Saxon + FM + Raven: Premio a la regularidad

Su visita a la capital era con motivo de su nuevo lanzamiento ‘Thunderbolt’, su vigésimo segundo álbum de estudio, que los convierte en una formación muy prolífica, con un expediente intachable, y, aunque nunca han gozado de un apoyo masivo como sus compatriotas Iron Maiden (recordemos que nacieron como grupo en 1976, un año después de la doncella de hierro), siempre han contado con una legión de fieles seguidores que les ha apoyado durante toda su trayectoria.

Para la puesta de la largo de su nueva obra, les acompañaban los melódicos británicos FM, que aunque son una banda que nos encanta, habían entrado con calzador esta noche, tras la caída del cartel de los americanos Y & T, por los problemas de espalda de su guitarrista Dave Meniketti, y los veteranos británicos Raven.

Raven

A unas horas intempestivas como las 19:15, siendo un día laborable, y con puntualidad británica, el trío de Newcastle era el primero en salir. Poca gente en la sala para recibir a un clásico de la NWOBH, que tras cuarenta y cuatro años de carrera y con los hermanos Gallagher al frente, Mark a la guitarra y John al bajo y voz, junto a la nueva incorporación a la batería como Mike Heller, nos ofrecieron una intensa aunque breve sesión de heavy metal de la vieja escuela.

"Destroy All Monsters", de su último trabajo publicado 'Extermination', fue el elegido para comenzar, siguiendo con algunos más clásicos como "Hell Patrol", de su debut 'Rock Until You Drop', "All for One" o "Hung, Drawn & Quartered".

El sexagenario John lo dio todo con la voz y animó al público para que le siguiera, sobre todo en el enérgico "Top of the mountain", un corte nuevo que aparecerá en su próximo trabajo, y en su canción por excelencia "On and On", que hizo corear a todos los presentes. Lástima de horarios tan ajustados, de predisposiciones de las salas que todos conocemos, pero lo cierto es que cuando metes tres bandas en un cartel, te encuentras con que un grupo tan entrañable y con historia como Raven, sólo cuentan con treinta minutos de actuación.

FM

Cambio rápido de backline, y a las 8 en punto (todo iba como un reloj), comenzaban los británicos FM con la canción "Black Magic",  que junto a "Killed By Love", con la que cerraron, fueron las únicas que ofrecieron de su reciente trabajo ‘Atomic Generation’.  Dispusieron del espacio justo para moverse, teniendo que ubicar al batería Pete Jupp a nuestra derecha del escenario y a ras de suelo.

Steve Overland se mostró inconmensurable con su voz como de costumbre, brillando especialmente en sus grandes clásicos como "I Belong to the Night" o "That Girl", de su maravilloso 'Indiscreet', o "Back Luck" de aquel 'Tough It Out", junto al corte que da título que también sonó.

Overland estuvo perfectamente escoltado por el bajista Merv Goldsworthy y el guitarrista Jim Kirpatrick, que aunque fue el último en llegar, está perfectamente acoplado a la formación. Contaron el teclista original de la banda, Didge Digital, que se fue en 1990 y que se incorporaba a este tramo de la gira en sustitución de Jem Davis, que lleva una década en la banda.

"All or Nothing", "Crosstown Train" de su más reciente 'Rockville’,  y "Wildside" completaban el set de esta noche, y aunque entraron a última hora en una velada heavy, siempre es una placer disfrutar de uno de los puntales del AOR británico como son FM.

Si te quedaste con más ganas de ellos tras su actuación, o no pudiste verlos, vas a tener ocasión de desquitarte nuevamente en unos pocos meses, pues el 23 de febrero los tenemos de vuelta en Madrid junto a otra banda icónica del AOR británico como Dare.

Saxon

Tardaron un poco más en preparar el escenario para los cabezas del cartel, pero tras la intro con el clásico "It's a Long Way to the Top (If You Wanna Rock'n'Roll)" de AC/DC, teníamos a uno de los referentes de la NWOBHM delante de nosotros, como son los imperecederos Saxon.

Su show sigue siendo una auténtica lección de heavy metal y todo un ejemplo para las nuevas generaciones que quieran acercarse al estilo, con un incombustible Biff Byford como gran maestro de ceremonia, flanqueado por dos grandes hachas como el eficaz Paul Quinn, el otro miembro original, y Doug Scarrat, junto al dinámico bajista Nibbs Carter y el contundente Nigel Glockler a los tambores.

Una de las grandes virtudes de Saxon es haber seguido adelante sin vivir del pasado, teniendo el repertorio lleno de grandes éxitos, no como algunas formaciones que se arrastran por los escenarios, y ser capaces de seguir construyendo más canciones de éxito. Así lo demuestran en cada concierto, comenzando en esta ocasión con el tema que da título a su nueva obra ‘Thunderbolt’, y del que no se cortaron en enseñarnos otros cinco cortes más como "Nosferatu (The Vampires Waltz)", "Predator", "Sons of Odin" quizás la menos lograda, "The Secret of Flight" o "They Played Rock and Roll", en honor a Motörhead e inspirada en los inicios de la banda, entre el 1979 y 1980, años en los que Saxon fue telonero suyo por el Reino Unido. La mayor parte de 'Thunderbolt' está dedicado a la memoria del fallecido bajista y cantante de Motörhead, Lemmy Kilmister, con el que se sentían muy hermanados.

Saxon

No faltaron los temas que todavía nos siguen poniendo el vello de punta y que hicieron a toda la sala corearlos de principio a fin, como sus emblemáticos "Motorcycle Man", "Strong Arm of the Law", "Power of the Glory", "Solid Ball of Rock"; "Dallas 1 PM", "And the Bands Play On" o "747 (Strangers in the Night)", que son intercalados con gran acierto entre temas más recientes, como "Battering Ram" o los del nuevo disco, pero que no hacen perder para nada el ritmo de la actuación.

Para el final se dejaban la artillería pesada, como son "Crusader" o "Princess of the Night", que no pierden valor con el paso de los años y con la interpretación de un Byford, que apenas se tomó un descanso, y que se siente muy a gusto con el cariño y el apoyo de sus seguidores españoles. Pocos vocalistas con sesenta y siete años son capaces de seguir cantando heavy metal a su nivel y sin ayudas de coristas o de efectos de sonido. En sus propias palabras, es el hombre de los "grandes cojones".

Para los bises y como fin de fiesta nos tenían preparados un póquer ganador como la más intimista "The Eagle Has Landed", la arrolladora "Wheels of Steel", con Byford corriendo detrás de Carter, la indispensable "Wheels of Steel", donde el vocalista sacó su móvil para simular una llamada, y la apoteósica "Denim and Leather", que la banda utiliza para hacer partícipe al público de esta gran comunión de heavy metal y que puso otro broche de oro en su carrera.

Casi dos horas de actuación, para una banda que habíamos visto hace un par de meses en el Leyendas del Rock y que no nos cansaremos de ver, por ello, he sido testigo de más de cuarenta actuaciones, y las que quedan... ¡Por muchos años Saxon!

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José Luis Martín

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