Crónicas

Iron Maiden + Gojira + Sabaton: Una noche para la historia

«Un espectáculo sin igual. Seguramente, los que se rajaron ya están lamentándolo»

14 julio 2018

Estadio Wanda Metropolitano, Madrid

Texto: Juan Destroyer. Fotos: Íñigo Malvido

Llegó por fin el día en el que Iron Maiden demostró que el heavy de la vieja escuela, ese que disfrutan de forma casi exclusiva los metaleros, también puede ser música de estadios. Valga un dato para remarcar la proeza: Metallica, el otro gran monstruo del género, a quien se le presupone mayor poder convocatoria por picotear entre distintos tipos de público, nunca ha reunido a tanta gente en España con un concierto propio, fuera del marco de un festival. No importó que coincidiera con el Resurrection Fest y el Mad Cool ni que los bolsillos de los aficionados ya estuvieran medio vacíos tras el Download y el Rock Fest Barcelona, por nombrar solo algunos de los hitos de un verano sin parangón. Más de 50.000 personas le dieron al Estadio Wanda Metropolitano un colorido espectacular, no muy lejos del lleno, para sorpresa de escépticos y pavoneo de los más optimistas. Desde ayer, Maiden y sus hinchas –entre los que se encuentran Sufriendo & Gozando y Madness Live, las promotoras que hicieron posible el milagro- pueden jactarse de que el grupo más respetado del heavy metal juega en la exclusiva liga de los gigantes del rock y el hard rock: Stones, AC/DC, Springsteen, Guns N’ Roses, U2, Bon Jovi, Muse y, si hay más, ahora mismo no se me ocurren.

Joakim y sus Sabaton leyeron muy bien el concierto

Se intuía ya el triunfo por la tarde tarde, con la “fresca”. El metro iba repletito de camisetas negras y, una vez en el estadio, las colas eran largas, tanto que me perdí el comienzo de Sabaton a pesar de haber llegado allí con tiempo. Me dolió escuchar desde fuera “Ghost Division”, pero me alegró ver que miles de espectadores respondían al reclamo del posturitas Joakim Brodèn cuando nos gritó “Are you ready for “Carolus Rex”?”. Es una de las formaciones que parece que estará ahí, ondeando el pendón del heavy metal, una vez que el paso del tiempo irremediablemente jubile a las bandas que todos sabemos, así que fue gratificante escuchar a colegas reconocer tanto su desconocimiento de los suecos como el deleite que les habían proporcionado canciones como “Primo Victoria”, donde Joakim pidió que se saltara y la pista fue de lo más obediente. Sin duda una ocasión inmejorable de reivindicación para Sabaton, que tenía un gran telón a sus espaldas con la portada de ‘The Last Stand’, exitoso último disco. Se despidieron con “To Hell and Back”, su tema más conocido, terminando así por todo lo alto un concierto en el que, sin duda, hicieron nuevos fans.

Gojira

Menos propicia para gustarle al metalero ortodoxo es la música de Gojira, progresiva y agresiva al mismo tiempo, un tipo de propuesta que pierde fuerza cuando el sonido no acompaña, como les pasó durante buena parte de su actuación. Como dato curioso de la misma, una caprichosa franja de rayos solares se colaba por un recoveco del Metropolitano de forma que el cantante y guitarrista Joe Duplantier fue de los últimos en zafarse del astro rey, ya con la mayor parte del respetable a la sombra.

El telón de Gojira era más sobrio, mostrando solo el logo de la banda, pero viajaron con cañones de humo a presión que ambientaron momentos puntuales de su actuación, dejándole claro a los veteranos más despistados que no estábamos ante unos don nadie. Aunque en otro estilo, es otro grupo que ha tomado el relevo, algo perfectamente comprensible una vez que te enganchas a los chillidos del octavador de la guitarra de Christian Andreu en “Stranded” o al pulso entre técnica y violencia que sustenta “Silvera”. Más indolente puede dejarte en directo “The Shooting Star”, rítmicamente pausada si se la compara, por ejemplo, con “Backbone”.

