Crónicas

Rata Blanca + Walter Giardino’s Temple

«Nada es perfecto en esta vida, aunque se estuvo muy cerca»

1 diciembre 2017

Razzmatazz 2, Barcelona

Hughes Vanhoucke

Es una fría noche de diciembre, la banda argentina Rata Blanca cierra la gira de Walter Giardino’s Temple en la sala Razzmatazz 2 de Barcelona. Esta vez son las dos formaciones del porteño Walter Giardino, héroe de la guitarra que actualmente reside en la capital española, las que prometen subir la temperatura catalana.

Rata Blanca es junto a V8, Hermética y Malón una de las leyendas  de metal en Argentina y, por extensión, América Latina, y en la actualidad quizás solo Carajo le pueda hacer competencia en fama y reconocimiento mediático. Mientras que Temple es la otra banda de Giardino, con guiños innegables a Deep Purple y Rainbow, que cuenta además en sus filas con el chileno/madrileño Ronnie Romero en la voz (Lords of Black, Rainbow).

Giardino, es sin duda uno de los mejores músicos de rock de Sudamérica, una figura de culto. En Europa, sin embargo, salvo en España, su trabajo es bastante desconocido. Durante los últimos treinta años, el hombre ha vendido millones de discos con Rata Blanca, pero su estado de semidios lamentablemente todavía se limita a Iberoamérica. Por primera vez, Temple realiza una gira por Europa conectada con una corta gira por Chile y Argentina en busca de ampliar su mercado, visitando a países como Reino Unido, Austria, República Checa, Alemania y las dos fechas de España cerrando la gira.

Temple, se ha codeado con ex miembros de Deep Purple o Rainbow (Glenn Hughes, Graham Bonnet, Joe Lynn Turner), y hoy en día lo hace con Ronald "Ronnie" Romero, el cantante chileno de la banda española Lords of Black y del Rainbow renacido, que esporádicamente dio una serie de espectáculos como el verano pasado en Inglaterra y en 2016 en Alemania y Birmingham. Esta noche es la última de la gira de Temple que precede a un espectáculo de Rata Blanca como guinda del pastel.

La sala Razzmatazz 2 está medio llena (alrededor de 500 asistentes), cuando Walter Giardino’s Temple entra al escenario a las 7:45 p.m. con un pequeño retraso de 15 minutos; con una Fender Stratocaster dorada bajo el brazo, Walter Giardino es el último en subir al escenario y desde el lado opuesto de los otros miembros de su banda.

Sin perder más tiempo, se lanza el primer tema de la noche, “Corte Porteño”, en el que inmediatamente confirmamos la fuerte inspiración que es Ritchie Blackmore, lo que obviamente no es nada negativo y, por supuesto, solo pocos guitarristas logran tocar como el ícono de los 70’s. Otro vínculo con Blackmore es el cantante de la versión actual de WG Temple, Ronnie Romero, quien desde el año pasado es el nuevo vocalista de Rainbow. Temple ha estado de gira con antiguos cantantes de Rainbow antes, por lo que la tradición continúa y hay que decir que Ronnie Romero lo hace muy bien.

Temple.

Después de la primera canción propia, Temple siguió con un segundo tema del único álbum de la banda, delante de una audiencia con una pequeña mayoría con raíces del otro lado del charco, “Sobre La Raya”. Lo que sigue es una mezcla de temas de Temple (“Héroes de la eternidad”, “Cacería”, “Azul y negro”, “La danza del fuego” y el sublime “Alquimia”) con canciones conocidas y menos conocidas de Deep Purple o Rainbow, pero también Whitesnake e incluso “Neon Knights” de aquel legendario Black Sabbath con Ronnie James Dio, que cierró el set regular después de poco más de una hora.

“Pictures of Home” del álbum ‘Machine Head’, “Lady Double Dealer” de ‘Stormbringer’, que es una de las canciones favoritas de Ronnie Romero según dijo y es interpretada de una manera sublime, “Crying in the Rain” de Whitesnake o “HeyJoe” del álbum debut de Deep Purple, una canción que a menudo se asigna a Jimi Hendrix pero en realidad ya existía mucho antes, tal vez ya en la segunda parte de los años cincuenta, son los temas que se intercalan entre los temas propios.

