Crónicas
Rhapsody of Fire + Avalanch + Thornbridge: Éxtasis metalero
«Inmejorable plan para un lunes de lluvia y frío»
4 marzo 2019
Sala De Kreun, Kortrijk (Bélgica)
Texto: Manu Gamarra. Fotos: Hughes Vanhoucke
No es fácil que estés de Erasmus en una pequeña ciudad de 75.000 habitantes ubicada al oeste de Bélgica y que a una banda española de la talla de Avalanch le toque hacer parada allí (única fecha en el país) teloneando nada más y nada menos que a los italianos Rhapsody of Fire. No quise perder la oportunidad que me brindaba el destino (nunca antes había visto a Avalanch) y me acerqué a echarles un ojo en De Kreun, la principal sala de conciertos de Kortrijk. Bueno, y ya de paso pude también ver en directo a una de las bandas más importantes del power metal europeo…
El destino se puso de mi lado en cuanto a la ciudad belga elegida por Rhapsody of Fire para hacer parada junto con Avalanch y Thornbridge, sí, pero evidentemente iba a tener que pagar un precio por ello: tapón de cera que te crió formado en el oído izquierdo el día anterior y que no me permitió disfrutar del sonido del bolo como me hubiese gustado. Pero bueno, vamos a entrar en materia, que imagino que temas como esos interesarán entre poco y nada a los lectores.
Abrieron la velada a las siete de la tarde (noche en Bélgica) los alemanes Thornbridge. Quizás una hora demasiado temprana para abrir un concierto, (aunque seguramente la mayoría de los asistentes ya iban cenados), algo que mencionó su vocalista en forma de agradecimiento a los que estábamos allí después de interpretar “The Dragons Reborn”, única pieza de las seis que componían el setlist perteneciente a su álbum debut ‘What Will Prevail’ (2016) y no al recién estrenado ‘Theatrical Masterpiece’ (2019). Power metal ejecutado a las mil maravillas y muy buen sonido, a pesar de que el segundo corte “Keeper of the Royal Treasure” estuvo acompañado por un eco que a más de uno incluso nos hizo preguntarnos durante algún tiempo si es que igual era realmente algo buscado a propósito por la banda o que así había sido grabada en el estudio. Utilizaron la batería de Avalanch que actualmente preside Mike Terrana - que tiene colocados algunos platos a una altura bastante considerable - y en algunos momentos resultaba bastante cómico ver las dificultades por las que atravesaba el batera de Thornbridge para alcanzarlos con las baquetas.
Le tocaba el turno a Avalanch, en lo que fue prácticamente una especie de preescucha en directo de su nuevo disco que verá la luz el 22 de marzo, ‘El secreto’… pero en su versión inglesa, claro: ‘The secret’. Desconozco si decidieron tomar esta decisión a raíz de que se confirmase su gira europea junto a Rhapsody of Fire, pero he de reconocer que, aunque yo sea más partidario de “defender lo nuestro” y todas esas cosas, al final resulta bastante práctico. El otro fotógrafo que acompañó durante los tres conciertos a nuestro compañero Hughes comentaba que no le hacía especial ilusión ver a Avalanch, que no les iba a entender. Cuando le dije que la mayoría de su setlist era en inglés, se le cambió la cara. Porque sí, siete de los nueve temas que están tocando en esta gira son en inglés, todos ellos pertenecientes a ‘The secret’, que tendrá diez. De ahí a lo que me refería antes con lo de que el concierto pareció una preescucha. Supongo que tiene que ser un gran alivio (entiéndase bien) para una banda el hecho de poder dedicarse casi única y exclusivamente a su último trabajo, sin nadie entre el público (excepto yo) que te reclame las de toda la vida (ndr: anda que ir a ver por primera vez a Avalanch y que no toquen “Xana”…).