Duplantier recordó que Bayona, su ciudad, está en el País Vasco francés, y en otro guiño al público español, anunció en castellano que era el cumpleaños del bajista “Juan Miguel” Labadie.

Para cuando acabaron su set, ejecutado con precisión pero sudando la camiseta, como acostumbran, ya estaba la mayor parte del público dentro. A juzgar por la respuesta que yo observaba desde la grada, proporcionalmente Sabaton le sacó mejor partido a la oportunidad brindada. Ambos vocalistas lanzaron alabanzas hacia el cabeza de cartel, y en el caso del galo, creo que dijo que ya los había visto en Helsinki –el mismo lugar desde donde yo traje la previa para MariskalRock y La Heavy- alucinando con su estado de forma. Y es que muy alto ha puesto el listón Iron Maiden, ya no solo por ser sesentones que se mueven como veinteañeros, sino porque gustan por igual a padres, hijos y nietos.

Más allá de los contrastados méritos musicales de los británicos, sin duda su enérgica y elaborada puesta en escena también ayudó a forjar la leyenda, y con este Legacy of the Beast Tour están rubricando uno de los capítulos más gloriosos de su extensa trayectoria en grandes producciones.

Bruce Dickinson voló alto con "Aces High"

El concierto comenzó antes de que se hiciera de noche y el sonido no fue del todo nítido, perdiéndose parte del impacto inicial, pero emociona ver a los niños flipar con el Spitfire de “Aces High” como yo lo flipé en su día con el futurista escenario en 1986, la primera de las muchas veces que les he visto en directo.

Si impresiona ver 50.000 puños en alto arengando a la banda en la parte instrumental de “Where Eagles Dare”, la irrupción de  “2 Minutes to Midnight” directamente desata la locura. Tras ella, y antes de “The Clansman”, Bruce se dirige a nosotros para incitarnos a luchar contra quien quiera arrebatarnos la libertad, diciéndonos que esta noche todos somos escoceses. También nos cuenta que en esta gira cuentan historias con imágenes y con música, dividiéndose el grueso del espectáculo en dos bloques: el de la guerra y el de la religión, aunque a veces ambos estén tan íntimamente relacionados.

Dickinson más que un dar concierto interpreta un musical, y si en el tema anterior blande la espada, en “The Trooper” directamente se bate en duelo con Eddie. Como era de esperar, el hecho de que el cantante saque la bandera española además de la union jack, provoca el agradecimiento de los que sienten como propia la monárquica rojigualda.

Steve Harris no dejó de ametrallar con su bajo

Con “Revelations” cambian los telones bélicos por las vidrieras de una iglesia. Da comienzo el tramo del concierto que versa sobre deidades varias y en el que “For the Greater Good of God”, “The Wickerman” y “Sign of the Cross” se consagran –llamas, túnicas y cruces mediante- como canciones que han superado la frontera del tiempo. Venga, concedo que aún más ilusión hace escuchar “Flight of Icarus”, más allá del lanzallamas y la imponente estatua del susodicho.

Las tres que vienen luego están muy vistas, tanto que, sobre todo en el caso de “Fear of the Dark”, se alzan osadas voces pidiendo su extracción del repertorio, pero en cuanto se observa la reacción del público, te das cuenta de que es un imposible. Más si cabe en el caso de “The Number of the Beast” y “Iron Maiden”, donde como manda la tradición sale el Eddie gigante desde el fondo del escenario, ese Eddie cornudo de diseño español, otro motivo para que recordemos esta gira con un cariño especial.

Tras unos minutos de descanso, a mi juicio el regreso con “The Evil That Men Do” desmerece un poco tanto lo inmediatamente anterior como lo que está por venir, mas el público lo canta con el mismo entusiasmo con que lo ejecuta el grupo. De Bruce ya hemos hablado, pero también están espectaculares Harris y Gers, el uno con sus carreras y ametrallamientos, el otro haciendo malabarismos varios con su guitarra.

