Crónicas
Ian Piace + Purpendicular: Perfectos extraños
«Una actuación más que correcta, pero lejos de la genialidad de las distintas formaciones que ha tenido la banda británica »
20 marzo 2019
Barcelona Arts on Stage, Barcelona
Texto: Jordi Campàs. Fotos: Markceröck
No deja de ser curioso o peculiar que un músico de tan larga trayectoria y fama mundial se junte a estas alturas con un grupo como Purpendicular, o incluso con bandas tributo como la italiana Fireball. Este es el caso de Ian Paice, que con mil y una colaboraciones a sus espaldas parece que ya es algo habitual en él. Así que cada vez que no está liado con Deep Purple se reúne con músicos para reinterpretar las composiciones de su banda principal, unos Purple aún activos en la actualidad tras más de cincuenta años de carrera.
No sé si el precio de la entrada, o que cayera en miércoles, hizo que la preciosista sala del Paral-lel, antiguo Studio 54 rondara la media entrada con un público veterano que superaba en general la edad de la mayoría de las canciones que íbamos a escuchar, ya que las dos terceras partes del show fueron dedicadas a material anterior a la reunión del Mark II en 1984.
Empezaron al igual que suele hacer Deep Purple en sus directos, con la clásica “Highway Star”, y ciertamente aprecié cierta falta, no sé si de potencia o intensidad. Sonó algo floja en su ejecución. Siguieron con “Night in Vegas”, un medio tiempo extraído del último disco hasta la fecha de Purple en estudio, 'Infinite' (2017), que ya presentaron aquí en la penúltima edición del Rock Fest Barcelona. El vocalista y fundador de la banda, el irlandés Robby Thomas Walsh, con un look muy a lo Glenn Hugues de la época, decide que es el momento de interactuar con los allí presentes, con un "Hola, Barcelona", y pediendo que no les lancemos demasiados huevos o tomates. No sé si todo esto venía relacionado con el hecho de que su guitarra, Frank Pané (Bonfire) tiene problemas con el amplificador y debe sustituirlo por el que está utilizando Ernesto Ghezzi (Gotthard) para sus teclados. Posteriormente recuperaría cada uno el suyo, una vez solucionada la avería.
Tras unos minutos de improvisación y confusión, el show continúa con “Fireball”, todavía con un sonido algo deslavazado e inconsistente que parece ya va tomando forma y sincronismos con “Somebody Done It”, el único tema que grabó Paice para el primer álbum de Purpendicular, 'This is the Thing #1' (2016), y en el que también participaba Roger Glover al bajo en uno de sus cortes. El batería inglés haría lo mismo para el siguiente disco, 'Venus to Vulcanus' (2017), en un tema titulado “Wonderful”. Robbie define “The Battle Rages On” como esa fina línea que separa el amor del odio, canción que da título al disco tras el cual Ritchie Blackmore dejó definitivamente Purple, siendo Joe Satriani el elegido para terminar aquella gira que pasó por el añorado Palau d’Esports en 1994. Una larga intro de guitarra da paso a “Mistreated”, del disco 'Burn' (1974), con Paice, ahora sí, pegando con fuerza en la parte final y aderezado a los coros del tema popularizado por el bluesman Bobby Bland, “Ain’t no Love in the Heart of the City”. A posteriori lo haría Whitesnake en su EP 'Snake Bite' (1978), años antes de la entrada de Paice en la banda de David Coverdale. Una intro de teclados con sonidos catedralicios da paso a una pluscuamperfecta “Perfect Strangers”, y un recuerdo para Jon Lord antes de viajar al 1969, y al disco 'In Rock', con la icónica e inconmensurable “Child In Time”, una pieza con la que Gillan ya no se atreve - sí en cambio Robbie - que, si bien no llega a los agudos del original, salda con buena nota tan difícil tarea.
Vuelven los coros y la comunión entre grupo y fans con “Black Night”. El actual guitarra de Bonfire hace llorar su guitarra para la embriagadora “When a Blindman Cries” - parece mentira que esta joya fuera la cara b del corte “Never Before” - .Posteriormente, sería incorporada al magistral 'Machine Head' en su reedición del 97, y curiosamente Metallica la eligió para el tributo a este álbum. Volvemos a retroceder en el tiempo hasta 1968 con “Hush” y su 'Shades of Deep Purple', aunque original del cantante norteamericano Joe South y que Purple hizo suya, pero manteniendo el aire hippie de la época que aún conserva a fecha de hoy. Robbie Thomas vuelve a presentarnos a los músicos, esta vez al completo, y destacando a Ian Paice como el mejor batería del mundo. Se suceden una serie de solos, un duelo entre Pané y Ghezzi, y finalmente un escueto solo de batería que da paso a “Speed King” y “Smoke on the Water” con Robbie animando a la audiencia a cantar junto a él.
Al terminar, Ian Paice deja su plaza tras la batería, con las luces de la sala prendidas, para decir unas palabras de agradecimiento, interrumpidas por la demanda de una canción más, a lo que el batería responde que van a hacer una última pieza, que no es otra que la portentosa “Stormbringer”. Esta es de la era Mark III de Purple, en la que figuraban Coverdale y Hugues. En resumidas cuentas, una actuación más que correcta, pero lógicamente lejos de la genialidad de las distintas formaciones que ha tenido la legendaria banda británica en este medio siglo de vida, ocho hasta la fecha. Por otro lado, me pareció una lástima que solo interpretaran un tema propio de los catorce realizados durante las dos horas de actuación, ya que tras escuchar sus dos trabajos podían haber incluido alguno más. En fin, otra vez será. De todos modos, en unos días tendremos otra sesión 'purpeliana' con la visita del señor Glenn Hughes en solitario.
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1 comentario
Un placer haber leído esta crónica por parte de esta banda de versiones de DEEP PURPLE y donde esta en sus filas unos de los mejores y más grandes baterias de la historia del Rock como es Ian Paice el cual lo bordo con su maestria tras los parches al igual que el resto de sus compañeros en la banda a través de dichos clásicos purplelianos.