Crónicas

Robin Beck: Llega el amor

«Uno puede sentirse envuelto por el encanto natural de Robin Beck y por la magia que emana en el escenario»

23 julio 2018

Plaza Porticada, Santander

Texto y fotos: Fernando Martínez

Primera de las tres fechas en este mes de julio de Robin Beck presentando su nuevo trabajo discográfico titulado ‘Love is Coming’. De la mano de RM Concert y Delfuego Booking llegaba el grupo al completo a la capital cántabra, directamente desde Connecticut un día antes de celebrase el concierto en la Plaza Porticada el 23 de julio. Les acompañaban, en esta ocasión y como artistas invitados, los alemanes Grey Attack, que presentaban su nuevo disco ‘Grains of sand’, y el grupo My Own Ghost formados en 2013 y, como pudimos apreciar, con un rollo Metalpop con cantante femenina.

Está claro, Robin Beck es una de las voces favoritas del AOR y lo demostró durante la hora y media que duró el concierto, con un setlist que no dejó indiferente a nadie. Abrieron directamente con cuatro de los hits de su más aclamado álbum ‘Trouble or Nothin’' del ’89. Tras los coros grabados del primer tema y una fuerte ovación, fueron cayendo uno tras otro “If You Were A Woman (And I Was A Man)”, uno de los temas más enérgicos del concierto con un estribillo demoledor; “Don’t Lose any Sleep” segundo tema de la noche con mucha fuerza y melodía; “Hold Back The Night” llena de coros y una vuelta a los ochenta; y “Sleeping with the Enemy”, con un atracón de guitarras por parte de Jimi Bell y Jorge Salán. Estaba claro, estos temas no fallan, llevan la firma de Desmond Child, sello de garantía para cualquier artista del planeta.

No hacía falta más presentación, un grupo bastante potente, pero también muy melódico. Rodeada de su marido James Christian al bajo (sí, el de House of Lords), Jimi Bell y Jorge Salán en las guitarras junto a un magnifico batería como es BJ Zampa para esta gira.

Tras saludar al público e interactuar con él, nos presenta a Jorge Salán, que ya desde primeros minutos del concierto estaba siendo ovacionado por la gente. Arrancamos de nuevo, pero ahora enfilando tres temas seguidos de su nuevo disco, “Island” una voz maravillosa, acompañando los coros constantemente Jimi Bell y James Christian, con una melodía contagiosa; “Love is Coming” pone en actitud chulesca sobre el escenario a Robin Beck y las guitarras suenan atronadoras; “Me Just Bezing me” hace uso de su gran voz en un tema que, en directo, suena mucho más rockero. Beck nos muestra que está en plena forma con una voz descomunal, tres canciones que son irresistibles para cualquier amante de hard rock melódico.

Llegamos al meridiano del concierto, tras dos temazos como “Save Up All Your Tears” y “Tears in the Rain” del ’89, BJ Zampa descarga un magnifico solo de batería para llevarnos al magnífico “First Time”, del que Robin Beck nos dice que es una canción que habla de la primera vez, del primer beso, del primer amor… muy bien acogida por el público y muy coreada. El sonido en general podría haber sido mejor, pero como viene siendo habitual, los equipos montados por los ayuntamientos dejan mucho que desear.

Recta final con una banda que se lo estaba pasando muy bien encima del escenario y un público que estaba haciendo lo mismo de un concierto gratuito y con unos músicos de quitarse el sombrero. Geniales interpretaciones por parte de Jorge Salán con una tremenda fuerza que imprime a cada uno de los temas. A medida que pasa el concierto, uno puede sentirse envuelto por el encanto natural de Robin Beck y por la magia que emana en el escenario.

Tres últimos temas, “Love Lies”, “Girl Like Me” y “Hide You Heart”, el tema más coreado de la noche, posiblemente el tema más rockero y donde se desata la voz de Robin junto a unas guitarras que te envuelven con un impecable sonido de los ochenta. Tras finalizar el concierto, hubo decenas de personas esperando una foto con la artista o simplemente un autógrafo en el disco que más se vio entre las manos alzadas ‘Trouble or Nothin’'.

En resumen, un sonido que se podía haber mejorado por parte del técnico de ajustes y el técnico de rigging y dos grupos invitados que sufrieron las consecuencias de un sonido horriblemente malo, a pesar de que eran formidables músicos y con muy buenos temas en directo. Por otro lado, el concierto de Robin sonó mucho mejor, aunque seguramente no haya sido su mejor actuación, tampoco ha llegado a defraudar a nadie en Santander. La gente salió contenta de haber visto a una gran artista rodeada de unos grandes músicos.