Crónicas

Frenzy + Alae Noctis + Feel No Pain: Superhéroes

«Tres bandas como tres superhéroes han volado en la noche madrileña»

17 mayo 2019

Sala We Rock, Madrid

Texto: Óscar Lujuria. Fotos: Borja Valera

La tarde madrileña se vestía de encuerada gala para recibir a tres bandas a las que me atrevo a calificar de superhéroes. Era la presentación del segundo trabajo de Frenzy, ‘Blind Justice’, que podías adquirir en formato CD y vinilo (dos versiones, negro y splatter, para más señas), y era también el concierto previo al Pounding Metal Fest, que se celebraba al día siguiente, 18 de mayo, por todo lo alto y con la mayor concentración de remaches y parches por metro cuadrado de la península. Junto a Frenzy abrían la noche Feel No Pain desde Madrid, dando cancha a su EP ‘Into de Chaos’, y nos llevaron a los 80 más puros (esa guitarra midi) Alae Noctis desde Cartagena, siendo esta su primera aparición por Madrid desde, según me contaron, hacía diez años más o menos.

Antes de meternos en faena, unas palabras para We Rock, la querida (y en breve añorada) We Rock. Una vez aparcado el coche y pagado el impuesto revolucionario correspondiente (pagar por aparcar en la calle es un robo, ¿qué me garantizan a cambio de mi dinero? Nada), me dirijo a la We por mi camino de siempre, el que pasa por un concesionario de Triumph en el que siempre me paro un rato a flipar con las motos, que llega unos metros después a la We. Mi momento favorito es ese, ver a la peña en la puerta con las galas metaleras dando color a un Madrid que, estoy seguro, en su alma de ciudad marchosa, noctámbula y rockera añora los tiempos en los que éramos mucho más libres. Se nos va la We a finales de junio y se nos va un poco más del alma de Madrid. Por eso disfruto como si de un buen vino se tratara, paladeándolos, esos momentos. Me paro, miro, sonrío. Al otro lado de la calle, “El chorizo loco” tiene la terraza llena de cuero también. Se nota que es el “finde Pounding”. Llegan unos alemanes engalanados de parches y remaches, los italianos se hacen presentes también, melenas negras junto a rubias melenas hermanadas por el metal. Metaleros de Cartagena que vienen a apoyar a Alae Noctis, holandeses y almerienses, madrileños y barceloneses, dios, ¡me encanta esto! Nos saludamos. Nos conocemos y nos vemos de concierto en concierto. Abrazos, birras y a la We, donde nos recibe el Choco de Frenzy con ese brillo que tiene siempre en sus ojos cuando hay noche metalera.

Feel No Pain

Ya faltan algunos adornos míticos de la We, incluido Snaggletooth, que presidía la barra central del templo metalero de los 2000 madrileño. Me da un pequeño momento de bajón, el mismo que sentimos cuando perdimos el Canci, el mismo que sentimos cuando perdimos el Excálibur; Madrid necesita un club metalero de referencia. Gracias a We Rock por los servicios prestados. Ojalá renazca de nuevo y ojalá sepamos mantenerlo. Mientras, Snaggletooth, vuelve a dormir en algún almacén del querido Chiqui esperando volver a dar brillo a las noches metaleras.

Pero ni hay tiempo de reflexiones ni Feel No Pain piensa dárnoslo. El combo madrileño de thrash sale a comerse el escenario. Es la primera vez que veo a la banda y la primera vez que oigo hablar de ella, y vaya lo que me estaba perdiendo.

