Kamelot + Opera Magna + Leave's Eyes: Velada de celebración para el metal sinfónico

Pasados pocos minutos de las siete de la tarde, arrancaban Leave´s Eyes con energía, ante una sala bastante vacía pero dispuesta a adentrarse en su mundo de leyendas. Haciendo hincapié en sus últimos trabajos con la nueva vocalista, Elina Siirala, y con su productor, Alexander Krull, reconvertido a segundo vocalista (en la faceta gutural), desplegaban un setlist de 30 minutos muy centrado en los sonidos power y folk. Si bien es cierto que el sonido era impecable y ambos vocalistas no dejaron de animar al respetable y consiguieron transmitirnos su sensación de festejo, por momentos me inundaba la monotoní0,a quizás por ser casi todo temas de sus dos últimos trabajos ‘Sign Of The Dragonhead’ de 2018 y ‘King Of Kings’ de 2015: la homónima, “Across The Sea”, “Edge Of Steel”, “Riders On The Wind” y “Beowulf” del primero; y “Swords In Rock” y “Beowulf” del segundo. Alternaban con la cañera “Hell To The Heavens” del ‘Symphonies Of The Night’ de 2013, precedida por un breve guiño a los clásicos Slayer. Para mi gusto, de las preferidas. Terminaban con “Blazing Waters”, con Alexander ataviado como el vikingo de la portada del ‘King Of Kings’, espada en mano incluida. Hicieron su labor de calentamiento de sobresaliente y seguro que si vuelven en un futuro no muy lejano, habrá más de un fan, de los forjados esta noche, esperándoles.

Transcurridos unos 20 minutos, salían a la palestra los valencianos Opera Magna que con orgullo vimos defender su acometida en un merecidísimo segundo puesto del cartel, lugar que para muchos combos nacionales ha sido inalcanzable en una gira de estas características. Pero ellos lo han conseguido, no sin mucho esfuerzo invertido y una calidad musical elevadísima, en un estilo en el que es muy difícil no acercarse a la pomposidad desmesurada. ¿Quién no conoce las habilidades a la voz de su frontman José Broseta o la velocidad a las cuerdas de su guitarrista Javier Nula? Seguramente, nadie. Son sublimes y así lo demostraron. Aunque, al inicio, el sonido estaba altísimo y había cierta estridencia que me desconcertó durante su primer tema “Rojo escarlata” (de su último disco de estudio ‘Del amor y otros demonios – Acto II’ de 2015); poco a poco se fue equilibrando en el transcurso de su intervención. Continuaban con “Para Siempre” del mismo álbum, para llevarnos hasta el anterior ‘Poe’ de 2010 con “El pozo y el péndulo”. Llegaba el turno de uno de mis temas favoritos de la banda, el conocido “Horizontes de gloria” de aquel ‘El último caballero’ de 2006 que hacía las delicias de un público, que a estas alturas ya era bastante numeroso y que se agolpaba en las primeras filas sin dejar de corear el estribillo. Continuaban con “Donde latía un corazón” e “Hijos de la tempestad”, de nuevo de su último trabajo, para volver atrás con “El corazón delator”. Y sí, como es habitual, Jose volvió a pedirle a su guitarrista ese “Javi, más rápido” que pone de manifiesto esa destreza de la que hablábamos al principio. Cerraban con “La Herida”, con un público en sus manos que les ovacionó sin descanso.

Y con puntualidad inglesa llegaba Kamelot, los reyes de la noche: presentando su single “Phantom Divine (The Shadow Theory”) de su último LP, con una Lauren Hart espectacular aunque con menos protagonismo del que me hubiera gustado. “Ravenlight”, ”Amnesiac” o “Burns To Embrace” fueron otras de las elegidas de este nuevo trabajo. Con mucho peso de su anterior disco de estudio ‘Haven’ de 2015, con cortes como “Insomnia”, “End Of Innocence”, “Veil Of Elysium” o la balada “Here´s To Burns”; añadían algunos grandes clásicos como la mítica “Forever” (con su habitual interacción entre las respuestas del público a las órdenes de Karevik), “Karma” o “When The Lights Are Down”. A pesar de que se comentaba que Tommy Karevik estaba resfriado, no lo supimos hasta que se dirigió al público con una voz congestionada que para nada advertimos en su interpretación a lo largo del show. Íbamos llegando ya al final de la noche con el magnífico “March Of Mephisto” que nos traía de vuelta a Lauren, precediendo a un solo de batería del magnífico Alex Landenburg (CyHra, Luca Turilli´s Rhapsody) que les ha acompañado en sus fechas de este año; junto a Oliver Palotai a los teclados, en una curiosa mezcla de jazz fusión. Incluían también “Sacrimony (Angel Of Afterlife”) para dejarnos disfrutar un poco más de los brutales growls de Lauren, y remataban con el conocido “Liar Liar (Wasteland Monarchy)” como bis, en el que ella misma se encargaba también de las partes melódicas. Quizás en este aspecto no sea tan espectacular, pero no se puede negar la dificultad inmensa de combinar ambas disciplinas con naturalidad.

No podría haber un plan mejor para iniciar la temporada. Deseando ya que se repita y que otras formaciones nacionales como Opera Magna comiencen a tener su relevancia en este tipo de giras

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