Crónicas

The Stems + Sid Griffin en Bilbao: El rugido de las antípodas

«Pues se cascaron un recital sin apenas mácula, a toda mecha, bordando melodías y reivindicando ese rock incendiario que se factura en el polo opuesto del mundo. Imprescindible para cualquier melómano.»

22 septiembre 2024

Sala Santana 27, Bilbao

Texto y fotos: Alfredo Villaescusa

Quizás nunca se ha reconocido a Australia su papel fundamental en la creación y desarrollo del punk a finales de los setenta. Cualquier recopilación del género es probable que pase de largo el descomunal aporte de Radio Birdman, que preludió sin duda el movimiento del imperdible por su arrolladora energía o los solos incendiarios del guitarrista Deniz Tek. Y eso por no hablar de The Saints, otros que contribuyeron a asentar el estilo y a la vez abrir nuevas miras con el uso de instrumentos como el saxofón.

The Stems

Siguiendo esta línea ascendente llegamos hasta 1983, cuando Dom Mariani funda The Stems en la localidad australiana de Perth. Con un pie en el garaje de los sesenta y otro en el power pop que asomaba su cabecita en los setenta, crearon un sonido particular que recogía las enseñanzas de The Sonics o de las estrellas patrias The Easybeats, que ya se habían marcado un buen tanto global con su hit de 1966 “Friday On My Mind”.

Como suele suceder con bandas similares, se reformaron y separaron en varias ocasiones hasta llegar a esta histórica gira en la que repasan cuarenta años de carrera. Por este motivo, tal vez debería haber habido mucha más gente en la bilbaína sala Santana 27, a pesar de que al final se alcanzara una afluencia digna para tratarse de un domingo.

Sid Griffin (The Long Ryders)

Calentó el ambiente Sid Griffin, fundador de los legendarios The Long Ryders, que nos ofreció un recital intimista, de esos de confidencias, donde desveló su pasión por nuestro país e idioma en “When I’m Drinking I Think in Spanish” y hasta puso el traductor del móvil para decir lo emocionado que estaba por tocar con The Stems y que llevaba “dos días con los mismos calzoncillos”. Lo cierto es que pensábamos que iba a ser algo más brasa, pero se tornó un agradable entremés por el desparpajo del tipo y por momentos tan gloriosos como el tema que dedicó a Ramones en el que intercaló los preceptivos “Gabba Gabba Hey” y “One, Two, Three, Four”. Siempre en el recuerdo los de Forest Hills.

Había pasado un lustro desde su última visita a la capital vizcaína, pero a los marsupiales The Stems les quedó un recuerdo tan agradable de la zona que no dudaron en decir “¡Nunca defraudáis!” a lo largo de un recital muy dinámico con poco margen para el aburrimiento. “Leave You Way Behind” y “For Always” asentaron los parámetros antes de clavar un pico con “Surround Me” y luego elevar todavía más la velada con “Move Me”, de su histórico álbum ‘At First Sight Violets Are Blue’, donde un emocionado fan silbó pero bien.

The Stems

Presentaron un tema nuevo que no desentonaba para nada en el repertorio y los ánimos volvieron a caldearse con “Get To Know Me”. Era uno de esos conciertos que igual no estaba abarrotado hasta el último rincón, pero había reductos muy considerables de fans desbocados. El líder Dom Mariani agradeció el apoyo recibido punteando a escasos centímetros de la peña y legándonos interpretaciones memorables. Desde luego tenían mucho oficio en lo suyo.

Muy canónicos en su estilo se tornaron con “Tears Me In Two”, donde el otro guitarrista se ocupó de la voz principal con notables resultados. Y enlazaron un tramo soberbio con el himno “Mr Misery” y otro temón guitarrero del calibre de “Never Be Friends”. El repertorio no tuvo desperdicio en su mayoría, por lo que la sensación imperante era de dinamismo absoluto, algo que encima incrementaron con una arrolladora versión del “Shakin’ Street” de MC5, cantada de nuevo por el otro hacha. Dijeron sus propios compañeros que era muy famoso en Australia, pero el aludido restó importancia.

The Stems

Sacaron artillería pesada con “Make You Mine”, que en realidad tenía mucho de la primera época de The Beatles, pero la alargaron como mandan los cánones y hasta intercalaron canciones inolvidables como el clásico blues “Baby Please Don’t Go”, tocado tan frenéticamente como si fueran Aerosmith, o el mítico “Radar Love”, de los neerlandeses Golden Earring. Esto era un grupo a la vieja usanza, rasgos como este de los homenajes les delataban.

Regresaron para los bises alabando una vez más al personal con una maravilla del power pop como “At First Sight” antes de arremeter con “(I’m Not Your) Stepping Stone”, que popularizaron The Monkees y que hasta podría considerarse una pieza de protopunk por su mensaje antisocial o el hecho de que era una de las pocas versiones que hacían Sex Pistols en directo junto con el “No Fun” de The Stooges.

The Stems

Los australianos guardaban todavía más en la recámara con “Love Will Grow”, donde se notaba la tremenda influencia que ejercieron en ellos los californianos The Byrds. Preguntaron entonces a la parroquia si prefería “Day Tripper” de The Beatles o un tema de The Stems. Ganó la segunda opción, por lo que nos quedamos con la duda de ver cómo seguramente bordarían ese corte atemporal de los Fab Four.

Pues se cascaron un recital sin apenas mácula, a toda mecha, bordando melodías y reivindicando ese rock incendiario que se factura en el polo opuesto del mundo. Imprescindible para cualquier melómano. El rugido de las antípodas aún posee fuerza suficiente para despeinar.

Alfredo Villaescusa
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Esta entrada fue escrita por Alfredo Villaescusa

1 comentario

  • Juandie dice:

    Pequeño resumen hacia las rockeras descargas que se marcaron estas dos veteranas bandas como fueron THE STEMS y SID GRIFFIN en la mitica Santana 27 bilbaina a través de estos temas mencionados.

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