Mientras desaparecen nuestras salas y nuestros garitos, no dejan de florecer bandas de mucha calidad. No entiendo estas cosas y siempre digo lo mismo, todas esas bandas tienen una misión además de hacer su música: mantener la escena, acudir a los garitos y acudir a los conciertos. Mirad, por ejemplo, lo que estamos comentando hoy, que la sala que da cobijo al bolo cierra por falta de público. ¿No ven las bandas que se va un sitio donde ellas podrían tocar? Pero centrémonos en Feel No Pain. Dos guitarras, bajo, batería y la voz para los tres chicos de las cuerdas. Es una banda demoledora. Para mi gusto el sonido estaba un poco bajo, especialmente con la solista y alguna de las voces, pero de mucha calidad. Para el final de la noche el volumen ya era el adecuado y durante los tres conciertos el sonido fue excelente. Seis temas soltaron los chicos como seis cañonazos. Me gustaron mucho “Sky Burial”, “Vanished Man”, “Into the chaos”, “Cry of the Undead”, “Fall of the Civilization” y “First God of the Earth”, de su cosecha propia. Tras ello nos dicen: “si creíais que esto era todo lo rápido que podíamos tocar a ver qué os parece esto”, y se descuelgan con un “Raining Blood” de Slayer que deja la sala satisfecha y encantada con el combo madrileño. Habrá que seguirle la pista para ver qué nos depara su futuro. De momento su presente es prometedor.

Alae Noctis

A estas alturas no hay debate: todo el mundo está encantado con la prohibición de fumar en las salas. ¿Todo el mundo? No sé yo en las salas. La peña sale a fumar a la calle, esas birras que caían entre grupo y grupo mientras echabas un piti y comentabas lo visto ya no caen en la sala. Se tiene que notar, pero bueno, es lo que hay. Yo estoy deseando ver a Alae Noctis porque cada uno de sus CDs me ha gustado muchísimo. Puro 80s, os lo aseguro. De haber sido americanos y haber nacido antes, su música hubiera sonado en películas como “Águila de acero” o en series como “Corrupción en Miami” o el “Coche fantástico”. Me parece una banda muy original y en el programa que hago en esta misma web (Rockcinante) me he volcado en poner cada uno de sus discos. No tardan en enganchar a la peña. Hasta los alemanes que han venido se vuelcan con ellos copando la primera fila y agitando sus melenas. Disfruto viendo tocar a los chicos. Antes hemos charlado un poco y me decían lo que os comentaba al principio, que llevaban diez años sin venir por Madrid y que aquella ocasión fue en Móstoles. Pues esto debe cambiar, tenemos que ver más veces por aquí a esta banda.

Enganchan en bloque sus tres primeros temas “Thunder Race”, “Bounty Hunter” y “Crazy Oldman” para tomarse un respiro y soltarnos dos cañonazos más, “Win or Die” y “Rock Machine”. Es entonces cuando Diego, vocalista y guitarra, nos cuenta que dejemos de buscar el teclado, que lo que estamos oyendo es su guitarra midi, la misma que utilizaron Judas Priest para su “Turbo Lover”, y suenan los primeros compases del conocido tema de los Judas. La sala patas arriba, qué bien suena ese tema tocado por Alea Noctis.  Desde ahí los chicos van en volandas con el público haciendo sonar “Slave Brain”, “Snake Eyes” y vacilando a la peña al presentar “Murder One”, al que ellos llaman “muerde Juan”. La peña quiere más, pide otra, el concierto es una fiesta y nos despiden con dos temazos marca de la casa: “Evil Ways” y “Slasher”.

Frenzy

Es la hora de Frenzy y la presentación de su segundo trabajo, el citado ‘Blind Justice’ que está sonando en mi equipo mientras escribo esto, por cierto. El disco es un cañonazo. Frenzy se decanta por el cómic en su inspiración (de ahí el título de esta crónica, los tres grupos se comportaron como superhéroes, pero lo de Frenzy fue espectacular).

En la sala se comenta que vienen con un solo guitarra y así es; al parecer Víctor Díaz se ha cortado un dedo y, aunque lo ha estado intentando hasta el final, no podía tocar. Todas las guitarras son para un Luis Pinedo al que, después de ver el bolo, le caben estas y más si le echan, ¡cómo toca la guitarra! Todo un lujo ver a Luis en acción, os lo aseguro.

