Crónicas

Tears In Rain + 51 Grados: Alerta roja en temperatura

«Las bandas emergentes abarrotaron la sala un día de diario y deleitaron a las decenas de asistentes que les apoyaron»

26 octubre 2017

Wurlitzer Ballroom

Texto y fotos: Alejandro García Aguejas

Dos bandas formadas por tres componentes prometían una noche con mucho calor en pleno octubre. La primera era Tears In Rain y la segunda 51 Grados. La sala era la Wurlitzer, que siempre acoge conciertos de grupos underground los cuales tienen más presencia de lo que parece. La demostración fue una sala repleta de gente.

Tears In Rain presentaban su nuevo vinilo del “Ideometry”. La banda de Barcelona tiene una propuesta muy interesante en la que juegan con rock progresivo y grunge. Sus canciones son composiciones con unas melodías que no sabes hasta donde te van a llevar transmitiendo muchísima energía. Empezaron con “Back To The Sun” y “Mirror Wall”. Aparte de canciones del vinilo, tocaron algunas nuevas que irán en un próximo disco, aún no se sabe cuándo. Tocaron “Chromaties” con ese bajo tan potente que nos hizo bailar a todo el mundo o “Stop To Reach”. Terminaron con “Rainbow Of Grey” para abrir paso al siguiente show.

51 Grados venía a presentar su último disco “Destino” y nos ofrecieron caña difícil de superar. Abrieron con “Redentor” dando muestra de la potencia que tienen, algo que iba a ir subiendo a lo largo del concierto. Con una sala entregadísima siguieron con temas como “Cometas”, “Desconexión” o “Zener”. La banda apenas paraba, y cuando lo hacía era para cambiar alguna cuerda rota de la guitarra o para agradecer el apoyo de los presentes a la banda en la presentación del nuevo disco. El productor de éste subió para tocar la guitarra en “Invencible” con una fuerza incontestable.

Hubo momentos más tranquilos y más emotivos como con “Déjame”, pero era un oasis en este desenfrenado concierto donde la temperatura llegó, como mínimo, hasta el nombre de la banda. Los botellines de cerveza no eran suficientes para canciones como “Soga” u “Objetos perdidos” y, el sudor del trío saltaba a la vista. Para ir acabando tocaron “Destino” y “Estigma”. No hicieron el típico paripé de irse para volver y terminaron con la emocionante “Faro” y “Síndrome”.