Crónicas

Metallica en Argentina: Metal inoxidable 

«Cuatro bestias escénicas que nunca decepcionan y reviven cada vez a este género musical, cumpliendo con todas las expectativas, mereciendo una ovación y una plegaría que pida: "Dios salve al metal y a Metallica, larga vida".»

30 abril 2022

Campo argentino de polo, Buenos Aires (Argentina)

Texto: Lucy Dávalos. Fotos: Víctor Guagnini Bsasmetalshows.com.ar

La exitosa banda de trash metal reunió unas 60.000 personas en el Campo Argentino de Polo de Buenos Aires, completando su decimoprimer show en Argentina (incluido un concierto en la fría Base Antártida) con una absoluta muestra de furioso metal, visual e instrumental, cargada de emociones, que invocó recuerdos y mil sensaciones con cada repaso de sus celebres discos.

Su último show en suelo argentino había sido en el festival Lollapalooza de 2017, y casi tres años después de comprar y guardar los tickets, una horda de fans vestidos de negro, padres e hijos juntos, tuvieron el privilegio de ir al reencuentro de la banda de Los Ángeles.

Post pandemia y tras la rehabilitación de James Hetfield, una hermosa locura estaba a punto de desatarse. El gran día había llegado y parecía ser el ideal, las nubes pesadas nos traían una postal apocalíptica que hacía rogarle a todos los dioses sólo por una noche más que valía la pena ser vivida. Pronto temblaría el barrio de Palermo.

Las puertas se abrieron pasadas las 18:00 y fue un grupo íntegramente femenino conformado por Marina Fages & Las Epics el encargado de dar comienzo al ruedo con su variedad melódica indie folk derivando definitivamente en rock. Marina, además de ser una cantante multiinstrumentista, es dueña de un particular talento para pintar murales, dedicada también a su otra pasión como el street-art, se trata de una artista visual completa que sumó muchos aplausos ante un público que quizás no está muy acostumbrado a rarezas más modernas.

La gente iba acercándose cada vez con más fervor, ahora para ser los espectadores de los hermanos Kiszka y su banda Greta Van Fleet en su segunda visita a Argentina. La primera había sido dentro del marco del Lollapalooza. Pasada media hora de las siete de la tarde, comenzaron con la potente "Built By Nations" con un cantante como Josh Kiszka, que tiene una voz de lujo, y la guitarra de su hermano Jake, los gemelos que actualmente tienen 26 años, pero parecen tener la experiencia de unos veteranos en escena, al igual que el tercer hermano, Sam (23), al ejecutar su contundente bajo, y Danny Wagner, de la misma edad, en la batería.

Descarados, virtuosos, talentosos, se despacharon con "Black Smoke Rising", "Caravel", "My Way, Soon" y un cover clásico de Elvis Presley como "That's Alright Mama", saliendo airosos de lo que sería casi un sacrilegio, dejando encantado a más de uno con su sonido hard rock bluesero y una maestría vocal absoluta. Cada vez son más Led Zeppelin en cuanto a estética y vestuario psicodélico, terciopelo bordado, anillos y colgantes de destellos dorados, lograron que hasta Robert Plant confesara en una entrevista su visto bueno, aprobando que nuevas generaciones reivindiquen tal influencia de la legendaria banda inglesa y su rock estilo 70s. Es como haber encontrado agua en el desierto.

Los minutos parecían pasar muy lentos, las pantallas laterales reflejaban la litografía de la fecha, huesos y cenizas rodeados de hojas secas y rosas rojas florecidas, mientras de fondo sonaba "It's a Long Way to The Top (if You Wanna Rock N Roll)" de AC/DC, seguido del infalible "The Ecstasy of Gold" de Ennio Morricone junto a un breve clip proyectando el clásico western 'The Good, The Bad and The Ugly' en las cinco enormes pantallas. Todo estaba predispuesto para disfrutar de Metallica en la ciudad de Buenos Aires. Era hora de obedecer a los maestros.

Foto: Víctor Guagnini bsasmetalshows

El conjunto fundado por James Hetfield (cantante, segunda guitarra y principal letrista), Lars Ulrich en la bateria, Kirk Hammett (guitarrista principal desde su primer álbum) y Robert Trujillo (bajista desde 2003), comenzó a desanudar su ansiada función a las 21:20 con "Whiplash", de su ópera prima, 'Kill 'Em All' de 1983. Los efectos de sonido y los visuales conseguirían introducirte en la atmósfera de cada canción durante todo el espectáculo.

"Ha pasado mucho tiempo, qué bueno verlos otra vez, Argentina, mi familia", mencionaba un James Hetfield emocionado. Pronto "Ride the Ligthning" hizo que un público aún tibio se despertara paulatinamente y se desprendiera de sus celulares hasta soltar lágrimas. Para algunos presenciar a los artistas con los que crecieron era como ver su adolescencia reflejada en una foto.

En una jornada que amenazó con algunas gotas de lluvia, "Fuel" desprendió calor con las tres torres en medio del campo escupiendo fuego sistemáticamente, mientras la banda empezaba a dictar cátedra con "Seek and Destroy" de 'Kill 'Em All', evocando algún recuerdo del largo tiempo que Jason Newsted interpretó los coros en esta canción en especial, al igual que en "From Whom The Bell Tolls", a pesar del efectivo juego de guitarras entre Hammett y Trujillo. "Holier Than Thou" fue la gema del llamado álbum negro, trabajo icónico de los 90, que recientemente cumplió 30 años y que bien supo traducir su madurez creativa con conceptos artísticos y letras existenciales.

