Crónicas
Crónica de Crisix + Rat-Zinger: El presente del thrash metal
«Pocas bandas se me vienen a la cabeza que puedan aguantar un show de casi dos horas de duración con la misma intensidad que nos regaló Crisix»
21 diciembre 2018
Razzmatazz 2, Barcelona
Texto y Fotos: Víctor Vallespir
Tras patearse Europa entera y lanzarse a la aventura de las Américas, por fin teníamos a Crisix presentando su último lanzamiento, ‘Against The Odds’, por nuestras tierras. En un doblete por Barcelona y Madrid que levantaría la mayor de las pasiones, tendríamos a los punkarras Rat-Zinger como perfectos invitados para la ocasión.
En un concierto de más de una hora, los de Bilbao supieron caldear el ambiente con ese sonido a lo Motörhead que tan bien entra por los oídos. Su puesta en escena es realmente macarra, dejando que sea la música la que hable por sí sola mientras los mensajes reivindicativos van lanzando puñaladas a discreción. Rat-Zinger abrieron con “Dios salve a Ronnie Biggs” y “Santa Calavera”, y desde allí empezarían con un concierto muy bien recibido por un público que empezaba a entrar en calor.
Con “Días de gloria” se abrió el mosh pit en medio de la Razzmatazz 2 de Barcelona, mientras que en “Larga vida al infierno” se encenderían las luces rojas de los dragones que posarían en los costados del escenario. Los músicos de la formación se disfrazarían de curas para llevar a cabo una blasfemia colectiva: esta gente no se anda con tonterías. Entre crítica social y reivindicación general, donde recibirían tanto violadores como opresores del pueblo, también habría espacio para la fiesta generalizada con “Rock N’Roll para hijos de perra”, probablemente el tema más celebrado de la formación. En la divertida “¿Tenéis speed?” subiría a colaborar con ellos su buen amigo Juanma, quien ya habrá cantado, calculo, con media escena catalana. Se abalanzaron a por todas en el tramo final de su show con “Indestructibles” y “9 mm”, configurando así un concierto verdaderamente intenso que sirvió para calentar un ambiente que empezaba a recordar al de las grandes ocasiones.
Tras un pequeño parón de 20 minutos para el cambio de bandas, se apagaron las luces y empezó a sonar “A.S.F.H”, la intro que lleva acompañando a Crisix durante todos estos años. Sin que apenas nos llegáramos a enterar de nada, ya teníamos a los de Igualada arrancando con las notas de una “Leech Breeder” tremendamente coreada por el conjunto de una audiencia que ya abarrotaba la segunda sala de la Razzmatazz condal. Sin tiempo para respirar, nos atacaron una “Xenomorph Blood” que sonó realmente contundente. Para acabar con este primer envite, “Spawn”, perteneciente a ‘The Menace’, primer disco de la banda, levantó los ánimos del respetable. Pequeño parón y el griterío generalizado fue ensordecedor: se notaba que la gente tenía ganas de verles, de nuevo, por estas tierras. Se sienten queridos y respetados: 10 años labrándose un nombre en todos los escenarios posibles han hecho que ya no sean esos chavales que, de la nada, se ganaron la Metal Battle en el mismísimo Wacken o que empezaban a hacerse un hueco en la escena acompañando a bandas como Angelus Apatrida.
Retomaban el segundo larga duración de la banda a ritmo de una “Rise, Then Rest” que ya es un clásico en sus repertorios y que enlazarían, seguidamente, con una “Conspiranoia” que, al parecer de un servidor, se ha convertido en uno de los mejores temas de la trayectoria de la banda. ¿Y qué decir de la postal que crean encima del escenario? Desde un Juli que sabe hacerse dueño de todas las miradas hasta Busi y Requena, que no paran de deambular por el escenario con las mejores de sus poses. Dani y Javi mantienen una base rítmica realmente fabulosa para dar un empaque final a un sonido excelente durante todo el show. Concatenarían a continuación un trío de frikismos al ritmo de “The North Remembers” (con capa de los Stark incluida), “Prince Of Saiyans” y “Frieza The Tyrant”, dedicada al más hijo de puta de todos los universos.
Habría tiempo de retomar viejos clásicos, como una “Brutal Gadget” que incluyó ese desgarrador azúcar en una voz agudísima de Juli (a ver si se anima a tirar de esos registros en futuros lanzamientos), pero la mayoría del setlist se conformaría por temas del último disco de la banda, un ‘Against The Odds’ que, por fin, les ha llevado a girar por Latinoamérica, ese territorio que se les resistía hasta el momento. En este sentido, y tras una sentida turra, “Perseverance” se erigiría como uno de los momentos más emotivos de la noche. A continuación, uno de los momentos más extraños de la velada, cuando la banda se disponía a ejecutar “IYFF” mientras Juli encaraba las primeras notas de “Strange”. Luego, por supuesto, aclararon el malentendido. Y joder, si eso no es naturalidad encima del escenario que venga alguien y me lo aclare. Enormes hasta para eso.
Nos encontrábamos ya en la recta final del concierto con una “Electric Possesion” que retomó el gag de la silla eléctrica que tanto tiempo hacía que no veíamos encima del escenario, mientras que seguidamente nos sorprendían con “Year Zero”, cover de los cada vez más cabezas de cartel Ghost. El single “Get Out Of My Head” supondría uno de los momentazos de la noche, con el gentío allí congregado botando y liándola sin compasión mientras la banda lo daba todo encima del escenario; en un concierto de Crisix, por su parte, no podía faltar el momento de las covers con intercambio de instrumentos incluido. La intro de Doraemon sirvió como perfecto colofón para que pudieran caer clásicos atemporales como “Walk”, “Hit The Lights” o “Killing In The Name”… pero ojo, que antes de arrancar con “GMM” Busi se animaría con una improvisada “Paranoid” mientras Javi hacía que toda la sala se pusiera a cantar la sempiterna “Run To The Hills”.
Llegábamos a un inevitable final que, como no podía ser de otra manera, contaría con el ya famoso football of death a ritmo de “Bring ‘Em To The Pit” y con una “Ultra Thrash” que resumiría toda la grandeza de la banda en el tema que les lanzó al estrellato nacional. Esta vez no hubo invasión de escenario, pero la que se montaría en el interior de la sala formaría una postal para recordar. Pocas bandas se me vienen a la cabeza que puedan aguantar un show de casi dos horas de duración con la misma intensidad que nos regaló Crisix. Año tras año siguen subiendo escalones y, si ya les tenemos consolidados en Europa, no podemos esperar a ver cómo van alzándose en los carteles de medio mundo. En la música, como en todo, triunfar es cuestión de constancia y esfuerzo, de sacrificio y de creatividad. Los de la Conca d’Òdena lo tienen todo para llegar hasta donde ellos mismos se propongan. Su concierto en Barcelona demostró, una vez más, que son ya un estandarte en la escena musical de este país.
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1 comentario
Buenos recitales por parte de ambas bandas de estilos diferentes en esa noche barcelonesa. Sin duda estos CRISIX son el futuro de nuestro metal al lado de bandazas como AGRESIVA, DEMONIK, ANGELUS APATRIDA.