El Drogas: Artista con mayúsculas

Vayamos al grano. La Sala Totem es una mítica sala de Navarra y, en primer lugar, me gustaría agradecer al personal que trabaja allí por su trato humano y respetuoso, que te hace sentir como si estuvieras en tu propia casa y le da un gran valor añadido. Todos son unos profesionales, está todo bien organizado y además ofrecen una programación variada y un buen sonido. Así pues, me presenté al nuevo show del poeta navarro, el hombre que siempre nos sorprende con sus temas, cds y sus peculiaridades. Sigue como en su primer disco, escupiendo elegantemente a la sociedad, diciendo verdades como puños.

Me esperaban 3 horas de música (ya lo anunciaba), y esperaba encontrarme de todo, ya que El Drogas no es solo Barricada, también es Txarrena, por no hablar de su trayectoria en solitario. Al ex componente de los “Barri” siempre le han gustado los conciertos largos. En esta ocasión, el protagonista nos presentó los primeros tres timbres de su nueva obra.

El ambiente de la sala se iba calentando con el murmullo entre rockeros, viejos amigos y personas de distintas edades, lo que demuestra que su música es la de un artista atemporal. La sala estaba petada y todo parecía estar listo para que empezara el carnaval.

Se apagan las luces, suena una canción un tanto ñoña, la acción está apunto de empezar. Aparece el artista, se sienta en el piano y comenzó la velada con “Tienes dos Manos”, del primer CD, ‘Timbre Acústico’. El sonido era espléndido y parecía estar delante de una cita romántica con cierto tinte de expectación. Fue el comienzo del teatro, ya que, al fin y al cabo, el concierto, tuvo diferentes escenas. Después del primer tema, siguieron con temas acústicos como “Sin lámpara”, combinando con el tercer CD ‘Timbre Canalla y de Bullanga’, que incluye canciones que huelen a whisky barato en un bar de mala muerte, perdido en una ciudad oscura. El Drogas sabe jugar muy bien a cómo interpretar este tipo de canciones, explotando así su personaje hasta el límite.

Después, con la canción transición “Introxicación”, vendría la tralla. La segunda escena del concierto. De repente, una canción después de otra comenzó a sonar como si fueran los Barricada más punkies, ya que estaba explotando el segundo CD ‘Europa (Timbre Oxidado)’, mostrando su crítica hacia el abismo al que Europa se está dirigiendo, y gritando frases como “el mar es un pozo del olvido”, haciendo referencia a la realidad que se da en el Mar Mediterráneo. Son canciones cañeras, pero tienen unas letras que nos hacen pensar hacia dónde va la humanidad. Y eso, solamente lo consigue él, pues ya lo hizo con “La tierra está sorda”, una obra maestra, que no solo fue una obra musical, sino que es además una obra artística, puesto que se centró, tanto lírica como musicalmente, en la Guerra Civil Española.

Después de haber disfrutado del nuevo material, era hora de repasar durante un “ratillo” su amplia discografía. En primer lugar, giró hacia su primer disco en solitario, con el tema “Peineta y mantilla” y “Como elefantes”. Luego, de la nada, se sacó dos puños: “No hay tregua” y “En la silla eléctrica”. Sobra decir a qué banda pertenecen dichas canciones. Subieron el nivel del show, y lo mantuvieron con tres temas de Txarrena. Siempre son un placer escuchar temas como “Así”.

El show continuó, el teatro seguía y el susodicho decidió volver a los discos más acústicos-rhythm and blues, de los trabajos antes mencionados. “Solo es febrero”, “La mujer aguacero” o “Reír tu boca” son ya himnos, por su letra y por el buen rollo que transmiten. Parecía que llevabas andando por un callejón oscuro durante horas, hasta que entrabas en un bar sucio a beber whisky y te daban ganas de terminar la mañana en un hostal barato lleno de cigarros en el suelo y botellas rotas. Atmósfera casi literal.

Y ahora sí, era momento de la explosión. Todo comienza “Con pinturas de guerra”, punk rock puro, más tres temas del segundo timbre, “Mientras arde tu país”, “A cara o cruz” y “Cinco cuchillos”, que fueron un aperitivo a “La oveja negra”. La sala ruje, sabe que vamos al final de la velada. Espectacular el público, entregado a la banda. El cronista disfruta mucho viendo al público sonriendo y disfrutando; es uno de los mejores momentos de los shows: observar las caras de los presentes. Después de otro pequeño guiño al primer álbum de su primer disco en solitario, vinieron clásicos como “La hora del carnaval”, “Todos mirando” y “Animal caliente”. Pero lo que nadie esperaba era que el tema que vendría a continuación sería de un grupo amigo de los años 80, perteneciente al denominado rock radical vasco. Estamos hablando de los vitorianos Cicatriz. “Aprieta El Gatillo” fue un regalo para todos los presentes, ya que ninguno lo esperaba.

La frase “La Txantrea, pesadilla siniestra” es una de las más míticas de la banda, y en este caso tuvimos la oportunidad de escuchar la canción a la que pertenece, “Barrio conflictivo”, una de las más emblemáticas de los navarros. Ya no faltaba nada, “Bahia de Pasaia” o “Víctima” eran un aviso de que esto se terminaba, de que el circo se nos iba, de que el teatro iba a apagar las luces, que los timbres dejarían de sonar, pero todos sabemos cómo es este hijo de la calle, el más listo del barrio. Terminaron el show con “Azulejo frío” y, cómo no, con “En blanco y negro”.

El Drogas fue expulsado de Barricada, sufrió mucho, pero desde que dejó la banda, nos ha ofrecido verdadero arte. Lo digo en todos los sentidos, primero con Txarrena y luego con su carrera en solitario. Este hombre siempre ha seguido luchando y avanzando hacia adelante, nunca ha dado un paso atrás, y solo queda aplaudir a una persona que ante todo es artista, cosa que no todos los músicos son.  Para serlo, no es suficiente tocar un instrumento, sino que se basa en transmitir al oyente la oportunidad de poder adentrase en mundos, historias y cuentos que te lleven, líricamente y musicalmente, a otra dimensión. Y El Drogas no solo lo consigue, sino que sigue en plena forma con sus 60 años adelantándose a los tiempos. ¿Cual quera su siguiente paso? Nadie lo sabe. Esperemos que sigamos durante mucho tiempo a este gran hombre, que nos dejó a todos los presentes maravillados, concienciados, espabilados y, ante todo, felices, después de sonar las 43 canciones. Porque, ante todo, el rock consiste en hacerte sonreír mientras escuchas a tus artistas favoritos, ¿o no es así?

Setlist: Tienes dos manos | Al Salir la Luz | Sin Lámpara  | La Mala Suerte | Con Ridículo Sombrero | Nácar Blanco y Granate | Introxicación | Pena de Muerte  | Aquí no Tienen Nombre | Besos de Asco | Se Termina ya | Peineta y Mantilla | Como Elefantes | No hay Tregua | En la Silla Eléctrica | Algunas Cosas Por Terminar | Así | Frio | Cordones de Mimbre | Solo es Febrero | La Mujer del Aguacero | Por Caminos | Imposibles | ¿Por qué? | Reír tu Boca | Gota a Gota  | Con pinturas de Guerra | Mientras Arde tu País | A Cara o Cruz | Cinco cuchillos | Oveja Negra  | En Punto Muerto | Ya podemos irnos | La Hora del Carnaval | Todos Mirando | Hecha y Tiza  | Animal Caliente | Enemigo público nº1 | Barrio Conflictivo | Bahía de Pasaia | Empujo Pa’Ki | Víctima | Azulejo Frío | En Blanco y Negro

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