Imágenes de soldados marchando hacia el campo de batalla y alambres de púas señalaban una triste realidad ya escapando a lo ficticio, sonidos de disparos y bombas, luces rojas simulando granadas en el cielo vislumbraban "One", joya del album 'And Justice For All' de 1988, composición antibélica (Inspirada en el film de 1971, "Johnny Got his Gun", a su vez tomada de la obra del novelista Dalton Trumbo) que inundó el espacio de láseres traspasando el firmamento, capaces de cegar a cualquiera y hacer latir mas fuerte los corazones.

Foto: Víctor Guagnini bsasmetalshows

Pero parecía no haber un respiro en el repertorio elegido. Después de finalizar semejante interpretación, a un lado de sus equipos, Hetfield había colocado un mate, infusión nativa por excelencia, y tras beber del elixir a modo de brindis pronunció: "Salud" ante una multitud que respondía al grito de: "Argentina, Argentina", una perlita de un jovial James Hetfield, de 58 años, que hacía sinceramente todo extraordinario.

"Sad But True" sacudió hasta los cimientos de los edificios aledaños, donde los vecinos más cercanos presenciaban el show desde los balcones como un regalo divino, seguido de la reciente "Moth Into Flame" y una impecable versión de "The Unforgiven" con su intro de guitarra coreada conmovedoramente, lo que obligaba a Hetfield a interpretarla con sus ojos cerrados y registros más sutiles en un rapto de introspección.

"No Leaf Clover", grabado en 1999 en conjunto con la Sinfónica de San Francisco, no dejó de sonar lo suficientemente potente sin la orquesta de fondo, mientras la mayoría ya esperaba por el himno "Master of Puppets" del álbum del mismo nombre, editado en 1986, y celebraba cada una de sus notas.

Ya no faltaba nada para que bajara el telón, los músicos desaparecieron por unos minutos y al regresar las pantallas reflejaban una enorme y típica bandera albiceleste con un sol en el medio, un halago para la vista y un deleite para el alma.

Los bises iban a arrasar con "Spit Out The Bone", del disco 'Hardwired... To Self-Destruct' (2016), la power ballad "Nothing Else Matters" desplegando todos los matices vocales para pasar a ser de un ángel a un diablo otra vez con "Enter Sandman", otra del "Black Album" con una multitud cantando y saltando, uniendo miles de voces en una sola, movilizado a los miles de presentes dejando el aliento en una canción. Llamas, más láseres y fuegos artificiales, a esas alturas hacían pensar en un show diseñado por un pirómano.

Foto: Víctor Guagnini bsasmetalshows

Diez minutos pasados de las once de la noche llegaba el final de la fiesta y de un recital devastador, tan majestuoso que erizaba la piel, y que fue ajustándose en cuanto a sonido para terminar siendo perfecto, con los tiempos acordes a las versiones originales.

Repartieron cientos de púas y un par de baquetas, agradeciendo con una mano sobre el pecho en una extensa despedida que prometía un regreso, mientras Trujillo sorprendía tomando el micrófono para cantar: "Vamos, vamos, Argentina" acoplando las voces de los presentes, sin que Ulrich entendiera mucho esa situación que lo llevaba a preguntarse de qué se trataba esa canción, pero ya había dejado hasta la última gota de sudor detrás de su batería púrpura y ensordecedores platillos dorados.

Las casi dos horas de espectáculo no parecían suficientes y dejaron con ganas de más a un país metalero que alienta en cada riff, siendo una verdadera recarga de energía siempre regresar a Suramérica.

De todos modos, se trató de un setlist explosivo que presentó lo mejor de su discografía, más inspirado en un espíritu más trash metal de los 80 y ejecutado de manera exquisita. Aunque faltaron algunos clásicos, había sido un derroche de energía brutal, convertida en uno de los mejores acontecimientos en lo que va del año, sin dudas gracias a una de las mejores bandas en vivo. Cuatro bestias escénicas que nunca decepcionan y reviven cada vez a este género musical, cumpliendo con todas las expectativas, mereciendo una ovación y una plegaría que pida: "Dios salve al metal y a Metallica, larga vida".

Setlist de Metallica en Buenos Aires:

Whiplash
Ride The Lightning
Fuel
Seek & Destroy
Holier Than Thou
One
Sad But True
Moth Into Flame
The Unforgiven
For Whom The Bell Tolls
Creeping Death
No Leaf Clover
Master Of Puppets
Spit Out The Bone
Nothing Else Matters
Enter Sandman

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En España tenemos grabadas a fuego las dos oportunidades que tendremos este año de disfrutar de Metallica en directo, lo que ocurrirá en el gran cartel de Mad Cool (6 de julio), o en Bilbao, en el Bilbao Bizkaia Rock Day (3 de julio).

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Esta entrada fue escrita por Redacción

2 comentarios

  • Juandie dice:

    Aplastante descarga de los históricos METALLICA como de los jóvenes y cojonudos GRETA VAN FLEET en dicho estadio de la capital argentina. No me extraña por parte de METALLICA a través de esos 16 temazos que se currasen otro gran concierto. Sinceramente me alegro por nuestros hermanos argentinos después de 4 años sin disfrutar de el potente directo de los de San Francisco. Que ganas de que de se curren un nuevo álbum.

  • Ignacio Lembi dice:

    Que poco objetivo.. es una gacetilla de prensa esto… vivo a dos cuadras. Una semana antes mas o menos toco Maroon5 e hizo 3 horas de show.
    Yo amo metallica… pero hacen show horribles… mucho led mucho fuego.. pero kirk no pega un solo. Se nota mucha desconexión, sera virtuosa la empresa de Lars Ulrich pero no llegan como antes… les falta algo.. birra sera.. menos comodidad como aquellas epocas. Ni cerraron con battery.

    Prefiero ver por Youtube Seatle del 89

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