Crónicas
Loquillo: Feo, fuerte y formal
«Nunca necesitó ni moverse demasiado para llenar el escenario ni una gran voz para encandilarnos»
15 diciembre 2017
WiZink Center, Madrid
Texto: Juan Destroyer. Fotos: Paco García
¿El punto de inflexión de esta nueva fiebre por Loquillo? Las Ventas y la grabación de ‘Salud y Rock & Roll’. Con aquel concierto, acaecido el 24 de septiembre de 2016, el Loco se reafirmó como uno de los artistas de rock más convocantes del país; nunca dejó de ser una de las figuras más populares de la música española, pero lo cierto es que ha sido con este tour con el que ha vuelto a llenar, y sin despeinarse, grandes recintos como el de este nuevo hito en Madrid. Se ve que le supo a poco la plaza de toros y acometía ahora el reto de llenar WiZink (16.000 localidades) a modo de fin de gira.
Por supuesto que el mayor mérito en los triunfos siempre es de los músicos, y el Loco ha convencido con sus tres últimos álbumes, ‘La nave de los locos’, ‘Código rocker’ y ‘Viento del Este’, pero no olvido que fue DRO -división de Warner Music, su compañía de discos- quien apostó en el último lustro por redescubrir al artista entre el público rockero, que lo tuvo un poco olvidado durante los años en que su exposición se reducía casi exclusivamente a medios generalistas. Se siente uno más a gusto de un tiempo a esta parte en sus conciertos, aunque tampoco es que ahora se llenen con el público de Marea o El Drogas. La grada en la que me encontraba era un reflejo, en reducido formato VIP, de lo que se ve en cualquiera de sus actuaciones: Carlos Tarque de M Clan, Juanpe de Nancy Rubias, Alberto Marín de (Def Con Dos) o un Alen Ayerdi de los propios Marea –fan reconocido- que terminó huyendo a otro lugar ante la ausencia de altavoces dirigidos hacia los laterales del recinto. También testigos del exitazo fueron Susana Koska y Cayo Bruno, mujer e hijo de Loquillo.
Algunos comentarios o chascarrillos recurrentes entre o durante las canciones, o el hecho de que fuera también “Carne para Linda” el tema en el que bajó al foso, pudieron darte cierta sensación de déjà vu si ya estuviste en Las Ventas, pero lo cierto es que para tratarse de dos conciertos enmarcados dentro de una misma gira, hubo cambios sustanciales en el repertorio. Perdimos “Línea clara”, “Arte y ensayo”, “Viaje al norte”, “Por amor”, “Tatuados”, “Hawaii 5-0” y dos que me dolieron: “Chanel, cocaína y Don Perignon” y “Eres un rocker”; pero ganamos “Sol”, “Rock suave”, “Mi calle”, “Besos robados” y la versión de Alaska y Dinarama “Rey del glam”. También cambió la versión de Burning, pasando de “Jim Dinamita” a un “Qué hace una chica como tú en un sitio como este” que le viene como un guante a su voz. Sí, esta vez el concierto fue más corto, aunque como estamos hablando de dos horas y media de actuación y 31 canciones, es más justo decir que fue menos largo.
Por lo demás, la vida sigue igual, con un cantante feo, fuerte y formal que nunca necesitó ni moverse demasiado para llenar el escenario ni una gran voz para encandilarnos. Basta verle alzar el pie de micro de una patada, encenderse un cigarro o señalar a las primeras filas con pose chulesca para justificar la admiración que sigue despertando cuatro décadas después, del mismo modo que te desgañitas con él con los nenas de el “Cadillac solitario”. Le arropa una banda de altura y le gusta que ésta se luzca, ya desde el comienzo del concierto cuando, a los tambores del francés Laurent Castagnet y su cresta, se van sumando uno a uno los otros cinco instrumentistas hasta que cobra forma la melodía “Salud y rock & roll” y sale el cantante. Me congratula especialmente ver triunfar a dos de los guitarristas, Igor Paskual y Mario Cobo, el primero porque le conocí como cantante y guitarrista de Babylon Chat y el segundo porque, de no ser por Loquillo, el gran público nunca habría sabido de Nu Niles. Tanto en sus respectivas especialidades, como apoyando con los coros (hasta doo wop pueden hacer, como quedó demostrado con “Piratas”), los músicos de Loquillo le dan empaque a las canciones de ayer y de hoy, con encomiables armonías de guitarra en la parte delantera como la de “A tono bravo” (por poner solo un ejemplo) y una interpretación animosa, especialmente en el caso de Igor que, con kilt o sin él, le ha cogido el gusto a lo de darse vueltas por el escenario (en sentido tanto literal como figurado). El acordeón de Lucas Albadalejo (el último en llegar al grupo tras la salida de Raúl Bernal) en “Viento del este”, el lap steel de Cobo en “El rompeolas” o el contrabajo de Alfonso Alcalá en algunas de las canciones más puristas, dan cuenta de la categoría del conjunto, del que viene diciendo orgulloso en “El ritmo del garaje” que gracias ellos “tienes tu banda de rock en español”. Pero son humanos, y de hecho Mario comenzó “El crujir de tus rodillas” antes de tiempo, abortando misión rápidamente para volver al orden del repertorio y acometer “Rusty”, donde el cantante se marcó unos pases de baile.
Otro de los momentos que hizo este concierto especial fue el homenaje a Johnny Hallyday en las pantallas, con una foto, durante la interpretación de “Cruzando el paraíso”, la canción que grabaron juntos. En una de las pocas ocasiones en las que el cantante se dirigió holgadamente al público, reconoció que había sido una semana jodida para ellos tras perder “a un referente europeo y a un amigo sincero”. Referente español es sin duda Loquillo, que a sus 56 años conserva tupé que peinar, tal y como hizo durante “Quiero un camión”, uno de los primeros éxitos de los Trogloditas.
No le ha ido nada mal a aquel chico que supo lo que quería ser de mayor cuando, con 12 años, se coló en un local de ensayo hasta que le echaron. Así lo recordó antes de cantar “Mi calle”, la versión de Lone Star, y poco después de haber reconocido, con un humilde tono poco habitual en él, no saber qué decir ante el llenazo de esta noche y el fervor de sus seguidores. Fue “En las calles de Madrid” donde alcanzó la gloria y con esa canción, ya con las luces del recinto encendidas, despidió una noche para el recuerdo.
SETLIST: Salud y rock and roll – A tono bravo – El mundo necesita hombres objeto – Territorios libres – Planeta rock – Sol – El mundo que conocimos – El hombre de negro – Cruzando el paraíso – Viento del este – El rompeolas – Memoria de jóvenes airados – Rock suave – Carne para Linda – La mataré – El ritmo del garaje – Rey del glam – Rock ‘n’ roll actitud – En el final de los días – Mi calle – Rusty – El crujir de tus rodillas – Piratas – Quiero un camión – Esto no es Hawaii – Besos robados – Feo, fuerte y formal – Rock & Roll Star – Qué hace una chica como tú en un sitio como este – Cadillac solitario – En las calles de Madrid.
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