Si los “scream for me” han recibido rotunda respuesta por nuestra parte durante todo el concierto, el griterío directamente sobrepasa a la propia música cuando Bruce sale de su jaula y nos jalea en “Hallowed Be Thy Name”. Podría decirse que es el final de la función, puesto que “Run To The Hills” la tocan dejándose contagiar por el ambiente festivo que ellos mismos han generado con un show que recordaremos de aquí a la eternidad.

Ya lo avisé en la crónica de la revista: es un espectáculo sin igual y seguramente, los que se rajaron ya están lamentándolo.

Juan Destroyer
@JuanDestroyerMR 
@juandestroyeroficial

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16 comentarios

  • Jorge Monjardin Sanchez dice:

    Pues la verdad es que la organización dejó que desear. Yo estaba en la puerta 11 y entre que los chicos que pasaban la entrada por la pda no sabía cómo funcionaban, que leia unas si y otras no, y alli nadie sabía nada, se formaron unas colas y retrasos tremendos. Mucha descoordinación y nadie sabia que hacer. A mi incluso me dijeron que las entradas de mis amigos eran falsas .. en fin. Poca profesionalidad. Al final se solucionó tras mas de media hora de espera pero los ánimos se caldearon mucho. Si pudimos ver a Sabaton. Bajo mi punto de vista, ellos deberían haber sido los segundos y no quienes abrieran la jornada.
    Sonido desfr las gradas muy malo. Como embutido.
    Gojira no me terminan de convercer.
    El show de Maiden espectacular. Set list muy acertado. Era la primera vez que les veía en directo y la teatralidad de Dickinson es apabullante. Muy buen evento pero falló la organización y el sonido. Y genial que se cumplieron los horarios a rajatabla.

  • Antonio Lomas Martin dice:

    Concierto 10-Organizacion 0, menuda mierda de empresa esta de Team Grupo, no pude ver a Sabaton, al chaval que iba delante mio le hicieron quitarse una cadena de esas que sujetan la cartera por seguridad decían y en la discusión entramos 5 sin que nos registrasen, vergonzoso

  • Martina Borrego dice:

    Unicos son los mejores sin dieron un conciertazo y todos los heavy metal disfrutamos como siempre

  • Coco dice:

    La organización, horrible. Las indicaciones por parte del personal para acceder al recinto eran contradictorias, los lectores de las entradas fallaban mucho y eso hizo que se ralentizara mucho el acceso, casi me pierdo a Sabaton, aunque había llegado antes de la apertura de puertas. Penoso.

    El sonido, por los menos desde grada, malísimo. Las guitarras sonaban distorsionadas, pero un gran espectáculo de Maiden. Según tengo entendido, en el concierto de Bruno Mars, que fué el primero en tocar en el Metropolitano, el sonido fué igual de pésimo, por lo que creo que es el estadio, que no tiene buena acústica.

  • iskandar2205 dice:

    Lamentable, bochornoso y horrendo. Yo todavía no se si ayer vi a Maiden o a Melendi porque no podía adivinar ni un solo tema. Lo del sonido es una vergüenza infame. Es la tercera vez que veía a Maiden en directo, los llevo escuchando toda la vida y me se todas sus letras y todos sus acordes y aún así había veces que me perdía porque es que no se entendía nada. Un robo.

    • Jose Ignacio Manso dice:

      Estoy totalmente de acuerdo.
      Muy mala organizacion y sonido.
      Saberte las canciones y oirlas asi es una gran decepcion.
      Otra cosa que no me gusto es el escenario, parecia una cueva, al bateria ni se le veia.

  • Jose Luis dice:

    Una gran decepción en sonido y organización. Ya los vi tres veces antes en los 80, con muy buenos recuerdos pero lo de ayer fue bochornoso.
    Desde mi localidad en la grada, en el fondo norte, todo era una bola de ruido: solos que se perdían en la nada, partes instrumentales irreconocibles; lo único que a veces podia distinguir, eran los agudos de Mr. Bruce que no dudo hizo un trabajo vocal y de frontman descomunal.

