Crónicas

¡Pendejo! + Craneon: Sin vergüenza, sin piedad y con alevosía

«Una noche de las que hacen bueno lo de “lo bueno si breve…”, aunque yo ya estoy deseando tener un par de horas de pendejadas con las que quedarme bien a gusto»

22 noviembre 2018

Sala Alevosía, Madrid

Texto y fotos: Jorge Bobadilla

Era la primera vez que iba a poder ver a uno de los últimos grupos que más ha sabido engancharme en los últimos años. Lo conocí con su debut, ‘Cantos a la vida’, y precisamente la vida había impedido por diversos motivos que asistiera a alguno de sus conciertos. Era el momento de resacirme con la presentación del, todavía esa noche inédito oficialmente, nuevo álbum, ‘Sin Vergüenza’.

Craneon

¡Pendejo!, sí, la banda holandesa de stoner que canta en español, volvía a la capital para presentarnos su nueva obra, muy esperada desde que en 2014 nos dejaran ‘Atacames’. Lo hacían en el barrio de Malasaña, cuyas bondades a la hora de moverse con una furgoneta hicieron que el concierto tuviera que retrasarse afectando a la actuación de los que figuraban como teloneros de la velada, los locales Craneón.

Apenas tres temas pudimos disfrutar de la banda que aprovechó muy bien este escaso tiempo, despertando el interés de los que, como yo, todavía no los conocíamos a base de árido rock de potentes riffs que se ajustaban al presumible gusto de los seguidores de la banda principal. Matrícula apuntada.

El pequeño escenario, sobre el que ¡Pendejo! tuvo que colocarse por parejas: Voz y bajo en primera línea, guitarra y el flamante trombón detrás y, allá al fondo, la batería tras los amplis de los primeros… ¿algún problema? Ninguno, los holandeses iban a cumplir a la perfección con una sala que se llenó para descubrir los temas nuevos que nos iban a caer.

Serían mayoría estos temas nuevos que empezaron desde la locura instrumental de “El Timón holandés”, con la que se calentaron los motores y la sala empezó a disfrutar de esta banda que, con el añadido del trombón, ha terminado de hacerse con un sonido único y apabullante. Quizá pudiera haber sonado mejor, pero la descarga que seguía su curso, haciendo ya cantar a todos los allí reunidos con mirando a su primer disco con “Flotadores”, tampoco requería de nitidez y sí de volumen… y mucha bulla, de lo que fuimos sobrados.

Precisamente sería el nuevo single, “Bulla!” la que abriría un trío de temas nuevos muy bien acogidos por los seguidores, que no iban a mostrar desagrado solo por no saberse las letras de “El Rutger”, a la que es mejor atender a su conspiranoico mensaje, y “Facista” (así lo escriben), la que aprovechó El Pastuso para comentar que debían acabar pronto porque los vecinos deben ser unos “facistas”. Todo lo contrario de cuando se sorprendió a sí mismo agradeciendo la ayuda de la policía para poder aparcar la furgoneta en las estrechas calles del barrio.

No faltaron “Dos!” y “Cuarenta y siete” de ‘Atacames’, del que eché muchas de menos, aunque “La vagancia” cubriera la necesidad de temas más conocidos. Veíamos en estas al trombonista simplemente agachado tras su compañero de las cuatro cuerdas, apoyado en la pared del reducido escenario. Entre tema y tema El Pastuso se aclara la garganta con el contenido de su petaca, con lo que seguro sería un brebaje recomendable para su alternancia entre el micrófono principal y el de su trompeta, juego con el que le daba distinto color a su desgarradora voz.

“El Espejo” y especialmente “Hacia la luz” destacaron entre las nuevas composiciones antes de atacar con su himno, del que la sala, abarrotada de adoradores de los sonidos más gordos y contundentes, dio buena cuenta. “Arrecho vengo” sonó como un cañón, al que no se resistió Juanjo, el cantante y guitarrista de Craneon, para saltar al escenario y sumarse a los coros, antes de intentar dar por concluido el concierto con “Don Gernan”, el tema que abre ‘Sin Vergüenza’.

Digo intentar porque, ante la insistencia de la sala, la banda decidió regalarnos dos temas más en los que en trombonista se mezcló entre el público, “Juanita”, dedicada al ingrediente al que tanto tiene que agradecer el stoner, y “Amor y pereza” con la que remataron una noche de las que hacen bueno lo de “lo bueno si breve…”, aunque yo ya estoy deseando tener un par de horas de pendejadas con las que quedarme bien a gusto. No me pierdo otra. ¡Dame dos!

Redacción
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1 comentario

  • Juandie dice:

    Buena crónica del concierto que ofrecieron PENDEJO en este diminuto recinto a base del mejor Stoner Rock. Que vuelvan pronto a España que por estos lares se les quiere y aprecian.

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