Crónicas

Guardianes: "De Madrid al cielo"

«El vigor bruto, traducido en música a todo volumen, fue el arma utilizada por Guardianes»

10 marzo 2018

La Cocina Rock Bar, Madrid

Texto y fotos: Cristina González (Mafia's Drummer)

“De Madrid al cielo”. Eso vienen diciendo los residentes en la capital, pero en este caso nos fuimos de Madrid a lo más profundo del averno para disfrutar de Guardianes, que aterrizaban en La Cocina Rock Bar para presentarnos su disco, 'Desde la guarida', repleto de hard rock con pinceladas de punk fresco y enérgico.

Fuimos convocados a las 23:00 para el espectáculo. La sala comenzó entonces a recibir a los primeros asistentes, que tras una hora de espera, seguían escuchando la música ambiente mientras se gestionaba la prueba de sonido antes del comienzo. No es algo extraño, ya que dicha sala funciona así, cada grupo prueba justo antes de tocar, no importa la hora que sea. En esta ocasión pudimos decir que "la práctica hace al maestro", en menos de 15 minutos todo el sonido quedó admirablemente gestionado.

Tras la hora de espera, los oyentes tuvieron su ansiada recompensa. Los primeros acordes de la guitarra de William Rogo, vocalista y rítmica de Guardianes, hicieron que las miradas apuntaran al escenario dejando las conversaciones a medio hacer.

Con un ambiente al más puro estilo de un concierto de Hellacopters e influenciados por el rock ochentero, tanto español como internacional, el tema "KMZ Moteros" abrió la noche. El sonido del bajo de Kano en el pecho motivaba a los espectadores a rociar sus gargantas con cerveza "más fría que el corazón de tu ex" (según las camareras de la sala, que se portaron atendiendo a la masa al más puro estilo festivalero), con la que nos adentramos en una hora y media de ceremonia explosiva.

Seguían entrando rockeros en la sala durante el segundo tema, "Mala hierba", canción del disco ‘Desde la guarida’, que presentaron ante todos nosotros. La guitarra principal de Mateo parecía echar fuego y las bases rítmicas de la batería de Chus Agundo batían el escenario y trepanaban los oídos con la más potente pegada.

Intercalando melodías de su nuevo disco llegaba el turno de "Tu misión", con el cual la gente se despegaba de la barra y empezaba a mover las cabezas en un halo de esperanza para que no decayera el espectáculo.

"Soledad" condujo a la mención del Día Internacional de la Mujer, apoyando la lucha feminista y alentando a los asistentes a un aplauso para todas las presentes.

No hubo momento de descanso y el repertorio seguía intacto, afinado, con fuerza, garra y con una aceptación dinámica entrelazando rock, hard rock y garage punk digna de venerar por un grupo en auge. El vigor bruto, traducido en música a todo volumen, fue el arma utilizada por Guardianes, quienes en todo momento encontraron en el público asistente el aplauso deseado al final de cada tema.

Continuaron con "Encrucijada”, “Humor tóxico”, “Meteoro”, “Triste enigma”, “Amanecer”, “Oscuridad”, “Gánster”, “Perdido” y “Esclavo del mal”. Entre las citadas hubo baladas, ya que no siempre se trata de conseguir que la música rompa cristales. El hard rock es tan diverso que una buena guitarra, un bajo y una batería pueden servir para regalarnos los oídos con hermosas y sosegadas melodías. Con baladas de letras profundas, al más puro estilo de "November Rain", descansamos las cabezas con ritmos más pausados aunque manteniendo el contraste característico de las subidas y bajadas de tempo de Chus Agundo, entretejiendo momentos de saltos y balanceos.

Difícilmente el rock morirá del todo con grupos como Guardianes en activo. Esperemos que siga siendo así y que podamos ver cada año una presentación de disco tan buena y tan bien trabajada como la que se pudo sentir en el concierto.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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