Pero, por otro lado, hay que aplaudirles el mérito de finalizar su actuación con dos canciones en castellano, “Lucero” y “Torquemada”, la cuál alargó mucho sus bises para que pudiésemos disfrutar de la maestría de Alberto Rionda con su guitarra, a quién sin embargo se vio demasiado estático en su posición. Hay que señalar que en estas primeras fechas Alberto está cargando con todo el peso de las guitarras de Avalanch, ya que Jorge Salán ha estado cumpliendo con los compromisos que tenía con Soto en Estados Unidos y no se incorporaría a la gira hasta la fecha del 7 de marzo en Mannheim, Alemania.
Desde luego, no debe ser lo mismo atreverte a cantar en español, como hacen la mayoría de bandas de nuestro país, en ciudades como Berlín, Londres o incluso Bruselas, que en Kortrijk, donde me juego un dedo a que el único extranjero (no digo español) era yo.
En cuanto a sonido, fue seguramente el peor de los tres conciertos, sobre todo al comienzo y en lo que respecta a la voz de Israel, absolutamente superada por los instrumentos en la primera y única canción disponible hasta el momento del que será su nuevo disco, “The Oracle”. Supongo que es un riesgo que corres cuando te la juegas a arrancar la actuación con el tema más importante (porque es el único que se podían saber). Y el propio Israel comentaría antes de interpretarla que “The flower in the ice” será el segundo single del álbum. En definitiva, Avalanch terminó gustando mucho, y un par de asistentes, cuando se percataron de que yo era español, me pidieron referencias sobre ellos al terminar el bolo.
Llegó el plato fuerte, los italianos Rhapsody of Fire, estos con su nuevo disco ya sí publicado desde el pasado 15 de febrero (día de su actuación en Madrid) y del que combinaron algunos de sus temas con los más míticos de la banda. Primero, una pequeña pullita en su contra: Me sorprendió sobremanera que tanto a Hughes como al otro fotógrafo antes mencionado solo se les permitiese inmortalizar al grupo durante las primeras tres canciones de su actuación. Estamos hablando de una sala con capacidad para 600 personas, que ni de lejos rozó el sold out y en la que tan solo había dos fotógrafos acreditados. “Complejo Metallica” que lo llamo yo.
En lo que respecta puramente al concierto, muy poco que reprochar al encabezado por el teclista Alex Staropoli, único superviviente de la formación original, que ha sufrido varias reestructuraciones en los últimos años. Y es que el miembro más antiguo después de Staropoli, el guitarrista Roby de Micheli (quién en un momento dado se dio una vuelta entre el público mientras seguía tocando), entró en 2011, precisamente en sustitución del otro fundador, Luca Turilli. Sin embargo, todas las piezas parecen encajar perfectamente dentro de la banda de Trieste, empezando por el carisma sobre el escenario del cantante Giacomo Voli, el cual se dio a conocer gracias a La Voz Italia. Incluso intentó, en las postrimerías del concierto y al más puro estilo Freddie Mercury (su gran referente), que los asistentes repitiesen con él algunos de sus imposibles registros vocales agudos.
Cabe destacar la gran acogida de “Rain of Fury”, single de ‘The Eight Mountain’ (2019), a que se trató prácticamente como a una de las clásicas del grupo como “Dargor, Shadowlord of the Black Mountain”, “Resign of Terror”, “Dawn of Victory” (piel de gallina con ese gloria perpetua cantado por el público), “Land of Inmortals” o “Emeral Sword”, dando por finalizado el concierto con estas dos últimas tras volver del backstage para los bises. Algún que otro problemilla técnico con la guitarra de Roby de Micheli al que Giacomo Voli intentó restar importancia con una pésima improvisación (tampoco vamos a culparle por ello), pero, en general, una excelente hora y media de actuación que, a tenor de lo visto entre los asistentes, dejó a todos con un muy buen sabor de boca (insisto en que esperaba más gente). Incluso a mí, que no soy ni mucho menos un fanático de este estilo. Inmejorable plan para un lunes de lluvia y frío. Bueno, para un lunes cualquiera en Kortrijk, Bélgica.
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1 comentario
No dudo que estas bandas dieran un buen recital a su manera en tierras belgas pero no son ni la sombra de lo grandes que fueron antaño.