Crónicas

Sake Mate + Espiral: Rock para calmar el ansia

«Soberbio concierto que todos los allí congregados percibimos como síntoma del despertar de lo que es nuestro rollo»

22 octubre 2021

Sala Cadillac Solitario, Madrid

Texto: David Esteban

Inmejorable noche madrileña para tomarle el pulso a la “nueva normalidad” de cara a la reactivación de la tan ansiada música en directo, magnánima expresión de lo que es nuestro rollo, es decir, llevar sobre las tablas, de la manera más honesta, aquello que se ha plasmado en el estudio. Para ello, dos grandes bandas: los madrileños Sake Mate y los ceutíes Espiral

Las dos bandas, Sake Mate y Espiral, juntas y hermanadas

Con la debida cordialidad y respeto por la norma (porque los “jevis” somos así), poco a poco, los asistentes iban poblando la agradable sala Cadillac, situada al norte de la ciudad. Buen ambiente y, como digo, mucho respeto por la distancia entre grupos de personas y la imperante mascarilla sobre el rostro de los presentes. 

Con escasa demora y tras comprobar que todos los elementos sobre el escenario estaban OK, los madrileños Sake Mate arremetían con la alegre y movida “Pídeme la Luna”, de su anterior trabajo de 2015, dejando claro que el gran frontman, Pedro Fuentes, se encontraba en un excelente estado tanto físico como vocal. Por medio de “Has Perdido”, la banda presentaba su último trabajo, titulado ‘Condenado a la Libertad’ (2020), publicado en medio de la maldita pandemia. 

Sin bajar el pie del acelerador, siempre es un placer escuchar un tema del gran Rosendo Mercado, esta vez, en forma de un sorprendente y metalizado “Agradecido”. La gamberra “Algo No Va Bien”, de su álbum debut del ya lejano 2005, daba pie para hacer bromas e introducir a las siguientes “De Reojo” y a la que da nombre a la banda: “Sake Mate”. Espectaculares. “Resistiré”, de los clásicos Barón Rojo, continuó el desfile de agradables versiones que la banda madrileña tenía guardadas para nosotros. “La Misma Historia” irrumpió de manera intensa y pausada para mostrarnos la balada emotiva de la noche. Una vez más, reiterar la excelente capacidad vocal de Pedro Fuentes y la excelencia instrumental del resto de sus compañeros. Sobresaliente Óscar Díaz “latigueando” su bajo a base de dedos al más puro estilo Steve Harris, David Garijo destrozando parches en su set al mismo tiempo que derrochaba simpatía, y Alberto Andrés repartiendo solos como si eso de tocar la guitarra fuera sencillo. 

Sake Mate

Contrastando con la anterior, “Intoxicado” puso ese punto de macarrismo urbano y crítica social tan necesario y tan propio del heavy rock patrio. De vueltas con su último trabajo, “Condenado a Libertad” supuso otro momento lleno de intensidad y pasión escénica. Impresionantes. 

Más alegre y movida, “Morir por Ti” hizo que los presentes se meneasen, momento en el cual me percaté de la inestimable presencia entre los que allí estábamos reunidos del gran Pepe Mari de Bella Bestia, ex-Beethoven R. (¡cómo se os echa de menos!). La potente y judaica “Blackuan” logró poner los puños en alto para, inmediatamente después, incidir con una preciosa versión del siempre entrañable “Días de Escuela”, de Asfalto. En la recta final, la épica “No Puedo Seguirte” más “Luz de Guía” y “Tiempo de Soñar” cerraron un concierto sublime por parte de un elenco de músicos estratosféricos. 

Poco tiempo de espera nos surtió la organización de la sala para poder comenzar a saborear sobre el escenario a los ceutíes Espiral. Tras tomar posiciones sobre las tablas, los de la Ciudad Autónoma comenzaron a dar cera con el título que da también nombre a su fantástico último trabajo, “Cuando Vuelve el Sol”, por medio del cual han regrabado gran cantidad de cortes anteriormente compuestos. 

De seguido, y demostrando que la banda confía plenamente en su nuevo trabajo, “Contratiempos”, “Superestrella” y “Alma en Ruinas” fueron cayendo como sólidas losas, dejándonos claro que el nuevo disco de los de Ceuta está a un paso de la excelencia. La rítmica y pegadiza “Una Noche Más” encendía los ánimos de los allí presentes a base de soberbio heavy rock a la antigua usanza. La fabulosa y contundente “Cuento de Hadas Podridas” nos llevó a la mitad del show para encauzar la recta final del concierto por medio de “Matando Sentimientos”, originalmente del álbum ‘Contratiempos’, de 2009. De la misma placa cayó “Alas del Silencio”, cuya sonoridad nos trasladó a tiempos en los que el metal moderno dominaba la escena. 

Espiral

“Falsas Promesas” devolvió a la vida el fantástico álbum debut que editaron allá por el año 2006 para engarzar intensamente con “Los Pilares de la Paz”, contagiando al público asistente y haciéndolo prácticamente enloquecer. En tal punto de la velada, huelga valorar la gran labor y enorme entrega por parte de toda la banda, en especial las ganas y el talento de su nuevo vocalista, Alberto Mateos, y la técnica inigualable del guitarrista Luis Zapater. 

Tras el bis de rigor, “Junto a Mí” y una excelente versión del célebre “Sábado a la Noche” despedían un soberbio concierto que todos los allí congregados percibimos como síntoma del despertar de lo que es nuestro rollo, es decir, la demostración y el mayor disfrute de la música en directo. Esperemos que nada trunque la tónica que parece que empezamos a adquirir.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

1 comentario

  • Juandie dice:

    Extensa crónica de lo que dio de si ambos recitales tanto por parte de SAKE MATE como de los ESPIRAL en dicho garito madrileño a base de buen rock and roll para combatir esa pandemia del siglo 21 llamada "politicos corruptos".

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