamánica de su remoto lugar de procedencia, el corazón de la gélida taiga siberiana. Y no, no es para todos los públicos. Pero aquel que se atreva a escuchar ‘Ritual’, su nuevo álbum, experimentará un collage de sensaciones difíciles de describir. Esta banda rusa ha logrado abrirse camino en toda Europa llevando a su evocador sonido su fascinación por las sagas vikingas, la cual comparten Anatoly “Shaman” Pakhalenko, vocalista, flautista y cerebro del proyecto junto a su esposa Natasha Pakhalenko, y Jason Cenador, que conduce esta atípica entrevista.

Supongo que sois conscientes de que vuestra música no es para todo el mundo y puede resultar extraña para mucha gente de los países occidentales. ¿Cómo explicarías sus virtudes y la catarsis que tratáis de alcanzar con vuestras canciones?

“No pienso que nuestra música sea inusual, porque aquí en Siberia tenemos a los chamanes que practican estos sonidos. En Siberia y partes de Rusia no es infrecuente, pues en los pequeños pueblos de la taiga, la gente mayor canta canciones del modo en que nosotros lo hacemos. Tu pregunta es muy interesante, es la primera vez que me la hacen, y para un futuro necesito pensar en más ideas para responderla. Ahora mismo no sé explicarlo, está claro que para mucha gente se trata de un estilo musical novedoso, un sonido, una técnica vocal y una estética hacia la que la mayoría de la gente se introduce desde el folk”.

Nytt Land significa “tierra nueva” en noruego y otras lenguas escandinavas, y uno que está familiarizado con ese idioma pensó en un primer momento que procedíais de Noruega. ¿Por qué adoptasteis este nombre y decidisteis cantar en una lengua escandinava inspirándoos en viejos escritos de la época vikinga como la Edda Poética?

“Es muy simple. Natasha, nuestra vocalista y mi esposa, y yo estudiamos juntos, en diferentes años pero la misma carrera universitaria, historia. Para nosotros, la cultura escandinava y la Edda Poética son muy atractivas. Llevo leyendo sagas escandinavas más de veinte años. Cuando estudiaba en el instituto, ya leía estos textos, y me resultaban  muy interesantes cuando era un chaval joven. Lo mismo le pasaba a Natasha. En la universidad elegí la carrera de historia porque estaba muy interesado en estudiar la edad media y, en particular, la era vikinga. Cantamos en nórdico antiguo, que es una lengua muy similar al islandés”.

¿Sabes hablarlo o habéis tenido que investigar mucho?

“Sé algunas palabras. Mientras trabajábamos en nuestro nuevo álbum, ‘Ritual’, a veces no teníamos ni que usar los libros, porque ya sabíamos palabras, así que llegamos a poder trabajar las letras sin necesidad de traducciones. Llevamos veinte años trabajando con este idioma”.

Hay una canción en este álbum titulada “The Fires of Ragnarök”. Dado que el Ragnarök es lo más parecido al apocalipsis que sucede en la mitología vikinga, ¿crees que estamos más cerca de él que nunca?

“Si quieres saber cómo pienso, he de decir que el Ragnarök empezó hace cien o doscientos años. Creo que ahora mismo vivimos ya en la era post-Ragnarök”.

¿Cuándo dirías que ocurrió exactamente?

“Pienso que fue tal vez con la revolución industrial de mediados del siglo XIX. Ese fue el comienzo del Ragnarök, y su final sucedió con la Segunda Guerra Mundial”.

Tocáis una música muy apegada a las raíces y a vuestros ancestros, y parecéis nostálgicos de épocas pasadas. ¿Crees que la gente vivía mejor antes de esa revolución industrial?

“No era mejor, simplemente era un tiempo diferente. Y ahora no vivimos mejor que en aquellas épocas, sino de manera distinta, ni mejor ni peor. La vida es diferente. Aquella gente vivía en armonía con la naturaleza. Ahora mismo te puedo decir que aquí en Siberia, no muy lejos de nuestra casa – vivimos en una pequeña ciudad llamada Kalachinsk –, podemos encontrar pequeños pueblos donde se vive de una forma muy tradicional, como si estuvieran en el siglo XIX. Vivimos lejos de las grandes ciudades y no hay vida moderna por aquí (risas). En las grandes ciudades si se emplean tecnologías modernas, pero te puedo decir que conozco pueblos a quince kilómetros de nosotros que no tienen electricidad”.

“Conozco pueblos a quince kilómetros de nosotros que no tienen electricidad”

En cualquier caso, para vosotros vuestra música no emana necesariamente del pasado, sino que es plenamente actual.

“Sí, porque la cultura chamánica y nativa de Siberia vive ahora mismo. No puedo decir que sea pagana porque no lo es, es cultura tradicional. Las tribus siberianas no solamente poseen la cultura chamánica. Un chamán es simplemente un hombre que habla con los dioses y le trasmite a la gente su sabiduría y experiencia. Pero también hay tribus que viven aquí, en Siberia, que no tienen chamanes, sino que tienen una cultura totémica sin chamanes. Nosotros estamos en contacto con esa gente porque nos resulta muy interesante, no quieren adherirse a la vida moderna ni a la tecnología moderna. Eso sí, sus hijos e hijas estudian en grandes ciudades, pero después algunos regresan a su casa, sus tradiciones y su vida habitual aquí en Siberia. En las ciudades, por lo tanto, se puede entablar contacto con esta cultura, y para nosotros es una vida normal, especialmente en provincias y pequeños pueblos”.

Foto: Ronny Zeisberg

Vuestra música es mayormente oscura, atmosférica y evocadora. ¿Cuál es, en tu opinión, el contexto perfecto para degustarla? ¿Quizá caminar uno solo en medio de un tupido bosque? ¡No me la imagino sonando en un yate en medio del Mediterráneo!

“Para mí, el mejor lugar para escuchar nuestra música es en un bosque denso. Cuando estamos de vacaciones, que no tenemos tantas como nos gustaría, viajamos con familia o amigos a los bosques, a la taiga. Hacemos hogueras, acampamos y escuchamos y tocamos este tipo de música. Te puedo decir que es el mejor sitio para esta música”.

¿Y qué emociones despierta en ti esta música?

“Para mí, es como si entrase en un punto en el que no siento el paso del tiempo. Es como estar tú solo con tu universo alrededor. No escuchas esta música como si fuera sonido, sino que la sientes como si fuera el ritmo del universo alrededor de ti”.

He echado un vistazo a vuestra próxima gira y de momento no tenéis fechas en España. ¿Es porque tal vez hace demasiado calor para gente acostumbrada a vivir inviernos a 30 grados bajo cero?

“(Risas) La última vez que tocamos en España fue hace dos años, en nuestra última gran gira, y fue genial. Creo que volveremos a tocar allá en algún momento, pero nosotros no montamos las giras, sino que de eso se encarga la agencia de booking y los mánagers. Tuvimos una grata experiencia en España y me gusta el país. La gente allá es fantástica”.

Supongo que os sentiréis muy orgullosos de poder pasear vuestra música y viajar por tantos países. No son muchas las bandas siberianas que se conocen por estos lares; es más, yo diría que no conozco ninguna.

“Vivir viajando alrededor del mundo era mi sueño. Estoy realmente feliz de que nuestra música nos haya ayudado a cumplir nuestros sueños, porque compartir música con gente de todo el mundo y viajar es genial”.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    No dudo de la calidad de esta banda pero después de ver y escuchar ambos temas y videoclips para ser sincero están a falta de guitarras eléctricas las cuales les vendrian mejor aun de cara a su propuesta.

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