No se amilanan los chicos, salen a matar desde el principio, abriendo fuego con un “Blind Justice” que enganchan con “Fron Hell”. Choco sale provocando a la peña y entregándose al cien por cien como en él es costumbre. De repente, en “From Hell”, perdemos la guitarra. No paran el tema, con batería, bajo y voz siguen adelante. Suena tan bien que si nos dicen que lo han hecho así aposta habríamos dudado, pero no, no era aposta. A Luis se le había quemado el alimentador. Es entonces cuando Anthony Stephen, el vocalista, tiene que tirar de recursos como buenamente puede, pues no es español. Se dirige a nosotros en castellano (“con este asentassso que tengo, pero somos de Madrid”) en italiano y en inglés. Nos entretiene como puede, con deciros que hasta se arranca con un trocito de las Spice Girls os lo digo todo. (Menos mal que solo fue un amaguillo, Anthony).

Bueno”, comenta, “estaba previsto soltar los temas más seguidos, pero…”, le corta Choco, “ahora, ahora” dice, y caen sin remisión “Change to Green”, “Killing with a Smile” y “Velocity”. Ahora sí han puesto la directa, ahora sí tenemos delante a unos superhéroes que han superado todo para ofrecernos un conciertazo marca de la casa. Nos pregunta Anthony si conocemos a Geoff Tate y lo flipo.Pienso: "no jodas que se van a hacer una de Queensrÿche", y la respuesta es un “I Don´t Believe in Love” que suena a gloria. No es esta la única versión de la noche, “Dream Warriors” de Dokken suena en la querida We después de haber disfrutado de temazos como “Sin City Calls”, “Annihilated by My Sound” y “We Are the Future”, donde han pedido y han tenido la colaboración del público cantando el pegadizo estribillo del tema.

Frenzy

Nos acercamos al final de un concierto que, si seguimos la máxima del pueblo gitano, que dicen que no quieren ver a sus hijos con buenos principios, vemos que se ha cumplido en este caso. Un guitarra menos, un alimentador quemado, pero desde el tercer tema un concierto que ha ido a más en cada tema, que ha conquistado a todo el mundo y que no queremos que se acabe. “Ride to Be Free”, “Lethal Protector”, “Save Me” y “Shred or Die” marcan el final de la noche. Por poner un pequeño pero a la banda, fue un final muy brusco, que nadie esperaba que fuese así, tanto es así que Anthony tiene que decirnos “que sí, que sí que esto es todo”. Tal vez el tiempo perdido en el inicio marcase este final, pero lo suyo es que los chicos hubiesen anunciado el final un par de temas antes, se hubiesen hecho rogar, hubiesen esperado a que pidiésemos un bis (que se pidió, vamos que se pidió) y haber tocado las dos últimas tras esta petición. Hay rituales en los conciertos que deben ser respetados, hombre… Pero ya digo, tal vez el timing del concierto les cambió con los problemas del inicio.

Nos vamos con muy buen sabor de boca. Tres bandas como tres superhéroes han volado en la noche madrileña en una nueva liturgia de la querida We Rock. Dos discos ya para Frenzy y una banda muy a tener en cuenta. El concesionario de Triumph está cerrado, pero da igual, ya estoy en el coche y en el CD está la justicia ciega de Frenzy, que suena sin parar todo el viaje. Como ahora mismo, que sigue sonando mientras acabo estas líneas. Solo espero que la justicia sea ciega como ellos titulan en este segundo trabajo, pero que no sea sorda. Si no es sorda, Frenzy es un nombre de futuro, seguro.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • Duro dice:

    Estoy muy duro.

  • Juandie dice:

    Dignos conciertos de estas tres bandas en la cojonuda WE ROCK que mientras le quede vida tiene que estar ahí llevando a las mejores bandas y estos FRENZY son una de ellas que con el paso del tiempo se han hecho la gran que son en nuestro país y que esa noche dejaron constancia de ello. Una pena lo de la WE ROCK pero mientras siga en pie habrá que llevar cuantos más conciertos mejor.

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