Luego de un corto descanso, los caballeros vuelvieron al escenario para traer “Lost In Hollywood”, un tema de Rainbow del único álbum que lanzaron con el vocalista Graham Bonnet. Casualmente, tres noches después, el mismo Graham Bonnet está programado a actuar en la sala Razzmatazz 2. Hoy, sin embargo, es Ronnie Romero quien está detrás del micrófono y, como se mencionó anteriormente, hace un excelente trabajo.

El espectáculo de Temple se cierra con dos clásicos de Deep Purple: “Speed King” y “Burn”. Mi primer encuentro con Temple y Walter Giardino fue, a pesar de los muchos covers, breve teniendo en cuenta mis ganas de más. Walter Giardino demostró aquí en Barcelona que pertenece a la flor y nata de los músicos sudamericanos. Media hora después, Giardino y sus discípulos, el bajista Pablo "Motyx" Motyczak y el baterista Fernando Scarcella vuelvieron a estar en el escenario, esta vez con Rata Blanca. Con excepción del tecladista, Danilo Moschen, y del gran vocalista Adrián Barilari,  presente en casi todos los álbumes excepto en ‘Entre el cielo y el infierno’, los demás músicos fueron los mismos de Temple.

Imposible no mencionar a Guillermo Sánchez, más conocido como El Negro, quién murió de repente a finales de mayo de este año por los efectos de una septicemia generalizada. Un músico que durante treinta años compartió pasión y amargura en los escenarios y salas de ensayos con Walter Giardino, no es simplemente reemplazado, especialmente si se trata de alguien que está en los quince álbumes de la banda. A Pablo "Motyx" Motyczak le toca llenar el gran hueco que dejó El Negro, una tarea que cumplió de manera sobria y serena la hora y media que estuvo en el escenario, después de ya haber tocado casi 90 minutos con Temple.

Walter Giardino.

El set comenzó con “Los chicos quieren rock”, una canción del último álbum ‘Tormenta eléctrica’, dejando inmediatamente claro que el cantante Adrián Barilari estaba con ganas de hacer un buen espectáculo. De inmediato surgió una atmósfera más caliente, pues pareció claro que más gente había ido por el sonido emblemático de Rata Blanca que por lo que Temple trajo.

Siguió de inmediato un clásico del primer álbum del año 1988, “Sólo para amarte”. Barilari regularmente es comparado con Bruce Dickinson. Y no es que vaya continuamente arengando “Scream for me Barcelona” o que salte de un lado para otro, sino por su timbre de voz, que es muy similar. De hecho, “El círculo de fuego” podría ser una canción escrita para Iron Maiden.

“Los chicos quieren rock”, “El jugador”, “Tan lejos de aquel sueño” y “Rock and roll hotel” de ‘Tormenta eléctrica’ pertenece al último álbum que lanzó la banda en el 2015. “El círculo de fuego” es el único tema de los últimos diez años proveniente de ‘El reino olvidado’. El resto del setlist se nutre de clásicos como “Sólo para amarte”, “El sueño de la gitana” y “Chico callejero”, complementado con tres temas de ‘La llave de la puerta secreta’ con “La otra cara de la moneda”, “Aún estás en mis sueños” y la canción homónima. Luego de más de una hora, el set regular se terminó con “Chico callejero”, aunque la asistencia ya sabía que la banda volvería con los mayores éxitos de la carrera de Rata Blanca.

Pocos minutos después de la despedida temporal, los caballeros de la capital argentina volvieron con la artillería pesada. La ronda de bises inició con el excelente “El reino olvidado” del 2008, seguido de la canción que da título al tercer álbum, “Guerrero del arco iris”, que según muchos es uno de los mejores álbumes de la banda. Para acabar el espectáculo tocaron lo más sobresaliente que Rata Blanca ha lanzado sobre la humanidad, la lenta, el tema que en Sudamérica es coreado a rabiar en cada uno de sus directos: “Mujer amante”. Y para despedirse de la audiencia agradecida, nada menos que otro himno: “La leyenda del hada y el mago”, dos canciones del gran CD “Magos, espadas y rosas”.

Fue una noche muy agradable en compañía de amigos del otro lado del charco y con buen hard rock de la vieja escuela de Argentina; una noche que será recordada por mucho tiempo gracias a un guitarrista sobrenatural, grandes cantantes y excelentes músicos acompañantes, sin olvidar el gran ambiente.

Al final del espectáculo, se esperaba un dúo vocal entre Ronnie Romero y Adrián Barilari, pero lamentablemente no pudo ser. Nada es perfecto en esta vida, aunque se estuvo muy cerca.

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Esta entrada fue escrita por Redacción

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