Tarja + Temperance + Serpentyne en Madrid: Desde el altar del sinfónico

Tarja

En unas fechas plagadas de innumerables giras internaciones, la semana comenzaba con la visita de la vocalista finlandesa, aunque ahora afincada en España (Marbella), Tarja Turunen, que venía a presentar ‘In the Raw’ tras el aplazamiento pandémico. Para ello se hizo acompañar de otras dos formaciones: los italianos Temperance y los británicos Serpentyne, teniendo como nexo común esta triada la militancia de voces femeninas al frente.

Media hora tuvieron los británicos Serpentyne para dejarnos una muestra de su hacer musical, que se mueve ente el metal sinfónico y el folk metal.

Liderados por la vocalista Maggie Beth Sand y con cinco discos en su currículum discográfico, nos dejaron unas piezas de sus dos últimas obras como fueron “Away From the World”, “Spirits of Desert”, “Helen of Troy” y “Angel of the Night”. Completaron su correcta actuación con una canción como “Seance”, que irá en su próximo trabajo.

Serpentyne

El mismo tiempo dispusieron los italianos Temperance, que se encuentran celebrando su décimo aniversario, y que nos dejaron con ganas de más tras su brillante actuación.

Presentaban algunos cambios en la formación, como la incorporación de los vocalistas Gabriele Gozzi (Eternal Idol) y Kristin Starkey, tras la salida de Alessia Scolletti, haciéndolo de maravilla y complementándose muy bien con el resto de miembros.

Su set se basó en sus últimos tres discos, con temas como el inicial “Pure Life Unfolds”, “Breaking the Rules of Heavy Metal”, “Start Another Round” o el melódico “Diamanti”. Sin apenas descanso, pues el tiempo se echaba encima, se despidieron con dos cortes como “Of Jupiter and Moons” y “Catch the Dream” ante grandes aplausos y demostrando que tienen seguidores en nuestro país que se saben las canciones de principio a fin.

Temperance

Era el turno después para Tarja Soile Susanna Turunen Cabuli, su nombre completo, cuya aparición, después de salir todos los músicos, fue casi celestial, con esa elegancia y ese porte que centró todas las miradas en ella.

Solo con las primeras estrofas de “Serenade” y después con “Demons in You” ya encandiló a un público que la reconoció en seguida como la reina del metal sinfónico internacional, con esa clase, esa voz de soprano lírica que mantiene en excelente estado y ese carisma que tiene con su presencia para llenar el escenario.

El repertorio fue un buen repaso a su carrera en solitario, que ya abarca casi dieciséis años y que se inició discográficamente en 2007 con su álbum ‘My Winter Storm', del que rescató un par de cortes como “My Little Phoenix” y “I Walk Alone” ya en los bises.

Tarja

Se mostró muy a gusto sobre las tablas, dirigiéndose al público en diversas ocasiones en un perfecto castellano, aprendido durante sus años en Argentina, deleitándonos con cortes como “Anteroom of Death”, “Diva”, “Goodbye Stranger” o “Silent Masquerade”.

La banda que acompañaba a la finesa tenía mucho peso específico, con el guitarrista Alex Scholpp (Farmer Boys, Sinner, Tieflader), un bajista como Doug Wimbish (Living Colour, ex-Mick Jagger, ex-Jeff Beck) que ha tocado con grandes artistas internacionales, el cellista Max Lilja (ex-Apocalyptica), el teclista Christian Kretschmar, y el batería paraguayo Alex Holzwarth (Turilli Lione Rhapsody).

El único recuerdo a su paso por Nightwish, banda que formó en 1996 junto al teclista y compositor Tuomas Holopainen y el guitarrista Emppu Vuorinen, todos compañeros del instituto, fue la mítica “Whishmaster”, que daba título a su tercera obra y que fue recibida con grandes ovaciones.

Tarja

Tuvo tiempo también para mostrarnos su lado más íntimo e introspectivo cuando se sentó al piano para interpretar en acústico “The Golden Chamber (LoputonYö) / You and I”. En la parte final nos dejó “Undertaker” y una potente “Victim of Ritual”, habitual ya en sus directos y único corte de 'Colour in the Dark'.

Tras un pequeño descanso, los bises llegaron con “Innocence”, el citado “I Walk Alone”, un maravilloso “Dead Promise”, que abre su último disco en estudio, ‘In the Raw’, y el broche final con el extraordinario “Until My Last Breath”.

Un concierto intachable en la noche de San Valentín, de una vocalista que sigue en un gran estado de forma, que consiguió llevarnos en volandas con sus líricas y puesta en escena, aunque en su debe tenemos que decir que no nos gustó nada que saliera escoltada por cinco miembros de seguridad de la sala, dejando a una docena de fans en la puerta sin dedicarles una pequeña atención, y eso que era el último concierto de la gira.

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