Crónicas
Curly Mane: ¡Rock 'n' roll actitud!
«El rock estatal no puede permitirse el lujo de que esta excelente banda se quede, como muchas otras, en un mero agradable recuerdo. Háganme y háganse un favor, no se los pierdan bajo ningún pretexto»
27 enero 2023
Sala Nazca, Madrid
Texto: Mariano Muniesa. Foto: Charly RnR
En el mundo de la música, como en el mundo de la cultura en general, no es fácil abrirse camino, dar a conocer la propuesta artística que se presenta, ni luchar contra la invisibilidad que impone el oligopolio de los medios de comunicación.
Mucho más difícil es todavía cuando esa propuesta, más allá de salir de los circuitos comerciales al uso, es una propuesta de rock fuerte, potente, de una gran personalidad propia y que, aunque no se pueda “etiquetar” con las categorías habituales, es rock crudo, clásico y punkarra a la vez, heavy pero sin los corsés prototípicos del heavy metal más estándar en muchos casos, dotado de una enorme personalidad propia y sobre todo con el liderazgo de una cantante, o mejor diría, toda una frontwoman, cuya personalidad y presencia en el escenario hace de Curly Mane un proyecto original, creativo e innovador del que, sinceramente, me confieso admirador por su calidad musical y su capacidad de transmitir y comunicar en directo.
Curly Mane es el proyecto que puso en marcha Elena Zodiac, la cantante de un formidable grupo de heavy metal femenino, Lizzies, al que siempre apoyé, en el que creí y al que incluso propuse para conciertos como el que organizamos para la tristemente desaparecida M-21 Radio en Madrid.
Por diversas razones que ya no vienen al caso, desgraciadamente Lizzies dejaron de existir. Pero Elena tenía muy claro que su carrera no se podía parar, y Curly Mane es la expresión de esa vocación de cantante, de artista y de frontwoman que yo percibí en ella desde la primera vez que la vi en directo.
Curly Mane se presentaron en directo en la sala Nazca de Madrid con una temperatura en la capital del estado español que oscilaba esta noche entre los -1 y los 3 grados centígrados de temperatura… ello no auguraba un éxito de taquilla, y yo cuando llegué a la sala –obviamente, demasiado pronto- el panorama no era precisamente alentador en lo que a asistencia se refiere, pero poco a poco, la gente fue llegando, y a la hora de comenzar el show, la sala ofrecía el calor y el color que entiendo merece un concierto como este.
No sé si de manera deliberada o no, el grupo ha elegido presentarse en Madrid en un momento en el cual está funcionando en redes a la perfección su primer single en castellano, “Quien dice locura”, que fue una de las canciones mejor acogidas de su concierto, tras haber dejado pasar un tiempo desde la edición de su EP de debut, ‘I Need Rock 'n' Roll’, de 2021.
Con toda seguridad, ello ha hecho posible que la banda, que además ha tenido valiosas incorporaciones recientemente, se mostrase en este concierto como un grupo sólido, intenso, con una energía y una fuerza arrebatadora, sudando, sangrando y exhalando rock por todos los poros de su piel.
Indudablemente, Elena es la líder del grupo y en estos años se puede ver claramente cómo ha adquirido una seguridad, un crecimiento personal, un carisma, una presencia y un estilo como frontwoman que obviamente ya se veía cuando cantaba en Lizzies, pero en ese momento solo como potencialidad; ahora Elena lidera y dirige Curly Mane en el escenario como una auténtica artista.
Y ello no significa ni implica en modo alguno demérito hacia sus compañeros. Todo lo contrario, los músicos que la arropan en directo no son ni muchísimo menos una banda de acompañamiento, son la base musical, fuerte, potente y avasalladora de un grupo que además de sonar como una máquina perfectamente engrasada, proporcionan a Elena esa base sobre la cual se siente segura y firme para patearnos, musicalmente hablando, el culo a todos los que vamos a un show de Curly Mane.
El show que vimos en la Nazca nos mostró un grupo compacto, fuerte, bien estructurado, que nos hizo disfrutar de descargas rockeras sensacionales como las que ya desde los primeros compases nos ofrecieron con “2020” y “Touch Ain't Enough”, para seguir con “Personal Jesus” y “Ego”, entre las que me más gustaron de la primera mitad de su actuación.
Aunque si debo señalar los dos momentos que más me gustaron y en los que vi a Curly Mane más inspirados, fuertes y, seguramente por ello, mas en su salsa, disfrutando más y haciéndonos disfrutar más: la devastadora versión de “Bad Reputation” de Joan Jett -¡gracias! - en la que Elena se desmelenó, chilló y se desfasó como la propia Joan Jett en aquellos años de comienzos de los 80; y en el final, el que es para mí su clásico definitivo, “It's A Shame”.
El rock estatal no puede permitirse el lujo de que esta excelente banda se quede, como muchas otras, en un mero agradable recuerdo. Curly Mane, por supuesto, tiene margen de mejora y necesita ese tiempo de carretera que curte a cualquier banda y le da ese carisma que solo proporcionan los kilómetros, en ocasiones las frustraciones y sinsabores de la vida en el rock 'n' roll y también las buenas juergas y las fiestas rockeras en hoteles de carretera o en la vuelta a casa cuando el concierto ha salido bien.
Pero ya se ve en ellos y en ella ese espíritu, ese marchamo.. y sobre todo, esa personalidad de genuina banda de rock 'n' roll.
Háganme y háganse un favor; si tienen ocasión, no se los pierdan bajo ningún pretexto.
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1 comentario
Extenso resumen hacia el gran concierto que se marcó esta banda rockera como son CURLY MANE en la Nazca madrileña a través de estos buenos temas aquí reflejados en dicha crónica.