  • Jose Luis Rodrigo Lopez dice:

    Bien el concierto aunque eche de menos Sanctuary o Transilvania. Lo que estuvo de pena fue el dispositivo de trafico y aparcamiento de la policía municipal... Nos desviaron a muchos coches a 3 kms del estadio y cerraron el parking del wanda y los aledaños cuando había allí espacio de sobra para,estacionar...Un cero para el concejal/a encargado/a del tráfico porque en vez de facilitar la jornada a los rockeros nos la entorpeció y provoco que bastantes llegaran tarde al concierto habiendo salido de casa con tiempo de sobra...

  • Heziak dice:

    Más de una hora y media de fila y al final conseguimos entrar pudiendo solo escuchar 2 canciones, y ni siquiera nos escanearon la entrada, luego que hay problemas de duplicados. Organización pésima, y no solo por esto, además la cerveza, al menos en grada, no era de tirador, el problema es cuando se acaba la nevera y lo que repones no da tiempo a que se enfríe. De los precios no habló porque siempre es un robo.
    El sonido en grada es pésimo, las guitarras a veces se perdían o la voz y era debido a la mala acústica del estadio, pero mala como para que se replanteen no volver a tocar allí, o al menos no ir como espectador si estas en grada.
    Los maiden como siempre un show increíble, ojala sigan así muchos años mas.

  • KONSPIRAZION dice:

    Un gran concierto con un sonido muy mediocre,parece contradictorio,pero yo así lo viví.

  • Ignacio San Miguel dice:

    la verdad es que fue un espectáculo genial, la pena es que el sonido , desde mi punto de vista, fuese tan malo. Yo estaba en la grada baja, relativamente cerca del escenario y muy a menudo a Dickinson no se le entendía. Los Maiden siguen en muy buena forma y para mí Steve Harris sigue siendo la hostia. Que en una banda con 3 guitarras , el bajista se haga notar de esa forma dice mucho del tipo de músico y carisma que estamos hablando. Iron Maiden for ever

  • KONSPIRAZION dice:

    Que yo sepa no multan por decir que hubo muy mal sonido,por no decir que horrible,Juan Destroyer.

  • Manolo dice:

    Los promotores no están preparados para un concierto de esta magnitud. Desde las 17:00 en cola para unas puertas que debían haberse abierto a las 17:30, pero que, al menos en mi caso, se abrieron más cerca de las 18:00. Las filas sin organizar, mezclándose unas con otras. Muchos buscando el final de su cola. La puerta de acceso 32 un caos. Conseguimos entrar casi a las 19:00. Para cuando encontramos nuestras butacas Sabaton estaba terminando. Un desastre de organización.
    Cerveza a precio de whisky y serrano a precio de 5J.
    Iron Maiden brutal y salvo algunas variaciones en los ecos por el aire, supongo, en el lateral el sonido era más que aceptable.

  • cholfo rock dice:

    Maiden un 10, pero hay que decir las verdades, no vale que el fan numero uno vea a su banda y con eso ya esta todo agradecido, sin importarle el sonido y el montaje. No,no. La verdad desde mi modesta opinion es que en un concierto de esta magnitud debe ser todo mejor calibrado, ya que pagas un elevado precio no solo por ver a la banda, sino por disfrutar de un buen sonido y ver un gran espectaculo, cosa que, si has conseguido grada a lo lejos, lo unico que oyes son ecos y ves puntitos que intuyes son la banda, tan siquiera las pantallas eran grandes y no habia suficiente sonorizacion.
    Muy mal señores promotores, muy mal equipo organizacion Maiden por falta prevision y a ti Juan la critica hay que informarse mejor y hacer eso, critica, ya que supongo tu estarias desde un sitio privilegiado a la vista y al oido....

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